Sometida como esclava - 3
Siguen las desventuras de la Dra. es violada por un caballo y marcada a fuego
SOMETIDA COMO ESCLAVA – 3
Al día siguiente, mi labor en el campamento era pura rutina, comprobaba la saludo de todas las mujeres y niños.
Aquel día, un jeque vecino, le había regalado a mi amo un hermoso caballo de raza árabe, negro como el azabache, largas crines era una hermosura de animal, mi amo, salió del campamento a probar el animal galopo por los alrededores era una estampa preciosa, el animal al galope y su jinete enfundado en su traje típico sobre el, recordaba escenas de películas de aventuras protagonizadas por actores de la época dorado de Hollywood. Al regresar de su paseo me llamo para que viese a tan hermoso animal de cerca.
Me acerque al caballo, lo acaricie, al tocarlo relincho, como diciendo que el también estaba preso y no era libre, le pase la mano por el lomo, y la testuz era una maravilla de animal.
Por la noche yo ya estaba preparada para cuando el jeque me llamase, pues me había anunciado de que probaríamos la postura de la cuchara, me había colocado el diafragma y el jeque al penetrarme no lo notaria.
Me hizo llamar y muy sumisa obedecí sus deseos, me acerque a la jaima y le dije.
Si mi amo, estoy a vuestras órdenes.
Desnúdate y después me desnudas a mi, quiero probar esa postura de la cuchara.
Le conteste, si mi amo, tus deseos son órdenes.
Me desnude y a continuación lo desnude a él, antes y para evitar el dolor que me había producido el día anterior le hice una mamada, de esa forma, su pene entraría en erección lo lubricaría y mi vagina también se lubricaría tan solo con la acción de la mamada,
seguidamente, me tumbe en el suelo sobre una mullida alfombra poniéndome de costado con las piernas semi recogidas. Le indique que se pusiese en esa misma posición pegado a mi cuerpo, cuando estuvo en la posición, yo levante una de las piernas, dejando espacio a su pene para colocarlo a la entrada de mi vagina, estire el brazo para agarrarlo bien y le pedí que empujase, de un solo golpe me metió su pene en mi vagina, sintió placer y comenzó a moverse en el mete y saca, al mismo tiempo que sus brazos se agarraban a mis pechos, manoseándolos y haciéndome disfrutar, en esa posición yo tenía una mano libre que aprovechaba para acariciarme el clítoris que poco a poco crecía ya no solo por el mete y saca del jeque sino por mis caricias. Le animaba a que lo hiciese más rápido diciéndole.
Asi mi amo, me das mucho placer, nuestro hijo no sufre el será un buen jeque dame fuerte descarga toda tu leche en mi interior, me estaba poniendo en el papel de Ángela para que el se hiciese la idea de que era a Ángela a la que estaba jodiendo.
Entonces le oí decir, Si mi pequeña Ángela, dame un varón y te are mi favorita, podrás pedirme todo lo que quieras mi hijo será el heredero mi pueblo será un gran jeque.
Diciendo esto el estaba planeando su futuro y el de Ángela, y sin pensarlo, dio un grito descargando en el interior de mi vagina toda la carga acumulada en sus testículos, yo grite de satisfacción, ya que coincidíamos en el orgasmo.
Se separo de mí y me ayudo a levantarme ya de pie me agarro del pelo, acerco su cara a la mia y me dio un beso con lengua que me lleno hasta la campanilla, luego bajo mi cara hasta su pene y me pidió que se lo limpiase. Satisfecha por el polvo que me había echado se la limpie con mucho gusto. Me estaba acostumbrando a los polvos que me echaba, parecía que en ese aspecto lo estaba educando.
