Sometida por las deudas

María, esposa y madre de dos niños, se somete a un viejo conocido en secreto para poder superar los difíciles momentos económicos que arrastra su familia.

Esta es la historia de cómo la crisis hace que una pobre mujer tenga que sufrir lo indecible

para poder sacar a sus hijos adelante.

Yo soy una mujer casada felizmente desde hace seis años con mi novio de toda la vida. La verdad es que teníamos una vida muy

bonita, sin muchos lujos pero la verdad es que si podíamos permitirnos algún que otro capricho. Tenemos un piso muy acogedor con una hipoteca

pequeña y dos hijos pequeños que son nuestra mayor debilidad. Mi marido trabaja en una gran empresa y aunque no trabaja de seguido si es

verdad que tiene un buen sueldo, así que gracias a eso y a la pequeña tienda que yo tengo de socia con mi hermana podemos vivir tranquilamente.

Pero estando el país en plena crisis, mi negocio empieza a dar menos de si, y mi marido ya empieza a pasar mas tiempo en casa

debido a que la empresa donde trabaja tiene menos carga de trabajo y no precisa tanto de el como antes, por lo cual el dinero que generábamos

entre los dos va yendo a menos y tenemos que empezar a hacer algunos recortes a los que no estábamos acostumbrados.

Las letras vienen puntuales todos los meses y entre la hipoteca del piso, la letra del coche y todos los gastos derivados del piso

(luz, agua, etc...)La cosa se estaba empezando a ponerse mal. Para mayor desgracia mi negocio no daba ya para mantener mi sueldo y el de mi

hermana, ya que entre la hipoteca del local más los préstamos que teníamos de la reforma y las letras que debíamos a las empresas que nos

suministraban los artículos que ya no vendíamos a causa de que no teníamos la misma clientela que antes de la crisis, todo se empezaba a poner

cuesta arriba.

Después de tener muchas reuniones en nuestro banco para poder mirar de hacer las letras más pequeñas y así poder ir mas

desahogados mes a mes, no nos dieron ninguna solución. Ya no se nos ocurría ninguna salida, cuando yo en un día de bajón me desahogue con una

clienta. Después de contarle todo a esta clienta, ella me dijo que igual tenía una buena solución. La solución era vender el bajo que tenía y aunque

eso ya lo había yo tenido en cuenta, sabía que no sería posible ya que las cosas no estaban bien para que alguien pudiera pagarme por el lo que a

mí me haría falta para salir de este callejón sin salida en el que me estaba metiendo. Ella me dijo que conocía a una persona la cual estaba muy

interesada en este local, y que por intentarlo no perdería nada. Yo le conté el caso a mi marido y a mi socia y los tres estuvimos de acuerdo en

llamar a esta persona y proponerle la compra. Yo ya decidida después de estar todos de acuerdo me puse en contacto con mi clienta para que me

diera el teléfono del interesado y así hacerle la propuesta. Cuando ella me dijo de quien se trataba yo me quede helada. Se trataba de un chico

llamado Mario al que yo conocía y del que no me hacía gracia tener que proponérselo. Él era un chico de mi edad, su familia era amiga de la mía,

pero él era un engreído y siempre de jóvenes me hacía propuestas que no me dejaban tranquila. Tardé unos días en decidirme y viendo que la cosa

iba a peor en nuestra cuenta corriente, me decidí en ponerme en contacto con él. Cogí el teléfono sin más remedio marque su número. El contesto

y después de un buen rato diciéndome el que se alegraba mucho de hablar conmigo después de tanto tiempo, me pregunto por la causa por la cual

lo había llamado. Yo llena de resignación le empecé a contar el caso y le pregunte si estaba interesado en la compra del local.

El después de una pausa me contesto que lo tenía que estudiar mejor y me pidió que le diera un par de días.

Yo intente seguir con mi vida normal esperando esperanzada que se decidiera por la compra y no tardó mucho en ponerse en

contacto conmigo. Lo hizo a los dos días como había quedado, y me propuso una reunión para negociar la compra, yo accedí encantada y un peso

se me quito de encima al ver que por fin tenía una posibilidad de terminar nuestros problemas. Me dijo que me pasara esa misma tarde a las 5 por

su oficina para hablar y poder llegar a un acuerdo. Le dije que allí estaríamos mi hermana y yo para negociar el traspaso.

