Sombras del Pasado 12
Se adelanta el vuelo de Akemi y Sakura por fin se encuentra mi hermana con Adriana la que se monta cuando se conocen las españolas y las japonesas es de traca .
SOMBRAS DEL PASADO
12. EL FINAL (II)
El miércoles tenía pensado tener un día medianamente tranquilito, entre otras cosas para poder pensar detenidamente como narices juntar a las tres mujeres de mi actual vida, Adriana, Carol y Sofía sin que montaran un espectáculo o que se mataran entre ellas nada mas verse. Puede parecer estúpido, pero hasta ese momento no pensé en como coño juntarlas a las tres, o que es lo que podría pasar cuando estuviesen las tres juntitas en el mismo sitio... Algo del todo estúpido por mi parte, lo sé, creedme que lo sé.
Nada más entrar recibí una llamada del Japón, por lo visto habían adelantado el vuelo y en lugar de el jueves por la mañana, llegarían esa misma noche, de momento me dio que la mano de la dulce Akemi estaba detrás de tan súbito cambio de planes, y me temía el porque era esto, sin duda por la promesa a cumplir con Sakura o al menos eso esperaba que fuera. Era consciente de que Akemi intentaría evitarlo por todos los medios, así que cogí el teléfono y llame al Japón, a mi maestro, el abuelo de Sakura, estuve hablando del asunto con el cómo casi una hora. Debo de decir que me arrepentí de haberle llamado a los cinco minutos de estar hablando con él, ya que me "forzó" a llevar mi promesa con Sakura un paso mas allá de lo que tenía pensado hacer... una vez más, el Giri para con mi maestro.
Adriana por otra parte recibió los cambios de planes como una patada en el culo, y claro, por algún extraño motivo fue a intentar pagarlo conmigo, la jodìa no aprendía, o quizá aprendía demasiado rápido y le gustaba en que podía terminar todo aquello si la cosa se calentaba. Me llamo al despacho para que la explicara a qué coño obedecía semejante cambio, según la propias palabras de ella. Intente tranquilizarla, pero nada, que no había forma de que se calmara, por lo visto tendría que cambiar peluquería, manicura y todas esas cosas que suelen hacer las féminas antes de los grandes eventos. Vamos que le había pillado completamente a contra pie. Viendo lo alterada que estaba, dando pequeños jadeítos, con los ojos turbios y brillantes... decidí que ya que estábamos ambos en su despacho, ella muy predispuesta, con la puerta y las persianas cerradas como de costumbre... podría intentar al menos compensarla un poco por el desastre que esto suponía para ella... o si no por el intento de colármela, de cualquier modo pensaba disfrutar de la situación.
Así que me levante, rodee su mesa haciéndola levantarse mientras la besaba... ella intentaba evitarlo, poniéndome las manos en el pecho para que no siguiera, debo de indicar que con muy, muy poquito empeño... pero cuando mi mano se metió por debajo de su falda, acariciándola el coñito por encima de la telita de la braga perdió completamente la poca resistencia que hacia... la verdad es que diría que esta fue casi simbólica. La di la vuelta, situándome en su espalda, presionándola mi ya por entonces endurecido pene contra su culito... haciéndola gemir al sentir su dureza contra su cuerpo, mientras para entonces mi mano ya tenía dentro de su coñito dos dedos, que estaba trabajándoselo despacito, sin prisas... mientras mi otra mano penetraba por dentro de su blusa, sacando uno de sus pechos de la prisión de su sostén, apretujándolo, estrujándolo, acariciándolo, pellizcándoselo suavecito... mientras su cabeza girada hacia un lado comiéndome la boca con pasión. Apenas cuatro minutos después de esto alcanzo el orgasmo, sus gemidos fueron ahogados en mi boca... su cuerpo quedo laxo, completamente relajado apoyado en mi.
Se fue a intentar arreglar un poco para evitar que nadie descubriera lo que habíamos hecho cuando se lo impedí, la cogí por la cintura sentándola sobre su mesa de trabajo, después de esto la quite las bragas de un tirón... entonces la dije que aun tenía ganas de ella un poco más, me metí entre sus piernas en busca de su encharcado coño. Una vez llegue a él se lo empecé a comer con autentico deleite, haciéndola morderse una mano para no gritar por el trato que la estaba dando a su sexo. Empecé a juguetear con su clítoris enseguida, para en poco menos de cinco minutos llevarla a un nuevo y muchísimo mas intenso orgasmo. Una vez quedo completamente recuperada limpie el borde de su mesa con unos papeles, ya que había quedado manchado de flujos de ella misma al correrse. De todas forma no habíamos acabado todavía, una vez todo limpio me hizo sentarme en una silla, entonces me abrió la bragueta e inicio una mamada de las mas increíbles que nunca me hayan hecho antes, sobre todo por el morbo de tener a todo el mundo afuera temiendo ver salir cosas volando del despacho de Adriana por la presunta pelea que sin duda tendríamos montada... Por otra parte os aseguro que Adriana se esmeraba todo lo que podía y más en hacerme gozar. En apenas cuatro minutos me corrí en su boca mientras me mordía una mano para no gritar al correrme con ella.
