Solos bajo la noche de lluvia 2
En el departamento de Rei
Shinji estaba lavándose sin creer todavía lo que había hecho. Asuka canturreaba en el baño y para que todo fuera más irreal, Rei lo miraba detenidamente sin emitir sonido. El muchacho se aseaba delante de ella sin pudor alguno. Rei no sabía que decirle. El joven tenía una monstruosa erección, el agua era un alivio. De vez en cuando el tercer elegido cerraba un ojo del dolor que sentía. Rei se canso de mirar y se puso a cambiar las sabanas del lecho del muchacho. Las sabanas estaban apelmazada de sudor y manchada de sangre. Rei metió todo eso como si nada en donde ponía la ropa sucia. Asuka salió del baño campante, con solo la toalla en la cabeza. Desnuda se dirigió a la cama que compartiría con Rei. No sentía ningún tipo de vergüenza o de pena. ¡Shinji si!, huyo hacia el baño y se ducho en silencio.
Rei le hizo otra vez la cama con sabanas limpias. Shinji debajo de la ducha trataba de no pensar. Su miembro seguía duro como roca. Trato de hacerse una paja, pero no soporto el dolor. Su miembro estaba caliente, con el calor de la fiebre, rojo, nudoso, a punto de explotar. Asuka y Rei entraron sin aviso, para ver por que tardaba tanto. Asuka estaba desnuda y Rei seguía en ropa interior. Ambas lo miraron esperando una explicación.
-¡Me duele! No vuelve a la normalidad...- el muchacho se tallaba el miembro como un poseso.
-¡Te lo mereces por ser un pervertido!-dijo Asuka, sonrió- Se te pasara dentro de un rato aprendiz de violador, ven a acostarte con nosotras
Shinji salió caminando con dos narices. Rei sintió que de nuevo era opacada por Asuka. Asuka siempre sabia que decir, siempre podía expresarse y manifestar sus sentimientos y emociones, ella no. Asuka miro el cuarto, las sabanas limpias, la cama. Sentía un escozor en su culo y en su coño al caminar. Miro a Rei, ella no contaría nada a nadie, pero... ¡era molesto que ella pudiera decir que no hizo nada malo!, ¡que todo lo hicieron ella y Shinji!
-Rei, ¡desvístete! y tu violador de pacotilla ¡siéntate!... será mejor no correr riesgos innecesarios, cuando te salga toda la leche que tienes acumulada en tu pervertido cerebro tu ramita volverá a la normalidad
Shinji abrió los ojos en forma desmesurada, Rei procedió a hacer lo que Asuka dijo. Su blanca piel parecía ser fosforescente en la oscuridad de la habitación. Ella era de senos pequeños, pero bien formados, coronados con pezones rosados. Su vello púbico era azul, ralo e incipiente. Su cintura era de avispa y su bello rostro, sereno. Rei miraba a Shinji con sus ojos rojos sin pestañear. Shinji estaba embobado ante las bellas y estilizadas formas de la muchacha.
Asuka estaba satisfecha. Por lo visto solo necesitaba ordenar con seguridad a Ayanami para ser obedecida. " ¡Es tu turno de ensuciarte, así no andarás por ahí mirándome por encima del hombro!" se dijo a si misma. Rei miraba a Asuka esperando instrucciones.
-Rei, ¿alguna vez has hecho una mamada, sexo oral?- le pregunto.
-No- fue la lacónica respuesta.
¿Ni siquiera al comandante Ikari?- Pregunto fingiendo sorpresa e inocencia.
¡Asuka!- se escandalizo Shinji
-No- dijo lacónicamente otra vez. A la hora de la verdad el Comandante Ikari siempre mantenía las distancias. Con ella siempre estaba pensando en su esposa muerta. El comandante era un hombre insondable y solitario, ella se sentía bien con él sin saber por que. No la trataba mejor que a ellos. Ella era algo importante para sus planes y solo eso. Amor, cariño, aprecio, nunca lo conoció por el comandante Ikari.
-¡Que fría y aburrida eres!- Dijo Asuka entre exasperada y divertida con la chica sin emociones- eres perfecta para bajarle la calentura a este pervertido... ¡arrodíllate y mamaselo!... metetelo en la boca, chupaselo, lámelo...
Shinji se quedo de piedra al oír eso. Asuka pensó que había ido demasiado lejos. Rei obedeció todo al pie de la letra. Se arrodillo, le separo las piernas al muchacho, abrió la boca y la punta del glande entro en ella. El sabor era indefinido, salado, acre. Chupo suavemente la enfebrecida carne. Era dura y palpitante. Shinji cerro los ojos, sentía un alivio y una frescura total. Ayanami empezó a lamer. Los movimientos de la chica eran fríos y mecánicos. Su rostro, inexpresivo y serio.
