Sombras del Pasado 13 Final
Por fin todas las piezas caen en su sitio. Como prometí este es el ultimo capítulo de la saga y sin dividirlo en dos o tres, así que perdonad su extensión.
SOMBRAS DEL PASADO
13. EL FINAL (III)
El jueves tuve un día bastante intenso ya que tanto Akemi como Sakura se personaron en las oficinas para su visita. En principio estaba prevista para la tarde de ese mismo día, ya que supuestamente llegaban por la mañana temprano, pero se decidió adelantarla a media mañana ya que se adelantaron en su llegada, fueron unas horas la mar de "divertidas", sobre todo con mis compañeros de trabajo y los de otras dependencias de la empresa, a casi todos les gustaron las dos chicas "orientales", según pude captar en algunas conversaciones netamente "masculinas"..., las dos tenían un polvazo de muerte... vamos que ambas fueron las estrellas del día entre el personal masculino.
Lo que más gracia me hizo fue que en cuanto la visita se relajo un poco y fueron saludando gente, podía ver a muchos de los "ligones" de la empresa afilando sus colmillos para intentar hincarle el diente a alguna de ambas mujeres. Todo esto evidentemente cuando ningún jefe andaba con ellas, porque no era plan ponerse a ligar delante de uno de ellos, podría acabar el ligón de patitas en la calle.
Lo mejor fue Adriana, hizo de cicerone para las dos sirviéndolas de paso de escudo con los hombres, como la conocían procuraban evitarla en lo posible. Con Akemi no hubo ningún problema puesto que ya la conocía y pareció que recuperaban la buena sintonía entre ellas de cuando estuvieron las dos juntas en Japón. Pero con Sakura la cosa no iba tan bien, esta se limitaba a hablar en japonés con Akemi que la traducía, evidentemente ella conocía bien el español y además hablaba un ingles casi perfecto, esto que hacía era simple y llanamente una completa falta de respeto, en concreto, una falta de respeto dirigida hacia mi persona tal y como me dejo perfectamente claro en la primera ocasión de que dispuso. De momento decidí no darme por aludido en lo más mínimo, obviamente sabia el porqué hacia esto, pero yo no estaba en condiciones de llamarla la atención en ese momento porque conociéndola como la conocía, sabía que ella jamás lo haría si la podía comprometer, a ella o a su trabajo. En esta ocasión si yo la decía algo podría escurrir el bulto y darle la vuelta a la tortilla rápidamente, puesto que ella simplemente podría alegar que no conocía el idioma español lo suficiente como para arriesgarse en un viaje de negocios a usarlo y meter la pata, algo totalmente razonable para cualquiera, fuera verdad o no, nadie se atrevería a decir que estaba mal hecho.
Como digo, la cosa con Sakura no iba nada bien, pero que nada de nada bien, sobre todo con Adriana. Delante de la gente tenían una relación de lo más formal y estirada, pero en cuanto había la mas mínima intimidad sin nadie que las pudiera observa de cerca, eran como dos serpientes apunto de morderse la una a la otra. Daba miedo verlas a ambas, podría decir que lo de caerse mal entre ellas era una minucia... parecía que de verdad se odiaran a muerte ambas.
Antes de acabar la visita a alguno de los jefes se le debió de encender la bombillita y tubo la genial idea de organizarlas a ambas visitantes una cena a todo lujo la noche del viernes. La cena seria en los salones un gran hotel de lujo, con acceso a jardines privados, etc…,. Yo sabía que más de uno y más de una iría sin sus respectivas parejas, es mas, empezaron a cruzarse apuestas por las oficinas sobre quien se follaría a quien o quien estaba liado con quien y si aprovecharían el hotel o no, ni os digo la animación que había, eso más que unas oficinas parecía una casa de citas. Una cena a la que invitaron a mucha gente de la plantilla para que fueran acompañados de sus parejas, como podéis imaginar me encanto que en esa cena además de Adriana y Sakura dándose mordisquitos, también estaría Sofía... desde luego la cena se presentaba algo muy interesante de vivir. A Sofía lo de la cena no la hizo la menor de las gracias, pero dado que trabajaba de mañana y podía acompañarme, creo que no se atrevió a rechazar la oferta por un cierto temor quizá a que me lo tomase a mal con ella. Afortunadamente para mí todavía no se sentía demasiado segura... o por lo menos no tan segura como antes, lo que me permitía un mayor margen de maniobra con ella.
El día hasta la hora de la cena lo tuve bastante movidito con Sofía, estaba dejándome claro que no estaba nada, pero nada contenta de tener que ir a la dichosa cenita y que solo lo hacía por mí, porque yo se lo pedía. La verdad es que me hacia muchísima gracia, si ella hubiera siquiera sospechado que no me hubiera importado lo más mínimo el que hubiera decidido no ir a la cena... entonces seguro que hubiera terminado teniendo que ir yo solito sin pareja, al final reconozco que me alegre de que fuera, y por diferentes motivos. Cuando estuvo preparada para irnos puedo asegurar que estaba radiante, se había esforzado muchísimo en parecer... encantadora, bellísima y por ultimo tentadora para cualquiera a quien le gustasen las mujeres.
Durante la cena el éxito de los preparativos de Sofía fue palpable, era una de las mujeres que mas acaparo la atención masculina. Estaba seguro de que más de uno hubiera estado encantado de que Sofía le admitiera ciertas libertades con ella, en algún lugar discretito. Akemi, Sakura y Sofía se llevaban la palma a la atención masculina junto a otras cuatro o cinco mujeres, con Adriana estaba claro que su fama ganaba a su belleza y nadie tenía pelotas a hacer el tonto delante de ella. El problema entre estas es que parecía que saltaran chispas, para acabar de arreglar mas el asunto el prometido de Adriana empezó a tontear con Sofía y Sakura con el fin de irritar a Adriana, lo que provoco todavía mas tensión entre ellas.
Estuve casi todo el inicio de la noche ejerciendo de bombero entre ellas para que no se liasen a tortas visto como iba el panorama. Dado que Sakura estaba habitualmente con algún jefe o jefecillo de la empresa, incluida Adriana, el marido de esta se dedicaba mucho más que a ella, a Sofía, se había dado cuenta de que la tirantez entre ambas era altísima y estaba aprovechando a tope para intentar sacar de sus casillas a su prometida, Adriana. Digamos que estaba intentando poner a tono a su "ama" para cuando llegaran a casa sufrir una racioncita de "sufrimiento" impartido por su delicada y deliciosa prometida, pero como todo esto Sofía lo desconocía, no os digo el follón que se estaba preparando ya que ella pensaba que el prometido de Adriana de verdad se le estaba insinuando delante de mis morros y los de su prometida.
Lo malo es que este llego todavía un poco más lejos, cada vez que pasaba junto a Sofía se pegaba muchísimo a ella, restregándose contra ella levemente al pasar, en otras circunstancias no me hubiera preocupado, si el tío le hubiera gustado y el prometido de Adriana le parecía un tío guapísimo según ella misma dijo, se lo hubiera llevado por ahí para follárselo, pero en esta ocasión me di cuenta de que no estaba siéndole nada agradable la situación por mi culpa precisamente. La veía temerosa de que yo me diera cuenta y pudiera montar algún lio, o lo que es peor, que me diera cuenta y fuera ella la que pagara el pato, como ya he dicho antes, no se sentía muy segura del terreno que pisaba conmigo. La pobre estaba haciendo todo lo que podía sin que se notara para quitarse de encima a ese estúpido, por un momento estuve tentado a actuar para sacárselo de encima, pero fue al final Adriana quien lo hizo. Se lo quito de encima con cara de muy poquitos amigos, mirándome de reojo a mi mientras lo hacía, espiando mis reacciones, igual que estaba haciendo Sofía, creo que las tranquilizo el que pareciera que no me había dado cuenta de nada, cada una pensando en la parte que las tocaba en esos hechos.
Una de las veces que Sakura estaba ocupada hablando con varios jefes, o más bien alguno de estos intentando ligársela, aproveche para intentar hablar a solas con Akemi. Viendo lo que pretendía hacer se me acercaron Sofía y Adriana y me dejaron claro que a partir de ese momento cuando quisiera hablar con las “japonesas” seria con ellas delante, sino tenía nada que ocultar, claro... y os aseguro que me quedo muy claro. Así que decidí concederlas ese pequeño detalle, principalmente porque me convenía y por otra parte, allá ellas, así que fui a hablar con Akemi delante de Adriana y Sofía, para de esta forma de paso intentar aplacar un poco las aguas con ellas ya que se las veía a las dos celosísimas, y lo último que quería era que hicieran alguna tontería allí, delante de todo el mundo...
- Yo : ¿Se puede saber que pasa contigo Akemi?
- Akemi : No se a que te refieres...
- Yo : Me refiero a todo esto, a todo lo que estas intentando hacer para que no haga frente a mi promesa con Sakura
- Akemi : Eso me da igual...
No la deje seguir, no estaba por la labor de que escurriera el bulto, al menos no delante de Adriana y Sofía. Por supuesto que tampoco en ese preciso momento, las cosas empezaban a ir de mal en peor entre ellas, debía de intentar pararlo sin recurrir a soluciones más drásticas.
- Yo : ¿Porque no le dices directamente a Sakura que tienes miedo por ella?
- Akemi : Porque no me hará caso, es igual de orgullosa que tu... si estuviera aquí su abuelo...
- Yo : Ni te molestes en sugerirlo Akemi, con mi maestro ya hable yo cuando accedisteis a venir a España. Si estabas pensando en recurrir a él pierdes el tiempo, es más me ha puesto ciertas condiciones que sinceramente han provocado que me arrepintiera en el acto de haberle llamado...
- Akemi : ¿Que te ha pedido que la hagas...?
- Yo : Mira Akemi no voy a...
