Sombras del Pasado 6

Os contare como se llego a la situación de Expedientarme Adriana… Os descubriré alguno de sus secretos mas inconfesables… Se me escapan de las manos mis manejos… Solo espero no pareceros Maquiavélico

SOMBRAS DEL PASADO

6. ADRIANA VEGA

Adriana empezó de muy buena manera, dejando todo como estaba y siendo híper simpática. Como os podéis suponer no dije esta boca es mía, no me creía que no hiciera nada de nada y fuera tan maja y tan buenecita… vale aquello paso hace mucho tiempo, pero tengo memoria de Elefante, tardo muchísimo en olvidar y el rencor me dura, y dura, y dura… no diré que la odiara, que fuera a ir contra ella ni nada parecido, pero tened claro que no olvidaba. Tal y como sospeche termino por hacerla, un día llego como un Elefante en una cacharrería, aplastándolo todo a su paso, que para eso mandaba ella. Empezó por poner firmes a todo el mundo ya que según su punto de vista con el anterior jefe era un cachondeo y no pensaba permitir que con ella eso siguiera así, de forma que empezó a reorganizar todo para dejar su impronta personal… Después de poner firmes a todo el mundo, siguió a meterse con la organización del trabajo y después con todo lo demás que le quedaba por meterse… Resultado todo el mundo echando chispas por los ojos y humo por las orejas del cabreo. Pero como todo lo que hizo era perfectamente legal y normal en cualquier sitio… les toco joderse a todos.

Veréis, cuando la otra empresa fue absorbida y entre en esta, me encontré con una sección un tanto peculiar… cada uno entraba cuando mejor le venía, si tenía que dejar los críos en la guardería no había problema, entrabas dos horas después, salías también dos horas más tarde y arreglado. Que necesitabas un día libre… hablabas con el jefe y te lo tomabas tranquilamente, que no podías recuperarlo ese mes, pues al siguiente, sin prisas. Pero todo esto tenía su costo con el jefe, si un día había problemas… ¿qué tenias que doblar turno?, te jodìas y lo hacías sin rechistar, que había que ir un fin de semana… todo el mundo allí como un clavo y sin decir ni media. El jefe tenia montado un Quid pro Quo… el te ayudaba cuando lo necesitabas y cuando te tocaba a ti echar una mano, esperaba que lo hicieras o se acabarían los “favores”.

El jefe solo tenía dos máximas, no quería “basura” en su departamento y el trabajo se hacía bien y a tiempo, si o si, costara lo que costara, empleando el tiempo que fuera. Fuera de eso te dejaba libertad absoluta y al que no servía, molestaba o iba de listo patada en el culo y a la puta calle sin contemplaciones. El resultado de esto es que paradójicamente esta sección tenía el personal más competente y cualificado que te pudieras imaginar, la gente no se marchaba de la sección voluntariamente así como así por mucho mas que le ofrecieran… creo que os podéis imaginar porque. A mí pese a mi aspecto me cogió muchísimo aprecio, ya que vio que pese a mi forma de ser y ciertos privilegios de los que le habían informado sin entrar en detalles, era currante, no era egocéntrico y ayudaba como el que más.

Cuando empecé a todos les costó tragarme por mis particularidades y no solo en el vestir, de hecho al segundo día una compañera me empezó a llamar un tanto despectiva… “El Señor de Oscuro”, no dije ni media palabra, que nadie se piense que por eso iba a sacudir a nadie por favor. En un par de semanas o tres me aceptaron sin reservas como uno más en cuento vieron como era realmente, aspecto y manías aparte, sobre todo después de una movida con una “enchufada”. Pero el mote se me quedo, solo que los muy cabrones me llamaban “Señor Oscuro” a secas… Resulto que mandaron una tía enchufada de un jefecillo, en la primera semana intento colar un trabajo que había hecho ayudada por una compañera como solo suyo… yo que pasaba en ese momento por el despacho del jefe para comentarle uno de mis viajes a Japón la oí contar una película sobre lo que la costo hacerlo a ella “sola”. Haciéndome el tonto mire la pantalla del ordenador y le dije al jefe que esa era la parte que había hecho la compañera…, el me dijo que no me preocupara que ya lo sabía. Al día siguiente la enchufada estaba en la calle por trepa. En ese momento me entere por los compis de que no sabía ninguno de ellos como, pero el jefe siempre se enteraba de las cosas aunque pareciera lo contrario, era la hostia el tío, parecía el KGB.