-Sigue así hasta que se corra Rei...- Dijo Asuka, con curiosidad y fascinación morbosa, veía todo sin perder detalle.
Shinji estaba echado hacia atrás, apoyado en sus brazos, con los ojos cerrados. Rei era metódica, meter en la boca, chupar y lamer era lo que hacia en movimientos exactos y precisos, cíclicamente. Asuka tenía la sensación de ver una maquina automatizada.
- Rei, metete más... ¡trágate lo mas que puedas!... sus bolas también... hazle una paja con las manos...sube con la lengua por su vientre... baja... ¡buena chica!... ¡devora su sexo!
Rei obedecía sin rechistar, no tenía imaginación, ni iniciativa. El pene rebosaba de saliva, las manos de Rei eran delicadas y suaves. Labios y lenguas acariciaban el glande, el falo, las bolas en forma meticulosa. Rei llevaba un rato indeterminado haciendo todo. Ella pensó que con los ojos cerrados disfrutaría más. La Verga era dura y maciza. El vientre del muchacho, plano. La piel era suave y lisa.
- Rei, ¡acaríciame... con tus pechos!... ¡por favor!...- Dijo el muchacho. Rei obedeció, pero le choco el "¡por favor!". Asuka no dijo nada.
Rei se coloco el falo enfebrecido y baboso de saliva en la separación de sus senos. Shinji puso sus manos sobres las manos de ella he hizo girar los pechos de la joven haciéndolos chocar entre ellos, con su miembro en medio. Rei se estremeció al sentir sus manos sobre las suyas. Los dedos del muchacho se deslizaron y se colocaron entre la palma de la mano y un pezón de la chica. Las tetas de Rei eran pulposas, acolchadas, la piel era fina y aterciopelada. El muchacho separaba y hacía chocar las dos masas de carne contra su rígido falo. Comenzó a follarse las tetas lentamente, moviendo las caderas y apretando un seno contra otro con fuerza. Rei sintió dolor, pero le pareció tolerable. La punta del glande aparecía y desaparecía entre sus senos. Shinji se incorporo y beso a la muchacha en la boca. Sus lenguas se buscaron y se encontraron. El beso fue largo. Shinji rompió el beso y Rei lentamente se tumbo en la cama.
Rei-Chan, ¡aprendiste a besar!- Dijo el muchacho con dulzura. Rei se ruborizo.
Ikari-Kun, ¡entra en mi!
La actitud de Rei era de una mártir que se tiraba a los leones. En su mente estaba la idea fija de que traicionaba al comandante, que Gendo Ikari jamás la perdonaría. El comandante no toleraría, ni aceptaría a nadie más en su mente y
corazón. Su cuerpo estaba tieso y rígido, bloqueado al placer. Pero a la vez, laxo y relajado, sin vida. Era un cadáver, prisionera de si misma. El himen de la muchacha no se rasgaba. Rei soportaba el dolor con estoicismo. Pero su rostro no podía ocultarlo. Gendo Ikari, era su centro del universo, un dios de retaliación y venganza, no de amor. Estaba siendo castigada por su trasgresión y pecado. Ella quería a Shinji, pero el máximo tabú era "No tendrás a otros dioses, solo a mí". Ella quería ser como Asuka, decirle "Baka", tener amigas, reírse, enojarse. El falso monoteísmo estaba en su cabeza, machacándole su ley una y otra vez. "No tendrás a otros dioses, solo a mí". Ella cerraba los ojos para no ver el rostro del comandante desaprobándola sin palabras. Juzgándola y condenándola.
Shinji trataba de compensar su inexperiencia y tosquedad, con ternura y dulzura. Entre mimos, caricias y sonrisas trataba de que la experiencia fuera lo menos traumática para ella. Él sentía la calidez de su cuerpo y su tortura interior. La carne de ella lo llamaba, pero algo indeterminado lo rechazaba. Asuka llevaba tiempo callada. El espectáculo ya no era divertido. No pudo evitar solidarizarse con Rei. La muñeca mostraba las costuras, ya no era "la chica modelo, consentida del comandante" era un ser humano que sufría. Ella pensó que Rei estaba asustada, por lo que había visto.
-Rei, no debes de tener miedo... duele al principio, pero después... ¡es delicioso!... relájate... ¡y tu, Animal!... ¡con más cuidado o te las veras conmigo!- Asuka estaba sorprendida por lo que estaba diciendo, deseo no haberlo dicho. Siguió mirando en silencio, pero con el ceño fruncido.