En ese momento nos interrumpieron Adriana y Sofía muy cabreadas y terriblemente celosas, habían tomado por donde no era toda la conversación, lo peor fue que me cabrearon de narices con sus tonterías, había ido intentando calmarlas a ellas y mi conversación con Akemi solo me había servido para calentarme yo mismo. Al final tuve una mini explosión con las dos, lo que paradójicamente sirvió para calmarlas a ambas por completo.
- Yo : Mirad, me tenéis las dos hasta las narices, si estáis pensando que todo esto es porque queremos follar los dos vais de puto culo ambas.
- Akemi : Adriana, Sofía... siento si os he preocupado, pero solo intento que no le haga daño a Sakura...
- Sofía : ¿Daño?... no entiendo que es lo que...
- Adriana : Pero de que habláis si se puede saber...
- Yo : Se termino la discusión, mañana lo sabréis las dos, pero hasta entonces se termino todo esto. Akemi mi maestro me ha dado el visto bueno y determinadas instrucciones para con su nieta... no creo que haga falta decirte que las cumpliré tal y como me ha pedido que haga, así que creo que es mejor que te preocupes de que ella sea consciente de la situación real en la que estamos los dos.
- Akemi : Pero es que...
- Yo : Se termino Akemi, y por favor no te olvides de la carta que te dio para mi si te la pedía... es muy importante, no olvides llevarla mañana contigo.
Vi como se quedaba perpleja por completo, lo de la carta solo lo podría haber sabido si de verdad me lo hubiera dicho mi maestro ya que cuando se la dio estaban los dos solos. Podía entender cómo se podía sentir en ese momento, se encontraba cogida entre dos fuegos y sin saber exactamente qué era lo que pasaba... Yo sabía que había protestado por este viaje ante el abuelo de Sakura, mi maestro, pero este no le había hecho ningún caso, según la dijo era algo necesario para su nieta, algo muy importante para ella. Akemi tenía pensado usarle como comodín para intentar impedirlo y acababa de dejarla clarísimo que en este caso mi maestro no serviría para detener nada, sino que además prácticamente había condenado al fracaso cualquier objeción que ella pudiera intentar usándolo a él. Aun así intento todavía una última intentona...
- Akemi : Por favor Chema déjalo estar, sabes que te odia... de esto no saldrá nada bien, la conoces y...
- Yo : Vale Akemi, déjalo estar... es algo que debe de pasar para que pueda superarlo, sabes bien cuál es el trasfondo de todo esto, el trasfondo real de todo Akemi. Y sabes que esto es algo totalmente necesario para ella.
Después de esto Akemi pareció ceder por completo, algo que yo sabía que era completamente falso, ella jamás se rendiría tan fácil. Ella era la mejor amiga de Sakura desde que eran niñas, ahora estaba muy preocupada por su amiga, porque a diferencia de ella Akemi si sabía lo que la podía pasar si se atrevía a enfrentarse conmigo... sabia de sobra que podía acabar destrozada por completo en todos los sentidos. Yo era consciente que era imposible que cediera tan rápidamente.
Por su mirada vi donde estaría su próxima intentona, mis chicas, ellas serian su siguiente paso, intentar ponerme entre la espada y la pared con ellas para que tuviera que elegir entre el Giri y el Ninjou, vamos lo mismo de siempre, lo que me había llevado a esta situación. El Giri podríamos definirlo como el deber, la lealtad, lo honorable y el Ninjou como lo que está bien, lo correcto, lo que se debe hacer aunque se salga de lo honorable, en definitiva aquello que le interesa a uno.
Estaba casi seguro que me intentaría poner en la tesitura de tener que decidir entre el Giri... es decir, mi deber para con mi maestro, mis promesas, mi honor y mis principios, todo esto contra el Ninjou, lo que es correcto, mis sentimientos por mis chicas, mis miedos, y, paradójicamente también, por mis propios principios. Puede parecer algo muy pueril para un occidental, pero para mí que mi "educación" estaba muy influenciada por el mundo oriental era algo... grave. Desgraciadamente para Akemi había un pequeño problema en sus excelentes planes... para que todo saliera como quería me tenía que sincerar con ellas del todo, contarlas bastantes cosas de mi vida que no las gustaría oír precisamente, especialmente Sofia que era quien más me importaba en todo este asunto, así que eso la dejaría sin munición contra mí.
Por otra parte Akemi también se había dado cuenta de otra cosa más que se ponía en su contra, que mi educación también estaba muy influenciada por mi cultura natal y más importante todavía, estábamos en España fuera de la influencia que la cultura Nipona y las personas importantes para mí de allí, personas que pudieran haber llegado a ejercer sobre mí en estos momentos alguna influencia si recurría a ellas. Para acabar de rematarlo tuvo otro pequeño descuido en todo esto, se olvido de que al igual que ocurría con ella misma, mi influencia sobre Sofía, Carol y Adriana era muy superior en estos momentos a la que ellas fueran capaces de ejercer sobre mi persona y de momento yo era el que más podría forzar la situación. Exactamente igual que me ocurrió con ella misma en otras circunstancias, que mi influencia sobre ella misma fue superior a la suya sobre mí dejándola en inferioridad de condiciones.
Cuando nos separamos de Akemi me volví a Sofía y Adriana diciéndolas que el sábado por la mañana quería que nos reuniéramos temprano para prepararlo todo, y que aprovechando la coyuntura debíamos de hablar muy seriamente, que tenía que contarles determinadas cosas de las que no tenían ni idea y que probablemente no les iba a gustar lo más mínimo el enterarse. Entonces fue Adriana la que intervino para decirme que no creía que pudiera estar allí muy pronto, a lo que la dije que eso era problema de ella, no mío, habían insistido y en cierto modo me habían forzado entre las dos para estar presente en todas las cosas relacionadas con Akemi y Sakura, y más la valía estar allí por la mañana a la hora que decidiéramos... Se dieron cuenta de que se habían pillado los dedos las dos hacia un rato con lo que me “exigieron”, pero una cosa era cierta, desde luego estas dos parecían de ideas fijas... seguían erre que erre viéndolo todo desde el mismo plano, el sexual…
- Adriana : ¿Y para que nos quieres reunir, que nos vas a decir...? ¿Que te las quieres follar a las dos...?
- Sofía : Ahórratelo Chema, eso es algo que se ve a las claras.
- Yo : Porque no dejáis los celos de lado durante un ratito y probáis a escucharme para variar...o mejor os vais las dos a tomar por…
Al llegar ahí me pare, me di cuenta de que me estaba pasando con ellas. Me miraron de una forma que si mirando pudieran matar, os juro que me habrían descuartizado vivo.
- Yo : Lo siento, estoy cansado y todo esto no lo llevo nada bien. A ver si puedo haceros entender... si, no negare que me encantaría follar con las dos, y con vosotras dos también si se terciara. Pero en este caso Sakura me odia a muerte y Akemi está muy preocupada por ella... así que dejaros de celos porque no tenéis ningún motivo para tenerlos, los tiros no van por ahí.
Entonces decidí pese a sus protestas y una vez que entraron por el aro, dejarlas con la intriga, alegue que estaba muy cansado para ponerme a discutir con ellas ahora mismo, que además sería mejor cuando también estuviera Carol con nosotros, los cuatro juntos, así me ahorraba decir lo mismo dos veces. Os aseguro que se quedaron las dos rabiosas porque no explique nada de nada y me salí por la tangente sin explicarlas ahora que había logrado su total atención, se quedaron con todas las ganas de que hablara de lo que pasaba entre Sakura y yo, me pareció que por fin veían por donde iba de verdad el problema, y entre quienes era este, el problema normal de muchas parejas después de romper la relación, que se odian.
Conté con todo y con todos a excepción del prometido de Adriana... monto un desbarajuste de cuidado con las dos, con su prometida y con mi novia. La cena fue en un hotel bastante lujoso, algunos invitados se cogieron habitaciones en el mismo para al terminar poder quedarse a dormir allí mismo y no tener que conducir, claro que también se vio perderse a determinadas personas y no precisamente con sus parejas, pero eso es otra historia. Sakura y Akemi se retiraron relativamente temprano para nuestros estándares de "trasnochar". El prometido de Adriana viendo todo esto también además de algunas otras cosas "curiosas" para estar entre compañeros nada más. Todo esto lo altero un poquito bastante, entonces digamos que se puso juguetón con ella, viendo que no parecía conseguir mucho por ese lado empezó a darle una vez más la vara a Sofía delante de sus narices, de un descarado alucinante, creo que se dio cuenta de que estaba intentando levantarse a mi novia todo el que lo vio con Sofía, lo que automáticamente fue provocando en Adriana un estado de cabreo integral, mirándole poco a poco al pobre como una araña mira a la mosca, me dio la impresión de que por fin iba a conseguir lo que buscaba de su “prometida”, que lo destrozara vivo...
Se perdieron al final los dos rumbo a una habitación que por lo visto había contratado el prometido de Adriana, esta antes de subirse con él se acerco a nosotros para despedirse, cuando me daba el beso en la mejilla aprovecho para dejar caer en uno de mis bolsillos una tarjeta de acceso a una habitación. Según me susurro al oído quería que por favor subiera y mirásemos lo que iba a pasar... que me llevara conmigo a Sofía, que en unos minutos subiera con ella, que quería que ella también supiera su situación, que además eso la pondría todavía más caliente, saber que nosotros estaríamos allí, mirándola castigar al "imbécil" de su prometido.
Eso mismo fue lo que hice le pedí a Sofía que me acompañara y me la lleve conmigo a ver el espectáculo. Cuando vio la llave de la habitación en mi mano pensó que yo había alquilado una para follar con ella, o sino con alguna otra, que se que también lo pensó, estaban en un plan conmigo que joder…. Pero cuando la dije que me la había dado Adriana para que subiera a ella fue peor todavía, ni os digo como se puso de celosa y rabiosa al pensar que me la había dado para follar con ella pese a su “tregua”. No parecía existir forma humana de bajarla del burro… según ella, todo la indicaba que Adriana había preparado todo para quedarse sola conmigo y montárnoslo delante de sus mismas narices. Al final tuve que jugar un poquito con ella para poder convencerla.