El Jefecillo en cuestión bajo a cantarme la gallina a mí a la sección y a amenazarme pensando que el despido había sido por mi culpa, al haberme metido donde no me llamaban, mi jefe le echo casi a patadas diciéndole que haría un informe contra el… que al oír esto ya de paso le amenazo con despedirle también. Yo me limite a entrar en el despacho de mi jefe y delante de sus sorprendidas narices cogí sin preguntar o pedir permiso el teléfono pidiendo hablar directamente con el director general para España… para su sorpresa me pasaron en el acto, me identifique y le explique lo sucedido… todo lo sucedido sin omitir nada, empeorar o mejorar nada de nada. Al día siguiente para sorpresa de todos el jefecillo estaba en la puta calle por orden directa del director general, en la empresa todos pensaban que había sido por el jefe, incluidos mis compañeros, aunque a la larga mis compañeros acabaron sospechando de mi intervención ya que poco a poco se fueron enterando de las peculiaridades de mi situación, aunque sin saberla por completo. Al Jefe yo le pedí que por favor no dijera ni palabra de todo esto, cosa que acepto. Evidentemente le tuve que explicar todo con pelos y señales, lo que me valió todavía más sus simpatías, ya que con el poder real que tenía trabajaba como el que más y sin abusar.

En otra ocasión nos mandaron un chulo putas de cuidado, era un ligón de tres al cuarto que daba miedo, aunque a las mujeres lo que les daba era revoltijo en el estomago de aguantarlo. Dada mi peculiar forma de ser y vestir me tomo por el objeto de sus abusos verbales… por suerte para el no paso de verbales.

Empezó a llamarme delante de todo el mundo “Señor Oscuro” con rechufla, dado que pensaba que era un cagoncete del que se podía abusar, la cosa debió de hacer gracia y todo el mundo empezó a llamarme así entre el enojo de mis compañeros, sobre todo de quien me puso el sobre nombre a quien tuve que pedir que por favor lo olvidara dado el disgusto que se llevo la pobre.

Al final hice un informe de él sobre cómo se pasaba conmigo y con mis compañeras cursado por mi jefe, que añadió su visto bueno a una sanción, marcando incluso el despido como deseable, terminando al final por costarle el trabajo. Cuando se iba con sus cosas me vio que bajaba en el ascensor solito y corriendo se metió conmigo en el con claras intenciones de “ajustarme las cuentas”… mis compañeros temiendo que me pegara o algo así llamaron corriendo a seguridad para que al llegar al bajo le detuvieran si me había hecho algo…

Cuando se abrieron las puertas en el bajo yo estaba con mis carpetita de documentos que llevaba abrazada al pecho con mi aire tímido y asustadizo de siempre, pero con una maligna sonrisa aflorando en mis labios, algo de lo que todos se dieron cuenta. Pegado al fondo del ascensor, aplastado contra el espejo mirándome completamente aterrorizado estaba el chulito… en sus pantalones se apreciaba una mancha enorme de humedad y bajo sus zapatos un enorme charco de orín… en el corto trayecto hasta llegar allí se había orinado encima de miedo el pobrecito. Ni deciros que desde ese momento salvo mis compañeros de oficina no tuvo nadie cojones a volver a llamarme lo de Señor Oscuro en la cara. Me llamaban por mi diminutivo, Chema, y os juro que al principio un poco nerviosos por si el apelativo no me hacía gracia, supongo que lo del pollo ese despertó ciertos recelos sobre mi y lo que podía haber pasado para dejarlo en ese estado sin haberle tocado ni un pelo, porque como todos sabían salvo por haberse meado encima no había otros signos extraños en ninguno de los dos o el ascensor… como os supondréis, vosotros también os vais a quedar con las ganas de saber lo que le hice al pobre animalito…

Otra de mis peculiaridades es que siempre que me hablaban solía contestar con monosílabos o con ruidos como… ummmm, ahhhhh, ajaja… en fin ese tipo de sonidos que empleamos a veces para asentir, negar, afirmar, preguntar… etc. Mis compañeros sabían que si necesitaban mi ayuda se la daba sin problemas, y hablaba sin problemas… pero cuando estaba concentrado o no tenía más que decir era eso lo que hacía. Como digo todos se terminaron acostumbrando a ello, aunque dicho por ellos mismos, al principio con estas cosas les parecía un cretino integral, o eso o que me estaba quedando con ellos... por eso al principio lo del mote y el inicial rechazo. Al final se acostumbraron todos a estas cosas mías.