Por "desgracia" llego la hora del cafecito, hora sagrada donde las haya, con lo que normalmente todos nos íbamos para la calle para tomarnos esos treinta adorables minutitos de relax. En cuestión de segundos la oficina se quedo vacía completamente, todo el mundo salió de estampida dejándonos a los dos solos en su despacho "peleándonos", con treinta minutos por delante sin nadie a la vista. Debo de decir que intente dejarlo estar solo con eso, pero Adriana se había puesto muy, muy caliente con la situación y quería mas, quería mas según sus propias palabras, "aquí y ahora, pero ya"...
Visto lo visto me dispuse a seguir jugando con la jefa, porque a mi intento de dejarlo estar diciéndola que ya la dije de no hacerlo más en la oficina, me dijo textual, tal cual, que eso se lo pasaba por el coño, que lo que necesitaba ahora mismo es que la follara, que con mis estupideces la había puesto como una puta perra en celo, que me jodiera y apechugara con mis acciones porque toda la culpa de esto era mía y solo mía por jugar con fuego, con el fuego de su coño. Mas bruta la tía que un saco martillos.
La cogí por la cintura con cierta rudeza, llevándola hasta el sofá donde la tire a lo largo... me lance sobre ella, abriéndola las piernas lo mas que pude, mientras liberaba mi polla de mi pantalón. Me situé sobre ella metiéndosela de golpe hasta el fondo, sin piedad, comenzando a moverme todo lo rápido y duro que pude sobre ella, imprimiéndola un ritmo muy alto de penetraciones... Para ahogar en lo posible sus gemidos y jadeos no deje de besarla en ningún momento mientras la embestía... estaba a punto de llegar al orgasmo cuando me salí de ella, ayudándola a incorporarse poniéndola contra el respaldo del sofá. Me situé detrás tras lubricarme bien la polla, apoye la cabeza de la misma en la entrada de su culito... la tape la boca con una mano para evitar que pudieran oír su alarido desde los edificios de los alrededores.
Tras esto se la metí hasta los huevos en el culo, sin piedad... menos mal que le tape la boca porque el alarido fue bestial... poco después empezó a mover el culo como una desesperada pidiéndome mas fuerza en las embestidas... empecé a la vez con una mano a machacarla el clítoris mientras la seguía reventando el culo como un bestia, cada vez dándola con más saña hasta que se corrió como una burra... después fui yo quien se corrió, llenándola el culito de leche. Una vez terminamos la ayude a vestirse otra vez quedándome un ratito con ella sentados en el sofá danones besitos hasta que llegaron nuestros compañeros del café. Después de esto nos terminamos de vestir bien otra vez y seguimos con nuestro día normal...
Luego llego el momento de decirles a Sofía y a Carol que esa noche iría muy tarde a casa porque iba a recoger a las japonesas al aeropuerto, hasta eso todo genial, no es que notara que las hiciera excesiva gracia pero bueno, entendían que tuviera que ir yo a por ellas, más que nada porque las conocía también, pero cuando supieron que Adriana también iría conmigo, los dos solitos... fue la de dios, se monto la trifulca padre, menos mal que fue por teléfono, que si no... no sé yo como hubiéramos acabado tal y como se pusieron las dos, porque fueron las dos por separado cuando les dije lo de que me acompañaría Adriana, no les gusto lo mas mínimo a ninguna, parecía que si hubiesen leído el pensamiento ambas... me costó dios, ayuda y cabrearme en serio el poder calmarlas a ambas... claro que también fue en culpa parte mía, porque cuando insinuaron que lo que quería era follàrmela aprovechando la escusa de las japonesas las respondí que no, que eso ya lo había hecho hacia un rato en su despacho, en la hora del café, justo ahí fue cuando se monto toda la trifulca con ambas... porque si, se lo solté a ambas sin contarme ni lo más mínimo, ¿que mala leche tengo, no?, o quizá sea inconsciencia y amor al riesgo de que te capen en un cabreo...