Para intentar convencerla definitivamente la dije que no se equivocara, que Adriana estaría con su prometido que a mí solo me había invitado de voyeur, y que me había pedido que ella me acompañara... La dije que si quería ver un oscuro secreto de ella lo mejor es que subiera conmigo en ese mismo momento, creo la verdadera razón por la que lo hizo, más que por satisfacer su indudable curiosidad en ese momento por lo que le había dicho, fue por evitar que yo subiera solo y que así pudiera pasar lo que fuera entre Adriana y yo, que por ganas reales de ir a "espiar" a, como dijo ella, dos personas haciendo el amor... pobrecita la sorpresa que se iba a llevar cuando viera a estos dos en plena faena.
Al final gracias a su reticencia no nos hizo falta esperar a que se pusieran a jugar los dos, tarde unos quince minutos en poder convencer a Sofía para que se viniera conmigo. Cuando llegamos a la puerta la abrí lo mas sigilosamente que pude, aunque nada más abrir se podía oír como dentro tenían puesta música, de hecho tenían puesto algo de rock duro. Entre yo primero acercándome al cuarto con cuidado, estaba el pasillito en penumbra y la habitación solo tenuemente iluminada… entonces pude ver al “prometido” de rodillas encima de la cama desnudo, con el culo en pompa, las manos atadas a la espalda y los ojos vendados, mientras que Adriana lo azotaba con su propio cinturón en el culete diciéndole que era un cabrón por todo lo que había estado haciendo esa noche... fuese lo que fuese eso a lo que se refería Adriana. Cuando por fin me vio me hizo una seña indicándome que cuando Sofía estuviera también dentro mirando empezaría con el espectáculo.
Cuando hice entrar a Sofía tuve la precaución de entrar justo en su espalda para poder sujetarla si se lanzaba a parar lo que iba a ver… justo según entro y vio a Adriana azotando a su novio salto como una escopeta hacia ella, pero en ese momento la sujete por la cintura mientras la tapaba la boca con la otra mano, indicándola al oído que se estuviera muy quieta para que el no pudiera saber que había espectadores allí… que todo era consentido. Cuando vi que se relajaba, rebaje la presión de mi mano sobre su boca, aunque sin retirarla del todo por si las moscas.
Vimos como Adriana se dirigía a una bolsa de deporte que había en un rincón, la coloco sobre la mesita que había en una esquina de la habitación y saco de ella un arnés que llevaba montado un consolador de considerable tamaño (unos 25 cm) para nuestro asombro, de Sofía y mío me refiero, entonces tuve claro que su ex había ido ya preparado para esto, algo que me confirmo Adriana a mi muda pregunta cuando nos miramos después de ponérselo. Acto seguido se coloco detrás de su prometido metiéndole el consolador por el culo hasta el fondo… el pobre pego un alarido brutal, afortunadamente el tema de heavy metal que estaba sonando tenía varios aullidos de similares características, supuse que ese era el motivo por el que lo tenían puesto, para evitar que nadie llamara a recepción para denunciar que estuvieran matando a alguien en la habitación de al lado. Aunque de daba la impresión que en las demás habitaciones de ese ala debían de estar también muy ocupados, porque había visto a varias “parejas” salir del sarao en dirección hacia esta zona, así que supuse que debieron de concentrar a todos los posibles por aquí. Afortunadamente al ver lo que Adriana estaba a punto de hacer tuve el buen juicio de volver a apretar mi mano contra la boca de Sofía, gracias a eso no se oyó el gritito que pego al ver semejante animalada.
Por lo que pudimos deducir Sofía y yo de todo esto, Adriana anteriormente le había estado reprochando el haber intentado ligar con Sofía, hasta el extremo de acusarlo de haber estado babeando con ella. Después de metérsela hasta el fondo Adriana empezó a moverse sin piedad dándole al prometido por el culo, con un ritmo machacón que debía de estar rompiéndoselo a lo bestia. Unos minutos después vimos Sofía y yo como el prometido empezaba a mover el culo y soltar gemidos de placer ante el tratamiento de Adriana. Mientras yo había bajado mi mano desde su cintura a la entrepierna de Adriana… levantándola lentamente la falda y apartando sus braguitas para tener acceso franco a su coñito, acariciándoselo con delicadeza, mientras ella no perdía de vista el espectáculo, pude notar cómo se estaba empezando a mojar rápidamente con el espectáculo… por un lado lo aborrecía pero por otro la estaba poniendo caliente.
Adriana empezó a preguntarle a su prometido determinadas cosas que este le respondía para nuestro asombro, algo que ciertamente empezó a poner como una moto a Sofía al escucharle responder a Adriana… Solo os pondré alguna de las cosas más jugositas que se dijeron entre ellos…
- Adriana : Así, ¿no?, así es como querías tu follarte a la puta esa de novia de mi subordinado… ¿no cabrón…?.
- Prometido : Si… si… así es como me hubiera gustado follàrmela delante del imbécil ese de novio que tiene…
- Adriana : Eres un puto cerdo cariño, un puto cerdo que merece un castigo por lo que has hecho esta tarde… te has pajeado pensando en esa… ¿a que si… ¡Cabrón de mierda!?
- Prometido : Si, me lo merezco, me he pajeado en el baño pensando en el culo tan duro que tenía esa zorra… te he engañado mi vida… merezco el castigo que me quieras dar…
Mientras se producía todo esto el tío estaba jadeando y gimiendo como un descosido… siendo penetrado por el consolador por el culo, mientras Adriana se movía sin parar de joderlo. Durante todo este tiempo yo había estado jugando con el coñito de Sofía… metiéndola dos dedos en su interior para follárselo despacito, al principio se resistía pero al poco empezó a dejar de oponerse a mis manejos. Estos dos la estaban poniendo a mil, mientras mis manejos en su coñito estaban provocándola una oleada de placer, era incapaz de dejar de mirar lo que esos dos estaban haciendo mientras mis dedos la follaban sin parar el coño. Mientras esto pasaba había dejado de taparla la boca, se las había apañado para meterse un par de mis dedos en su boca, chupándomelos golosamente mientras la masturbaba, pero debo de decir que esto también hacia su función de ahogar sus gemiditos también como lo estaba haciendo antes tapando su boca con la palma de la mano.
Estaba el tío apunto de correrse de gusto cuando Adriana paro en seco retirándose de su culo, cogiéndole los huevos por entre las piernas apretándoselos a lo bestia, lo que le corto al pobre tipo el orgasmo que le estaba llegando, impidiéndole correrse. La que no lo pudo evitar fue Sofía, cuando vio que le hacía eso al tipo se corrió como un grifo en mis manos, escurriendo flujo por entre mis dedos que seguían follándola el coño sin parar. Cuando vio que llegaba se saco mis dedos de la boca para que pudiera tapársela y que no se la oyera, lo que me dejo claro que no estaba dispuesta a perderse nada del espectáculo que estaban dando esos dos.
Después de esto lo derribo sobre la cama, el tío seguía con las manos atadas a la espalda con lo que no se podía defender de Adriana, eso sí, el tan feliz de la muerte de que ella lo estuviera machacando vivo. La siguiente parte del espectáculo ya la hizo muchísima menos gracia a Sofía, cuando Adriana se empalo sobre el pene de su prometido y le empezó a cabalgar Sofía volvía a estar ya otra vez rumbo a un nuevo orgasmo al verlos en acción. Aunque no se rebajo su nivel de calentura y excitación, pude sentir perfectamente como lo que oyó a continuación no la hizo la mas mínima gracia oírlo…
Adriana le empezó a decir entonces a su prometido que ya que el se había restregado y masturbado hasta correrse pensando en la novia del estúpido de su subordinado entonces ella había decidido follárselo para escarmentarle (a su prometido se entiende). El empezó entonces a pretender luchar, como si la idea no le gustara. Acto seguido Adriana le dijo que no solo se lo follaría (por mi), sino que además le haría llenarla el coño de leche para que luego el (por su prometido) se lo limpiara con la lengua, como el puto cerdo cabrón que había demostrado ser… Fue al llegar a este punto donde a Sofía ya no le parecía la cosa tan graciosa como antes. Mientras fue con ella la cosa la pareció genial, pero cuando le mentó lo de follar conmigo…
Vimos como Adriana se levantaba rápidamente de encima de su prometido, poco después vimos como este empezaba a escupir leche… se había corrido como un burro con todo esto que le estuvo haciendo Adriana. Completamente desnuda se acerco a nosotros y me planto un morreo en toda regla delante de la cara de Sofía… me mordió la mano para que la soltara, seguro que con la sana intención de montarla el lio padre, pero para su sorpresa según quite mi mano se encontró con los labios y la lengua de Adriana buscando los suyos, introduciéndose en su boca en busca de su lengua… Aproveche para machacarla entonces por primera vez el clítoris con el pulgar, encontrándose Sofía entonces con un orgasmo demoledor mientras tenia a Adriana comiéndola la boca, ahogando en ella su orgasmo… Esto apenas duro 30 o 40 segundos en total.
Después de esto Adriana se volvió para ir a situarse sobre su prometido, antes había limpiado cualquier resto de leche de su pecho con la colcha de la cama. Entonces se lio a guantazos con él, acusándole de eyaculador precoz, impotente y todas las lindezas que se le ocurrían. Al suplicaba perdón mientras ella seguía diciéndole de todo, incluido que iba a follar conmigo y que incluso como castigo aun mayo pensaba follarse también a la zorra de mi novia, que ella haría lo que él no había tenido cojones a intentar hacer. En este tiempo había levantado la falda de Sofía, rompiéndola las braguitas que la metí en la boca para ahogar sus gemidos y jadeos y sacándome la polla se la metí por el coño sin contemplaciones. Empecé a follàrmela a lo bestia sin piedad, sin parar y lo más rápido que podía mientras mirábamos como Adriana seguía dándole de ostias a su prometido, acusándole de todo lo habido y por haber. En un momento dado se volvió para ver que hacíamos y al vernos follar como animales de esa forma pudimos ver como por sus mejillas empezaron a rodar algunas lagrimas… Sinceramente creo que esas lágrimas en ese momento hicieron más por acercarla a Sofía que cualquier cosa que yo hubiera podido intentar para ello.