Con una gran sonrisa le conté a mi hermana que esa misma tarde nos reuniríamos con él y que igual teníamos suerte ya que se le

notaba entusiasmado con el negocio. Llegada casi la hora me llamo mi hermana diciéndome que no me podría acompañar ya que estaba

indispuesta y que tendría que ir yo sola, y que lo dejaba todo en mis manos, - no hay problema – fue mi contestación. A la hora indicada ya estaba

yo en la puerta de su oficina decidida a entrar cuando note una mano sobre mi hombro…era el, que se disponía también a entrar, no sin antes

darme un par de besos que me dejaron muy cortada. Abrió la puerta y me invito a pasar dejando que lo hiciera yo primera.-La puerta del fondo me

dijo-, y yo andando delante de él me dirigí a su despacho notando como no me quitaba ojo el muy cerdo.

-Veo que aun teniendo dos hijos sigues teniendo ese cuerpazo que tanto me gustaba -me dijo, ofreciéndome una silla para que me

sentara.

-Gracias… -fue lo único que salió de mi boca mientras intentaba ser amable para no echar todo a perder. Yo ya conocía su forma de

ser y el en el pasado siempre me decía cosas así aun sabiendo que yo estaba con un chico al que él conocía. Solo quería sacarme de mis casillas y

que yo me enfadara un poco con él, pero esta vez intente aguantarme sabiendo que él podría sacarme de una situación económicamente

complicada.

-Bueno cuéntame cuál es tu oferta –dijo el sin sacarme los ojos de arriba.

-Pues como ya te dije por teléfono, estoy interesada en traspasar el local y…. -le dije yo contándole los detalles del asunto que me

había traído hasta su oficina.

-Ya veo que por lo que cuentas necesitáis la venta urgentemente...

-Me da pena desprenderme del negocio pero las cosas no van todo lo bien que nos haría falta y aunque lo que nos da sí que nos

llega para vivir, otra cosa es poder hacer frente a los pagos al banco, por lo cual no nos queda otra opción que vender. -conteste yo.

Su respuesta no fue la esperada ya que aun diciendo que le gustaba la situación del local, él y yo sabíamos que después no sería

fácil su venta, y a eso es a lo que él se dedicaba, a la compra y posterior venta de inmuebles.

Justo cuando yo ya casi había perdido toda esperanza de que pudiéramos llegar a un acuerdo, él me dijo que aunque no me podría

comprar el local, sí que podríamos llegar a un acuerdo por el cual los dos saldríamos ganando:

-Tú y tu hermana seguís con el negocio y así podéis seguir vuestra vida con normalidad, y como las letras del banco os las pasan los

días 5 de cada mes, yo a cambio de una buena mamada te doy el importe de esa letra… ¿te parece bien?

-Pero tú estás loco o que. ¡Eres un cerdo! -fue la contestación que me salió en ese momento.

-No sé porque te pones así, las letras suman un total de 550€, y eso a cambio de una mamada creo que es un buen trato, sabes

que siempre me gustaste y tú siempre me rechazaste, así que creo que no es tanto lo que tienes que hacer, por ese dinero una buena puta estaría

dispuesta a hacer muchas más cosas… -se reía él.

-Yo no soy ninguna puta, así que como no te la chupe tu madre, creo que…

-Pues como veo que no estas interesada en mi trato creo que es mejor que te vayas y busques otra forma de arreglar tu situación. -me

dijo el sin dejarme acabar de hablar antes de mandarlo a la mierda.

-Pues eso hare. – y sin decir más me dirigí hacia la puerta cuando él me contesto:

-Si por algún motivo cambias de opinión mantengo mi trato hasta las 9 de la noche, a partir de ahí ya no te daré otra oportunidad

de solucionar vuestros problemas.

Yo sin decir nada abandone su oficina y me fui directamente a mi casa a contarle a mi marido lo que me había sucedido. Por el

camino no dejaba de pensar en cómo había podido ese cerdo haberme hecho esa propuesta, cuando pasando por delante del negocio que regento

pude ver una carta del banco. Al abrirla casi se me cae el alma al suelo cuando leo que como debía tres letras de la hipoteca, el banco iba a

presentar una denuncia para embargármelo. Con lágrimas en los ojos llegue a casa y mi marido al verme enseguida se interesó en saber que me

ocurría. Yo le conté lo del embargo que pretendía efectuarnos el banco, pero él me dijo:

-No te preocupes cariño, que si Mario al final os compra el local ya no habrá problemas y podremos liquidar la hipoteca y los

préstamos, y bueno, aún no me contaste la respuesta que te dio sobre la compra del bajo. -me dijo él.