Las palabras de aliento de Asuka no cayeron en oídos sordos. Al muchacho lo hicieron sonreír y a la muchacha le hicieron mucho bien. El muchacho paso sus labios sobre los de ella en un suave roce. Los pezones de Rei florecieron bajo su pecho. Salieron hacia fuera, puntiagudos y abultados. El muchacho tomo uno de ellos y comenzó a lamerlo, a deslizar la lengua en lentas caricias. Chupo con fuerza, abarcando con la boca toda la aureola. En ese momento notó que los pezones de Rei estaban tiesos, diferentes a la última vez. Sintiendo su carne suave bajo sus dedos, empezó a apretar y masajear los senos de Rei, disfrutando la sensación y empezando a hacer gemir a Rei que se sentía más húmeda aun. Todavía dando tratamiento manual a su pecho, Shinji dirigió su atención entonces a los pezones de Rei que empezó a acariciar, mientras tiraba y pellizcaba. Rei aulló y puso sus manos encima de las suyas para aumentar el estímulo así como los lamentos de placer que escapaban de sus labios.
Rei sentía una presión creciente contra su parte sensible, causando que su corazón acelerara. Cuando frotó inconscientemente sus piernas, sentía una humedad entre ellas y un calor que de continuo aumentaba. Shinji, sobre ella, también lo noto. Su boca, labios y dientes seguían en su tarea de agasajarse en los deliciosos pechos de la peliazul. Delicadamente su mano acaricio el vello púbico, separo los sensibles labios vaginales y entro en la hondonada húmeda de fluidos. Rei se estremeció de pies a cabeza al sentir los dedos entrar así en su intimidad. Sintió una liberación y el Comandante Ikari dio la vuelta y desapareció. Rei estaba lubricada. Shinji miro fascinado el espeso y transparente liquido de entre sus dedos. Shinji hizo una pausa bastante larga para separar ligeramente los muslos de Rei. Shinji se subió sobre ella y se posiciono entre sus piernas. Estaba a punto de explotar y su erección estaba empezando a dolerle. Miro a Rei a los ojos y dando una profunda inspiración, empezó a empujar. Lentamente al principio, estaba asombrado de la estrechez de Rei, de la sensación de calor, humedad. Él gruño por el esfuerzo de introducirse completamente en ella. Shinji continuo hasta que encontró un obstáculo conocido. El tiro despacio hacia atrás, para empujar de nuevo hacia delante, avanzando un poco mas que antes. Los gemidos de Rei se cortaron cuando sintió el dolor, y estaba a punto de decirle a Shinji que retrocediera. Rei chillo y las lagrimas salieron de sus ojos, mientras aferraba sus uñas en las sabanas.
El Himen de la joven ofreció su ultima resistencia. En una lenta agonía de dolor, Rei fue desflorada. Shinji retrocedía y empujaba cada vez con mayor intensidad, sin descanso hasta que por fin la penetro por completo. Rei grito con todas sus fuerzas, pero al final lo peor ya había pasado. Shinji dio tiempo a la chica a acostumbrarse a tener su masculinidad dentro de su feminidad. La joven respiraba entrecortadamente. Se sentía aliviada y ligera sin su falso Dios. Shinji le sonreía hasta con los ojos. Asuka también. El muchacho le acaricio una mejilla con el dorso de la mano. No era un Dios, era un ser humano de carne y hueso. Asuka los miraba con falso fastidio:
- ¡El violador y la frígida!... ¿qué esperan?... ¡aplausos! ¡terminen lo que empezaron!... ¡Mucho ruido y pocas nueces!- Asuka ya no sentía animosidad contra nadie, ni odio o rencor.
-Rei-chan, ¿te gustaría estar arriba?- le dijo el muchacho. Shinji pensó que así Rei tendría mayor control y le dolería menos. Sentía la vagina de Rei alrededor de su miembro, adaptándose a él. A diferencia de Asuka, Rei no sangro. Las barreras en ella eran más mentales que físicas. Shinji sinceramente tenía ganas enormes de arremeterla y aporrearla como Asuka. En hundir su falo hasta el fondo de la muchacha y buscar solo su placer. No se fiaba de si mismo. Su verga al rojo vivo estaba impaciente.
-Si- Dijo la muchacha con simplicidad. Era un "si" humano, no la lacónica respuesta de siempre.