Sofía se corrió como un grifo al ver a Adriana en esa situación… Adriana se volvió para recoger el cinturón y golpear con él con saña a su prometido, entonces para mi asombro Sofía se acerco a ella, quitándola el cinturón de la mano, empezó a besarla abrazándola mientras veía como una de sus manos se perdía entre la piernas de Adriana, introduciendo en su coño varios dedos… poco después empecé a poder escuchar los resultados, marcados por los gemidos y jadeos que emitía Adriana, cada vez mayores y más escandalosos… su prometido empezó entonces a querer desatarse sin lograrlo. Empezó a pedirla que por favor le dejara ver como se masturbaba pensando en mí y mi novia, ya que Adriana solo repetía… “Sofía”… “Sofía”… Poco después se corría como una puta en manos de mi novia.
Después de esto me uní a ellas morreándome con ambas, unos segundos después Adriana nos pedía por favor por señas que nos retiráramos ya, que nos vería luego más tarde abajo en la fiesta que se había montado después de la cena en el salón. Nos vestimos y nos bajamos, a petición de Sofía nos salimos al jardín para poder hablar a solas, tal y como supuse le había sorprendido muchísimo la situación de Adriana con su prometido. De hecho no he contado todas las perrerías que la vimos hacerle al tío, ni como este las gozaba todas y cada una de ellas, poniendo dicho sea de paso a mi adorable novia en un estado de cachondez integral que yo aproveche adecuadamente.
Por lo que saque en claro de la mi conversación con Sofía, esta era incapaz de entender el motivo por el que Adriana por mucho que le quisiera no lo dejaba, yo la recordé a su ex y a todo lo que paso con él, a como la trato y ella se pensaba que era algo genial… porque le quería. Vi como se mordía el labio inferior pensativa, cuando hacia eso del labio abstraída era señal de que estaba intentando decidir si debía de intentar algo importante para ella en ese preciso momento, supe en el acto que era sobre lo de nuestra relación de “libertad”… y todavía no me interesaba que me planteara un nuevo acuerdo para nuestra relación, todavía era muy pronto para eso. De forma que me salí otra vez por la tangente cambiando sucesivamente de temas hasta el momento en que se nos unió Adriana, unos veinte minutos después. Supuse que la “tortura” de su prometido se había alargado...
Por lo que Adriana nos dijo se iría esa noche con nosotros a nuestra casa a dormir, había aprovechado la situación que habíamos visto en la habitación para tener una discusión bestial con su prometido, como castigo le había dicho que se iba con nosotros a dormir, que como mañana estarían las japonesas en mi casa ella se apuntaba y que él se fuera a tomar por ahí… si, por ahí mismo, por donde todos suponéis que le mando. El pavo se acerco a nosotros con el rabo entre las piernas, situándose lo más lejos que pudo de Sofía sin llamar la atención o que se pudiese considerar como una posición algo “extraña”. Una cosa que me hizo gracia es que Sofía parecía incapaz de mirarle a la cara después de lo que había visto que le iba al tipo, seguro que si hubiera intentado hacerle algo a Adriana o a alguna otra mujer se lo hubiera comido vivo, pero el ver lo que vio de forma voluntaria por su parte la puso bastante apurada, aunque por su trabajo ya hubiera visto de todo, y hasta como me confesaría más tarde el resultado de trabajos más bestias que el que le hizo Adriana, pero que esta vez por las “especiales” circunstancias… fue superior a ella. Una hora después más o menos nos fuimos los tres para casa, en el trayecto ambas fueron hablando de lo pasado, cada vez tenían un tono más cordial entre ellas, Adriana la intentaba explicar lo que sentía por mi y en qué sentido le era necesario aunque quisiera a su prometido… la dijo mas o menos que gracias a su “especial relación” conmigo había logrado un equilibrio para no sucumbir por completo a todo esto. Pude comprobar complacido que después de acostarnos Sofía permanecía despierta pensativa, estaba convencido que pensaba sobre todo lo que la había explicado Adriana y sobre su reacción en aquella habitación en la que se había dejado llevar por sus instintos más primarios al irse a por ella…
A la mañana siguiente me llegaba el turno de dar explicaciones a las tres, explicarlas de que iba toda esta historia con las japonesas. Desayunamos mientras Sofía ponía a Carol en antecedentes de lo vivido la noche anterior con Adriana y su prometido, también en la cabeza de ella no entraba el que una mujer como ella pudiera seguir con semejante hombre. Una vez que las tres tuvieron a la vista los secretos que las acompañaban en su relación conmigo pareció que sorprendentemente todo entre ellas empezaba a ir mejor, sino bien del todo o perfecto, al menos la cosa iba encauzándose entre ellas, que era en definitiva lo que yo quería. Después de esto me miraron expectantes, indicándome Carol que estaban las tres listas para oír lo que las tenía que contar sobre esta comida/cena con las japonesas, y mi relación con ellas ya de paso.
Empecé por contarles como conocí a Sakura, cuando mi maestro me acepto bajo su tutela conocí a su nieta, Sakura. La verdad es que me callo como el culo desde el precio, era la estúpida mimada mas lela que nunca me había topado. Ella era la mejor estudiante de su abuelo, cuando yo estaba con él era fuera de horario y a puerta cerrada, sin testigos de ningún tipo, incluyéndola a ella y a su otra estudiante privilegiada, Akemi. Hasta mi llegada ellas dos habían sido sus mejores alumnas y las tenía en palmitas, tras mi llegada yo las sustituí. Para poder quedarme allí solo me exigió mi maestro una promesa, jamás de los jamases me pelearía con Sakura o Akemi sin su permiso, y jamás contaría esto a nadie hasta que el me diera permiso para ello, o muriera.
Aquí y ahora puede suponer una estupidez, pero aquello era Japón, yo estaba desesperado y mi maestro me ofrecía esperanza así que me comprometí alegremente sin saber los sin sabores que eso me provocaría, eso me enseño a no prometer a la ligera, y también a aprovechar las oportunidades que ofrece una promesa con los demás... tan pronto te perjudica, como te salva de una buena. Con mi maestro descubrí que pueden ser un arma de doble filo, solo has de tener cuidado al hacerlas de que está este por el filo correcto. Por otro lado mi maestro también me enseño que no se puede forzar a alguien a ir contra su voluntad, que si alguien debe de hacer algo en contra de lo que cree que es mejor para él (o ella), o que le conviene, esto debe venir única y exclusivamente de esa persona, libremente, sino antes o después aparecerán las sombras de lo que pudo ser y no fue por, como él lo denomino, “razonamientos ajenos”.
Sakura se empeño en pelear conmigo como fuera para demostrarle a su abuelo que ella era mejor, incluso me “pego” en varias ocasiones, la única forma para mantener mi promesa fue no defendiéndome, este comportamiento llevo a mi maestro a ser más duro y distante con ella lo que lo empeoro todo, Akemi también estaba en ese plan aunque se controlaba mas, no estaba tan mimada con Sakura. La diferencia entre ellas radicaba en que unos días después de que mi maestro me demostrara algunas cosas sobre mi propia soberbia, el primer día que acudí a entrenar otra vez con él después de hecho de reponerme de sus explicaciones, Akemi llevada por la curiosidad y aprovechando un descuido de mi maestro entro en el Dojo mientras “combatíamos”. Y si, digo combatir, porque en esa época empezaba practicando pero antes o después me ponía en “modo combate”, cargando con todo lo que sabía… Para simplificarlo digamos que Akemi se dio cuenta de que si bien con mi maestro no tenía prácticamente nada que hacer, si me ponía en ese plan con ellas posiblemente las matara aunque fueran las dos a la vez contra mí. Cuando este se dio cuenta de la presencia de Akemi la hizo prometer también que no diría nada de todo esto.
Paradójicamente todo esto hizo que Sakura y yo acabáramos enamorándonos y juntos, no por ello dejo de intentar siempre que podía el lograr que me enfrentara con ella sin conseguirlo ni estar cerca de ello, como se fue dando cuenta poco a poco, lo que para su mentalidad de princesita era bastante duro de soportar. Nunca accedí a ello, jamás tampoco la dije la promesa hecha a su abuelo.
Poco a poco me fui orientalizando más, siendo cada vez más importante para mí el mantener la palabra, el deber, el respeto y sobre todo lo demás la gratitud hacia mi maestro, lo que agudizo mas todavía la situación con ella. Ella fue en gran parte responsable de esto en mí en su afán de salirse con la suya en lo de la pelea, al no saber sobre mi promesa me llevo al valor del Giri, para luego intentar obligarme por el hacia ella, mi prometida. Cuando intento que le explicara porque me negaba, ya que aunque tarde, al final se paró a pensar, sumó y entonces dos más dos le dieron cuatro. Entonces llego por fin a la conclusión de que algún motivo había para que me negara se encontró con que lo mismo que intentaba usar para que lo hiciera, el Giri por mi parte hacia ella, hacia mi prometida, resulto que solo me alejaba mas de ella y la solución que buscaba, le había salido el tiro por la culata, me había inculcado algo que iba en su contra y que sabía que ahora era demasiado tarde para hacer ya nada, porque entre otras cosas tanto su abuelo como Akemi estaban al tanto cuando se dieron cuenta de la maniobra para impedirlo.
Todo esto provoco en ella un cabreo de espanto, lo que llevo a un profundo distanciamiento entre nosotros al discutir por todo esto, algo que aprovecho su familia paterna para conducirla hacia un matrimonio de conveniencia. Ella seguía cegada y terriblemente enfadada conmigo por todo esto, así que como en ese momento estábamos “alejados” y ella en su cabreo no tenía intención de volver conmigo, accedió a ello comprometiendo su palabra con su familia y la del hombre que se quería casar con ella.
