Sometida como esclava - 2

Continua las desventuras de la Dra.

SOMETIDACOMO ESCLAVA – 2

Cuando pude acercarme a aquella mujer que se encontraba en la jaima, me relato su historia, era alemana, se llamaba Ángela, había hecho un viaje con su esposo en un barco por la costa Africana, fueron atacados por unos piratas en Océano indico, habían pedido auxilio a las fuerzas Navales Internacionales que patrullaban la zona en prevención de la piratería. Pero cuando llegaron sus raptores ya habían escapado, asesinando a su marido y volando el barco, por lo que les dieron por muertos.

A ella, una mujer rubia, ojos azules, de 1,70 de estatura, hermosa con unos pechos exuberantes y unas caderas pronunciadas, la trasladaron a la costa y se internaron hacia el interior. Se habían puesto en contacto con el jeque de la tribu nómada y la vendieron a cambio de armas y municiones.

El jeque, había reparado en ella, y tras una revisión se quedo con ella para su servicio.

La había violado en varias ocasiones, tanto vaginal como analmente hasta que quedo embarazada. Las otras mujeres que estaban en la misma jaima, también estaban embarazadas pero de menor tiempo, ella estaba de 7 meses y las otras dos de 5 y 4 meses. La mujer que las cuidaba y vigilaba era la hermana del jeque, por esa razón su vestimenta era de distinto color.

El jeque, había tenido varias mujeres, pero todas les habían dado hijas, y ninguna un hijo. La primera que pariese un varón, se puede decir que había salvado su vida, ya que el resto eran apartadas con sus hijas hasta que ellas tuviesen la edad para conocer varón y serian tratadas como moneda de cambio para negocios con otras tribus de nómadas. Sus madres serian vendidas a otras tribus, las que le habían dado hijas habían sido marcadas a fuego en sus glúteos.

Me pidió ayuda, ya que su embarazo lo llevaba en muy malas condiciones y no sabía cómo terminaría. Me dirigí a la hermana del jeque, que se llamaba Yamira,

le indique que esas mujeres necesitaban atención médica y que yo las podía ayudar durante su embarazo, si el jeque me autorizaría a revisarlas. Hablo con su hermano y tras varias horas, me indico que podía cuidarlas y si necesitaba algo en especial.

Le indique que era necesario un lugar donde poderlas examinar, además del instrumental necesario, me llevo a uta tienda y me indico que si lo que en ella se encontraba me serbia.

Tenía casi la totalidad de un dispensario de campaña, incluida una mesa de quirófano, instrumental y medicinas de urgencias. Le indique que si y que podía empezar ahora mismo a reconocerlas además le indique que sería conveniente que ella misma me ayudase, para evitar la visita de hombres en la zona, el jeque ordeno que siempre que estuviese en consulta tendría dos guardias a la puerta del consultorio para evitar que me molestasen.

Revise a las tres mujeres, en general las encontré bien, algo bajo el hierro en sangre pero se solucionaría con una alimentación mejorada.

A los dos días de la revisión médica, el jeque me invito a su jaima como señal de agradecimiento, su hermana me indico como me tenía que comportar con él, nunca le debía mirar a los ojos directamente y no hablarle si él no me preguntaba, que no le diese la mano y que al terminar de comer debía de eructar, en señal de satisfacción por la comida. Me facilito unas ropas que debería ponerme para la cena.

A la cena acudieron también Ángela y las otras dos mujeres, que se habían cambiado de ropa, portaban unos corpiños transparentes que permitían ver sus pechos hinchados por el embarazo y unos pantalones de una sueva gasa que les ceñía por debajo de la tripa, no portaban ninguna prenda interior por lo que casi se les veía su sexo afeitado.