Debo de decir que a la Señorita Vega esta forma mía tan peculiar de ser le ponía los nervios de punta, pero tampoco encontraba nada en ello que pudiera considerar ofensivo hacia ella o que en mi trabajo hubiera algo que pudiera servirla para deshacerse de mí. Como por ahí no pudo meter mano, la tomo con mi pelo y mi forma de vestir, según ella poco adecuado para la imagen de la empresa, de forma que me dio un ultimátum, o cambio de luck o a la calle, todo esto delante de mis compañeros sin la menor educación o delicadeza hacia mí. El resultado fue que le pedí un documento al director de asuntos jurídicos de la empresa sobre mi melena y vestimenta… en el reflejaba que no había problema con mi forma de vestir o mi cabello.

Cuando llego el día del fin de ultimátum toda contenta se vio a por mí para darme la puntilla. Sin mediar palabra o dejar lo que estaba haciendo la tendí el documento, cambiando mis monosílabos por frases completas…

- Yo : Como ve el jefe del gabinete jurídico de la empresa no encuentra motivo alguno para una posible sanción por mi forma de vestir y mi pelo. Además me ha dicho que me hace más guapo y seguramente atraeré así mas a las chicas…

Todo esto con vocecita dulce y de tontito… Adriana estrujo el documento en su mano, rechino los dientes y se retiraba cuando la llame…

- Yo : Oiga, “señorita Adriana” que ese documento es mío…

Regreso a mi mesa y me lo dejo sobre ella con un golpe seco de su mano al dejarlo…

- Adriana : Toma tu documento… No me lo pensaba llevar…-mascaba las palabras…

- Yo : Ahhhh… vale.

Después seguí con lo mío sin hacer el mas mínimo caso al documento que ella me había devuelto, ni os digo el cabreo que pillo conmigo, el cabreo con el que se retiro de allí. Para colmo el ver las sonrisitas de mis compis la debió de poner encima de peor humor todavía. Pues de esas cosas casi cada día. Como os podéis imaginar no me perdía de vista en ningún momento… me vigilaba como un halcón… pero para su enojo no tenia por dónde meterme mano, y cuando lo intentaba salía siempre trasquilada para regocijo de mis compañeros, pero al menos había aprendido lo que yo pretendía, que si me dejaba en evidencia delante de alguien luego le pasaba la factura delante de todo el mundo, cuando lo hacía a solas siempre le respondía a solas... que hiciera esto así todavía la cabreaba mas, pero termino por hablarme únicamente a solas...

Os parecerá una estupidez, pero otro problema que tenia conmigo y debo de reconocer por culpa mía en gran medida ya que lo hacía a posta por eso mismo. Es que ella era una mujer acostumbrada a mandar y dominar en un mundo de hombres y otros sitios…, vestía elegante y discreta, pero usando todas sus armas de mujer al hacerlo, que eran muchas, ya que se apreciaba aunque yo sabía de cierto que si quería podía ser una autentica bomba en todos los sentidos. Ella estaba acostumbrada a imponerse a los demás por su personalidad y si esto la fallaba porque el otro era también muy dominante, y podía más que ella, entonces con su belleza, su problema conmigo era que no mostraba signo ni de uno ni de otro… de hecho debía de sentirse conmigo como si fuera un ladrillo más de la pared. Me puteara, me chillara, me intentara humillar, me diera consejos, me felicitara… hiciera lo que hiciese, siempre la trataba igual, fuera contra mi o a favor de mi… y siempre lo mas lacónico posible ya que era consciente de lo que la jodìa eso, la debía de recordar a su prometido, os juro que todo eso al principio la desquiciaba viva.

Cada vez más sus broncas o movidas conmigo eran siempre en su despacho a solas, con las persianillas bajadas y la puerta cerrada, donde nadie nos podía ni ver ni oír, aunque todos sabían para que eran esa reuniones y me compadecían… si supieran que eso era lo que yo quería. En principio todo esto parecía solo un intento de evitar que nadie la viera si se llevaba algunos de sus ya habituales tropezones conmigo. Pero hubo un momento en que me di cuenta de que ya no era solo por eso, aunque también estaba seguro que era la excusa perfecta para explicárselo ella misma y negarse a reconocer lo que ya era evidente para cualquiera que hubiese podido estar presente.