Cuando mi maestro hablo con ella se encontró con que se había metido ella solita en la boca del lobo, este al final logro hacerla medio entrar en razón. Cuando su abuelo la pregunto qué pensaba hacer al respecto, ella dijo que debía de respetar el honor de su familia, debía de respetar el Giri. Según supe luego ella esperaba algo así como que yo llegara montado en un caballo blanco para rescatarla y llevármela de allí, que evitara su boda. Pero desgraciadamente había inculcado muy bien en mí la cultura de la responsabilidad japonesa. Debía de elegir entre el Giri hacia ella, respetar su decisión y honrar el respeto debido a mi maestro, familia también y que acabaría con su honor también salpicado y el Nanjou, lo que yo sabía que estaba correcto, impedirla cometer tan terrible error, asumiendo las consecuencias de mis actos, incluido toda la “desgracia” que llevaría sobre su familia, gente inocente, incluido mi maestro.
Al final no hice nada porque por otra parte mi lado occidental me impedía ir a por alguien que había hecho todo esto por hacerme daño, que se había comportado como una inmadura y que tampoco tenía claro en ese momento si de verdad me quería o no. Lo que provoco que poco a poco Sakura me fuera odiando cada vez más, sin que yo pudiera hacer nada de nada por evitarlo, pensé en ese momento y sigo pensando que era ella quien debió de dar el paso de no casarse, dándome con eso una señal clara de lo que de verdad quería ella, entonces y solo entonces hubiera podido yo intervenir en su apoyo enfrentándome a lo que hubiera hecho falta, pero ella no dio el paso y nos llevo a esto.
Ahora Sakura está aquí para pelear conmigo por fin, ha logrado su máximo anhelo, aunque me odie. Cuando su amor paso a odio y vino a por mi su abuelo se interpuso antes de que la cosa se pudiera ir de madre, una cosa era no defenderme de alguien que no buscaba hacerme daño y solo probarse a sí misma, pero otra muy distinta para mí era no defenderme de alguien que me haría todo el posible y eso mi sensei lo sabía perfectamente, sobre todo dado que todavía residía en mi esa “violencia” , el sabia que solo estaba aletargada, esperando resurgir de nuevo. Logro convencer a Sakura que solo cuando ambos dejáramos de odiarnos por tener a otras personas podríamos pelear, nos lo hizo prometer a ambos… cuando Akemi sin saberlo la dijo que tenía ya a alguien en mi vida desato todo esto. Afortunadamente al darme cuenta y serme de utilidad me adelante a ella, llamando a mi maestro para prepararlo todo, pero esto último evidentemente no se lo conté a ellas, no dije nada de que me convenía todo esto para mis planes para ellas tres. Y claro, tampoco que nada de todo esto lo estaba explicando de forma gratuita, además que solo explicaba aquello que me era necesario e imprescindible para mis objetivos, guardándome bastantes cosas, aunque nada que fuera realmente importarte en esta historia, solo simples matices que podían llevar a error o confusión, que se dice.
Adriana no pudo callar por más tiempo y me pregunto a que venía todo esto, que si lo que ella quería era pelear conmigo no veía el problema, que ella había visto muchos combates de artes marciales… que no veía donde estaba el problema. Sofia dijo más o menos lo mismo, incluso se me ofreció a servirme de esparrin si quería para poder calentar antes de que ella llegara… ya que por su trabajo sabía defensa personal, en la que según ella era muy buena. Entonces me puse serio, muy serio…
- Yo : Sofía, ¿recuerdas el día que nos conocimos…?
- Sofía : Si claro fue cuando aquel violador que tu detuviste al saltar sobre él cuando me agredía… -sonrió recordando.
- Yo : Ya, veo que sigues sin entender nada de nada todavía… porque no piensas entonces mejor en tu Ex o el de mi hermana… quizá eso te aclare un poco más el porqué de toda esta historia que os estoy contando, y porque mi maestro no quería que peleáramos Sakura y yo.
Sofía se puso repentinamente pálida, al igual que Carol, entendiendo entonces lo que la palabra “combate” significaba, al mentar a sus Ex dejando entrever que me refería a lo que les hice entendieron que no estaba hablando de un combate normal de artes marciales. Adriana que no entendía nada pidió explicaciones a las dos, estas le explicaron lo de sus Ex, además de Sofía lo del violador y las consecuencias de mi “cariño” hacia ellos en esos momentos. Ella también se puso pálida entendiendo por fin lo que parecía significar todo esto.
- Adriana : Pero no pude ser tan duro verdad, con las protecciones adecuadas y aunque se os escape algún golpe…
- Yo : Adriana la marcas de mi torso son de un felino, pero solo los zarpazos. Estaba de caza tras él, armado solo con un machete y eligió huir por donde yo estaba, como soy gilipollas no me quite y me enzarce con él. El resultado es que gracias a dios solo lanzo los zarpazos para quitarme de su camino, sino ahora estaría muerto, no lo cuento nunca porque no me siento orgulloso de ello precisamente, pero de eso solo son los zarpazos.
- Sofía : Pero todas las demás cicatrices… si es como si te hubiera usado de cojín para afilarse las uñas, tan corriendo no saldría, ¿no? Te estás quedando con nosotras.
- Yo : Eso no es del felino. Durante más de dos años estuve participando en peleas ilegales por todo el sudeste asiático… Thailandia, Birmania, etc… y creedme si os digo que era de los mejores, pero al final estaba llegando a extremos peligrosos para mis adversarios. Llego un momento que lo tuve que dejar… y no porque yo estuviera en peligro, sino por consideración a lo que podía pasar con mi rival.
Sofía se puso pálida como un muerto, yo pensé que no sabía de que se asustaba, ya que aunque sabía que había participado en operaciones de detención en peleas de todo tipo y entre todo tipo de gente, con todo tipo de armas en España, pero creedme que estas son muy light comparadas con aquellas, donde todo el que entra al ring sabe algo de artes marciales, y no tienen escrúpulos precisamente en llegar a matar si les es preciso. Esto es algo que la mayoría de la gente ni sabe que existe, pero resulto que ella si había visto lo que era eso, según me dijo después durante un viaje que hizo con su ex, este la llevo a una de ellas en el sudeste asiático precisamente, salió horrorizada de lo que allí vio. Ahora de repente se encontraba conmigo y que me había dedicado a ello… las otras se asustaron al verla la cara…
- Sofía : ¿Mataste a alguien…?
- Yo : No, nunca mate a nadie durante una pelea. Pero estuve a punto en dos ocasiones de hacerlo, se salvaron de milagro, por eso deje de pelear, porque veía donde me estaba llevando. Cuando llegue al Japón mi maestro me acogió… me ayudo a “relajarme” por eso le debo tanto.
- Carol : ¿Pero tan peligroso era eso?, ¿tan peligroso como estabas?
- Yo : Sofía os conto lo del violador y lo que le hice. Si eso hubiera pasado nada más abandonar las peleas… el violador estaría muerto en el acto, y Sofía al sacar el arma tan cerca mío y sin avisarme posiblemente también, o si hubiese tenido suerte solo hubiera quedado en coma… o algo por el estilo, simplemente no hubiera pensado, solo atacado al peligro potencial que era ella para mí.
- Adriana : Supongo que Akemi lo sabe, ¿no?, por eso quiere impedirlo a toda costa…
- Yo : Efectivamente, según ella me conto se entero de forma fortuita por alguien que me reconoció de una pelea. Nunca me dijo quien, pero os aseguro que quedo muy impresionada. Y si, hablo de ello con mi maestro que fue quien la calmo al respecto. Entendéis ahora el porqué Akemi tiene tanto miedo a que combatiéramos entre nosotros Sakura y yo, y más después de saber por esa persona como peleaba yo… que es justo lo que quiere Sakura hacer.
- Carol : Pero aun así… aunque se os escape algún golpe…
- Sofia : (con un hilo de voz) No lo entendéis… será algo real…
- Yo : No se nos escapara ningún golpe. Los daremos aposta, serán golpes que buscaran destrozar las costillas del contrario, romper articulaciones… será una verdadera pelea de verdad, no una demostración. A esto Sakura no está acostumbrada, a golpear a otro haciéndote tu daño a la vez al golpear… a eso le tiene miedo Akemi…
- Sofía : (de pronto se le ilumino la cara) Pero tu maestro… Es su abuelo si hablas con él la podrá convencer de que no lo haga…
- Yo : Ya lo hice, y me pidió como ultimo favor con el que no tuviera ninguna piedad con ella… es más, le dio una carta para mí a Akemi, con instrucciones precisas sobre que “hacerla” si decide acudir a ciertos conocimientos que él la enseño… Y se lo he prometido. Solo quiero que seáis conscientes de lo que pasara aquí esta tarde, ninguna de vosotras debe de intervenir, pase lo que pase.
Ni os digo el maremágnum que me montaron las tres después de esto, sobre todo Sofia que si entendía lo que pasaría, o pensaba que lo entendía, aunque en ese momento no era capaz de hacerse una idea real de lo que vería después. Otra consecuencia de todo esto es que me empezaron a mirar las tres con cierto miedo, a nada que alzaba un poco la voz para hacerme oír entre sus voces se callaban enseguida visiblemente nerviosas… Sofía las había explicado por encima y sin entrar en detalles escabrosos como acababan los luchadores normalmente en esas peleas y os aseguro que se quedaron visiblemente impresionadas con ello. Supongo que el recordar mis cicatrices tampoco las ayudaba mucho a tranquilizarse, sin contar lo del violador y los Ex de Sofía y Carol. De repente me había convertido a sus ojos en otra persona completamente distinta, pero era consciente de que si quería algo con ellas debían de saber todo esto y superar su miedo. Imaginad lo que podían estar pensando de alguien tan violento como estaba resultando yo… además admitiéndoselo claramente a ellas, decir que me tenían miedo es quedarse corto… pero como digo me era necesario, si después se hubieran enterado por accidente hubiese sido peor, catastrófico posiblemente, ese tipo de secretos aprendí por las malas que si quieres a tu pareja es mejor que los sepa para que luego no haya sorpresas desagradables o los puedan usar contra ti con ella.