A continuación y así desnuda como estaba me llevo a ver al caballo, temblé, me supuse lo que pretendía. Al entrar en la jaima del caballo, este relincho, olía los efluvios de mi coño yo estaba en celo en días fértiles, el animal lo noto y su tranca empezó a crecer, me asuste, me pidió que se la chupase al caballo ya que al parecer por la mañana había hecho muy buenas migas con migo, me puse a un costado de animal y me agache, se la cogí, era la primera vez que agarraba el pene de un caballo, no me cabía en las manos, y con mucho asco me la lleve a la boca, la bese, pero semejante pene no me entraba en la boca, se lo dije y mando que me levantase.
Me indico que me apoyase en unas barras donde estaba atado y le ofreciese mi sexo. Me puse pálida pero sabia a lo que me exponía si me negaba. Le obedecí, retiro un poco el caballo, y vi que el animal se ponía nervioso, su pene lo subía y bajaba, dándose golpes con el en su vientre.
De un salto levanto sus patas delanteras, apoyándolas en las barras donde yo me había agarrado y se acercaba con la polla en ristres buscando mi sexo, un mozo de cuadra que cuidaba al animal, hizo de mamporrero, guiando su pene hacia mi vagina, al estar a la puerta, el animal dio un salto penetrándome hasta el fondo y dando sucesivos envites y metiéndomela. Mi vagina se lleno en un momento del esperma del caballo me iba a reventar, ya que los caballos la punta de su pene tiene una forma muy curiosa, como si fuese un corcho de champan para que su espermas durante la copula no se salga de la vagina de la yegua, claro la vagina de la yegua es más grande que la mía, cuando dio dos embestidas mi vagina se lleno y el animal me soltó, en ese mismo momento de mi vagina salió todo el esperma que había descargado como si fuese las cataratas Victoria, al sacarla el animal relincho como diciendo que aun no había acabado, nuevamente salto sobre mi y el mamporrero le ayudo a metérmela, volvió a descargar dando tres embestidas que me dejaron al borde de desmayarme, al sacarla, volvió otra vez a aparecer las cataratas Victoria de mi coño, salía esperma y me había producido ganas de orinar, el animal olio mi orina y emitió un sonido con la boca como si estuviese riendo, enseñando los dientes, al parecer es un acto reflejo en los caballos.
El mamporrero me ayudo a levantarme y el jeque me dijo.
Eres estupenda, me satisfaces a mí y ahora a mi caballo eso merece un premio, pensare algo.
Cuando me dijo eso temblé era capaz de hacer cualquier barbaridad con mi persona.
Cuando llegue a la jaima, Ángela me vio pálida casi no podía andar y me pregunto lo que me había pasado, le explique desde un principio con pelos y señales. Le dije que si lo que llevaba en su vientre era un varón viviría como una reina, y seguramente ya no la violaría mas pero si la joderia como a una mujer amada, que es muy distinto, después le conté la odisea del caballo, se quedo con la boca abierta insultando al jeque y llamándole de todo que era una bestia, que se la debían meter a el etc.etc.. En el fondo nunca había tenido una experiencia de zoofilia y tengo que ser sincera, nadie me había metido una tranca en mi coño como la del caballo, me había gustado, debo estar enferma, ya no sé lo que digo.
Afortunadamente, los días fértiles en mi ciclo habían terminado y mis feromonas ya no emitían los efluvios que excitaban al caballo, tenía que estar muy pendiente para el próximo mes. El diafragma me lo quite y tras lavarlo lo guarde ya que no convenía que me lo viesen pues me lo podían quitar y ser expuesta a una violación sin él en días fértiles, cosa que no quería.
Mis consejos sobre las posturas durante el coito que tenía que adoptar Ángela estaban dando resultado, seguían con las orgias semanales pero ya no tan violentas al parecer los consejos y advertencias de la posibilidad de un aborto habían alarmado al jeque, pero aní me hacia participar en ellas, poniéndome en las posturas que antes se ponía Ángela, cabalgándolo y otras posturas que se inventaba, en las orgias, las embarazadas únicamente se dedicaban a masturbarlo y hacerle mamadas al mismo tiempo que el las masturbaba introduciéndoles sus dedos en el coño y frotando su clítoris.