Después de salir de semejante "patatal" en el que me metí solito, no tuve casi tiempo para pensar en cómo coño juntarlas a las tres para que no se mataran entre ellas al preséntalas el sábado, sobre todo después de esto último. Por fortuna para mí la providencia vino en mi ayuda, bueno no sé si la providencia o la falta de confianza de Sofía y Carol en que no terminaría revolcándome otra vez en una cama con..., como dicen ellas, la puta de mi amante... lo cierto es que se presentaron ambas en el aeropuerto para "ayudarnos" a Adriana y a mí a recibir a tan ilustres huéspedes. De infarto, os lo aseguro, fue de infarto verlas y además por separado, en circunstancias tan "extrañas" como veréis mas adelante.
Cuando llegue con Adriana nos dieron la primera en la frente, el vuelo traía mas de una hora y pico de retraso por problemas en Moscú, así que decidimos irnos a una de las cafeterías del mismo a tomarnos un café, así podríamos charlar, o más bien Adriana interrogarme y de paso hacer tiempo. Según íbamos en dirección al bar apareció Sofía, mi dulce Sofía, con una sonrisita de oreja a oreja... lo que ya de entrada después del sobresalto inicial me mosqueo, quedando pendiente por si aparecía la otra que faltaba, mi hermanita Carol... pero como no vi nada raro me tranquilice un poco, pero solo un poco, ahora tendría que lidiar con estas dos fieras y que no se sacaran los ojitos entre ellas, porque por la forma de mirarse ganas no las faltaban, no.
Empezaron enseguida con los buenos modales entre las dos, no tardaron ni dos minutos en empezar con los puyazos. Podría decirlo de muchas formas más delicadas, pero lo cierto es que me hacharon los cojones y ataje con ambas por lo sano. Las presente formalmente a los cinco minutos, porque antes no me dejaron meter baza, estaban muy ocupadas lanzándose dardos...
- Yo : Adriana te presento a mi novia Sofía, que folla como dios.... Sofía te presento a Adriana, mi jefa y mi amante, que también folla como dios, sois dos diosas follando (todo esto con recochineo, lo que enfado a ambas conmigo, después me puse muy, muy serio para seguir). Para que os dejéis de gilipolleces entre ambas, si, como ya he dicho estoy follàndome a las dos y me encanta hacerlo, ahora podéis dejar los puyazos para otro momento y tener un ratito tranquilo mientras esperamos el avión... ¿por favor?.
Se quedaron las dos con la boca abierta de par en par... como ya nos habían servido ambas casi a dúo cogieron el vaso de café dándole un sorbito, supongo que intentando procesar el morro que le había echado a la cosa. Entonces vi que Adriana se ponía pálida de repente...
- Yo : ¿Estas bien Adriana...?, estas pálida.
- Adriana : Si, es que he visto a alguien de mi pasado, alguien a quien no me esperaba volver a ver y..., esperarme un momento que tengo que verla para preguntarla una cosa...
- Sofía : Seguro que se va a follar con alguno que le ha gustado... -lo dijo rechinando los dientes y con mala baba, si destila mas veneno al hablar se muere la jodìa...
- Adriana : Mira zorra... -Corte en seco y por lo sano...
- Yo : Vale ya... Adriana me puedes decir por favor que pasa...
Acababa de ver a mi hermana buscándonos, supuse que se puso de acuerdo con Sofía para presentarse y así poder "saludar" a Adriana. Aproveche que desde donde ella estaba era imposible vernos para tirar de la lengua a Adriana antes de que pudiera ir donde mi hermana, ya que estaba mirando hacia donde ella estaba, y en esa zona solo estaba ella y una señora de unos 70 años, así que supuse que era a ella a quien Adriana quería ver...
Adriana tragando saliva ostensiblemente y mirándome visiblemente nerviosa me empezó a contar que cuando era adolescente se echo novio, que se la jugó por cobarde y le traiciono. Además cuando tuvo problemas por culpa de ella no fue capaz de apoyarlo sabiendo lo que realmente pasaba por miedo a que también la expulsaran a ella, igual que paso con ese chico... me dijo que quería hablar con esa chica, entonces señalo a mi hermana, porque según ella era hermana del chico, quería ver si podía localizarlo para pedirle perdón por todo aquello...
- Sofía : Un poco tarde, ¿no?
- Adriana : Si, y si no hubiese conocido a Chema creo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza... pero creo que es lo que debo de hacer, o por lo menos intentarlo.
- Sofía : ¿Por Chema...?