Yo en ese momento no me atreví a contarle el trato que me había hecho, solo le dije que me propuso hacer frente a las deudas del

banco a cambio de ir devolviéndoselas en pequeños plazos cuando pudiéramos y llevándose él un pequeño interés más al dejarnos el dinero.

-No es un mal trato, así no perderéis vuestro negocio y podréis ir pagándole poco a poco mientras se recupera todo esto. - contesto mi marido.

Ahora sí que estaba en un lio, iba a tener que aceptar su propuesta y debería hacerlo sin que mi marido y mi hermana se enterasen.Muchas cosas dieron vueltas en mi mente toda esa tarde pero al final no me quedo otra opción que llamar a Mario para aceptar su trato. Chupar una polla no es una cosa que no haya hecho antes me repetía a mí misma mientras marcaba su número, unos minutos chupando y un mes de letras menos que le debería al banco pensé. Cinco tonos de teléfono y nadie contestaba, desesperada notaba mi corazón salírseme del pecho cuando alguien contesto:

-¿Veo que toda la tarde pensando en mi polla al final te hizo decidirte no putita?

Me quede helada, quise insultarle y colgar el teléfono pero no dejaba de pensar en la carta del banco.

-Haber, ¿ya estas decidida a aceptar el trato o estás haciéndome perder mi tiempo? Acuérdate que mañana es día 5 y te pasan

unas letras para las cuales creo que no tienes saldo. - me dijo el muy cerdo en tono un tanto cínico.-

-Acepto con la condición que todo esto quede entre nosotros dos y dejes de faltarme al respeto tratándome de puta. – le dije yo

sintiéndome tremendamente humillada.

-Todo queda entre nosotros pero te voy dar dinero a cambio de un servicio sexual, a lo cual vas a ser mi puta todos los días 5. - me

espeto él. – y como eso es mañana pues quiero que estés a las 9 en punto de la mañana en mi casa para hacer tu tarea.

-Pero…yo pensaba que tendría que ir a tu oficina, ir a tu casa no era el trato.

-El trato es que tú me harías una mamada, el lugar lo decido yo. Tengo un día muy ocupado así que tendré que atenderte a esa

hora en mi casa. ¿Está claro?

-Si

-¿Sí que? Quiero estar seguro que entiendes la parte que te toca.

-Sí, mañana te la chupare en tu casa a las 9 de la mañana. -no me quedo más remedio que decir ya que sabía lo que quería escuchar.

Casi no pude pegar ojo en toda la noche pensando en que a las 9 perdería toda mi dignidad, ya que nunca le había sido infiel a mi

esposo, es más, nunca había estado con otro hombre, y tener que meterme su pene en la boca me resultaba asqueroso con solo pensarlo. La noche

paso muy rápido, y a las 9 en punto ya estaba yo delante de su puerta sin atreverme a llamar al timbre. Cogí aire y sin más remedio…toque.

-Buenos días putita. -mis ojos se enfurecieron pero no dije nada, al fin y al cabo tenía razón, me iba a pagar por chupársela.-

-Pasa hasta la cocina, estaba a punto de desayunar, y seguro que a ti también te apetece. - rio el-

-Quiero acabar cuanto antes, que quieres que haga. –conteste –

-Dime a que vienes y lo que quieres a cambio y yo te digo como podemos hacer. –dijo intentando humillarme aún más, no me

quedo otra que seguirle el juego otra vez mas –

-Estoy aquí para chuparte la polla y a cambio quiero 550€. -dije sin poder levantar la vista del suelo.

-Bien putita, yo voy desayunar así que si quieres empezar tu trabajo será mejor que te metas debajo de la mesa y empieces

cuando quieras, yo el desayuno no lo perdono ni por una mamada.