Una mañana, Ángela me indico que no se encontraba bien, comprobé que su vientre había bajado, la criatura ya se había encajado y faltaba poco para que se produjese el parto,
no me separe de ella en esos días previos, dormía a su lado. Una noche, me despertó indicándome de que había llegado el momento, la llevamos a la consulta y sobre la mesa la explore, comprobé que comenzaba a dilatar pero que aun le faltaba como unas cuantas horas. Las contracciones eran cada vez más frecuentes y más prolongadas, la volví a explorar y ahora si ya estaba en la puerta de la vida, le indique que tenía que empujar cuando se lo indicase, Yamira, me estaba ayudando le daba la mano a Ángela como si de su hija se tratase. En cada contracción, cada vez gritaba mas yo le indicaba que empujase que se terminaría pronto. Teníamos que salir de la consulta con un niño en los brazos si apreciábamos nuestras vidas.
En una de las contracciones al mismo tiempo que le pedía que empujase le dije.
Ángela, tu hijo esta asomando la cabeza, pide a Dios que sea un varón y lo celebraremos todos, si es una niña, que Dios nos coja confesadas y le grite, ¡Empuja Coño! Dio un empujón y la cabeza salió, venga que ya falta poco otro y lo tengo en los brazos el último empujón nos tenía a las tres en vilo, sabríamos nuestro futuro con el nacimiento de la criatura hizo un último esfuerzo y la criatura salió de su vientre, era un varón, Ángela estamos salvadas, es un varón, puedes pedirle a su padre lo que quieras. Yamira lo abrigo y sin lavarlo lo puso sobre el pecho de su madre, Ángela lloraba, todo lo que había pasado desde que fue secuestrada se había terminado había escalado un muro muy alto y consiguió la vida gracias a dar una nueva vida.
Corte el cordón y espere a que la placenta fuese expulsada, le di un par de puntos, mientras Yamira había lavado a la criatura y se lo había devuelto a su madre.
Permití que el jeque entrase en la consulta, con el niño en los brazos, me acerque y le dije.
Amo, Ángela, te ha dado un hijo edúcalo en el bien y quiérela como la mujer que te ha hecho feliz. Lo cogió en sus brazos, se acerco a ella y le dijo. Mujer, me has hecho el hombre más feliz del mundo, pídeme lo que quieras que lo cumpliré.
Salió de la consulta y levanto a su hijo sobre su cabeza dando gritos de agradecimiento a Ala, todo el campamento comenzó a festejar el nacimiento del hijo del jeque.
Le indique al jeque: Amo, tu amada mujer necesita descanso, no podrá complacerte en varios meses, tienes a las otras dos que te pueden complacer. El me vio y me dijo, también te tengo a ti, tu me complacerás de diversas formas, me asuste, me estaba indicando que sería su esclava sexual preferida, eso me suponía estar de piernas abiertas casi todos los días, tenía que solucionarlo de alguna manera.
Durante el puerperio, Ángela se recupero muy rápidamente pero le indique que no se lo dijese al jeque hasta pasado varios meses, sino la volvería a dejar preñada y su cuerpo aun no se había recuperado del embarazo, tenía que reponerse volver todo a su sitio, Matriz vientre senos todo. Mientras las orgias que celebraba cada semana me había obligado a sustituir a Ángela, se la chupaba, me la metía por el culo, por el coño, metía sus asquerosas manos en mi coño y mi culo y de vez en cuando teníamos la sesión del caballo.
Las otras dos mujeres ya habían salido de cuentas, estaba a punto de dar a luz ellas esperaban de que lo que esperaban fuese también un varón ya que les resolvería su futuro, por fortuna para ambas dieron a luz un varón cada una. Con tal acontecimiento el jeque mando celebrar una gran fiesta invitando a las tribus cercanas a ella, durante la cual, nombro como primera esposa y favorita a Ángela, a la que todas las tribus respetarían a las otras dos fueron las segunda y tercera esposa, que estarían al servicio de Ángela.