Después de esto estuvimos sin hablarnos durante más de dos horas, ellas tenían muchísimo en que pensar y sinceramente yo también. Por fin llegaron Sakura y Akemi, nos pusimos a comer en silencio. De repente Sakura empezó a hablarme en japonés… la corte en el acto y la dije que en esa mesa solo tres personas entendíamos el japonés, pero que las seis hablábamos el español o si lo prefería también hablábamos perfectamente el ingles, que si volvía a ver una falta de respeto de su parte hacia mis compañeras… se volvía para Japón tal y como había venido.
La vi mirarme sorprendida, pero más sorprendidas estaban mis chicas con lo que dije, después de esto Sakura cambio al español. Akemi me miro a mí y después paso a las chicas… entonces me pregunto si se lo había contado todo, ante mi respuesta afirmativa me pregunto si pensaba que era lo mejor, dada la situación en la que estaba con las tres. Yo la dije que sí, que si querían algo conmigo debían de saberlo todo, que en su momento cometí ese error con Sakura y no pensaba cometerlo dos veces otra vez. Sakura me miro como si fuera una serpiente…
- Akemi : Sakura cálmate… lo que te oculto al igual que yo fue por una promesa que le hicimos a tu abuelo, cuando todo esto termine lo entenderás todo… y no creo que seas más feliz por ello.
- Sakura : Solo me importa aplastarlo, así demostrare a mi abuelo que él no merecía la pena… ahora no está él para salvarte… cuando gustes y decidas empezamos la pelea. Te advierto que no tendré piedad, te romperé todos tus huesos… esto será una pelea real no lo que tu estas acostumbrado. Si quieres suplicarme estoy dispuesta…
Sin saberlo acababa de ponerme en un compromiso, su abuelo me pidió que si soltaba algo así no tuviera ninguna piedad con ella, que la aplastara como un insecto, aunque eso sí, que procurara no matarla u ocasionarla muchas lesiones. Me lo dijo como de broma, si, aunque sabía que la petición era en serio y que de broma nada de nada, mi maestro en estas cosas parecía que le hubieran extirpado el sentido del humor.
La única concesión que obligue a hacer a mi maestro, o más bien que el considero oportuno ceder en ella fue en que ambos llevaríamos cascos de protección, de los usados en boxeo. Cuando estuvimos listos con nuestros cascos puestos empezamos el “combate”. Debo decir que me costo la ayuda de Akemi el convencerla para ponérselo ya que no quería, además Akemi llevaba un Shinai (espada de bambú usada por ejemplo en Kendo) para marcarnos y evitar de paso que ninguna de las otras tres interviniera en la pelea cuando las cosas se pusieran feas… el golpe del Shinai os garantizo que duele, y más si el que lo maneja es experto… y Akemi lo era. Salimos al jardín del chalet, un sito amplio y con césped por el que nos podríamos mover a voluntad, y de paso uno en el que llevaría ventaja al poder mantenerme lejos de ella y de esa forma no castigarla en exceso, aunque pueda decirse que eso era trampa, prefería eso a tener que ponerme en serio de verdad, con el riesgo que eso suponía.
No os aburriré con la descripción de la pelea paso por paso, baste deciros que durante un rato nos estuvimos solo observando, cuando por fin pasamos a atacar se comprobó la diferencia entre ambos… ella me logro tocar un par de veces, haciéndome un daño de narices en las costillas. Yo por mi parte me puse serio después de esto y la di como seis o siete veces a mi vez, aprovechando además mi superior rango de distancia para mantenerla alejada sin tocarme so pena de recibir ella de lo lindo. Se dio cuenta entonces de que el terreno la perjudicaba a ella, lo que la cabreo más si cabe de lo que ya estaba. Se dio cuenta de que mientras yo me pudiera mover libremente manteniéndome a media distancia no tendría problemas en ganarla sin dificultad, y sin hacerla mucho daño de paso lo que suponía no estar tomándomela enserio desde su punto de vista, algo que no sería correcto, ya que una cosa era no querer hacerla daño, y otra muy distinta menospreciarla. Entonces llego el desastre, decidió nivelar las cosas con lo peor que pudo haber hecho, ahí me di cuenta de que mi maestro ya había previsto todo esto, por increíble que pudiera parecer, estaba claro que nos conocía perfectamente a ambos… Vi como hacia un gesto peculiar con su mano izquierda y de su manga se soltó un Kusari Fundo de aproximadamente metro y medio de largo…
Un Kusari Fundo, es una cadena cuya longitud oscila entre 1 y 1.5m que lleva una pesa en uno o en ambos extremos de la misma, se puede usar y llevar de múltiples formas diferentes, en este caso ella lo llevaba sujeto a su antebrazo… algo que ya me había enseñado mi maestro a temer, por desgracia para mí y ahora también por desgracia para ella. Kusari Fundo es quizá el nombre más conocido de la cadena de artes marciales, debido en su mayor parte a las películas de ninjas, pero aunque en cada arte marcial se la llama de diferente forma, en kung-Fu por ejemplo seria Cadena de nueve partes, aunque este nombre variaría de acuerdo a su longitud, siete partes, Etc… La cadena independientemente del arte marcial es el mismo perro con distinto nombre, o collar, que se suele decir.
Según la vi pare el combate y muy serio la dije que la guardara a lo que se negó con una sonrisa maligna, creyendo que ya me tenia cogido por las pelotas con la cadena. Yo sabía exactamente lo que quería hacer porque también conocía como se usaba, aunque yo no sabía hacerlo, su abuelo me enseño a temerla y por desgracia para Sakura, también a contrarrestarla… además de decirme que si Sakura la desplegaba y se negaba a dejarla debía de pedirle la carta a Akemi y hacer lo que me decía en ella. Lo que hice para asombro de Sakura, pedí la carta a Akemi, la abrí y la leí… la carta solo me decía esto…
“Hazla lo mismo que yo te hice a ti, pero por favor… ten cuidado y no la mates.”
Cuando un día me puse gallito con mi maestro por nuestra diferencia de envergadura y tamaño, el uso la cadena contra mí. Me hizo lo mismo que estaba a punto de intentar Sakura, me la engancho en el brazo derecho al ser yo diestro… manteniéndome de esa forma cerca de él, inmovilizándome mi brazo “bueno” o al menos el más fuerte, sin poder mantenerme a media distancia tal y como yo estaba haciendo con Sakura ahora, el caso es que pensé que el perdería más que yo de esa forma porque era casi el doble que él y le sacaría unos 30 kilos de músculos… me demostró lo imbécil que podía llegar ser yo también, igual que ahora su nieta. Quería ahora que yo la bajaran los humos igual que él hizo conmigo, haciéndola exactamente lo mismo yo a ella ahora. Lo que me hizo fue muy simple, me dejo inconsciente en poco más de cuatro minutos, después de darme la paliza mas terrorífica que recuerde haber recibido nunca… no pude tocarle ni una sola vez, y creedme que le intente dar con todo lo que sabía, incluso entre en lo que llamamos “modo combate”… pero no pude hacer nada contra él. Mi maestro tenía 63 años, y llevaba desde los dos años, practicando artes marciales y aunque entonces no lo sabía el también en su juventud paso por algo parecido a lo que yo hice por el sudeste de las peleas, así que estaba también acostumbrado pero la diferencia de conocimientos era brutal y me fue como me fue.
Sakura me hizo lo que su abuelo, engancharme el brazo derecho para inmovilizármelo y de paso ponerme a su alcance. Desgraciadamente su abuelo me enseño muy bien, al punto que a última hora ya no le era rentable usar conmigo la cadena excepto para intentar estrangularme si lograba enredármela en el cuello… Para desgracia de Sakura durante tres minutos aprendió la misma lección que su abuelo me dio a mí con la cadena, pero esta vez ella la lanzo y fue la que quedo inconsciente después de la paliza. Después de eso, con cara muy seria desenrede la cadena y cogí en brazos a la inconsciente Sakura, pasando por al lado de mis tres aterrorizadas chicas… al pasar la dije a Sofia que entrara para poder curarla los verdugones que el Shinai de Akemi había dejado en ella al intentar saltar para evitar la paliza que le estaba dando a Sakura.
Sofia al ver lo que la estaba haciendo intento intervenir, Akemi la rogo que no interviniera, al negarse e ir a por mi actuó, la golpeo tres veces con el Shinai dejándola sin resuello y terriblemente dolorida por los golpes, demostrándola a las claras que no podría hacer nada y lo mejor era permanecer quieta. Entre en el salón con Sakura y la tumbe en el sofá, pidiéndole a Akemi que fuera a la cocina a por un ungüento que me enseño a preparar mi maestro para los golpes, evitaría los moratones, aunque el dolor no se lo evitaría ni dios. También se lo di a las chicas para que se lo dieran a Sofia. Esperamos a que Sakura despertara para empezar con ella, entonces una vez lo hizo delante de todas ellas, desnude a Sakura sin dejarla hacerlo a ella ya que le dolía cualquier movimiento que intentaba hacer, es fue otra petición de mi maestro, ella debía de estar consciente, para de esa forma saber lo que dolía el orgullo estúpido, por eso lo de esperar a que despertara.
Una vez desnuda fui extendiéndole el potingue de repugnante olor por todo su maltrecho cuerpo, al menos había logrado evitar darla en la cara durante la pelea, gracias al dichoso casco de protección. Aunque las tres, o más bien las cuatro con Akemi, me vieron extenderla el potingue por los pechos y que mas que extenderlo parecía que estaba acariciándoselos, que también lo hacía a la vez que la extendía el potingue, ninguna tuvo el valor de decir esta boca es mía para nada pese a poder oír los ahogados gemidos que Sakura intentaba apagar como podía. Las cuatro pudieron ver como sus pezones se endurecían al contacto con mi mano sin que lo pudiera evitar, cuando llegamos a sus piernas pudieron comprobar también que su sexo estaba completamente mojado… clara señal de lo que estaba sintiendo con mis manos recorriendo su maltrecho cuerpo.