Al terminar de cenar, las tres mujeres, se levantaron y al ritmo de una música sensual comenzaron a bailar frente al jeque, al mismo tiempo que se desnudaban, se acercaron a el y comenzaron a acariciarlo, despojando lentamente de sus ropas, sobre un montón de almohadones el jeque se tumbo, Ángela, se le acerco y agarrándole el pene comenzó a mamárselo, mientras las otras dos mujeres le acariciaban su torso, y el acariciaba el sexo de ambas metiéndole los dedos en la vagina, Ángela se metía en su boca el falo del jeque que aunque no era muy grueso si era largo, mientras con una mano se masturbaba acariciándose el clítoris, cuando vio que el pene ya estaba en plena erección, se sentó sobre el introduciéndoselo entero en su vagina y comenzó a cabalgarlo mostrando en su rostro una sensación de placer, tras cabalgarlo durante casi 20 minutos el jeque dio un grito en señal de que se corrían al mismo tiempo que Ángela llegaba al orgasmo, se levanto y un manantial de esperma se había convertido su vagina, manando abundante y caliente esperma, que bañaba el pene y sus testículos. Las otras dos mujeres se acercaron a su pene y con la lengua lo limpiaron bien afondo hasta dejarlo reluciente, se acerco al jeque y le ofreció sus pechos para que los mamase y acariciase, su estado de preñez hacia que sus pechos ya grandes rebosasen de hermosura, al apretarlos comenzaban a salir gotas de calostro que el jeque absorbía como niño en época de lactancia.

Yo veía toda la escena a una distancia de apenan un metro escaso, el jeque me llamo, me acerque y cuál fue mi sorpresa que empezó a meterme mano bajo mi ropa llegando a mi sexo que acaricio, me produjo una agradable sensación y comencé a mojarme, mantuve sus manos sobre mi sexo hacía tiempo que un hombre no me tocaba con esa delicadeza, me soltó y yo me acerque más me quite el pantalón que tenia puesto y puse mi sexo a la altura de su boca, deseaba que me lo comiese, el agradeció el gesto agarrando mis nalgas y apretando mi sexo sobre su boca, su lengua exploraba mi vagina, buscaba mi clítoris que al alcanzarlo me dio la sensación de que una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo, comenzaba a mojarme y mis jugos vaginales eran absorbidos por su boca, fue tal la excitación que en unos minutos alcance un orgasmo como no había tenido en mucho tiempo, me levante y me atreví a darle un beso en la boca para saborear mis propios jugos cuando lo hice, Ángela me indico con la cabeza que no lo hiciese, pero ya era tarde, me había expuesto a no salir viva de la jaima. El quedo satisfecho con mis besos y me agarro la cabeza y acerco su boca a la mía, me beso y así como había metido su lengua en mi coño, así la metía en mi boca buscando placer. Tanto el como nosotras habíamos quedado agotadas de la sección, pensando que por el estado de embarazo a las mujeres no les convenía mucho ese tipo de esfuerzo ya que podría producirles desprendimiento de placenta por la excitación y tener un aborto, cosa que el jeque no quería ya que deseaba tener un hijo varón

Nos retiramos a nuestra jaima a descansar, le pedí a su hermana si podía hablar con el jeque, ella me indico que ahora no que lo hiciese mañana.

Al día siguiente, le pregunte a Ángela si las sesión de ayer era frecuente, me indico que todas las semanas tenían una y en la que participaban las tres embarazadas, les indique de que ella en su estado tan avanzado no le convenía esas posturas que había adoptado anoche, que si que podía tener relaciones pero más acorde con su estado, buscando una postura más cómoda para con su embarazo, que bien podría ser la del perrito o la cuchara y que se lo haría saber al jeque, ya que si quería tener un hijo varón, debía tener cuidado en no abusar de vosotras a partir del 7 mes ya que su virilidad podría llegar a producir un aborto y poner en peligro vuestras vidas y la de las criaturas que gestaban.

Cuando hablábamos Ángela y yo, apareció la hermana del jeque indicándome que su hermano me recibiría dentro de un momento que la siguiese. La seguí al llegar a su jaima me pregunto qué era lo que quería.

Sin levantar la cabeza le dije.

Señor, me permito informarle que las relaciones que mantuvo anoche con sus esposas fueron muy satisfactorias para Ud. y para ellas, pero motivado al estado de gestación tan avanzado de Ángela, no conviene que tome esas posturas, ya que por la virilidad de Ud. podría producirle un aborto, malogrando la gestación y perdiendo al niño, me permito sugerirle otras posturas.

El me interrumpió, diciéndome que a ellas les había gustado y que estaban satisfechas y que seguiría así.

