Solo un suspiro (3)

Y allí en ese instante mi corazón bombeó lo que tenía que bombear para llenar de sangre los músculos adecuados y mi cuerpo obedeció a los comandos del delirante deseo...

Disculpen la demora andaba de viaje pero ya regrese....espro que disfruten de este capitulo....cuidense mucho, muchos besitos...gracias por leerme y a seguir con la historia

______________________________________________________________________________________

CAPITULO 3

Un vuelo nocturno como siempre, de esos que me gustaban, ya estaba en la sala de espera, sólo esperando que dijeran entren al avión….andaba distraída mirando los mensajes picantes que mi futura esposa me mandaba…me sonreía con una mueca  picara al recordar todo lo que hicimos antes de llegar al aeropuerto, en el auto, en el ascensor, en el baño….mi mente maquinaba cosas demasiado eróticas para las muecas tontas que hacía mi rostro, cuando de pronto me entró una llamada

Teresa: Alo?

Angela: Tete? – su dejo era inconfundible y al tiro la reconocí –

Teresa: pero si es mi Chilena preferida

Angela: preferida? Hay más de una?

Teresa: celosa….solo tu cariño

Angela: - su risa nerviosa se hacía notar – ahhh bueno está bien

Teresa: que pasa hermosa a que debo la llamada

Angela: bueno hace días que no se de ti, te mando mensajes y nada, que fue?, vas a viajar a Peru o no?

Teresa: uyy si hermosa, verdad, perdóname es que fueron días ajetreados – en un flash recordé todos los momentos con Diana y pude sentir un calor en mi rostro – pero si…o sea estoy en el aeropuerto esperando el vuelo para salir a Perú

Angela: pucha tan rápido – su voz cambió de inmediato –

Teresa: porque qué pasa?

Angela: no nada…o sea….digo….nahh olvídalo es una lesera, no es nada, oye qué bueno que vayas donde tu mamá y al final como acepto Diana?

Teresa: no no no, espera tú me dices que querías decirme, no me cambies de tema

Angela: nada, de verdad es que no era importante, sólo eso

Teresa: Angela si bien no te conozco hace mucho, siento que te conozco lo suficiente como para darme cuenta que algo más querías decir

Angela: ok ok…esta bien…nada, sólo que como vas a Perú, pues no sé se me ocurrió la idea que quizás…tu….y….no sé yo podamos, volver a vernos….o sea, no es algo así pensado sino que como vas a estar cerca, yo pensé….pero olvídalo si….no viene al caso tu vas a ver a tu mamá…olvídalo si?

Teresa: - la mente se me quedo en blanco, escuche todo, simplemente no estaba preparada a que lo propusiera – ahhh…Angi…yo….

Angela: no no olvídalo, ya te dije, son leseras mías yo no…..

Teresa: si….

Angela: si qué?

Teresa: que a mí también me encantaría volver a verte – un silencio inundó al otro lado del teléfono – Angela sigues ahí?

Angela: si si, aquí estoy, disculpa….bueno entonces….cuando llegues a Perú, hablamos más calmado y vemos como hacemos vale?...bueno te dejo cuídate mucho y buen viaje y…..Tete….te quiero muchísimo chau

Teresa: - el sonido de la línea cuando se corta me lleno los oídos – Angela?....alo?....chau??

Me colgó el teléfono sin esperar a que dijera nada, en ese momento pensé que fue por los nervios, pero ahora que lo analizo, lo probable era que ella quizás temía alguna negativa mía, y prefirió asegurar, o no lo sé….lo único que supe en ese momento, era que Angela otra vez había logrado mover, remover, y catalizar en unas cuantas palabras y una llamada, la ignición de mis mariposas en la panza y la ilusión.....otra vez estaba en la misma situación que meses atrás a merced de la risa, de la personalidad y la calidez de esa mujer, y un detalle más que en este tiempo que habíamos hablado nunca nos habíamos atrevido a decir que nos queríamos pero ella lo dijo, ella dijo que me quería…y lo mejor de todo era que yo sentía igual.

