Sometidas y Humilladas. Preámbulo
Introducción a una serie de historias reales o con un alto porcentaje de realidad que tienen internet como nexo de unión. Algunas extremas. Dependiendo de la respuesta continuaré escribiendo o permanecerán secretas para siempre.
Alguien definió la felicidad como tomarse un whisky doble con hielo relajadamente con un amigo mientras se habla de la vida. Esto lo superaba.
La joven universitaria me había contactado, como otras antes, a través de mi blog sobre sadismo, esclavitud, humillación, degradación y objetificación de mujeres.
Ahora estaba a cuatro patas sobre la mesa frente a la cual departía con mi amigo, desnuda, piernas separadas, pecho abajo y culo en pompa, como había sido instruída y corregida a base de azotes de flogger y fusta durante la larga sesión de toda una tarde. Una lámpara iluminaba la grupa enrojecida, con marcas de fusta y restos de escritura con con rotulador y pinta labios, ‘puta anal’ ‘zorra infiel’ y mi nick y el de mi amigo a modo de firma, entre otras …
Un reguero se semen se adivinaba cayendo desde su ano aún parcialmente abierto, ofrecido, dilatado, sobre un pequeño charco de fluidos de la joven degradada a animal . Sobre la mesa, cuerdas, pinzas de pezones, un hitachi, y toda la parafernalia básica para la ocasión. Así, rodeada de floggers, fustas, vara, esposas, dildos, cuero, lencería desgarrada y profanada, etc.. la joven universitaria no era sino un objeto más de exposición..
Creo que la puta quiere correrse, ¿no es así puta? Dijo mi amigo mientras hacía el gesto de disfrutar del aroma irlandés agitando los hielos.
- Si señor, por favor, ¿puedo correrme?
No tan deprisa, zorra..
Me acerqué a observar de cerca el trabajo que habíamos hecho con aquellos orificios apenas en la veintena de edad, separando aún más las cachas del culo duras, de niña bien que hacía pilates … centrandome en ese ojo lascivo y semiabierto que ya no era virgen, dejé caer un escupitajo de saliva e introduje súbitamente uno, y luego dos dedos en el culo que ya estaba húmedo, y los empecé a girar .. ¿No ves a tu novio hoy, putón?
-Si señor, si tengo tiempo, con la voz entrecortada.. Aquello me encantaba..
Mi amigo me siguió el juego de interrogar y humillar a la putita desesperada por correrse durante un buen rato…
OK, Puedes correrte, zorra, dije mientras retomaba mi bebida. Córrete para nosotros. La joven, desprovista de toda dignidad por dos adultos que tenían edad para ser su padre y su tío, necesitada, poseída, comenzó a masturbarse aún a cuatro patas, frenética, desesperada, compulsivamente, hasta que una sucesión de espasmos y gritos incontrolados acabó con su desnudez yaciendo sobre la fría mesa cubierta de una capa de sudor y fluidos vaginales.
-Vístete, sin ducharte. Deja aquí las bragas.Luego puedes irte. Ya he llamado al Uber.
Las fotos le llegarían de recuerdo a su email para que se masturbara en solitario por las noches después de lanzarle besos a su novio por whatssup.
Seguimos charlando después de despedir al joven animal femenino.. Entonces.. ¿Cómo empezó todo? Me preguntó mi amigo..
Ya sabes que es una larga historia.. A veces igual se mezclan dos. Pero.. ¿sabes? Qué mas da. Los recuerdos sirven para construir nuevos recuerdos, nuevas historias. Así es como yo lo veo.. Algún día lo escribiré todo y alguna nueva sumisa llegará a mi a través de mis escritos.. Que a su vez, construirá nuevos recuerdos..
Empezaré con la viuda masoca en el primer relato. Ahora es casi vintage, un contacto de internet de cuando en internet solo había nerds y frikis..
Aviso para mis lectores que mis relatos estarán como mínimo, basados en la realidad, a veces muy fieles a ella, con la literatura que complemente la historia. Pero que en cualquier caso, la realidad siempre superará la ficción, y lo que exista de esta será posiblemente menos llamativo o extraordinario que lo real, más por complementar el relato u omitir ciertas cosas que por añadir algo que no podía haber sido igual de cierto.
No olvidaros que me gusta contactar con mis lectores, especialmente mis lectoras. Mi email es:
yourdegrader@gmail.com