Sombras del Pasado 8

Conversaciones con Akemi… Adriana empieza a entrar por el aro… Volvemos a España después de unas reuniones exitosas… Poco a poco mi plan se va realizando

SOMBRAS DEL PASADO

8. JAPON (II)

Cuando salí de la habitación de Adriana para ir a la mía me pare un poco para escuchar… oía claramente los gemiditos que soltaba al lloriquear, los golpes furiosos de su mano contra las esterillas del suelo. Seguí rumbo a mi habitación sabiendo positivamente que no podría evitar ir a ver qué era lo que Akemi y yo estaríamos haciendo.

Cuando entre en mi habitación Akemi me estaba esperando en ella… según entre me dijo…

- Akemi : ¿Estará bien…?

- Yo : Si, no te preocupes por ella, estará bien…

- Akemi : No conoce la situación real de lo que pasa aquí, de este viaje, ¿verdad?...

- Yo : No, no lo sabe… antes de poder hacerlo debe de abandonar su soberbia o fracasara…

- Akemi : Aun “odiándola” quieres que no fracase… siempre has sido “extraño”…

- Yo : A veces me das miedo Akemi… “¡odiándola!”, un término muy fuerte para lo que quieres darme a entender, pero…  como siempre me lees como un libro abierto…

- Akemi : No es difícil de ver que no confías en ella… y conociéndote eso es por algo que te hizo en el pasado, y algo serio… supongo que no sabe que fue o que ni siquiera es capaz de recordarte como tú la recuerdas a ella… y no se lo dirás tampoco si ella no se da cuenta por sí misma, ¿no es así?...

- Yo : Jajajajaja, si supongo que si Akemi… supongo que si…

- Akemi : Quiero que esta noche sea especial para los dos…

- Yo : Es la última, nuestra última vez,  ¿verdad Akemi…?

- Akemi : Ves, somos iguales, a mi también siempre me ha dado algo de miedo tu percepción hacia mí, incluso cuando estabas con ella… siempre supe que podías leernos perfectamente a ambas… y eso me aterraba de ti.

- Yo : No siempre Akemi, no siempre…

- Akemi : No te sigas culpando, no fue tu culpa… ella decidió por su familia, las tradiciones…

- Yo : Como tú ahora…

- Akemi : Lo siento pero era o dejarlo contigo por siempre, tenerte al menos como un hermano o romper con todo y con todos para seguirte a ti… yo… -shhhhhhhh, le puse un dedo en los labios para evitar que siguiera hablando…

- Yo : Akemi créeme que te entiendo perfectamente… por doloroso que sea es lo correcto para ti en este momento… sabes que siempre he deseado que fueras feliz, ahora eso está con tu marido y tu familia y lo sé, y lo respeto…

- Akemi : Gracias… hermano (en español, todo lo demás es hablado en Japonés) pero antes de ser solo eso… quiero otra cosa de ti… por última vez… watashi no koibito (mi amante, en Japonés)…

…Entonces Akemi dejo caer su Yukata con una sensualidad que solo ella era capaz de lograr, una sensualidad que siempre lograba ponerme a mil por hora. Me acerque a ella dejando caer también mi Yukata al suelo. Nos juntamos abrazándonos, besándonos, juntando nuestras lenguas, besándonos con pasión. Después nos separamos y cogiéndonos de la mano nos dirigimos ambos a la bañera de la habitación que previamente Akemi se había encargado de preparar…

Primero me metí yo en su interior, colocándome de forma lateral al jardín, pero en una posición en la que de salir Adriana de su habitación para ver que hacíamos la permitiera a ella vernos perfectamente aquello que en ese momento estuviéramos haciendo, esto a la vez podía permitirnos a Akemi y a mi poder controlarla discretamente sin que necesariamente fuera consciente de que la estábamos viendo. Después entro en la bañera Akemi, sentándose sobre mí, colocándose directamente sobre mi polla que en ese momento ya se encontraba en todo su esplendor.

Empecé a besarla y acariciarla los pechos, mientras ella se movía suavemente restregando su sexo contra el mío, pero sin permitirle todavía introducirse en su interior… simplemente pasaba la cabeza de mi pene por su rajita, profundizando apenas un centímetro para llevarla hasta su clítoris… restregándola por encima de él, logrando como unas sacudidas eléctricas que la subían la libido, la necesitada de más de mi… Luego me toco a mi aguantarla, cuando note que poco a poco mi cabeza empezaba a entrar cada vez más, use mis piernas levantándolas un poco para separarla e impedirla acceder a una penetración, dejando que la cabeza del pene siguiera haciendo su trabajo sobre su sexo.