- Adriana : Si, me ha enseñado que debo de afrontar los problemas, no intentar esquivarlos o ignorarlos... perdonadme no se me escape... ahora vuelvo...
He resumido esta conversación un poco, aunque fue algo más compleja no recuerdo exactamente como fue, pero si su escasa duración, recuerdo claramente a Adriana muy nerviosa por poder ir a por Carol no fuera que se la escapara. Ambos vimos como salía casi a la carrera para evitar que Carol se la pudiera "escapar"... Para mi sorpresa según salió corriendo Sofía me dijo que ahora no sabía bien si odiarla o admirarla, que no sabía si ella tendría valor para hacer lo que estaba a punto de hacer después de tantos años, debo de decir que yo tampoco tenía tan claro si hubiese tenido también el valor de ir así a por mi hermana en la situación de Adriana.
Desde donde estábamos vimos como mi hermana empezaba a gesticular nada más llegar Adriana hasta ella. Sofía las miraba y después me miraba, auscultando mi rostro, intentando ver cualquier gesto que delatase mi estado de ánimo, algo que desde luego no iba a permitir mostrar. Pudimos ver como poco a poco según hablaba Adriana la expresión y lenguaje corporal de mi hermana fue cambiando paulatinamente a medida que avanzaba su conversación... Cuando dejaron de hablar vi que ambas venían charlando animadamente, en la cara de Adriana podía ver tensión, mucha tensión, mientras en la de mi hermana podía ver... diversión, se estaba divirtiendo la cabrona... me empecé a preguntar qué coño estaría tramando ahora.
Cuando se acercaron las dos, Adriana empezó a hablar sin dejar que ninguno nos adelantáramos...
- Adriana : Chema esta chica se llama Carolina, es la hermana del chico que te dije, quiero contártelo todo delante de ella para que veas que no miento ni ocultare nada de lo que hice... de la guarrada que le hice...
- Sofía : Gracias por invitarme también a oírte...
- Adriana : Me importa una mierda que me oigas, lo que digas o lo que puedas opinar de mi, solo me interesa que Chema sepa que soy sincera con él en todo...
- Carol : Me voy a sentar con vosotros sin partirla la cara solo porque me ha sorprendido que viniera así a por mí de motu propio, preguntando por mi hermano para disculparse con él y dar la cara por lo que hizo...
- Yo : Ya vale Carol, no te pases que no tiene la menor gracia, aunque seas mi hermana... ¿ahora me podéis explicar las dos qué coño hacéis aquí...?
Decir que Adriana se puso pálida al oírme seria decir poco, parecía un cadáver, como se pondría para sobresaltar y hacerlas levantarse corriendo para socorrerla a esas dos hienas de Carol y Sofía... Estaba sentándose cuando dije lo de "mi hermana", ella sumo dos y dos y le dio cuatro, obviamente yo era aquel chico del que ella hablaba, al que quería pedirle perdón. Entonces se tambaleo como si la hubieran golpeado con algo... estuvo a punto de caerse, pero antes de que cualquiera de las otras dos pudiera intervenir se sobrepuso...
- Adriana : Tu eres entonces...- Parecía no atreverse a seguir...
- Yo : Si, yo soy ese que temes decir. No te sorprendas cielo, cuando me preguntaste porque te odiaba, te dije que no lo hacía, pero que por circunstancias me era imposible poder confiar en ti... me preguntaste el porqué y de que nos conocíamos, yo te dije que antes o después te darías cuenta o te enterarías... Pues bien, ya sabes el porqué no puedo confiar en ti, porque me cuesta tanto...
- Adriana : Lo siento yo... -La hice un gesto para que callara...
- Yo : Por mi esta en el pasado, no olvidado porque nunca olvido nada, pero si en el pasado, así que por favor déjalo estar, disculpas aceptadas y pasamos a hablar de lo que espero de vosotras estos días. Y creedme que espero colaboración por vuestra parte, por la de las tres, por la de mis tres mujeres...
Fue decir esto de las tres mujeres y volver de sopetón las miradas como puñales, los ojos de celos y furia... justo lo que yo quería, hostilidad, y además que se notara. Coño que tanto amiguismo repentino me estaba dando mala espina y podía joderme los planes ostias. Joder que tres, por un momento me dio la impresión de que se enrollaban entre ellas y me pegaban a mí la patada en el culo. Debo de decir que sabía perfectamente que todo esto no había acabado ni muchísimo menos, sobre todo entre Adriana y yo, ahora que sabia por fin quien era yo en su pasado. Se veía a las claras que el descubrimiento la estaba pesando y haciendo mella.