Eso me sirvió para conocer hasta que punto estaban consternadas mis “mujeres” con todo lo que habían sabido y visto en ese día sobre mí. Estaban todas en shock, incluyendo a Akemi y a Sakura, esta ultima por la paliza recibida, algo que puedo decir que definitivamente la bajo los humos del todo, igual que me paso a mí con mi maestro, su abuelo. Cuando recupero el conocimiento lo primero que intento fue disculparse conmigo por todo lo sucedido desde que nos separamos y felicitarme de paso por mi “victoria”.
Cuando intento disculparse delante de todas reconociendo que yo era mejor la di una sorpresa y empezando a pedirme perdón por todo lo que había pasado entre nosotros la corte para que no siguiera, pero solo la respondí sobre nuestro combate, lo demás lo pase por alto. La dije la verdad, que ella había sido mejor, que yo aguante a su abuelo cuatro minutos, pero con todo a mi favor, más peso, potencia, distancia, fuerza… y sin embargo no logre tocarle ni una sola vez, y ella en cambio me había dado a mi varias, sin contar con que todo esto dicho anteriormente estaba a mi favor no al de ella, por lo cual pese a durar menos tiempo podría decirse que ella realmente había sido mejor que yo… aunque riéndome la dije que nunca lo intentara con su abuelo que era capaz de matarla si lo hacía. Ella riéndose como pudo dijo que ni loca, que si yo la había hecho eso, su abuelo la mataría seguro… y si no lo hacía seguro que la dejaría el culo rojo por los azotes. Acabamos los dos de buen rollo, recuperando nuestra mejor relación de antaño.
Puedo decir que esto si saco a las otras cuatro de su estado de Shock, a ninguna las hizo la menor gracia la repentina excelente sintonía entre Sakura y yo… empezaron a ponernos malas caras las cuatro a la vez al vernos así.
Cuando llego la hora de acostarnos todos fue realmente cuando pude ver hasta donde las había afectado a Adriana, Sofia y Carol lo que me habían visto hacer con Sakura, ninguna quiso compartir la cama conmigo, parecían como asustadas, aunque ese no sería el termino correcto al completo, pero para hacernos una idea de cómo estaban servirá. Al final Sakura y Akemi decidieron compartir nuestra cama (de Sofia y mía se entiende) que era la más grande, así según Akemi podría atenderla cuando se la pasara el efecto del ungüento. Las demás cada una en una habitación y yo al sofá, algo que no me importo ya que quería estar solo para poder pensar. Ahora todas las cartas estaban sobre la mesa, Sofia, Carol y Adriana ahora si sabían prácticamente todo sobre mi, ellas debían ahora de dar el siguiente paso para definir nuestra futura relación, había colocado la pelota por fin en su tejado, solo tenía que esperar, haber si había calculado bien sus reacciones o no.
Para que entendáis un poco lo que tuvieron que ver durante mi pelea con Sakura y comprendáis mejor como se podían sentir, os diré que quizá de lo más fuerte que habían tenido que ver fue como Sakura volaba por el aire, y lo digo literal, casi un metro después de una patada sobre su pecho por mi parte, no tuvo tiempo del todo de afianzarse y dado su peso, ese fue el resultado. A continuación y mientras seguía en el suelo intentando reponerse empezar a patearla sin dejarla reaccionar, al final tuve que dejarla “espacio” para evitar dañarla de “verdad” puesto que seguía sin admitir su inferioridad. Cuando más adelante me engancho el brazo derecho con la cadena, tuvieron que ver como una de las veces logre colocarla de forma precisa para que sin que pudiera evitarlo la golpeara de forma salvaje con “la espinilla”, para que sepáis mas o menos como fue el golpe y os hagáis una idea mental de la situación, en la boca del estomago sin piedad ninguna y con todas mis fuerzas. Un tío de noventa kilos de músculos golpeando de forma salvaje a una mujer de unos apenas cincuenta kilos de peso, menuda y bajita, 1.60cm de estatura… Una vez en posición actué, golpeándola en el estomago desde su lateral con ella (la pierna me refiero), vieron como sus pies se levantaban del suelo unos quince centímetros debido al golpe, esto fue en tres ocasiones, ya que seguido al primero me dio tiempo de mandarle otros dos golpes más con los mismos efectos antes de que por fin se derrumbara al suelo, momento en que la di el último golpe sobre el casco de protección según caía, dejándola por fin inconsciente. Todas se dieron cuenta en ese momento de que pude haber terminado la pelea casi en el acto, pero me limite a darla una paliza antes de terminar con ella. Se dieron cuenta de que me ensañe con ella, que fue lo que me pidió mi maestro que hiciera realmente, aunque eso ellas no lo sabían.
Según me dijo luego Akemi, me habían podido ver pegarle a Sakura una paliza cuando podía haber terminado cuando quisiera con la pelea, todo ello sin demostrar el menor signo de piedad, mirándola como se miraría a una cucaracha antes de aplastarla con el pie, según ella hubo un instante en que nuestras miradas se cruzaron, y según sus propias palabras… se aterrorizo conmigo al sentir sobre ella esa mirada. Akemi era consciente de lo que pasaría allí, no así las demás, así que si a ella la pasó eso imaginad a las otras tres… especialmente Sofia que aun en su profesión, y habiendo presenciado algo así antes durante su viaje, nunca había sido testigo de algo semejante contra nadie. Cuando pase por su lado con Sakura en brazos las tres estaban como cadáveres, visiblemente aterrorizadas por lo que acababan de ver que le hice a Sakura.
El domingo por la mañana me desperté sintiendo un peso sobre mí. Cuando abrí los ojos por completo pude comprobar que tenia a Sakura tumbada sobre mí, llevaba puesto uno de mis jerséis que supuse saco de algún cajón. Era igual que cuando vivíamos en Japón, que cuando ella se quedaba en mi casa siempre acaba vestida únicamente con uno de ellos, sin nada mas debajo ya que decía que le servia de vestido y que así podríamos follar sin problemas donde quisiéramos y cuando quisiéramos por la casa. Enseguida supe también que se había vuelto a untar el potingue de su abuelo, se echo a reír al verme arrugar la nariz por el olorcito que desprendía… me dijo que me fastidiara que al fin y al cabo estaba así por mi culpa. Me dijo también que pensaba seguir con él hasta antes de marcharse al avión, que no quería después estar medio mes en cama por el dolor de la paliza que le había dado. Ciertamente el potingue era una maravilla… pero joder es que no os podéis hacer una idea del olor que desprendía, con el evitabas meterte en peleas solo por no ponértelo después si te daban, creedme, era así de malo su olorcito.
Cuando salió Akemi que fue la primera en despertarse después de nosotros ni os cuento la cara que puso cuando nos vio así. De hecho a los pocos segundos aparecieron también las otras tres, que se unieron a la fiesta de caras, más todavía cuando ni Sakura ni yo hicimos la menor intención de movernos de cómo estábamos. Ninguna pensó nada raro, más que nada porque con la paliza que había recibido ella el día anterior a mis manos lo de que pudiéramos haber estado follando no pasaba por la cabeza de nadie… todas pensaban que la pobre Sakura debía de tener el cuerpo molido del todo. Pero aun así se vio claramente que la situación no la gustaba a ninguna de ellas ni lo más mínimo.
Las pedí que por favor fueran preparando el desayuno para todos, no es que las viera muy conforme de hacerlo mientras Sakura y yo seguíamos así pero a regañadientes fueron a ello. Cuando por fin nos dejaron ayude a Sakura a poder llegar a la mesa y sentarse, vi de reojo como Sofia nos sorprendió, y se sorprendió ella al comprobar que el motivo por el que no nos habíamos movido era porque la pobre Sakura estaba realmente hecha polvo. Todavía recordaba perfectamente el tiempo que me costo que me dejara de doler todo el cuerpo después del tratamiento de buena educación que me dio mi maestro, así que sabía exactamente como estaba ella, el llegar hasta mi y tumbarse así sobre mí la debió de costar horrores.
Después de desayunar me mandaron a hacer unas compras de última hora para poder hacer la comida antes de que Sakura y Akemi se fueran, a una gran superficie que ese domingo abría sus puertas. Me resulto evidente que era una forma como otra cualquiera de mandarme lejos mientras ellas hablaban… supuse que de mí. Si todo iba bien, es decir, como yo lo había previsto, Akemi y Sakura pondrían a las otras tres de camino a lo que yo pretendía desde el principio con ellas. Cuando me fui se podía cortar la tensión entre ellas con un cuchillo, por un lado Akemi y Sakura, por otro Adriana, Carol y Sofia… esta última era la que llevaba la voz cantante en el grupito, justo como yo quería que fuera.
Cuando yo regrese parecía que las aguas se habían calmado por completo, por la noche acompañamos a las dos al aeropuerto, Sakura desde luego daba penita verla, le habíamos dado de todo lo que se nos ocurrió para el dolor, si la llegan a hacer una prueba de drogas habría destrozado el test… le habíamos metido de todo tipo de calmantes para que aguantara bien hasta llegar a casa. Me sorprendió que no intentaran nada para que volviera con ellas, supuse que se habían dado cuenta de que ya no pertenecía allí, que ahora mi corazoncito estaba en la manita de Sofia, aunque ella no lo sabía… y ya procuraría que no lo supiera nunca del todo para que no se confiase.
Durante al menos casi un mes después de su partida, y después de una visita relámpago mía al Japón por motivos de trabajo, visita en la que no vi a ninguna de las dos, tanto Adriana, como Carol, como Sofia me estuvieron evitando en la medida de las posibilidades de cada una. Fue un mes de satisfacción solitaria ya que ninguna venia a mi cama y yo desde luego no tenía intención de buscarme a nadie, ellas necesitaban tiempo y yo estaba dispuesto a dárselo sin problemas.