Sin ya pizca de orgullo, me dirigí a la mesa y me metí debajo de ella dispuesta a pasar el peor trago de mi vida. Allí estaba yo,

arrodillada debajo de una mesa delante de unos pantalones de pijama que no eran los de mi marido.

-¡Sácame la polla de una vez puta y no me hagas perder el tiempo!

Sin ya remedio estire mis manos hacia ella y empecé a tocar aquel miembro haciendo que creciera lentamente entre ellas,

intentaba pajearlo por encima del pijama esperando que por su calentura llegara a correrse sin tener que sacarla, a lo que él se enfureció más y me

grito:

-Serás zorra, deja de jugar y haz el trabajo por el que te pago de una vez. - sacándosela el mismo del pantalón y pegándome con

ella en la cara- Abre la boca y traga como la puta que eres. -me dijo-

Yo abrí la boca y empecé a meter en ella aquella cosa, sentía un asco tremendo, pero ahora ya era tarde para arrepentimientos,

así que me dedique a empezar un suave mete y saca, jugando también con mi lengua sobre su pene. Estuve así un rato, hasta que el me agarro por

mi cabeza y empezó a dirigir el un ritmo más rápido, yo me deje hacer, sabía que así terminaría antes mi suplicio, cuando de repente me la saco de

la boca…

-Ábrela bien y pajeame hasta que me corra en tu boquita

-Nooooo, –le solté- eso sí que no.

-Con lo que te pago no solo me correré en tu boca, sino que deberás ser tú la que me lo pidas hasta que lo haga, eres una puta y

debes comportarte como tal o se acabó el trato, así que haz tu trabajo que estoy apunto guarra.

Sin más opción y deseando acabar lo antes posible me decidí a acatar sus órdenes y portarme como una prostituta, ya que era eso

por lo que el pagaba.

-Bien hijo de puta, quiero que te corras en mi boquita. -le decía yo mientras lo pajeaba-, dame tu leche que lo estas deseando,

dame mi desayuno cabrón.

-¿De verdad la quieres putita? –me dijo el mientras se ponía en pie-

-Si córrete ya en mi boca que esta sedienta de tu leche cabrón.

-Pues traga. –y sin darme yo cuenta me cogió de los pelos y empezó a meter su pene con furia en mi boca hasta que mi barbilla

toco con sus huevos, y así me dio varias embestidas hasta que al fin descargo su leche en mi garganta metiéndome la polla hasta el fondo para que

no se escapara ni una gota. No me quedo más remedio que tragármelo todo. Después me la saco de la boca, me tiro el dinero y me dijo que ya me

podía ir.

-Acuérdate de volver el mes que viene para ganarte tu paga, tú marido debe de estar muy contento de tener una tragapollas tan

buena como tú en casa. -rio-

Con toda la vergüenza del mundo me limpie la boca con una servilleta, cogí mi dinero y me fui. Pase los siguientes días algo dolida

por lo sucedido pero para ser sincera no era un precio tan alto por poder seguir teniendo el negocio y seguir ayudando a mantener la economía

familiar. Los días fueron pasando hasta que recibí otra carta del banco en la cual me decían que tenía que abonar los tres meses de atraso que aún

seguía debiendo. Ahora la solución no tenía que buscarla, ya me la imaginaba en mi cabeza. Más sexo oral al cabrón de Mario y todo arreglado,

total iba a ser algo habitual los siguientes meses, así que decidida me fui a su oficina a humillarme un poco más si cabe y decirle que estaba

dispuesta a hacerle con mi boca los tres favores a cambio de las tres letras del banco.

-No sé qué contestar –me dice- , explícame bien lo que quieres hacerme y dime lo que haría yo, ¿si de verdad eres mi putita debes

saber convencerme no?

-Está bien, quiero que me dejes acerté una mamada por cada letra y quiero que te corras en mi boca y a cambio tú me pagas las

tres letras, te parece bien así.

-Yo solo pago ese dinero a una buena puta y tu hablando así solo pareces una esposa educada.

Me quede en blanco al oírlo, sabía lo que quería, así que ya sin vuelta atrás….