Algo que cada vez se agudizaba más en ella con cada bronca conmigo de acuerdo a mi plan. La estaba pasando algo singular cuando se ponía así conmigo, hecha una fiera con mis contestaciones lacónicas y mi forma particular de ignorarla… me di cuenta que su respiración se alteraba por completo y su voz la salía ronca, lo que podría pasar perfectamente por el sofoco del cabreo, pero esto unido a que también se empezaba a frotar los muslos disimuladamente y sus pezones parecían dos pitones detrás de su camisa, sus ojos se volvían más turbios cada vez…, no era difícil entender que la señorita Adriana Vega se ponía cachonda perdida conmigo, y cada vez mas. Que no digo que aparte de follarme y dominarme, no deseara torturarme también por hijo de puta, que conste, pero ya estaba conmigo como una perra en celo… ya estaba así. Una vez llegado a esto pensaba dejar los jueguecitos y dejarla en paz, tranquila, porque pensé que de seguir con esto al final… y es mejor no remover en las sombras…

Bueno quizá también os preguntareis como podía sacar de quicio así a Adriana, sin casi conocerla ya, o como saber de qué pie cojeaba, porque 13 años son muchos años y después de eso podría no parecerse ni en el forro. La vi un día al poco de entrar, entonces ya nos puteaba, en una fiesta de disfraces con su “prometido”, un pobre imbécil con muchísimo dinero. Ella no me reconoció a mí por mi disfraz, pero yo si la “vi” muy bien a ella… la reconocí porque su disfraz no llevaba mascara como el mío, yo iba de Darth Vader con máscara y modulador de voz incluido con lo que al hablar tampoco podía saber que era yo, os parecerá friki y pensareis lo mismo que yo cuando llegue, que había metido la pata porque para comer o beber… pero creedme que cuando lo elegí se me apareció la virgen porque pese a verme mil veces y hablar conmigo esa noche no me pudo reconocer nunca por la máscara y el modulador que esta llevaba.

Volviendo a Adriana lo que más me sorprendió es que su prometido parecía un juguete en sus manos, aunque había veces que el parecía llevar la voz cantante, pero se veía toda la situación rara. Pero solo me daba cuenta porque no los perdía de vista si no dudo que notara nada raro… una de las veces sin duda arropado por el alcohol la toco el culo con disimulo, vi como ella le decía algo al oído entonces muy enfadada y se iban hacia la casa… seguida de él como un corderito, intrigado por esto los seguí. Cuando los localice en el interior estaban en el piso de arriba en una habitación metidos… ella le estaba echando la bronca, pero lo que vi por la rendija de la puerta me dejo de piedra… el estaba sentado en el suelo y ella le estaba pisando su entrepierna con el zapato, pisándole la polla con el alto tacón del zapato. Hubiera intervenido de no ver la cara de placer del maromo mientras la pedía que por favor le dejara follàrsela ahora... que pagaría el precio que fuera… Le estaba espachurrando la polla y el tan feliz pensando solo en follàrsela, me parecía estar viendo un anime para adultos de los que son tan famosos en Japón. Entendí en ese momento que debía de ser una relación de dominio.

Os juro que esto es verdad… y me quede tan sorprendido como podáis quedaros vosotros cuando leáis esto. Adriana le ordeno desnudarse mientras ella hacía lo propio… menudo cuerpazo que tenia, poco después estaban los dos desnudos en la habitación. En tono despectivo le dijo que se tumbara en la cama, ella se subió encima y empezó a cabalgarle rápidamente… moviéndose arriba y abajo desbocada, jadeando enajenada, me estaba poniendo cardiaco perdido con esto… mi polla debía de estar al doble de su tamaño viendo semejante cabalgada por semejante amazona. Entonces él se corrió dejándola a medias… Adriana para mi asombro se lio a darle guantazos llamándole maricon de mierda, impotente, eyaculador precoz y demás lindezas, además de pellizcarle y retorcerle los pezones salvajemente mientras el pedía perdón… suplicando piedad, pero con voz de gozo. Para mi sorpresa el tío se corrió una segunda vez solo con los golpes, los insultos, los pellizcos y retorcidos de los pezones