Me quede allí con la mirada a la nada, pensando y pensando, casi en un par de días había olvidado completamente a Angela, pero en 2 minutos de conversación había logrado que otra vez, sea ella la dueña de mi atención y de mis pensamientos…subí al avión casi una de las primeras, esta vez no me toco el 6B, sino un asiento casi al final del avión y para mi beneficio nadie me acompañaba en el asiento del costado….estaba absorta en mis pensamientos en lo que había pasado en esa diminuta llamada de apenas dos minutos, la repasaba en mi mente una y otra vez, tan abstraída en esa conversación que había olvidado llamar a Diana para decirle que ya partía, intente llamarla desde el avión pero lamentablemente mi señal era débil….otra vez, me decía a mi misma, otra vez, Angela había logrado no solo que le pertenezca mi mente pero hacerme olvidar de todo y de todos.

Todo el vuelo la pase despierta, no dormí, pero no porque no quisiera, era sólo que temía cerrar los ojos y quedar dormida con el pensamiento de Angela, temía que sea ella otra vez la que se aferrara a mis sueños y yo le faltara a la que sería mi esposa…al fin de cuentas yo estaba decidida a hacerla Diana mi esposa y a Angela dejarla como mi amiga, sin esperanzas de nada más, pero entonces que pasaba?...porque me sentía tan extrañamente nostálgica, no lo sabía sólo podía pensar en Angela y sin querer sentirme con la nostalgia en todo mi ser, que era esto? En ese momento no supe que decir, y hasta ahora aún me cuesta aceptar lo inocente que fui.

Casi una semana ya llevaba en Lima, mi mamá estaba de lo mejor, la operación fue tan sencilla y práctica que en dos días ya estaba fuera del hospital y lista para la guerra…todo ese tiempo yo hablaba con Diana y seguíamos con los pequeños detalles que aún faltaban para la boda, mi madre obviamente poco interesada, nunca quería escuchar, pero al menos había logrado hacer que fuera a la ceremonia…mientras tanto Angela y yo hablábamos seguido pero con un velo de cierta incomodidad, ya no hablábamos como antes, con la misma confianza, ni nada por lo que el tema de encontrarnos no se había tocado, además que mi tiempo de partir ya estaba próximo así que no quise insistir hasta que un jueves en la noche recibí una llamada.

Teresa: hola?

Angela: ola, disculpa por la hora te desperté?

Teresa: no no, para nada, me estaba arreglando para salir con unos amigos

Angela: ahh vaya, entonces no te molesto

Teresa: no no, dime para que me llamaste, yo sé de esto Angi, cuando una mujer dice, no no pasa nada o no te molestes, es porque si pasa algo y si es una molestia, entonces ahora dime para que llamaste a parte de sólo por querer escuchar mi hermosa voz? – una pequeña risa logre sacarle y con eso el ambiente se relajo un poco –

Angela: lesa, nada, que no se, que esta semana ya casi se acaba y no hemos hablado de si nos vamos a juntar o no? – aquella frase le salió casi en susurro, como dudando de decirla o no –

Teresa: pero que tímida mujer, quedamos en hablarlo pero tú nunca lo sacaste a relucir, por eso yo no dije nada – mentí, el miedo y timidez era mutuo –

Angela: yo?....ahh bueno, ahora lo saco, este fin de semana lo tengo libre y no se pensé que quizás podíamos hacer algo….

Teresa: ok lo hacemos…entonces yo viajo o tu viajas?

Angela: ehh no se….yo…

Teresa: un punto medio te parece?

Angela: creo que si…no se….

Teresa: perfecto….te parece en Chile?

Angela: ahhh…no se

Teresa: mujer di algo más que no se….dime…donde de Chile?

Angela: uhmm Iquique?...me han dicho que es bonito y yo no he ido nunca y está cerca a la frontera con Peru, que te parece?

