Sometido al fisio

Una lesión, un sometimiento

Llevaba meses con un dolor en la rodilla que me impedía correr con normalidad y me recomendaron un fisio que no conocía, llamé y me citó para ese mismo día a las 19.

Cuando llegué me hizo pasar a un pequeño recibidor.

-Buenas tardes

-Buenas

-Espera un momento que acabe de recoger del anterior cliente y ahora pasas.

-Vale

No tardó apenas cinco minutos y me hizo pasar.

Era un hombre de unos 50 años, cuerpo normal aunque con algo de barriga, calvo por la parte superior de la cabeza y algo de pelo alrededor, vestía bata y pantalón de enfermero color azul y calzaba unos zuecos con calcetines, por el pico del cuello de la casaca se le adivinaba bastante vello.

Hablamos de mi lesión un rato y me mandó descalzarme y desnudarme quedando solo en ropa interior, ese día llevaba unos boxers bastante normales pero aún así ajustados.

-Siéntate en el suelo por favor

Me mandó mover las piernas doblándolas y girándolas.

-Ponte de pie por favor

Pasó a mi espalda y me pidió que separara las piernas un poco, agarró mis caderas y me dijo que me inclinara tratando de llegar con mis manos a mis tobillos, noté como se pegaba a mí y sus manos recorrían mi espalda hasta los hombros, se me erizó la piel.

Me hizo repetir la operación tres veces, cada vez me hacía notar más su bulto contra mis nalgas al doblarme y yo me excité un poco.

Pasó a ponerse de frente a mí.

-Sube los brazos

(Y el por favor?), pensé yo, pero obedecí, noté mi polla morcillona, esperaba que no se diera cuenta o al menos no le diera importancia. Pasó sus manos desde mis nalgas apretando fuerte hasta mis muñecas, luego bajó por mi pecho hasta mi entrepierna, agarró mi polla y mis huevos y me dijo

-Ponte de rodillas

Lo dijo con autoridad, secamente, noté su cambio de actitud y tono, pero me dejé llevar totalmente sin voluntad y con mi polla dando calambrazos apretada en mi boxer. Quedé frente a su entrepierna con los brazos aún estirados.

-Sabía que eras un putoncito…- dijo mientras se desabrochaba el nudo del cordón de sus pantalones y los dejaba caer.

Su polla babeaba precum, era un polla morena, sin circuncidar, con pelos sobre ella y dos huevos también morenos y peludos pegados a ella, estaba levantándose por momentos, su olor era a pura limpieza.

Agarró mis manos y las llevó a su cuerpo por debajo de la casaca, noté su vello, cubriéndolo todo, empecé a acariciarlo instintivamente, después cogió mi cabeza con sus dos manos y la acercó a su polla, sin necesidad de decirme nada abrí la boca a medida que me aproximaba y dejé que su falo entrada entre mis labios muy despacio, lo noté resbalar paladar adentro cm a cm, él suspiraba.

-Qué fácil has sido, buen putito, traga.

Empujaba con calma y la sacaba igual o incluso más despacio. Mis babas caían por las comisuras de mis labios lubricando la manada cada vez más.

Miró su reloj y puso gesto de desaprobación, sacó la polla de mi boca

-Por qué?- protesté yo- va mal?

Se sonrió y me empezó a pasar su polla mojada por la cara

-Tranquilo putito, lo haces muy bien, pero no me va a dar tiempo a correrme antes del próximo cliente, al menos no así

Le miré con cara de curiosidad, en ese momento me tumbó boca arriba en el suelo y se subió a horcajadas sobre mi pecho

-Abre - dijo

Y me metió de golpe la polla en la boca para comenzar a follarme sin piedad con las piernas a ambos lados de mi cuerpo y las manos apoyadas en el suelo

-Ooh, así sí, joder!!. Así zorra!!!

Yo apenas podía tragar, sólo era un objeto para descargar sus ganas de correrse, las lágrimas me caían por las mejillas y mi polla había empapado mis boxers de la excitación y me dolía de lo apretada que estaba.

-Mmmfff, sí, ostia, tengo que darme prisa, ooh, joder, síii, traga, oooh…

Cuando estaba preparado para que me llenara la boca de leche me la sacó y en dos voladas empezó a correrse abundantemente sobre mi pecho, cuando acabó después de 5 o 6 trallazos con su polla recogió parte del semen y me lo acercó a la boca, abrí y le limpié la polla a conciencia

-Muy bien. Oooh, muy bien.

Me la sacó cuando la notó limpia y me indicó donde tenía toallitas para limpiarme lo que aún me quedaba de su corrida.

-Me gusta marcar a mis zorras, que sepan y huelan a mi semen. Ahora eres mi zorra no?

-Sí- le contesté.

Se acercó agarrando su polla con la mano y la pegó a mi entrepierna empapada.

-Hoy solo te has mojado, pero la próxima vez te correrás con mi polla en tu culo, esta polla- dijo mientras la apretaba contra mí - Así que mejor te doy a última hora no?

-Sí por favor.

Así fue, me dio para el día siguiente a las 20.

Antes de irme agarró mis boxers por las perneras y las subió hasta meterlos en mi raja, yo gemí mirándole a los ojos

-Ven con algo que como mucho te tape hasta aquí

-Sí. Claro. Cómo digas

-Eres de mi polla

-Soy de tu polla

-Saca la lengua, quiero ver a qué sabes.

La saqué y él la metió en su boca y la chupó

-Siiii, sabes a mí, muy bien- agarró mis nalgas- ya eres mía zorrita.