Como veía que la cosa iba a mas calcule que todavía tenía tiempo de sobra para darla un buen repaso general sobre todo esto, pero sobre todo delante de las otras dos, para que no hubiera malos entendidos posteriores. Básicamente se podría decir que fue un monologo por mi parte, sobre lo que pensé de ella cuando la vi por primera vez... porque estaba claro que Adriana estaba dándole vueltas al asunto.
- Adriana : Chema me gustaría saber porque...
La corte... suspirando a la vez, tuve claro que no se conformaría solo con esto, necesitaba alguna explicación, por mínima que esta fuera, pero darla al menos algo en lo que poder pensar me podría servir de momento.
- Yo : A ver Adriana, la primera vez que te vi solo pensé en mantenerme alejado de ti, lo último que quería era mezclarme contigo por segunda vez. Sinceramente prefería no tenerte cerca a la posibilidad de vengarme por algo que paso hacia tanto tiempo, además que no me merecías ni siquiera el esfuerzo que ello me podría suponer. Cuando empezaste a cambiarlo todo y te viniste a por mí por mi forma de ser, de actuar, etc... Pensé en destruirte profesionalmente, personalmente, destruir toda tu vida... pero fue cuando coincidimos en aquella fiesta en la que me sorprendiste, o más bien, yo te sorprendí con tu prometido en aquella situación tan... "especial". Entonces decidí mirarte dos veces y descubrí que todavía tenia muchísimos mas deseos de destruirte por completo y arruinar tu vida, como tu arruinaste la mía...
Cuando vi que las otras dos iban a intervenir con lo de la situación especial con su prometido las corte en seco, dejándolas muy claro que esta conversación era solo entre dos personas y no pensaba darlas explicaciones a ninguna de ellas, que si las querían se las pidieran a Adriana, algo que evidentemente sabía que todavía no estaban en condiciones ni de imaginarse haciéndolo.
- Adriana : Entonces porque no lo hiciste... ¿porque me protegiste?...
- Yo : Porque no necesitaba destruirte Adriana, tu sola iban derechita a lograrlo por tu cuenta... solo debía apartarme, sentarme, mirar y disfrutar de cómo te autodestruirías tu solita y eso fue exactamente lo que hice... Pero al estar de observador pude ver mas allá, ser mucho más objetivo por suerte para ti, y me empezaste por algún motivo a recordar a la chica de la que me enamore... decidí comprobar si eras aquella o la hija de puta que me traiciono, por suerte para ti gano la primera opción, aunque al principio fuera por muy poquito si te soy sincero. Fue cuando decidí guiarte para que salvaras al menos tu trabajo, pero la cosa se lio como se lio y hemos acabado donde estamos ahora..., algo de lo no me arrepiento... hasta ahora.
- Adriana : Gracias por...
Antes de que ninguna mas pudiese intervenir, o Adriana seguir desahogándose mas, las dije a las tres que el viernes fueran preparándose porque dormirían en mi casa las tres, que tenían mucho de qué hablar entre ellas, que debían de sincerarse porque les haría falta para lo que sería el sábado con las dos Japonesas. Las dije que mas las valía saber todo lo que había pasado entre nosotros por ellas mismas, yo había contado algunas cosas, pero ellas debían de ampliárselas entre ellas, si alguna mentía o no decía algo lo sabrían, porque no podían saber que les había contado yo a las otras... Que después decidiría si me molestaba en explicarlas algo de lo que pasaría al sábado o no. Ni os digo como se pusieron las tres, cerrando filas inconscientemente contra mí. Cuando acabaron de soltar de todo lo que se les ocurrió se lo hice notar con enorme satisfacción porque todo empezaba a ir sobre ruedas, según mis planes,... tras pensarlo detenidamente las tres quedaron realmente descolocadas al darse cuenta del hecho en cuestión, acababan de "aliarse".
Aproveche para marcarlas un poco los puntos a las tres, antes de que alguna saltara con algo referente a... nuestra "especial" relación... le hice ver a Sofía que ella era alguien que le gustaban las relaciones abiertas con sus parejas, que Carol era mi hermana y eso la gustara o no condicionaría toda la vida nuestra relación, para terminar con Adriana... Ella tenía un prometido que era como era, que no podía darla lo que ella necesitaba, pero al que aun así a su modo quería muchísimo, pero que para que nosotros pudiéramos llegar a algo serio tenía el hándicap de su pasado conmigo... que nuestras relaciones eran un tanto "particulares", cada una en su propio sentido. Así que las pedí que por favor procuraran al hablar no intentar denigrar la relación de las demás, ya que cada una tenía sus propios talones de Aquiles en sus respectivas relaciones conmigo.