Lo que de verdad me impresiono es como le obligo a ponerse a cuatro patas y le sodomizo con los tacones de sus zapatos… le perforo el culo hasta con ambos tacones  a la vez… metiéndoselos hasta el fondo entre ayees y gemidos de dolor del maromo… al final para mi más absoluta sorpresa el tío se corrió como un burro… quedando agónico sobre la cama como el culo abierto como un bebedero de patos, juraría que estaba sin sentido y todo. A Adriana se la veía muy enfadada, ella se había quedado a dos velas… de pronto se sentó en una silla y se empezó a hacer un dedo mirando al prometido destrozado sobre la cama… hasta correrse del todo. Cuando este se recupero le hizo lamerla todo el coño y los zapatos para dejárselos bien limpios ambos, y después como castigo según ella, le obligo a abrir la boca y poniéndose sobre ella se puso a orinar, obligándolo a bebérselo todo sin dejar escapar nada… al tío además se veía que le encantaba aquello. Adriana le dijo que tenía suerte de no estar en casa, porque si hubieran estado allí se iba a acordar de haberse atrevido a dejarla a medias.

Después de eso no quise ver nada más y me retire de allí de regreso a la fiesta. Pude ver como después ambos se comportaron con normalidad… como a ella la costaba mantener la compostura dejándole llevar a él la voz cantante en la fiesta… me di cuenta que de esto solo me había dado cuenta por haber visto lo otro, si no podía haberlo achacado a nerviosismo o similar. En ese momento decidí jugar un poco con ella en el trabajo. Hasta cierto punto me relamí pensando en lo que la iba a joder, debía de lograr que se pusiera conmigo en celo, como una puta perra después… bueno mejor no tentar la suerte, después la dejaría tranquila, con eso me consideraría satisfecho, bastante duro debería de ser para ella sentirse así conmigo, con alguien como yo.

Para ella yo era una persona parecida a su prometido, con la diferencia de que no me dejaba dominar y que además la ignoraba por completo, lo que unido a lo que conocía de ella me permitiría ponerla siempre al límite conmigo… al estar trabajando no podía hacer nada, y como además yo tampoco era su marido… y después siempre me iría a mi casa de rositas… Esto al final la llevo más lejos conmigo de lo que yo pensaba en un principio, mas lejos para ella y mas lejos de lo que yo tenía pensado llegar con ella… más adelante entenderéis el porqué de esta afirmación.

Sigo con la historia, de mis desapariciones mis compañeros las conocían pero solo mi antiguo jefe sabía los motivos reales y mi situación real en el departamento, todos las aceptaban ya como algo normal así que nadie se había molestado en decirla nada a Adriana cuando era una Jefa guay. Como podéis comprender después de meter mano en todo y joder a todo el mundo todo lo que pudo, nadie pensaba decirla voluntariamente ni media de nada… y esto sobre mí no era asunto de mis compañeros, como además sabían que yo tenía que tener un respaldo fortísimo, estaban esperando a que se rompiera los dientes contra mí.

Todos ellos habían visto con placer como había ido chocando una y otra vez contra la misma piedra, y como mientras se cebaba en mi a ellos los dejaba en paz… De todas formas debo de aclarar que aunque se ofrecieron a hablar junto conmigo de este trato abusivo me negué, me resultaba divertido joder de esta forma a Adriana, además quería seguir con mi plan para ella… confesare que de haber sido otra persona hubiera hecho que la despidieran hacia bastante, y como mientras se centraba en mi los demás estaban mas agusto no me metí contra ella parándola los pies, que queréis que os diga, me estaba divirtiendo con todo esto.

Yo cuando salí de viaje por inercia llame a su oficina para decírselo al Jefe… como hacía antes. Por suerte para mí o mala para ella, no me cogió el teléfono y claro no se iba a molestar en devolverme la llamada… y menos a mí con el cariño que me profesaba. Llame a uno de mis compañeros para advertirlos también, antaño si mi jefe no hubiera dicho nada después de yo llamar se lo hubieran dicho ellos mismos porque quería decir que no había podido hablar yo con él, pero claro no era cosa de ellos decirle nada a Adriana, yo los había llamado a título particular, no era mi obligación avisarlo y ellos lo sabían. Como supondréis no la dijeron ni media.

De hecho lo que yo no sabía es que en mis anteriores viajes “habituales a Japón” para inspección y mantenimiento de sus sistemas, cuando ella pregunto que porque no había ido a trabajar ellos se limitaron a responderla que estaba siguiendo la mi rutina de visitas de inspección a mis clientes evitando así decir algo de mas, si quería más que lo buscase que eso era cosa suya no de ellos. Estas visitas es algo que todos hacíamos a nuestros clientes antes o después, unos con más asiduidad que otros, ella para corroborarlo y que no me estuvieran tapando, se limito a preguntar al departamento correspondiente si les había avisado para el tema de las dietas… la respondieron afirmativamente pero sin entrar en detalles.