Un poco después logre llevarla a un suave orgasmo… cuyos gemidos y jadeos logro reprimir casi por completo… siendo prácticamente un orgasmo “mudo”, algo que siempre me sorprendía de Akemi, era muy difícil hacerla perder los papeles del todo… aunque yo sabía cómo hacerlo tampoco era algo que se lo otorgara muchas veces si no me lo pedía ella misma. Una vez que se relajo seguimos con nuestras maniobras otra vez, pero en esta ocasión mi pene entro hasta el fondo de Akemi, según encontró l entrada de su gruta penetro hasta el fondo… hasta el lugar más profundo que fue capaz de llegar en ella. Akemi soltó un sordo gemido al sentirse suavemente empalada por mí.

Empecé a moverme suavemente bajo ella, iniciando un lento y suave ritmo de mete-saca en Akemi. Al poco de empezar a llevarla placer con este ritmo, ella empezó a apretar y contraer sus músculos vaginales sobre mi polla, aumentando de esa forma la sensación de presión sobre su tronco, aumentando mi necesidad de profundizar más en ella, de estar aumentando mi propio placer con ella… mientras la tironeaba de los pezones con suavidad, arrancándola gemiditos ahogados al sentirme manipular sus sensibles pezones para conmigo. Ese fue el preciso momento en el que nos dimos cuentas de la presencia de Adriana espiándonos a los dos follar en el baño, bajo los chorros del hidromasaje también sobre nosotros…

Cuando vimos como Adriana nos observaba con su mano perdida entre sus piernas y lo que parecían lagrimas corriendo por sus mejillas… viendo eso nos dejamos llevar por el morbo del momento, desatándonos en más pasión aun si cabe, elevando a la vez nuestros mutuos jadeos y gemidos de placer de volumen… para que ella pudiera escucharnos sin problemas desde donde se intentaba ocultar. Akemi se estaba descontrolando simplemente del hecho de saber que estaba siendo espiada follando conmigo, con otro hombre que no era su marido… Lleve una de mis manos a su clítoris para machacárselo mientras seguía fòllandomela y ella aumentaba la presión de sus músculos vaginales sobre mi polla, aumentando mi sensación de placer de forma automática.

Todo mi afán en ese momento era retener como fuera el orgasmo de Akemi para lograr poco a poco que se descontrolara, que gritara, que gimiera y jadearas a voces… que se las dedicara a Adriana, la misma que no había querido pasar por ese proceso conmigo al negarse a complacer mis peticiones, que simplemente eran que expresara sus deseos para concedérselos… quería que Akemi me lo pidiera para hacerla “reventar” de placer delante de sus narices… Akemi seguía jadeando sin parar, cada vez se controlaba menos y poco a poco perdía el control sobre sus músculos, logrando con eso que pudiera concentrarme mejor en el placer de ella y no en evitar el mío propio. Poco a poco iba logrando llevar a Akemi al orgasmo, mientras al oído bajito en japonés la recordaba que nos miraba una mujer que la estaba envidiando por estar en esa situación… gozando como una diosa conmigo.

Akemi era morbosa a tope, pero su propia forma de ser marcada por su cultura la impedía expresarlo, pero sin embargo hacia tiempo ya descubrí que aunque no lo expresara daba igual, solo tenias que ir soltándoselo tu poco a poco para que perdiera el juicio, y en esta situación concreta seguía presionándola sin piedad para que perdiera el poco juicio que la quedaba. Cuando vi por sus gestos el ánimo de correrse de Adriana acelere mis manipulaciones y embestidas sobre Akemi para llevarla al clímax lo más cerca posible del de Adriana, sabedor de que esto posiblemente la mortificaría más todavía, dejándola más vulnerable si cabe a mi siguiente paso con ella. De hecho así fue más o menos como ocurrió la cosa, Akemi alcanzo un orgasmo demoledor por todo lo que estaba viviendo, un par de segundos después Adriana se corrió como una perra con tres dedos dentro de su coño mientras veía como nos corríamos Akemi y yo juntos…

AL seguir trabajando a Akemi y esta a indicación mía emitir gemiditos en voz alta… se incorporo quedando en dirección a donde se “escondía” Adriana, de esta forma evite que Adriana se fuera nada mas correrse por temor a verse descubierta por nosotros dos. Me arrodille detrás de Akemi metiéndola dos dedos por su culito mientras la masajeaba con la otra mano el clítoris… una vez que vi que estaba perfectamente dilatada la coloque de una forma muy peculiar, la abrí de piernas, haciéndoselas doblar hacia atrás mientras dirigía su coñito en medio de uno de los chorros de agua caliente de la bañera, entre ese proceso la fui penetrando lentamente por su culito.