Teresa: me parece fantástico, en este momento buscare el pasaje y lo compró para el sábado no?

Angela: espera, no vas a pensarlo, no vas a consultar?

Teresa: pensar nada, y a consultar a quien?....mi madre?...mi novia?? Para que sólo vamos a reencontrarnos no? – volví a mentir, yo esperaba mucho de ese encuentro aunque no lo quisiera aceptar –

Angela: ahh si claro…

Quedamos en viajar el día sábado, teniendo la gran esperanza que hubiera pasajes para ese día, por suerte así fue, quedamos en encontrarnos alrededor de las 7 de la noche en un restaurant que por las fotos de internet se veía bonito y era de comida peruana, “Kuri” se llamaba…al día siguiente hable  con mi madre, aun no recuerdo que excusa le di  para viajar, pero creo que lo sospechaba porque hasta el día de hoy aún no dice nada, a Diana ni se lo mencioné, al día siguiente tenía prueba de vestido y todo el fin de semana estaría en citas de belleza, así que sabía que no tendría tiempo de andar vigilando mis pasos, y es que para ese entonces yo pensé que sería cuestión de un día, una cena, la  más cara de mi vida dicho sea de paso, pero una cena al final, porque yo no iba con ninguna esperanza más que de encontrarme con ella para cenar, quizás pasear por la ciudad y regresar, pero que equivocada que estaba…y es que ahora que lo relato recién me doy cuenta de lo tonta que fui al pensar que no pasaría nada “por Dios”, viajar kilómetros hacia otro país por una cena??, absurdo total, pero digamos que en ese entonces no me parecía tan absurdo…tome el primer vuelo que salía era en la madrugada y duraba 8 horas, casi maldije a la aerolínea, pero era la única manera, un pasaje carísimo y un viaje de ida y vuelta que hacía conexión, al final termine viajando casi 9 horas pero llegue temprano, era de día cuando llegué y mi sorpresa fue grande cuando encontré a una ciudad demasiado bella…me dedique a pasear, a buscar lugares donde quizás podría ir con Angela después de la cena , pase por la playa que era hermosa, de arena blanca y un mar espléndido, definitivamente no podía ser un lugar de sólo un día.

El día se me hiso corto y cuando me di cuenta ya era tarde, así que corrí para el hotel para arreglarme para el gran encuentro, estaba nerviosa y ansiosa, cosas raras en mi, Angela me hacía sentir vulnerable y débil, pero aún así no causaba que yo me pusiera a la defensiva, al contrario, con ella todo era fácil…supuestamente viajaría por un día máximo dos, pero yo tenía en la maleta ropa para un mes, me probé todo, y en nada me sentía bien, al final termine optando por lo que pensé se vería bien aunque al verme al espejo no lo viera tan como yo quería, unos pantalones cafés una blusa crema la chaqueta de cuero y las botas, lo había pensado demasiado para hacer más esfuerzo….tanto demore en la cambiadera que se me hizo aún más tarde, era ya 15 minutos para las 7 y  yo salía volando del hotel…llegué rápido al lugar 5 minutos para las 7, no había nadie así que me senté en la mesa que había reservado que tenía vista a la plaza, y espere….estaba tan nerviosa que los minutos parecían no pasar, se me hizo eterna la espera, miraba mi reloj y la aguja no se movía, hasta llegué a pensar que estaba descompuesto….mi espera, mi poca paciencia y los nervios no me ayudaban así que me pedí desde el trago más suave hasta el más fuerte….primero la cerveza, luego el vino y después vinieron los whiskies, pero nada….nada quitaba mi ansiedad, y yo pensé que de verdad ella no vendría, pero al mirar el reloj me fije que sólo habían pasado 10 minutos eran las 7 y 10  y yo ya estaba tirando la toalla…me paré de mi asiento para ir a refrescarme un poco para ver si así lograba quitarme la tontería, pero ni bien me pare, sentí un pequeño balanceo, y al tratar de sostener mi compostura me encontré con esos ojos verdes que me cautivaban….ella estaba allí caminando hacía la mesa, con una blusa azul, su color preferido, unos pantalones blancos divinos y esa sonrisa que le quedaba tan bien a todo lo que llevara puesto…me senté de inmediato, y me quede quieta y estoy segura que mi piel estaba blanca como un papel, ella llegó hasta la mesa y se colocó en frente de mí para saludar, me estiro la mano y yo no hice nada, sólo podía pensar en la botella, la copa y los vasos que estaban encima de la mesa…temía que pensara que estaba borracha o peor, nerviosa…