Con esa respuesta a ella la indicaba que de verdad estaba trabajando, que la empresa lo sabía, que era normal. Como lo único que buscaba era confirmación de eso y no seguía escarbando… no se enteraba de nada. No escarbaba mas para que de enterarme de su consulta no pudiera quejarme de ella a nadie, comité de empresa incluido si decidía quejarme por ejemplo por persecución, mobing o algo así, nadie podría decirla nada de nada ya que solo se preocupaba de mi beneficio… dado como nos llevábamos, o más bien ella se llevaba conmigo, así se cubría el culo. Pero haciendo esto metía la pata hasta el corvejón sin saberlo.

Por otro lado llevábamos multitud de grandes, medianas y pequeñas empresas con lo que no se la ocurrió tampoco mirar los nombres de estas o investigarlos, le hubiera llevado mucho tiempo, era más rápido por las dietas ya que nadie renunciaba a ellas… ¿verdad que era lista?, con una llamada se ahorraba escarbar en el ordenador y como le habían dicho que si que las había arreglado… más sencillo así…

Otra cosa que ella no sabía era que para las ocasiones especiales en que me reclamaban con urgencia tenía una tarjetita visa hípermegaguay de la muerte de la empresa para mi uso personal, por la dificultad para arreglar las dietas por la vía normal, en ese caso sí que nadie sabía nada de donde estaba, departamento que llevaba el tema de dietas de desplazamiento incluido. El luego recibía los cargos, su jefe aprobaba por vía extraordinaria el dinero de las dietas y arreglado. Si hubiera escarbado puede, solo puede que se hubiera enterado de esto también pero… no escarbo, de hecho no se entero ni de donde fui exactamente en mis viajes regulares, como solo quería pillarme... pobrecita, de haber sabido que los viajes “habituales” eran siempre a Japón...

Cuando me llamo cuando lo de Sofía y la dije que me había ido al Japón… que además pensaba tomarme más días libres se debió de pensar que estaba haciendo lo que hacía con el otro jefe con la esperanza de luego recuperar mis días. Para ella me había ido de “viaje turístico” y ahora me tomaba días porque mi amiguita tenía “problemas”… Debo de decir que a Sofía la había visto algunas veces cuando se había acercado para recogerme a la salida, y había podido vernos besándonos… cosa que por cierto observe que al verlo ponía cara de no hacerla excesiva gracia, suponía que porque el pardillo con novia lo mismo no era tan fácil de seducir y aplastar... Supongo que sabía que ella era mi “amiguita” enferma.

Como con todo esto me tenía por fin por los cojones se apresuro a meterme caña… pido la sanción para mí a mi nombre… dado que en personal o en el jurídico nadie pensaba (me refiero a los jefes) que alguien en su sano juicio hiciera semejante estupidez conmigo debido a mis “privilegios” y menos todavía mi propia jefa, mas cuando el viaje además había sido trabajando y los días con las horas echadas eso días de trabajo me los podría haber tomado aun sin mi especial condición…

Ellos pensaban que Adriana como jefa mía todo esto lo sabía, pero nadie se había molestado en comunicárselo cuando se hizo cargo, además a mi me presento el propio jefe de personal como uno de los grandes activos de su futuro departamento… con lo que ella tampoco tenía motivos para pensar nada raro de mi situación, solo era un empleado más a su cargo.

Como comprenderéis a estas alturas me llevaba bien con todo el mundo por mi mismo sin necesidad de que me pelotearan, jefes incluidos, sin contar ya aparte con que queda bastante claro que el que intentara joderme podía darse por jodido él dada mi situación, por lo que ese de la sanción propuesto por mi jefa no podía ser yo, así que nadie se molesto en revisar nada dos veces.

Sin contar con que todos mis compañeros en el departamento sabían de estos viajes sorpresa ya que siempre los avisaba así que aun no sabiéndolo ella al preguntar a alguien de allí se lo hubiese dicho… tal y como pasaba con mi anterior jefe, pero como por pillarme no pregunto tampoco… De forma que con todo este cumulo de casualidades y despropósitos, ya teníamos el pollo montado. Como podréis suponer allí no dijo ni mu a Adriana nadie aun en el caso de que alguien se hubiera podido oler la tostada, no era problema suyo y como además ella los había puteado…