Era una postura un tanto incomoda pero que gracias al diseño de esas bañeras y a que los chorros eran dirigibles no representaban mayor problema para hacerlo así. Adriana se volvía a machacar el coño a si misma viendo como Akemi se deshacía en mis manos de placer. Mientras Akemi completamente descontrolada ya gemía y jadeaba como una perra en celo… mientras la follaba el culo la iba moviendo de chorro de agua calienta a agua templadita en su coñito, directamente sobre su clítoris, dejando que el propio agua se lo masajeara… poco después logre arrancarle a Akemi un orgasmo brutal… quedo como desmadejada sobre la bañera. Se apoyo en el borde de la misma, pidiéndome que me acercara de pies, algo que hice inmediatamente, llegando a su altura para que se metiera directamente mi pene en su boca…

Aquí empezaba la siguiente fase de mi plan… por fin dejaba mis cicatrices al descubierto ante los alucinados ojos de Adriana… su mano que llevaba minutos follàndose su coño salvajemente se paró en seco al ver mi torso repleto de cicatrices… como ya he dicho anteriormente las cicatrices de los zarpazos son clarísimas, no llaman a engaño sobre lo que pueden ser, por increíble que pueda parecer. Estaba en shock… poco después me corrí en la boca de Akemi, luego a indicación de esta me retire hacia el interior de mi habitación, ella siguió mis indicaciones al pie de la letra después de meterme yo dentro.

Según Akemi tras meterme yo dentro, ella se empezó a secar lentamente con una toalla, volviéndose hacia Adriana después a ponerse el Yukata, pero antes de entrar tras de mí. Entonces con una voz muy suave y bajita le dijo a Adriana…

- Akemi : Creo que por hoy ya has visto suficiente… el resto no es para ti.. por favor vuelve a tu habitación otra vez…

Después hizo una inclinación de cabeza a modo de saludo en dirección a Adriana, según me dijo cuando se retiraba tras de mí al interior de mi habitación pudo ver por el rabillo del ojo como Adriana se retiraba a su habitación muy, muy confundida por todo esto. Mi plan se seguía desarrollando a la perfección. Con vuestro permiso todo lo que esa noche sucedió por última vez entre Akemi y yo se quedara solo para nosotros dos, en nuestro recuerdo...

A la mañana siguiente Akemi me pido que por favor las dejáramos solas trabajar a ellas dos. Que permaneciera en mi habitación mientras ellas se ponían al día sobre trabajo, en vista a las visitas de la semana que empezarían el lunes. Anteriormente me había pedido una serie de cosas…

- Akemi : Quiero que por favor cuando se reúna Adriana con nosotros nos dejes trabajar a solas… por favor.

- Yo : Bien… confió en ti. – Era verdad que confiaba en ella, además después de todo fui yo quien pidió su ayuda asi que…

- Akemi : Quiero que te sitúes en tu salón, sentado junto a la pared donde el armarito, nos podrás oír pero nosotras no podremos ver tu silueta al otro lado…

- Yo : No me hace falta Akemi, como ya te he dicho confió en ti completamente, se que eres la adecuada…

- Akemi : Gracias… entonces si confías de verdad en mi, te pondrás donde te he pedido Chema…

- Yo : Tu ganas… siempre me pillas en mis propias palabras Akemi…

- Akemi : Solo lo parece… sabes que es porque me lo sueles permitir a menudo…

En ese momento entro Adriana en la habitación de Akemi, pidiéndome entonces esta delante de Adriana que por favor las dejara trabajar a ambas a solas… Entonces me puse de pie, salude a ambas y me retire a donde me pidió Akemi que lo hiciera.