-Necesito ese dinero y como sé que es bastante quiero tener tu polla entre mis manos, besarla, lamerla, quiero que me folles la

boca, qué me metas tu rabo hasta la campanilla, quiero comérmela enterita, y que te corras en mi boca otra vez tal cantidad de leche que quede

saciada por todo un mes hasta que vuelva por otra ración. -me quede congelada, sentía mi cara roja de la vergüenza ,no me imaginaba capaz de

decir todas esas cosas, pero al final conseguí dejarlo boquiabierto, sabía que así no podría resistirse, pero otra vez estaba equivocada.

-Tu proposición me parece interesante, pero aun no estoy muy convencido, yo esperaba que al tratarse de tanto dinero, la

propuesta seria otra.

-No sé a qué te refieres, esto ya es bastante humillante, soy una mujer casada y con hijos, ¿no te parece bastante a lo que estoy

accediendo a cambio de tu ayuda?

-Yo no te estoy prestando ayuda, yo te estoy dando dinero a cambio de unos favores sexuales, y si ahora se trata de más dinero de

lo acordado, púes tendrás que hacer algo más que solo chupármela digo yo no.

-No me voy acostar contigo si es a lo que te refieres, prefiero quedarme sin nada antes de llegar a ese extremo.

-Pues entonces vamos por mal camino

-Pídeme lo que quieras, pero eso no, habrá algo a lo que los dos estemos de acuerdo, yo ya no sé qué más hacer, pero por favor

no me pidas eso, ya sabes la respuesta.

-Pues déjame que piense…..tengo un par de ideas más, yo te las digo y tú me dices cual aceptas, y si al final no te decides por

ninguna pues te vas por dónde has venido, rompemos el trato y tú por tú lado y yo por el mío. Estás de acuerdo.

-Esta bien. -le conteste yo sabiendo que esto no iba a ser tan fácil.

-1º : Vienes mañana a mi casa por la mañana temprano y pasas todo el día haciendo de sirvienta en mi casa, pero tendrás que

estar desnuda y yo podré tocarte como y cuanto quiera, y follarte la boca cuantas veces me apetezca.

-2º :Esta tarde tengo una reunión con tres de mis socios, suelen durar unas cuatro horas, en las cuales tu estarás debajo de la

mesa sin nada cubriendo tus tetas y chupándonos las pijas a los cuatro hasta que nos corramos en ellas todas las veces que queramos hasta que

acabe la reunión.

-3º :Vas mañana por la tarde a mi casa y me dejas hacerte unas cuantas fotos para poder yo tener un recuerdo de ti.

-Estas son mis propuestas, no pongas esa cara, ya no quiero ni lloros ni tonterías, dime cual aceptas y si no te largas y te buscas la

vida en otro lado muñeca.

-No…nose….es que…

-¡¡Ya!!

-Está bien, si acepto a que me hagas las fotos, ¿en qué consistiría? -dije yo ya imaginándome que no me iba gustar la respuesta.

-En lo que yo quiera, tú serás mi modelo y yo decidiré en cada momento como serán las fotos, eso sí, al terminar la sesión tendrás

que pajearme con tu boca, ya que seguro me hará falta jejeje. -rio el muy cabrón.

-Vale, pero solo si me prometes que no intentaras tocarme. –dije yo imaginándome que me haría también posar desnuda.

-Pues ya tenemos trato, mañana ponte guapa que quiero unas bonitas fotos para el recuerdo jejeje.

Después de haber pasado ese mal trago me fui y la verdad no había resultado ser tan mal trato, el dinero sumaba 1650€ y yo solo

debía dejar que me sacara unas cuantas fotos y aunque seguro que alguna seria desnuda, prefería eso a tener que chupársela más veces de la

cuenta. Así que esa noche dormí tranquila y al día siguiente ya que mi marido se fue a visitar a sus padres con los niños, tuve tiempo para

arreglarme y que mi marido no sospechara nada. Decidí ponerme algo sexy, ya que así igual conseguía calentarlo tanto que no tuviera que tener

que quitar mi ropa y poder acabar cuanto antes esa prueba para poder volver a mi casa con ese dinero que tanta falta nos hacía.