Indudablemente no eran idiotas, las tres sabían que yo me estaba follando a las demás, con lo que cualquier cosa que yo dijera normalmente debería ir destinada a evitar precisamente ese tema, pero sin embargo no solo no lo evitaba sino que lo reconocía abiertamente, sin justificarme en ningún momento delante de ellas para nada, ni intentarlo siquiera, lo que las dejaba tatamente desconcertadas por completo ya que no hacia lo que se suponía que debería de hacer. Debido a mi particular forma de ser tampoco sabían bien por donde "cogerme"... cualquier cosa podía chocar de frente con mi educación, forma de ser o lo que coño fuera que pasara en ese momento por mi cabeza, que tampoco entendían del todo como funcionaba la cosa, y darse la vuelta en su contra, como ya las había pasado alguna vez anteriormente, algunas veces magnificado aposta por mí, pero eso ellas no lo sabían.
Tenía delante de mí a tres mujeres que no estaban dispuestas a renunciar a mi bajo ningún concepto, pero con enormes problemas desde la propia e individual perspectiva de cada una, sin contar con la presencia "amenazadora" de las otras, de distinta forma para cada una.
Por un lado tenia a Carol que era mi hermana y mi amante, desde luego no tenía ninguna intención de renunciar a ninguna de las dos cosas, quería seguir siendo mi hermana con las ventajas que eso la proporcionaba y a la vez mi amante, sin renunciar tampoco al sexo conmigo, aunque eso la ponía en el disparadero si yo encontrara pareja "normal". Pero por otro lado había encontrado la solución perfecta a sus temores, nuestra madre era el ancla perfecta para ella en nuestra relación filiar, para la relación amorosa encontró en Sofía la cuñada ideal y una aliada perfecta para mantener la situación, el estatus quo actual conmigo sin problemas ni sorpresas. Pero llego Adriana y de nuevo volvieron su temores... se aferro más aun a Sofía y su relación se estrecho aun mas. Cuando descubrió quien era Adriana se unió mas todavía con Sofía...
Por otro estaba Sofía, ella estaba acostumbrada a relaciones abiertas con sus parejas, siempre la parecieron algo genial pero conmigo estaba como trabada con esa misma idea, se había enamorado como nunca le paso con nadie y tenía miedo de esa situación que siempre busco anteriormente, se la veía insegura del todo, pero no conmigo sino con ella misma, por ella misma. Desde que nos conocíamos, nunca la había presionado, exigido, llamado para ir a mi cama, siendo ella la que siempre había acudido buscándome a mí, tampoco la molestaba cuando me decía que había follado con otro con preguntas estúpidas, celos o nada similar, lo que sumado a mi especial carácter, provocaba que la pareciera estar colocada constantemente en el disparadero conmigo, con los pies en el aire. Mi relación con mi hermana y el posterior acercamiento de ambas había servido para tranquilizarla, se había encontrado con un ancla de peso en mi vida y una aliada firme para su relación conmigo. Sin embargo mi incipiente relación con Adriana había destapado otra vez todos sus miedos, estaba temerosa de que la dejara por ella, ya que era una mujer espectacular, a la que ella no podía compararse en lo mas mínimo... desde su punto de vista, no desde el mío que conste. Ahora tenía la baza del problema de Adriana conmigo en el pasado en su favor, pero aun así...
Después estaba Adriana, ella quería sin duda a su prometido en cierta forma, pero la particular forma de ser de este la ponía en una situación insostenible del todo para ella y su forma de ser. De repente había aparecido yo en su vida, siendo una válvula de escape perfecta para ella, era capaz de darla todo lo que no podía su prometido, haciéndola sentir tal y como ella quería sentirse. Pero estaba en una encrucijada insostenible conmigo, no precisamente temerosa de que la pidiera decidir entre ambos, porque ella ya se adelanto ofreciéndome irse conmigo dejándolo a él si era preciso. Se encontró con que se lo rechace devolviéndola sus miedos de nuevo de que pasaría entre nosotros, más si cabe al enterarse de que tenia novia y de nuestra particular relación, incluida la de mi hermana. Para su tranquilidad ahora sabia quien era yo, lo poco probable que era que la pidiera dejar a su prometido para después darla la patada en el culo, pero tenía otros temores... el peor era que dejara mi relación con ella definitivamente y mas por las circunstancias de nuestro pasado y la estima que veía ahora mismo hacia ella por parte de mi novia y hermana. En ese mismo momento sus miedos se estaban agudizando, pero a la vez mi presencia y forma de tratarla la daban una cierta tranquilidad... un tanto etérea podríamos decir, insustancial y volátil. En definitiva, no sabía ni por donde se andaba la pobre conmigo.