Por eso el día ese del asunto de Sofía cuando ella llamo, previamente se había informado en personal de que no hubiera cogido una baja o algo así. Después pregunto discretamente al personal de algunos departamentos sobre si me habían encargado algo extraordinario… siendo todo negativo. Mis viajes o sus motivos solo los conocían los interesados en ellos, y siempre de cierto nivel de puesto así que pregunto a quienes no sabían nada. Al principio no le dio importancia ya que pensó en otro viaje programado, pero cuando el tiempo empezó a ser excesivo por inercia hizo lo habitual, preguntar por mis dietas… pero al no tener arregladas dietas ni nada se mosqueo e inicio sus discretas averiguaciones como antes he dicho. Como ella además intentaba pillarme sin levantar la liebre o que me enterara ya que sabía que me llevaba muy bien con muchísima gente… empezando por mis compañeros, a los que no pregunto para evitar que me pudieran avisar. Dado que no estaba malo, nadie había tirado de mi sin consultarla a ella y ya que no podía ser un viaje urgente para algún cliente, únicas explicaciones validas para mi desaparición… dado que los viajes urgentes de reparaciones debían de ser ordenados por el departamento y ella como jefa lo sabría... es que me había tomado el tiempo libre porque me salió de las narices…

Para su más absoluta desgracia yo estaba “al margen” del departamento aunque acoplado en sus oficinas, detalle que nadie la explico tampoco a la pobre, principio de todos sus males, ya que seguro que de haberlo sabido no me habría tenido en cuenta y se hubiera evitado todo lo ocurrido hasta ahora... Vio el cielo abierto y me aplico todo el peso que pudo aplicar para deshacerse de mi… o eso me pensé yo en ese momento.

Cuando me dio las buenas noticias como siempre en su despacho a puerta cerrada y sin que nos pudieran ver… me dejo de piedra. Yo pensaba que la tenia bailando a mi son y esto me dejo fuera de juego por un instante. Por un momento pensé que solo quería despedirme, pero pronto me saco de mi error y entendí entonces la jugada. Ella sabía que con esta falta a la mas mínima que hiciera detrás me podrían despedir, el trabajo en el sector estaba jodido y así podría hacer conmigo lo que la diera la gana ya que ella era mi jefa. Yo también sabría igual que ella que una pequeña falta no la costaría nada sacármela para que terminara en la calle. Muy astuta.

Se me empezó a insinuar, o más bien a intentar dominarme, intuyo que como a su prometido, pues iba lista. Empezó por decirme que si hacia todo lo que ella quisiera “arreglaría” mi situación en la empresa… pero que debería ser muy, muy respetuoso con ella desde ahora… Usando su mano derecha puso sus dedos con sus uñas bajo mi barbilla obligándome a levantarla al clavárseme sus uñas para que la mirar a los ojos… entonces me pregunto…

- Adriana : ¿Me has entendido, perrito?... –Con voz pastosa

- Yo : Si… si… si… -Fingí tartamudez, me fingí completamente asustado, quería ver hasta donde era capaz de llegar…

Me empezaba a gustar este jueguecito… Entonces levantándose de donde estaba sentada, me cogió del pelo con fuerza y de un tirón me levanto la cabeza…

- Adriana : Bien, esta tarde te quiero ver aquí una hora después de la hora de salida… ¿Me has entendido? .- Esto último con una voz durísima, sin piedad… pero relamiéndose con la mirada, una mirada cargada de lujuria y presagios de dolor, para mi claro.

- Yo : Si… -Seguí “Aterrado”.

- Adriana : Si te portas bien me encargare de que no te vuelva a pasar otra vez lo de la sanción… ¡¡¡¿pero si no quedo satisfecha de mi perrito…?!!! –su voz fue metálica y violenta, después de terminar la frase me escupió en la cara- entonces te aplastare cucaracha de mierda… ¿te enteras?... –su mirada decía claramente que por fin era suyo para hacerme lo que quisiera…

- Yo : Si… -mas “aterrado” todavía.

- Adriana : Dime perrito, ¿la enferma era esa novia tuya que viene a recogerte…?

- Yo : …-Solo asentí, no sabía que cojones pintaba aquí Sofía ahora…

- Adriana : Ya hablaremos también de esa puta de novia que tienes perrito… seguro que está enferma de tan dado de sí que le ha dejado el coño algún macho… mientras tu mirabas, ¿a que si perrito?