Yo soy una mujer que me considero del montón, 1,65 de altura, morena de pelo y piel blanca, ojos marrones, talla 90 de pecho y

un culo llamativo, pero para nada una de esas modelos de calendario. Buscando en mi armario después de una buena ducha saco unos legins

negros brillantes de esos que tanto se llevan y una camiseta roja también brillante que me da justo por debajo del culito, y la cual al no tener

mangas se pone un poco de lado intentando enseñar el hombro, y el escote queda justo encima de mis tetas dejando ver bien donde empieza el

canalillo. Decido también ponerme un conjunto de tanga y sujetador negro de encaje y unas botas cortas con un bonito y fino tacón. Así preparada

llega el momento de acudir a mi obligada sesión fotográfica. Cojo mi cazadora negra a juego con el conjunto y me presento en casa de Mario. Él me

abre la puerta sonriendo como un niño pequeño y mirándome de arriba abajo:

-Qué guapa esta mi modelo. Deja que te coja la cazadora y ponte cómoda mientras preparo algo de tomar. ¿Qué te sirvo?

-No quiero nada, gracias, prefiero acabar con esto cuanto antes si es posible.

-Antes de nada dejemos una cosa clara, tú estás aquí por tu propia voluntad, accediste a venir y a ser mi modelo y la puta que me

la chupa así que se amable y gánate el dinero que me pides. Sabes que siempre te desee, así que haz un buen papel y compórtate como lo que yo

quiero, no como una mojigata. Yo pago por una mujer de verdad así que tú decides si seguimos con el trato o no.

-Está bien, perdona, seguiré con el trato, ponme un agua por favor.

-Eso me gusta más, ahora sube las escaleras y espérame en mi cuarto, es la segunda puerta a la derecha, mientras yo te voy buscar

tu bebida, y la mía.

-¿A tu cuarto?

-Sí, quiero tomar allí las primeras fotos, qué mejor recuerdo de ti que hacerlas sobre mi cama ¿no? Jajaja.

-Vale, tú eres el fotógrafo y sabes dónde quedaran mejor las fotos -le dije yo intentando ser sumisa como a él le gustaba, total las

fotos me las iba hacer igual así que el sitio daba igual. Subí las escaleras mientras él me miraba desde abajo, y pude notar como no me sacaba ojo

del culo, pero no le dije nada, al fin y al cavo estaba allí para eso, para que me mirara pensé. Al entrar en su habitación me quede hipnotizada, era

enorme, tenía una cama de 2x2 en el medio y detrás había una gran terraza que daba a un patio con una gran piscina cubierta, había un baño

enorme, con un yacusi y en una esquina un plato de ducha todo de piedra que debía tener dos metros de largo por otro tanto de ancho, estaba aún

alucinando con esa habitación cuando note unos pasos por las escaleras, así que me senté en una esquina de la cama, cruce una pierna y le dedique

una gran sonrisa al entrar, intentando que le gustara la visión y empezara ya a sacar fotos para poder acabar cuanto antes.

-Pero que sexy te ves ahí sentadita, no borres esa sonrisa que voy a sacar la primera foto.

-Si hazlo, estoy deseando empezar a posar para ti - le espete yo intentando apurar el juego que me proponía, y así hizo, disparando

por primera vez su cámara fotográfica.

-Espera un momento que tengo otra sorpresa -me dijo mientras sacaba de un armario un trípode con una cámara de video

encima- quiero grabar también un video de la sesión de fotografía para que sea un mejor recuerdo, y para que veas que no quiero ser descortés con

el trato que hicimos, te doblo la cantidad de dinero acordado si prometes ser una modelo complaciente.

-Está bien, pero siempre manteniendo el trato de que no podrás tocarme. -dije yo aun no sintiéndome muy convencida por lo del

video, pero que más daba, fotos, video, casi era lo mismo ¿no?

-Pues ahora que estamos de acuerdo en todo, quiero que vayas haciendo poses eróticas posando para la cámara, y que mientras

lo haces te vayas quitando prendas hasta quedarte totalmente desnuda, así que ya sabes, ¡A posar! jajaja

-Pero yo pensaba que querrías fotos de mi vestida, no que me tendría que quitar esta ropita tan sexy que me puse para ti. -intenté

convencerle ya sabiendo que era casi imposible.

-Si quisiera un recuerdo de ti vestida te haría fotos en la calle y me saldrían gratis, yo quiero fotos de tu cuerpo entregado a mi

cámara, si no puedo follarte quiero al menos que lo hagan mis cámaras, así que empieza a ganarte el dinero como la puta que pago y déjate de

joderme mi precioso tiempo, y quiero oírte decir guarradas para el video puta.