Yo le había pedido a Ángela, que si el nacimiento fuese un varón, le pidiese al jeque mi libertad y me enviase a mi país, le había servido bien, le había prometido que cumpliría los deseos que ella le pidiese. Ese día Ángela como la primera esposa y favorita del jeque le dijo en un momento que ambos estaban solos celebrando el nacimiento de los hijos de el.
Amado esposo, me dijiste que te pidiese lo que quisiese que me lo concedieras.
Es verdad. Amada esposa dime lo que quieres que te lo concedo.
Quiero que dejes libre a la mujer que me ayudo
a darte un hijo sano y fuerte, me ha sustituido durante mi convalecencia dándote el placer que deseabas tanto a ti como a tu caballo, merece que le des la libertad, siempre te ha servido como una esclava sumisa sin oponerse a tus deseos. Si de verdad me amas concédeme esa petición.
El quedo extrañado de esa petición, pensó que si ella volviese a quedar preñada como encontraría otra mujer que la sustituyera, si ella se iba volvería a tener hijas y él quería hijos. Tras pensarlo dijo. Le daré la libertad pero con la condición de que si quedas nuevamente preñada ella vendrá para ayudarte.
Ángela le dijo, pero no la usaras para satisfacerte a ti ni a tus caballos, ella vendrá para ayudarme a mí y será una invitada y me cuidara a mí a y al resto de tus concubinas y otras esposas.
El jeque acepto.
Ángela me lo comunico, en realidad no me hacía mucha gracia el tener que volver para atender a Ángela y al resto de las mujeres que tuviese, pero era eso mejor que nada. Acepte y para que me localizase acordamos que pondría una consulta en una ciudad que necesitasen un medico, así me podrían llamar y estaría más cerca. La idea fue bien acogida, encargándose el jeque de todo lo necesario para la instalación del consultorio, de esa manera yo seguirá con mi labor altruista de ayudar a aquellas personas que necesitaban asistencia médica y ellos me tendrían cerca.
Pero lo que no había dicho es que yo le seguía perteneciendo, que el collar y la cadena que me habían puesto ahora sería más larga, invisible pero seguiría llevándola, para ello me llamo unos días antes de marcharme y me dijo. Mujer, te portaste bien con mi esposa, pero yo tengo que asegurarme de que cuando te necesite acudirás, yo te compre en su día y por lo tanto me perteneces hasta que alguien pague el precio que yo ponga por ti y para que yo esté seguro de que volverás tengo que asegurarme de que todo el mundo sepa que eres de mi propiedad por eso he dispuesto de que llevaras para siempre mi marca, corrieron una cortina y apareció un fogón con un hierro al fuego. Me dijo, aquel que vea esta marca sabrá que eres mía y si la ve es porque tu se lo has dicho o es que quiere hacerte daño, si te hace daño, me lo dices y su cabeza rodara por el desierto si tu se lo dices será porque él quiere comprarte
o tú te vendes, si es que te quieres vender, será tu cabeza la que rodara por el desierto si él quiere comprarte tendrá que pagar el precio que le pida.
Dos hombre entraron en la Jaima me agarraron y me bajaron el pantalón, un tercero cogió el hierro que estaba al rojo y me lo aplico en mi glúteo derecho.
Di un grito de dolor y caí desmallada. Al oír el grito Ángela acudió corriendo preguntando qué había pasado, al verme tirada en el suelo y con la marca de su esposo en mi culo, se puso a llorar. Me decía que ella no sabía nada de las intenciones del pero que mientras se me curaba esa quemadura, ella me atendería personalmente, permanecí en el campamento durante un mes más hasta que la quemadura cicatrizase completamente, cuando me veía al espejo veía mi culo marcado como si fuese una res, una baca marcada indicando que era propiedad de un canalla, que mas tarde o más temprano me las pagaría.