Rei sintió un alivio con la nueva posición. Shinji debajo de ella le dejaba todo y ella sintió que ya no necesitaba las indicaciones de Asuka. La pelirroja los miraba expectantes. Rei dio unos ligeros y tímidos saltitos. A mecerse de adelante y hacia atrás, a los lados, moviendo las caderas en círculos y ochos. Una y otra vez. Estaba cómodamente empalada y cada movimiento era un placer nuevo y desconocido. Shinji no podía leer su mente, pero ella estaba hambrienta de caricias. La joven al principio no dijo nada, pero después tomo las manos del muchacho y las puso en sus puntos sensibles: su vientre, sus pechos, sus muslos, sus nalgas, la cara. Rei era lenta y sinuosa. De movimientos estilizados, suaves. Asuka era fuego y violencia, un volcán. Rei era agua, oleaje. La muchacha fue liberándose poco a poco de sus ataduras, convirtiéndose en un mar embravecido. "¡La mosquita muerta reprimida se soltó el moño!" fue todo lo que pensó Asuka en ese momento. Rei aumentaba en intensidad y violencia. Su ritmo era frenético, pero a la vez de una cadencia suave. Una y otra vez chocaba con la carne dura del muchacho. El cabello azul y corto revoloteaba en el aire. Los gemidos y aullidos de la chica eran delirantes. Rei se sentía insatisfecha cada vez más. Se detuvo de pronto, sin previo aviso.
- Ikari-kun... dame por detrás como Asuka... ¡penetra mi ano! Dijo entre jadeos. Shinji la puso en cuatro patas, Rei estaba excitada y el pene de Shinji lubricado a rebosar de fluidos vaginales. El tercer elegido solo le separo las nalgas de la chica con las manos y entro sin mas preámbulos. La joven sintió dolor, pero fue breve, suave. Su culo devoro la masculinidad del muchacho con ansia, su ano se ensancho y se contrajo, el esfínter de la chica entro como el anillo a un dedo. Shinji arremetía sin piedad, ni consideraciones, relamiéndose los labios, saboreando y degustando con la piel, la suave piel de la muchacha. Los dos jóvenes habían descendido a lo más atávico y primitivo de su ser. Sus instintos estaban desatados. La machaca y el bombeo duro un largo rato.
Rei recordaba haber visto a un perro y una perra en plena cúpula, ella miro a los dos animales sin interés aparente hasta el final. La imagen volvía a su mente. El culo de Rei era delicioso y penetrarlo una y otra vez era un placer para el japonés. Las arremetidas eran lentas, largas y profundas. Las colisiones, duras. Las nalgas de la peliazul eran suaves, temblaban como gelatina en cada choque de caderas con un sonido seco amortiguado, el pene del muchacho entraba y salía en sonidos húmedos de succión. Rei sintió en su interior una plenitud y sosiego desconocido en todo su ser. Sus ojos se nublaron y sus mejillas se tornaron rosas. Sus pezones, duros como rocas, le dolían. Shinji se le monto encima y cubrió sus pechos con cada mano, su mejilla contra la mejilla de la chica. Los dos tuvieron un fuerte orgasmo. Rei sintió fuego en sus mejillas, rugió con todas sus fuerzas y casi se desmayo, entre jadeos se acostó con el duro miembro aún dentro de ella. Shinji estaba a su lado, era el primer orgasmo de ambos, pero Shinji no eyaculo y seguía con su erección. El muchacho casi con pesar se separo de Rei, de ese maravilloso cuerpo. El pene erguido le ardió, el muchacho cerro los ojos del dolor y apretó los dientes. Rei sintió un gran vacío en su interior, pero ya no podía mas.
¡Mierda! ¡SIGUES CON ESO "DURO"!- Dijo Asuka sin creérselo todavía, a pesar de estarlo viendo.
Asuka, me duele mucho... ¡tendremos que llamar a NERV!... ¡a la doctora Ritsuko!... definitivamente tiene que ser por lo del EVA y el último ángel...- dijo el muchacho entre muecas de dolor
¡DE NINGUNA MANERA!... ¡SOLO IMAGINATE TODAS LAS EMBARAZOSAS EXPLICACIONES QUE TENDRÍAMOS QUE DAR, BAKA!- Grito Asuka, guardo silencio por un momento y miro a Rei- ¡No señor! Nos tomara toda la noche, nos romperás el culo y el coño a las dos, ¡pero te haremos bajar esa erección o dejo de llamarme Soryhu Asuka Langley!...
Shinji trago saliva, Asuka parecía estar dispuesta a cortárselo como ultimo y desesperado recurso. A Rei la propuesta parecía no afectarle o importarle, sus ojos se posaron en ella buscando ayuda. Rei de solo imaginar que el Comandante Ikari se enterara...
- Shinji, ¡perdónanos!... pero Asuka tiene razón... Dijo bajando la mirada.
Me inspire para escribir este fanfic de uno que lei en la red, pero que no recuerdo que pagina:
Viñeta
por
Joshua Trujillo
traducción de Miguel García