La verdad es que al principio no fue nada del otro mundo, salvo por el hecho de que al no estar yo Adriana se olvido por completo de que yo existía y se dedico a seguir las instrucciones que Akemi le marcaba. Una hora y media después Akemi dijo de hacer ambas un descaso y tomar un Té. Emprendiendo entre ellas al principio una conversación trivial, hasta que Adriana le pregunto el nombre de las empresas a visitar y Akemi se las dijo…

- Adriana : Pero esas son corporaciones gigantescas. Son las más importantes de todas las empresas que llevamos… son vuestras joyas, las de vosotros la filial de Japón, todos os tenemos algo de envidia por haber logrado conseguir esos contratos… no entiendo porque tenemos que ir nosotros desde España… no lo entiendo.

- Akemi : Porque esos contratos no son nuestros… sino vuestros… Chema es quien los lleva en exclusiva aunque de los pequeños detalles nos encarguemos nosotros, por eso hace todos esos viajes hasta aquí. Por eso “Tu” como superior suyo debes de presentarte… si fracasas te costara la cabeza Adriana.

- Adriana : Entonces estoy perdida…

- Akemi : Jajajajaja (una risita suave, discreta), no Adriana, por algún motivo no quiere dejarte caer… de hecho quiere intentar que mejores exponencialmente… y créeme que más de uno de aquí daría mucho porque él se tomara esa molestia con ellos/as.

- Adriana : No lo entiendo… me odia…

- Akemi : Eso no lo dudo en lo mas mínimo, pero si te odiara de la forma como tú crees no te hubiese traído aquí… te ha colocado en posición de lanzar tu carrera o hundirte con ella… pero no te ha dejado en el ostracismo… piénsatelo mientras seguimos, vas muy bien, si cometes algún error mientras te presentas no rectifiques, el se encargara de solaparlo discretamente, como te he dicho por algún motivo no quiere dejarte caer… todavía… ¿continuamos?..

- Adriana : Si…

Estuvieron otras dos horas más trabajando en los detalles, mientras yo meditaba en lo que acababa de oír a Akemi… si hubiese sido otra persona no le habría prestado la menor atención, pero tratándose de Akemi… de todo lo que me había comentado alguna vez sobre mi positivo o negativo, todavía estaba esperando que se equivocara en algo una sola vez… Como podéis entender prestaba siempre todos mis oídos a lo que me decía… y algunas de las cosas que había dicho parecían ir tanto para ella como para mí. Después volvieron a parar para tomar otro Te antes de llamarme para ir a comer y siguieron hablando… solo os pondré la parte interesante… o por lo menos la que yo considero así…

- Adriana : Dijiste que no me dejaría caer todavía…

- Akemi : Si, eso dije… si sigues molestándole como sea que lo estés haciendo… te destruirá antes o después… pero lo hará, por eso te dije que “todavía”, pero eso depende de ti y solo de ti.

- Adriana : Es que no puedo con el… me saca de quicio como es…

- Akemi : Que es lo que te saca de quicio… ¿Qué no se deje dominar? ¿Qué no te haga caso cuando lo intentas y además te ignore…?. ¿Quizá algo peor aun…? Que sientes como te reprimes a ti misma cuando estas con él, qué te sientes excitada sin poder evitarlo, qué sientes deseos de que te domine por completo… y para acabar de rematarlo… ayer comprobaste que te dejaste dominar por el, sin que el hiciera nada para lograrlo… fuiste tú sola por propia voluntad quien lo hizo todo sometiéndose… eso te pone frenética… ¿verdad Adriana?.

- Adriana : ¿Cómo sabes tú todo eso…?...

- Akemi : Porque es lo que me pasa a mí con el también… mi marido es alguien de carácter muy débil, la fuerte soy yo… tengo un carácter endemoniado, terrible… pero sin embargo con el no sé porque me siento indefensa como una chiquilla. A él le permito dominarme por entero… estoy siempre entregada a él, pero nunca jamás ha pasado mas allá de donde yo estaba dispuesta a llegar… Podríamos decir que es mi Amo sin serlo, que lo es porque yo le obligo a serlo… ¿una situación muy extraña verdad?

- Adriana : Esas cicatrices que le vi cuando… bueno cuando…

- Akemi : ¿Explorabas el jardín…?

- Adriana : Jajajajaja, si eso, cuando exploraba el jardín ayer…

- Akemi : Por lo que se fueron en La India, la cicatriz del antebrazo derecho fue una cobra y el resto las zarpas de un felino… pero nunca ha querido contar exactamente como fueron. Tampoco habla mucho de su vida anterior a Japón… supongo que no habrá sido feliz hasta que la conoció a ella…

- Adriana : ¿A quién?...