Le informe que Ángela, se encontraba en el 7º mes, periodo en que se producen la mayor parte de los abortos o nacimientos prematuros y que no teníamos lo necesario para en ese caso salvar a la criatura. Que con las otras esposas, mientras no llegasen al 7 mes si podrían coger esas posturas pero Ángela no, ya que ponía en peligro la vida de la Criatura y la de ella. Me pregunto qué posturas podía coger, le indique que las más idóneas eran la del perrito con una penetración lenta y no profunda y la de la cuchara. Quedo en pensarlo y me informaría de su decisión.

Quede más tranquila en la espera de que me hiciese caso.

Esa noche, después de cenar, el jeque me llamo a su jaima, me supuse que seria para darme la contestación a los consejos que le había dado. Me dirigí a la Jaima y le dije.

Mi señor me llamasteis, que se os ofrece.

El me indico. Haber enséñame esas posturas que me indicabas esta mañana.

Presta me puse a explicarlas pero el parecía no entenderlas o se hacia el tonto, me dijo.

Haber ponte tu en la postura esa del perrito.

En un momento me supuse lo que quería pero no podía contradecirle.

Me agache y me puse a cuatro patas, y le indique que en esa postura él tenía que ponerse detrás de Ángela y penetrarla agarrándola por las caderas, y si no quería vaginalmente podría hacerlo analmente ya que dicha postura se podía utilizar para las dos penetraciones.

El se acerco por detrás, me bajo los pantalones y me dijo.

Así , al mismo tiempo que me penetraba por el coño, di un grito de dolor ya que estaba seca pero él no hizo caso y comenzó a meter y sacar, como pude, moje mis dedos y así húmedos comencé a mojar mi sexo tratando de lubricarlo, pero no hizo falta, su pene, se movía con suavidad y dulzura estiro uno de sus brazos y agarro uno de mis pechos, comenzó a apretarlo al mismo tiempo que empujaba cada vez más, sentí que comenzaba a escupir sobre mi ano y metía un dedo con la intención de dilatarlo, quería darme por el culo, se lo agradecí ya que estaba en días fértiles y podía embarazarme, le dije.

Mi Señor métamelo por el culo, me gusta mucho esta muy prieto y me da mucho gusto mientras lo lubricaba con mis jugos vaginales, el había metido un dedo y comenzaba a meter el segundo.

Si mi señor así me gusta mucho por mi culo es todo suyo ya me lo puedes meter, no espero mucho, saco su pene de mi vagina y lo puso a la puerta de mi culo, y empujando un poco metió el glande, grite un poco pero le anime a que siguiera, otro intento y lo metió en su totalidad, lo sentí bien adentro, grueso y largo, comenzó a moverse en un mete y saca, sentía dolor pero se amortiguaba con el placer que sentía al tenerlo dentro de mi culo, cada vez se movía mas rápido, notaba que se hinchaba en mi interior cuando dio un grito y lleno mi culo con su esperma espeso y caliente, al mismo tiempo yo sentí un orgasmo de satisfacción al haber procurado de que no se corriese en mi coño con el riesgo de embarazarme, seguía bombeando hasta que su tamaño disminuyo, lo saco y se lo limpie con la boca, le di gracias por el placer que me producía el servir a mi señor a que disfrutase de mi culo. Al sacarlo me dijo que mañana probaría la otra postura, la cuchara. Ya estaría preparada, ya que tenía un diafragma que me podría poner antes de acudir a la cita, pues para ese encuentro que habíamos tenido no me había dado tiempo.

Al levantarme un chorro de esperma bajo por mi pierna bañándola hasta los tobillos, me acerque a él para darle las gracias y él me beso en la boca, metiéndome la lengua hasta la campanilla y al soltarme me dijo.

Tienes un culo con mucho porvenir siempre dispuesto a recibir lo que se te mande. Me retire y regrese a la jaima, Ángela me pregunto qué quería, le dije que quería que le enseñase la postura del perrito.

Y la entendió, me pregunto, vaya si la entendió le dije, le di un sobresaliente cum laude, la entendió hasta el fondo. Ella se rio y yo también, me la había enchufado hasta el fondo.