Ahora estas tres mujeres se encontraban de repente metidas en el mismo barco por la presencia de las dos Japonesas, además por las pocas pistas que dejaba escapar se notaba que eran personas importantísimas en mi vida. Pero lo peor de todo fue que con una de ellas emplee la palabra... prometida, además dicho con un tonito especial y especialmente indescifrable, que podía significar cualquier cosa, dejando claro que entre ella y yo teníamos cosas que aclarar, lo que visto la situación de precedente con Adriana no solo no las tranquilizaba sino que las ponía peor todavía. Acababa con todo esto de dejarlas medianamente claro que si querían conservarme debían de colaborar entre ellas cerrando filas momentáneamente, aunque después de la visita volvieran a estallar la hostilidades, pero si querían tener opciones conmigo debían dejar de lado sus diferencias personales entre ellas para colaborar en retenerme aquí hasta que esas dos se volvieran a su país... Las había colocado en los morros todos y cada uno de sus fantasmas individuales para atormentarlas con esta visita... aunque creo que todavía no se había dado ninguna cuenta del detalle de que yo visitaba muy amenudeo el Japón... pero no me importaba demasiado, ya se lo recordaría yo en el momento oportuno.
Lo que me fastidiaba era que todo me estaba saliendo demasiado bien, salvo por la llamada a mi cense... todo lo demás iba como la seda y por experiencia sabia que cuando algo iba así antes o después terminaba por joderse de alguna forma.
Empezó a joderse la cosa cuando aterrizo el avión encontrándonos con Sakura y Akemi... decir que fue un encuentro raro sería quedarnos cortos, pero que muy cortos. Ambas venían con dos sonrisas de oreja a oreja al verme, pero llego primero Akemi. Una Akemi que fue ultra efusiva conmigo, me pego un abrazo que casi me desencuaderna y un par de lentos besos cerca de la comisura de los labios, si esto último ya de por sí sería suficiente para que a Sofía, Carol y Adriana no las hiciera ni pizca de gracia, imaginad a Sakura, que los Japoneses no son nada dados a explayarse con sus emociones. Akemi acababa de meterla a Sakura una carga de profundidad atómica en plena línea de flotación. Para una occidental solo se abría pasado un poquito de efusiva pero para una japonesa… era toda una declaración de intenciones, mas conociéndose ambas como se conocían.
Sakura puso mala cara de inmediato, es decir, cara de clarísima incomodidad (para ellos es algo como la niña del exorcista o poco menos), en la que aduras penas lograba ocultar su cabreo con Akemi. Carol y Sofía no pillaron ni media de todo esto, pero Adriana había estado en Japón y si entendía levemente algo del efusivo abrazo de Akemi por todo lo que vio allí, ella sabía que no había sido algo “normal”, además máxime cuando vio la reacción de Sakura al abrazo en cuestión. Entonces digamos que actuó como una mina cuando explota otra cerca… “exploto” con Sakura por simpatía, se agarro un cabreo de no te menees… porque digamos que instintivamente como mujer celosa entendió que algo muy, pero que muy negativo había de significado en ese abrazo y casi morreo que me dio Akemi. Pero claro, las otras dos no sabían de qué iba la cosa, pero sí que sabían que Adriana se acababa de agarrar una de aúpa por algo de lo que no tenían ni idea, ya que no habían visto nada “extraño”. Pero ambas tenían claro que algo había pasado que no le había hecho gracia a Adriana y tenía que ver claramente con Akemi, ya que empezaron a ver ciertos indicios de cabreo contenido también en Sakura contra ella…
Akemi entonces para liarlo todavía más se abrazo a mí al estilo “occidental”, pasando su brazo por la cintura y hablando conmigo al oído, incluso llego a darme un besito en el, se puso muy juguetona la nena. Algo que no sorprendió nada a Adriana que se lo esperaba ya que Akemi conmigo se portaba “bastante occidental” tal y como vio en Japón cuando estuvo, aunque no la hizo ni puñetera gracia, mas cuando su instinto la indicaba que aquí había algo más de lo que parecía, algo con referencia a Sakura que llevaba una cara que cada vez mostraba más enfado con Akemi y… conmigo. Pero no os cuento la cara de las otras dos... para hacerlas una foto de la mala hostia que mostraban al ver como se abrazaba Akemi, ellas solo la veían como dos mujeres celosas a una competidora. Pero para Sakura fue todavía peor, porque ella era japonesa igual que Akemi, sabia como era esta conmigo, pero no tenía ni idea del grado de intimidad que teníamos los dos y esa forma de comportarse la decía muchísimo más de nuestra relación de lo que ella sabia hasta ese mismo momento... ni os digo como se puso con los dos.