- Akemi : A alguien con quien estuvo a punto de comprometerse pero al final no pudo ser… y por favor no me preguntes mas sobre ello, si quieres saber más de eso pregúntale directamente a él.

- Adriana : Lo siento no pretendía molestarte…

- Akemi : No lo has hecho, pero de ese tema solo él tiene derecho a hablar, yo no soy quien…

- Adriana : Entiendo… ¿vosotros dos…?, en fin desde cuando…

- Akemi : Jajajajaja, desde hace bastante, me paso como a ti… sentía exactamente más o menos como sientes tu cuando esta cerca… la diferencia es que yo fui honesta conmigo misma y tu sin embargo no lo eres. Pero piénsatelo mucho antes de dar el paso… él es como es, tiene una forma de ser, pensar y sentir peculiar, muy peculiar de hecho y por esa razón iras descubriendo que tú misma serás tú peor enemiga para con el… no ninguna otra, solo tú.

- Adriana : No lo entiendo… no comprendo lo que quieres decir con eso…

- Akemi : Pues yo no pienso decirte mas eso es algo que tú deberás averiguar por ti misma si decides ser sincera contigo misma. Es más, de hecho pienso que ya he hablado demasiado de todo y poco de lo que debería de haber hablado… de tu futura visita… sigamos unos minutos más para después ir a buscarlo e irnos a comer…

Entendía muchas de las cosas que Akemi había dicho y sabia que eran probablemente ciertas. Lo que tenía claro es que yo no pensaba cambiar para nada ni por nadie… por lo menos mientras que no me demostraran que merecía la pena el intento siquiera de considerarlo… después, ya se vería.

Al final gracias a Akemi la visita de Adriana fue un éxito, evidentemente cometió algunos fallos que ayude a tapar, pero siendo la primera vez que estaba en Japón dejo a todos muy impresionados por como se había esforzado por no desentonar, algo que también resulta extraordinariamente valorado, lo que hizo que sus fallos fueran vistos como naturales y carentes de importancia en la práctica. Aun tuve una última y definitiva noche con Akemi en mi hotel… pero como lo anterior eso con vuestro permiso quedara solo para nosotros dos.

En el vuelo de regreso a Madrid vía Moscú volví a coincidir con mi amiga azafata. Debo de señalar que aunque Adriana no dejo de marcarnos en todo el viaje, esta vez estaba mucho mas meditabunda, nunca la había visto así de pensativa. Solo por comprobar cómo iba la cosa discretamente me medio enrolle con mi amiga azafata… vamos que se sentó a mi lado por la noche y bajo la manta con que se tapo la hice un trabajito con un par de deditos que la llevaron al orgasmo en minutos, ante la atenta mirada de Adriana, aunque se hacia la dormida… volví a ver celos en ella, pero más controlados…

Cuando partimos de Moscú rumbo a Madrid se sentó a mi lado en el avión, algo que todavía no había hecho. Cuando me miro vi que sus ojos y su cara reflejaban otro semblante distinto al de la ida para conmigo, como si hubiera tomado una decisión en aquel viaje… en el otro avión.

- Adriana : ¿Qué hubiera pasado si mi sanción hubiera llegado arriba?

- Yo : Déjalo estar por favor… no paso nada y ya está…

- Adriana : Quiero saberlo, por favor… -Primera vez que me pedía algo por favor… decidí complacerla… por esta vez al menos.

- Yo : Todos los responsables de ello habríais acabado en la calle, tu, el jefe de personal, el del jurídico y posiblemente de haberse enterado en Japón hubieran pedido la cabeza de toda la dirección de España…

- Adriana : ¿Por qué…?

- Yo : ¿Por qué, que?

- Adriana : ¿Por qué no me dejaste hundirme…?

- Yo : Porque pese a todo eres una jefa valida… solo te hace falta escuchar e informarte… por ejemplo cuando llegaste no te molestaste en preguntar nada a tu antecesor…

- Adriana : Era un cachondeo todo lo que allí pasaba…

- Yo : Error Adriana, juzgaste sin molestarte en mirar… créeme si te digo que cuando entraste allí se trabajaba tres veces más que ahora… con el anterior jefe el que no valía o se pasaba de listo en dos días estaba en la calle… y todos sabíamos lo que teníamos que hacer y para cuando tenía que estar, de hecho si estuviera todavía el estaríamos todos en la calle mañana mismo tal y como trabajamos ahora, a mi no me podría echar, pero te garantizo que dos collejas no me las quitaba nadie…. Si te molestas cuando llegues en ver todo lo referente a esa época te llevaras una sorpresa… toma esta tarjeta, es del Sr. González, tu antecesor… si te impresionas con lo que veas, llámale, es un gran tipo, pero mil veces más duro que tu como jefe aunque no te lo creas, si se lo pides te ayudara...