Por fin una noche acudió a la cama conmigo Sofia, hasta entonces había estado durmiendo en otra habitación, negándose a compartir la cama, en estos casi veinte días solo le pregunte dos veces al principio si quería volver a la cama conmigo, asegurándola que no pasaría nada que ella no quisiera, pero me pido espacio y tiempo para poder pensar, así que accedí y no volví a molestarla, algo que vi que me agradeció en el alma. También me di cuenta de que no debían estar acostumbradas a que un tío actuara así cuando pedían tiempo y espacio para pensar, debían estar acostumbradas a ser atosigadas a los tres días y mi actitud las extrañaba ya que llevaba casi veinte días sin decirlas nada a nivel personal a ninguna.
Sofia se metió en la cama, abrazándose inmediatamente a mí, al empezar a besarme no pude controlarme más, y a mi vez empecé a “devorarla”… la tenía unas ganas locas después de estos días de sequia a los que me había sometido, bueno realmente las tenía ganas a las tres, pero Sofía para mí era especial para mi, ya que era la mujer de la que estaba enamorado aunque me costara admitirlo del todo.
Empecé a besarla con frenesí, de forma veloz, rápida, deseoso de llegar pronto su sexo para empezar a saborearla… Una vez en el inicie un trabajo suave sobre su clítoris, empecé a mover mi lengua en sentido circular acariciándoselo, mientras dos deditos le follaban el coño. El resultado fue que pocos minutos después se corría entre fuertes gemidos. Cuando se recupero me obligo a tenderme encargándose entonces de mi congestionado pene, veía que ella me tenía tantas ganas a mí como yo a ella, unos minutos después de haber iniciado el trabajo me descargue por completo en su boca. Después de que mi miembro recuperara otra vez su vigor estuvimos haciendo el amor durante al menos dos horas, hasta quedar completamente satisfechos ambos del otro… Entonces ya más tranquilos llego el momento de hablar en serio del futuro.
Sofia quería renegociar el trato que hicimos cuando empezamos a salir, ya no quería ningún tipo de relación abierta conmigo, quería una relación completamente monógama, algo a lo que accedí sin problema ninguno ya que era lo que quería con ella desde el principio, pero debía de ser ella la que lo pidiera sin que yo la obligara a ello, sino antes o después esto acabaría pasándonos factura a ambos y yo sabía cómo reaccionaría yo en ese caso. Cortando por lo sano a la más mínima, justo lo que quería evitar a toda costa.
Lo que me sorprendió gratamente es que incluyo en el lote a Carol y Adriana. A Carol supuse que si lo haría, pero Adriana sinceramente pensé que sería el sacrificio a realizar por mi parte para mi relación con Sofia, pero me equivoque de medio a medio, eso si me pidió tener la última palabra sobre mi relación con ella, y debería de aceptar lo que decidiera, si era dejarlo lo haría sin rechistar... indudablemente acepte sin pensármelo, como dije antes y por duro que pueda parecer Adriana solo era para mí, pese al cariño que la tenia, moneda de cambio. Seguía pesando mi pasado con ella y su traición, menos que antes pero ahí seguía todavía.
Entendiendo Sofia por Sakura y Akemi del valor que yo le daba a mi palabra me exigió una promesa con todo esto anterior, además de serle completa y absolutamente fiel, ella también lo sería conmigo. En esto excluyo a Carol y a Adriana, también me sorprendió que excluyera a Akemi y Sakura, pero siempre con la condición indispensable de estar ella delante cuando pasara, nunca con ellas a solas sin su permiso expreso, indudablemente ninguna de las dos debía de haberla explicado que el hecho de prometer a Akemi que no permitiría que volviera a pasar nada entre nosotros y lo que paso con Sakura en el pasado esa era un promesa fútil, ya que no pensaba volver a tener nunca más nada con ninguna de ambas mujeres. Supongo que cuando hablaron con Sofia se las apañaron para intentar sacar algo de donde no se podía ya sacar nada, ellas me conocían de sobra y sabían que directamente era caso perdido el intentar nada conmigo, así que lo intentaban con Sofia que sabían que me tenía en el puño sin saberlo ella.
Una cosa si he tenido claro siempre, Sofia no se dio cuenta en ningún momento que todo esto fue orquestado por mí para conducirla a una relación monógama conmigo como meta final. Yo sabía que podría dominar a Sofia sin problemas, “forzándola” a una relación como la que quería con ella, pero también sabía que si eso no salía de sí misma antes o después, como se suele decir, la cabra terminaría tirando al monte… y eso dado mi forma de ser supondría el fin de nuestra relación para siempre. Por extraño que pueda parecer de esta otra forma la cabra no suele tirar al monte… ya que es ella misma la que decide permanecer en el corral, sobre todo si la cuidas mimándola también un poquito, y yo pensaba dedicarme a hacer eso precisamente con ella.
Creo sinceramente que Sofia incluyo a Adriana porque vio lo mismo que yo con respecto a Carol, antes o después ella encontraría a alguien, alejándose entonces poco a poco de nosotros en el terreno Sexual para ser solo mi hermana y su cuñada… Adriana en cambio parece ser su contra punto ideal, algo que la permite mantenerse en constante guardia para no perderme, aunque no sabe que eso es imposible, nunca en fijaría en otra mientras estuviera con ella y yo desde luego no pienso sacarla de su idea. Sofia llego a un acuerdo con Adriana, ella se casaba como tenía previsto con su prometido y tendría acceso a mi sin problemas, pero sujeto todo a que siguiera casada con ese o con ella quisiera, pero casada y sujeta por alguien… sino se acabaría mi relación con ella, y creedme que a ambas las pareció algo genial del todo ese acuerdo, por raro que pueda sonar, pero desde luego es algo a lo que por supuesto tampoco pienso poner pegas de ningún tipo.
EPILOGO
Dos años después de todo esto que he relatado debo de decir que Carol esta de prometida con un chico estupendo, casi no pasa ya por nuestra cama como Sofia y yo preveíamos que pasaría con ella. Pero nos alegramos de que por fin sea tremendamente feliz.
Sakura y Akemi han intentado con el beneplácito final de Sofia “atenderme” de forma reiterada cuando voy a Japón, pero desafortunadamente para ellas yo soy el que no quiere nada de nada con ellas, salvo su amistad. Supongo que mi forma de ser y pensar es más fuerte de lo que podía pensarse… incluso me ha costado alguna pelea con Sofia por no acceder a las peticiones de ambas, incluso alguna vez que estuvo Sofia delante y receptiva para ello, me negué en redondo ya que como la dije, nunca me comprometí a tener relaciones con ellas, solo a no tenerlas sin su consentimiento expreso y al final terminamos discutiendo los dos seriamente por eso… pero, soy como soy, y pienso como pienso guste o no guste.
Adriana se caso con su “prometido”, siguen igual que siempre, la verdad es que somos su válvula de escape de la situación que vive con él. Para mi asombro hace poco que Sofia la dijo claramente que le dejase y se viniera a vivir con nosotros, algo en lo que no estoy conforme para nada… A Adriana sigo apreciándola muchísimo, por supuesto también queriéndola para follar, pero después de todo esto prefiero tenerla lejos de mí físicamente, pero mi promesa a Sofia, como ella misma me dice recordando lo de Sakura y Akemi, me obliga a aceptar sus decisiones con Adriana fueran las que fueran, que fue lo que la prometí, ahí reconozco que me pille los dedos, o como diría mi maestro... en esta ocasión elegí el filo equivocado de la promesa. Con esto no se que pasara al final, Adriana no se decide a hacer lo que la pide Sofia… gracias a dios.
Sofia se empeño en que la enseñara a pelear, lo bueno es que accedí, lo malo que es tan espantosamente buena como yo en encontrar formas de causar más daños usando estos conocimientos. Afortunadamente yo no soy ella, o más bien, ella no es como yo y tiene absoluto control sobre lo que hace con ellos no como me pasa a mí, aunque cada vez lo controlo mejor, claro que no me peleo con nadie… mejor así. Lo que ha aprendido de mi la ha resultado útil en varias ocasiones en su trabajo, solo espero que ningún caco idiota que vaya a detener la cause nunca el menor daño a mi niña, porque os aseguro que no me lo iba a tomar nada bien, pero que nada bien, y seguro que a estas alturas os daréis cuenta de que eso no sería bueno para la salud de nadie, especialmente para la del susodicho caco.
En estos dos años Sofia me ha pedido permiso dos veces para acostarse con otro, en la primera de ellas le di mi permiso por simple curiosidad morbosa de mi parte, por ver qué pasaba, arriesgándome a que lo hiciera de verdad, pero lo que saque a cambio fue un mosqueo de narices y que me montara la de dios… me costó dios y ayuda convencerla de que la quería pese a darla permiso. Bueno dios, además de Adriana y Carol en forma de ayuda para ser realistas, estuvo casi un mes y medio sin dirigirme la palabra y sin que Adriana se atreviera tampoco a “jugar” conmigo por temor a la reacción de Sofia si se enteraba de ello, mi hermana ya casi no contaba para eso, al final han resultado ser como uña y carne las tres.
La segunda fue hace poco y se lo negué, la dije que ni de coña, que sintiéndolo mucho a estar alturas no estaba ya dispuesto a compartirla con nadie… se me tiro a los brazos llorando y dándome besos de alegría… entonces aprovecho para decirme todo lo que me quería y de paso con una sonrisa maliciosa en su cara felicitarme porque iba a ser papa… casi me desmaye de la impresión, de hecho me caí de culo con la boca completamente abierta sobre el sofá de casa que es donde me lo dijo...
Adriana, Carol y Sofia se estuvieron burlando de mi por mi reacción durante casi dos meses, la hizo mucha gracia que casi me desmayara por enterarme de que va a ser papa… Según ellas parece mentira que alguien tan duro, tan terrible y tan fuerte como yo pudiera resultar luego tan blandito con esas cosas.
No sé que nos deparara el futuro, pero parece que por fin el pasado solo es eso, pasado… sombrío si se quiere, pero ya del todo inofensivo. Por fin parece que las cosas me salen bien del todo en mi vida.
FIN