Estaba dolida y sabía que debía someterme a sus caprichos, así que me dije a mi misma que si él quería una puta, pues eso

tendría, y si lo dejaba bien contento igual conseguía que las siguientes veces fuera más comprensivo conmigo.

Y así comencé mi puesta en escena, pasando mis manos por mi cuerpo, lanzando besitos a la cámara, me puse a cuatro patas

sobre la cama y empecé a mover mi culito mientras abría las piernas lentamente y me daba golpecitos en el culo, y ya sin mucho que perder

comencé a quitarme primero la camiseta, y acto seguido y poniéndome de pie dándole la espalda, comencé a bajar mis legins despacito, mientras

mirándolo a la cara veía como se le iluminaban los ojos mientras yo le mostraba mi tanguita desapareciendo entre mis nalgas. Y allí estaba yo, ya

solo vestida con un conjunto de lencería fina gateando por la cama mientras lucía una sonrisa forzada, cuando vi mi oportunidad. Sabía que tendría

que realizarle una mamada y ahí estaba ese bulto enorme en sus pantalones, era mi oportunidad de acabar ya con todo aquello, sabiendo que una

vez que se corriera acabaría mi sufrimiento y así decidí acabar cuanto antes y complacerlo.

-¿Le gusta el espectáculo a mi fotógrafo?

-Pues sí, eres una zorrita muy fotogénica, pero el video está quedando un poco soso

-Pues tendremos que hacer algo para arreglarlo ¿no? -me atreví a decir.- Coge la camara y acercate que quiero que me grabes mas de cerca. -y el obedeciendo mi sugerencia se me acerco cámara en mano mientras yo estiraba mis manos buscando su pene.

-Así me gusta zorrita, veo que al fin comprendes para lo que estás aquí, y dime, como quieres ponerle algo de picante al video,

estoy ansioso por averiguarlo.

-Pues primero quiero ver lo que escondes aquí debajo, ¡huy! ¿Qué es esto? Si es una bonita y dura polla esperando ser atendida,

¿Por qué no grabas como me follas la boca?

-Pues me parece buena idea. -mientras suavemente me la va introduciendo hasta casi tocarme la campanilla y después

sacándomela pero esta vez ya de golpe.

-Que pasa, ¿no te gusta que te la coma? No seas malo y dámela otra vez, que quiero sentir como te corres en mi lengua.

-Yo también lo quiero, pero creo que aun te queda algo de ropa encima y una buena zorrita usa más que la boca en un buen video

¿no?

-Tienes razón, porque no posas la cámara en el trípode y me ayudas tu a quitarme el resto mientras me dejas jugar un ratito con tu

cosita. -quise acelerar todo para acabar pronto-.

El dejo la cámara en el trípode, acercándolo y enfocándolo para grabar bien toda la escena y me pidió que me pusiera de a cuatro

sobre la cama y de espaldas a él. Sabía que quería quitar mi tanguita en esa posición para poder tener entre sus ojos la mejor visión de mi raja, pero

ya decidida le complací.

-¿Te gusta así? ¿No te gustaría ser tú el que me lo quitas? así podrás ir descubriendo todo a tu ritmo, -y así el fuera de si me fue

bajando mi tanguita mientras se recreaba con la visión.

-Ahora date la vuelta y chúpame la polla que tanto te gusta zorrita.

-Sí, dámela por favor, déjame chuparte esa polla y sacarte hasta la última gota.

El mientras yo apuraba un mete-saca de su polla en mi boca me agarraba de los pelos queriendo dirigir el ritmo de la mamada, y

diciéndome que quería correrse en mis tetas, así que atendiendo a su petición deje que con sus manos dirigiera el ritmo de la mamada, aunque más

bien parecía que me estaba follando la boca, y dirigiendo mis manos a la espalda desabroche mi sujetador y deje mis pechos al aire momento en el

que el ya a punto de explotar me la saco de la boca y comenzó a pajearse delante de mis tetas.

-Agárrate bien las tetas que ahí va tu crema hidratante. -soltó-

-Si cariño, córrete en ellas que están deseando sentir tu leche calentita. -y así lo hizo, se fue encima de ellas como si hiciera un año

que no se corriera, su leche me resbalaba por el cuerpo, y así me pidió que posara para unas cuantas fotos más, recreándose en mis pechos

pringosos de su corrida.