- Adriana : Por qué haces todo esto por mí…

- Yo : Porque me divierte… o por otras causas que no creo que tenga porque explicarte… elige lo que quieras Adriana, y créeme que no pretendo ser borde contigo, perdón si he sonado así.

- Adriana : ¿Que quieres de mi Chema…?

Gire mi cabeza mirándola fijamente a los ojos… entornándolos… había llegado el momento de dar el siguiente golpe sobre ella, el momento era perfecto del todo…

- Yo : ¿Sinceramente?... no estoy muy seguro de que es lo que quiero en definitiva de ti… digamos que solo tengo claro lo más inmediato…

- Adriana : ¿Y qué es eso más inmediato si se puede saber…?

- Yo : Seguir por donde lo dejamos en tu habitación en Japón… de eso es de lo que tengo ganas de hacerte seguro ahora… quiero disfrutar de tu cuerpo, disfrutar de ti, hacer que te corras como la perra que eres cuando estás en mis manos…

- Adriana : ¿Crees que me vas a poder dominar así otra vez…? Tu sueñas… anda y hazte unas pajas… -volvía a salir por sus fueros, momento de darla la siguiente…

- Yo : Jajajajaja, yo no te domine Adriana, tú te dejaste dominar, tú me entregaste el dominio sobre ti porque era lo que deseabas que pasara, no te confundas de persona por favor, yo ni domino ni permito que me dominen, soy tan sumiso que me limito a hacer aquello que me piden…

- Adriana : Así que según tu eres sumiso… ¿no?, vaya que interesante… quizá sí que no esté todo perdido entre nosotros dos…. – me miro con una mirada que intentaba ser cruel, escondiendo su inseguridad por donde pudiera yo querer ir a parar.

- Yo : Jajajajaja. No soy de ese tipo de sumiso al que tu estas acostumbrada querida mía, creo que me confundes con otro Adriana, yo no soy tu prometido para que me manejes como a él, a mi no me vas a meter tus tacones por el culo para decírtelo a las claras… pero yo tampoco te voy a dejar nunca a medias como él, dejarte así para que después tu tengas que masturbarte para alcanzar tu orgasmo mientras ves como él se corre con tus zapatos…

- Adriana : (pálida como una muerta) ¿Cómo sabes tú todo eso…?

- Yo : Tranquila Adriana, eso lo sé desde el principio de entrar tú en la empresa y como veras no lo he usado nunca contra ti o nadie de tu entorno, aun pudiendo destruiros con eso… Cada uno es como es y le gusta lo que le gusta…

- Adriana : No creo que debas juzgar mis gustos…

- Yo : Creo que no me has escuchado bien debido al susto, te lo hare más fácil Adriana. Solo tienes que pregúntate una cosa, ¿qué es lo que a ti te gusta realmente Adriana?, ¿Qué es lo que realmente “tù” quieres?, cuando encuentres tu respuesta sabrás que es lo que quieres hacer… entonces búscame.

- Adriana : A ti… a un sumiso mas… Jajajajaja… -la cogí entonces por la barbilla… pegándola un morreo al que tardo veinte segundos en entregarse por completo a mi beso… abandonando su pose altiva…

- Yo : Piensa en esto que acaba de pasar Adriana… acabas de entregarte a un sumiso por voluntad propia, tu, una hembra dominante sobre los machos… ¿Qué extraño, no?... Cuando te sinceres contigo misma búscame… pero solo entonces…

Después de esto cese toda conversación con ella, ignorándola hasta cierto punto, solo la respondía a cosas de trabajo o del viaje, pero a nada de carácter personal… la pobre estaba completamente desubicada… no sabía por dónde tirar ahora. Habían sido demasiadas cosas para ella en este viaje, indudablemente necesitaba un tiempo para poder pensar, sobre todo en la conversación con Akemi o en este conato de rebeldía conmigo… pero personalmente ya sabía que desde este momento Adriana Vega estaba totalmente en mis manos para mi deleite, para lo que yo quisiera hacer con ella o de ella…, ya veríamos como seguía la cosa… porque en el fondo no era tan cabròn… ¿o quizá si?.

CONTINUARA