Sometida a sus caprichos (2)

Continua la sesion virtual.

Sometida a sus caprichos (II)

Estuve cinco minutos en la postura de ofrecimiento, meditando acerca de mi sumisión y repitiendo constantemente la frase que se me habia enseñado:

"Someto la entrada a mi cuerpo al capricho de mi Señor, estoy ofrecida y preparada para mi Amo".

En la pantalla iba apareciendo su nick, sin ninguna frase, solo para recordarme que estaba a su disposición. Después leí en la pantalla una sola orden corta y clara:

"humillate para mi"

Retiré las manos de debajo de mis pechos y alcé las piernas sobre los reposabrazos, adelantado el culo para dejar totalmente expuesto mi coño y mi ano.

Separé los labios de la vagina y empecé a acariciarme el clítoris, mientras repetía mentalmente la frase de humillación:

"Me humillo para tu placer"............. "Me humillo para tu placer" ...................

Cuando estaba a punto de correrme apareció el nick de mi Señor en pantalla, sin ninguna palabra, me conoce tan bien que siempre sabe cuando debo parar. Abandoné mi postura y de rodillas ante el teclado escribí:

"Me humillo para tu placer"

Me levanté, incliné el cuerpo hacia la pantalla y repetí el ritual de ofrecimiento: separé mis nalgas y repetí mentalmente diez veces la frase que se me había enseñado, para luego sentarme y escribirla:

"Someto la entrada a mi cuerpo al capricho de mi Señor, estoy ofrecida y preparada para mi Amo"

Me senté totalmente abierta y ofrecida, puse las manos bajo mis pechos y quedé a la espera de su nuevo capricho.

Inmediatamente apareció en pantalla una frase:

"No me has ofrecido tus pechos"

Me di cuenta de que habia fallado, mi Señor es muy detallista en los rituales y de pronto te exige algo en lo que no habías pensado y sabes que serás castigada.

Acto seguido como movida por un resorte, pasé circularmente mis dedos por ambos pezones, miré el reloj y repetí mentalmente durante 1 minuto exacto la frase de ofrecimiento, luego tal como me había enseñado, escribí la frase en el teclado:

"Mis pechos están erguidos y dispuestos a la voluntad de mi Señor"

Volví a adoptar la posición de ofrecimiento, abierta, con las manos bajo los pechos y con los pezones que parecían a punto de estallar.

La respuesta tardó unos tres minutos en llegar, mientras yo repetía mentalmente la frase que se me había enseñado:

"Someto la entrada a mi cuerpo al capricho de mi Señor, estoy ofrecida y preparada para mi Amo".

Finalmente leí:

"Serás castigada por tu desobediencia"

Si a alguien le ha gustado el relato, puede enviarme la continuación si se atreve, si no, prometo continuarlo yo........ si hay alguna petición.

Ciberlord

ds_dos@hotmail.com