- Yo : Pero que… - Eleve un poco la voz y para mi sorpresa me lleve un guantazo…

- Adriana : Escucha perro… si no quieres que te pase nada me la traerás también para que juegue con ella… ¿te quedo claro?...-esto con voz dura, tirándome del pelo y obligándome a mirarla a los ojos…

- Yo : S.. si.. i.. –tartamudee con pinta de estar aterrado

- Adriana : Ahora largo de aquí… -su voz era jadeante… sus ojos muy brillantes.

De un empujón me mando contra la puerta… diciéndome que me fuera. Una vez estuve fuera y cerrada la puerta tras de mi abandone mi pose de miedo y me fui de la sección sonriendo… para asombro de mis compañeros que sabían lo de mi sanción. Había visto como sus pezones volvían a estar otra vez como piedras me di cuenta de que la cabrona debía de estar a punto del orgasmo solo con haberme podido “humillar” así, apreté el paso. Si al principio solo quería echarme estaba visto que mi jueguecito de no tomarla en consideración y sacarla de quicio la había rebasado por completo… su dominante personalidad quería antes de nada aplastarme bajo su bota… convertirme en su perrito en venganza por como la hacía sentirse, eso no hacía falta que ella me lo dijera, tenía suficientes tablas como para leer en ella como un libro abierto... mas cuando la había ido buscando yo, pero con lo de Sofía… había removido para mi sorpresa donde no debería de haberlo echo... peor para ella… mejor para mí, ella solita se lo había buscado.

Me fui, pero directo a hablar con los jefes de personal y jurídico, ni que decir cómo se quedaron de pálidos con eso. Yo era consciente de que si cargaba contra Adriana ellos irían detrás por haber firmado eso. Para evitar que ellos pudieran hacer nada contra Adriana tampoco, me las apañe para que consideraran que habían metido también la pata ellos por no haberla puesto al corriente sobre mí cuando se hizo cargo, pero que ya lo había hecho yo. Además les dije que ella además debería acompañarme la semana siguiente en mi viaje al Japón para presentarla a los clientes, tal y como en su día hice con mi anterior Jefe…

Les ofrecí una idea para sacarlos a todos del atolladero, idea que pusieron en práctica. Les dije que hicieran una nota de reintegro a mi puesto con disculpas de ellos y con notificaron a Adriana desde allí para lo mismo, en definitiva que mi suspensión quedaba anulada ya que estaba trabajando bajo supervisión directa de la dirección. La notificación decía más o menos que me reintegrara a mi puesto inmediatamente con sus “disculpas” por el error cometido en mi persona. Lo vieron todo normal, además me la debían por esto los tres a su forma de ver así que no pensaron nada raro de todo esto…

Cuando baje de nuevo a su oficina supe enseguida que había recibido la notificación, estaba pálida supongo que pensando en todo lo anterior del “perrito”, de Sofía, etc… era consciente de su situación ahora para conmigo, me pido disculpas tal y como la “sugerían” en el comunicado. No la dije nada de lo pasado entre nosotros… solo cuando intento hablarme de eso…

- Adriana : Chema… sobre la broma de antes…

- Yo : No te preocupes Adriana… pero que sepas que voy a tomarme esta semana libre con tu permiso hasta el día de irnos a Japón… ¿no hay inconveniente… ¿verdad… perrita...?. –con un dedo le acaricie al hablarla la mejilla… no se atrevió a retirarse, aunque el odio la consimia…

Vi que tragaba bilis mientras me decía que si con una sonrisa más falsa que Judas, no solo la había llamado perrita… lo que para alguien tan dominante como ella…, sino que la había tuteado con claro menosprecio (ese fue mi tono, no eran invenciones suyas), además la pedí la semana libre con recochineo y retintín haciéndola suponer que yo pensaba que ella estaba en mis manos por lo del perrito… Vi en ella las claras intenciones de que esto no quedara así… y desde luego no sabía cuánta razón llevaba esa zorra...

Iba a tener una semana entera para mi solito a la señorita Vega en el Japón, quizá también me decidiera allí a explicarla quien era y como lo pase por su culpa ya que no me recordaba… nada más llegar a casa llame allí para que mis contactos me buscaran alojamiento, un alojamiento de características determinadas. Yo solo había pretendido jugar a joder... como ella con nosotros pero ella por su cuenta y riesgo había decidido pasar al siguiente nivel…

Ella no lo sabía pero mi personalidad es la de una Cobra, si no la molestas dormita… y ella con lo de la sanción y Sofía acababa de pisarme estando al lado de mis colmillos, mala suerte para ella

CONTINUARA.