Después de esto llego el saludo a Sakura que después de ver eso no es que fuera frio, es que se hubieran congelado hasta los pingüinos, lo que provoco malas caras por parte de las otras tres presentes con Sakura... Akemi se sonrió al ver los celos de Sakura. Akemi y Sakura se empezaron a mirar mal entre ellas después de la "declaración" de intenciones de Akemi ante Sakura al comportarse así conmigo, algo de lo que las otras tres ni se enteraron, aunque Adriana se olía algo raro en todo esto poniéndose también “agresiva”, contagiando a su vez a Sofía y mi hermana por “simpatía”.
Pero pronto empezaron a mirarse mal también las dos japonesas con las otras tres y estas con ellas, falto un pelo para que se liaran entre ellas y no a piropos precisamente... afortunadamente con Akemi y Sakura hable en japonés y las demás no entendieron ni papa del intercambio de "parabienes" entre Sakura y yo..., incluyendo su opinión sobre Akemi y yo con nuestra "relación" de la que se acababa de enterar, sino alguna salta a dejarla sin pelos.
Sakura se acababa de enterar de tan sutil forma por Akemi de que ella y yo debimos de tener una relación, aventura o como prefiráis llamarlo... lo que no sabía era desde cuándo y claro, se pensó lo peor reaccionando en consecuencia. Según nos íbamos para la salida la cabrona de Akemi me guiño disimuladamente un ojo, señalándome a Sakura que iba delante con una cara de cabreo de espanto, ya no disimulaba lo mas mínimo, igual que mis tres damas españolas, que también llevaban unos caretos de impresión, se habían puesto muchísimo peor solo con verle la cara a Sakura. Por lo bajito Akemi me confirmo que esta noche la explicaría lo nuestro a Sakura, con lo que al ser posterior a nuestra ruptura, ella se calmaría... "algo", porque lo de que su mejor amiga se liara a follar con su ex al poco tiempo de romper conmigo... se la atragantaría seguro, después me sorprendió dándome un piquito que vio Adriana con lo que su cara aumento en tamaño, a una pregunta muda de Sofía la hizo señas sobre mi pico con Akemi, que mi hermana también interpreto correctamente con lo que las dos aumentaron también sus caras... ahora sí que las tres estaban interpretando perfectamente las señales de Akemi, por muy japonesa que fuera.
Ni os digo la risita que soltó Akemi al ver el revuelo silencioso de caras cada vez más largas... y el aumento del nivel de cabreo de las otras tres, contagiando a Sakura que las miro de reojo y supuso que algo había pasado entre Akemi y yo... era de locos. Eso sí, solo con mirarla a la cara se podían ver sus respectivas opiniones de las demás, y os garantizo de de puta asquerosa o zorra inmunda no bajaban en ninguna de ellas…
Por otro lado me daba la impresión de que Sakura estaba olvidando de muchas cosas ocurridas entre nosotros y enfadándose como si todavía fuera algo mío, daba la impresión de estar poniéndose celosa perdida... por otro lado Akemi parecía dispuesta a que lo de "la última vez" del Japón quedara en agua de borrajas y siguiéramos con lo "nuestro"... y en los mismo morros de las otras cuatro que idiotas no eran precisamente y más cuando veían a otra intentando levantarlas el “chico” delante de sus narices.
Ahora me encontraba con sorpresas no previstas, empezando por la reacción de Akemi nada más llegar, declarando la guerra a todas las demás, algo que me dejo descolocado por completo. Conocía a Akemi y sabia que esto no era gratuito, ni posiblemente lo que parecía que era, nunca hubiera ido tan directa y menos con tanta competencia. Tenía muchas cosas en las que pensar y muy poquito tiempo libre para poder hacerlo con tranquilidad... veía que en los próximos días se decidiría mi futuro con ellas y que tendría a cinco preciosas mujeres tirando cada una de mí para su lado, a la vez que intentaban apuñalarse entre ellas… si lograba mantenerlas a ralla me sería muy útil después, pero solo si lograba que no se liaran entre ellas a leches, claro.
Si la cosa me salía bien... entonces... lograría lo que quería, aquello por lo que había montado todo esto.
CONTINUARA