-Has sido una modelo muy buena, espero poder volver a contar contigo en más ocasiones.

-Nunca se sabe, a mí también me gusta posar cuando el fotógrafo es tan bueno. -quise seguirle el juego-

-Pues aquí tienes tu dinero, pero antes de irte sería buena cosa que te ducharas, no querrás ponerte esa ropita tan mona encima

de ese cuerpo tan pringoso, yo estaré abajo en el salón esperándote.

No tenía ganas de seguir en esa casa ni un minuto más del que fuera necesario, pero él tenía razón, así que acepté y quise ser

educada a su propuesta.

-Está bien, me parece una buena idea lo de darme un buen baño, así que si me esperas abajo enseguida acabo y ya paso a

despedirme de mi fotógrafo.

Y así aproveche a pasarme una buena ducha y sacarme de encima todo aquel líquido pegajoso que cubría mi cuerpo. Después me

puse mi ropita y me fui escaleras abajo para despedirme de él y salir de esa casa lo antes posible cuando lo vi sentado en el salón, con los

pantalones en los tobillos pajeandose delante de un gran televisor en el que estaba viendo el video que me acababa de grabar.

-¿Ya estas lista?, como ves no me pude resistir a comprobar cómo había quedado nuestro recuerdo. –rió el mientras vía en mi cara

una gran mueca de humillación. No queriendo seguir el juego de su provocación...

-Espero que sea de tu agrado, con el dinero que te costó espero que estés contento con el resultado.

-Y tanto que estoy contento con el resultado, es más, estoy deseando enseñárselo a unos amigos para que ellos mismos

comprueben la pedazo de modelo que conseguí. -se reía él.

Se me cayó el mundo al suelo al oír sus palabras, ahora si me tenía en sus manos y yo no sabía ya cómo podía salir de aquella

situación.

-Pero yo creía que el video era para tu recuerdo, no para enseñárselo a nadie, me lo prometiste. -dije intentando que se

compadeciera de mí-.

-Yo solo te prometí que no te tocaría y lo he cumplido, nunca dije que no se lo enseñaría a nadie. Y además en internet estos

videos caseros tienen mucho auge así que igual me sale bien y recupero el dinero que invertí en él, ¿no crees?

No supe cómo salir de esa situación así que no me quedo otra que suplicarle como nunca antes lo había hecho.

-Por favor Mario, no me hagas esto, soy una mujer casada y si mi marido se entera se acabó mi vida, apiádate de mí por favor,

estoy dispuesta a hacer lo que sea, te complaceré en lo que quieras, pero no se lo enseñes a nadie, te lo suplico. -lloraba yo ya fruto de la

desesperación-

-Y cómo crees que puedes complacerme tú para guardar mi silencio y no mostrar el video a nadie…

Yo en ese momento supe que estaba en sus manos, como había sido tan ingenua de dejarme grabar sin sospechar que lo utilizaría

en mi contra, no me quedo otra que aceptar ahora ya si todas las consecuencias por miedo a que se enterara mi marido y mi familia. Estaba ya

sometida a su voluntad.

-Está bien, -le dije resignada- sé que quieres hacer el amor conmigo, así que estoy dispuesta a hacerlo con la condición de que me

lo entregues, para poder mantener ese video en secreto.

-Si quisiera hacer el amor con alguien me buscaría una novia, yo quiero una puta que cumpla mis órdenes, no una mojigata ama

de casa llorona.

-Pues fóllame ahora si quieres, pero olvida el video por favor, dejare que me folles como a una puta si es lo que quieres, te

complaceré pero...

-Deja ya de rogarme, ahora estoy muy ocupado viendo este calentito video casero, vete a tu casa y yo me pondré en contacto

contigo si acepto que seas mi putita, jajaja ¡vete de una puta vez!

Y así cogí mis cosas y me fui llorando hasta mi casa y dándole mil vueltas intentando encontrar una salida, pero no había ninguna,

estaba totalmente en sus manos, ahora solo esperaba que aceptara mi propuesta de sumisión y no enseñara ese video y las fotos a nadie.

PD:Esta es la primera parte de este relato,tengo mas escrito,pero dependiendo de como sea la acogida de este pues ire subiendo mas.