Angela: - parada frente a mí con la mano estirada me dijo – hola…no me vas a saludar?

Teresa:- me puse de mil colores, me pare y me puse a su costado – perdona estaba distraída, tu belleza es distractora – un piropo que salvo la situación mientras le hacía señas al mozo de que se llevara los vasos y copa de la mesa – estas hermosa Angi, te puedo dar un beso?

Angela: - ella asintió y no se movió así que yo me acerque a ella y tomándola por el hombro para acercarla le bese la mejilla y ella hizo lo mismo – nos sentamos?

Teresa: claro – le jalé la silla y esperé que ella se sentara, mientras yo seguía en mis muecas para que el mozo se llevara los vasos, pero nada –

Angela: has estado entretenida por lo que veo – me lo dijo mirando a los vasos que no podía ocultar –

Teresa: no, es que, no me gusta esperar, me impaciento, digamos que era para no impacientarme….pero….no estoy borracha no nada que ver – me toque las mejillas para corroborar que el rostro no me delatara –

Angela: no, si se nota que no lo estas, especialmente por tus mejillas coloradas – me miro dulcemente y yo no pude más que reir –

Teresa: jajaja, ok me pillaste, no te vayas a aprovechar de mi, que borrachita soy material violable – la miré coquetamente –

Angela: no, no te preocupes, no me aprovechare, pero puedes sentarte porque estando parada no tapas mucho los vasos – me sonreí y deje mi intento de que viniera el mozo para sentarme –

Teresa: que has hecho mujer, me has pillado borracha, nerviosa y ahora hasta en situación violable

Angela: JAJAJAJAJA, mira borracha y violable si lo pensé pero nerviosa ahí si que no me lo imaginaba

Teresa: diablos, yo solita me vendi?

Angela: así es

Teresa: entonces solo me queda una cosa por hacer

Angela: asi cual?

Teresa: matarte a besos para que no digas a nadie que me pusiste nerviosa – la miré con ternura y ella se sonrojo –

Angela: - bajo un poco la cabeza pero me miro intensamente con esas esmeraldas que eran sus ojos – aquí la violable eres tú, yo no creo que me deje

Teresa: - la mire, con la mirada mas coqueta y mas segura que tenía y le dije – ya veremos si te dejas – y sonreí –

La noche paso bastante ligera, el lugar tenía comida muy buena y con mi gusto casi carnívoro exclusivo, quede satisfecha con los dos platos que acompañaron mi orden de vino…Angela comió lo que yo nunca hubiera ordenado si hubiera tenido que adivinar su orden, pero verla comer, por más absurdo que suene, me volvió loca, sus labios como se entreabrían para poner la comida en la boca, sus dientes sin un blanco perfecto se notaban a las justas lo necesario para morder esos pedazos de comida, su boca un elemento ideal para saborear cualquier plato o entremés…..creo que toda la noche le miré la boca, y es que creo que de verdad me tome en serio eso de matarla a besos, una idea que había nacido por un piropo inocente, pero que en ese momento se convirtió en mi deseo máximo….un beso, un beso suyo….

Creo que nunca había comido tan lento, de verdad me tomé en serio eso de masticar mis alimentos 32 veces, hasta las conté, quería alargar al máximo ese relajo, y es que era un relajo estar con ella….recordamos todo lo del avión, las conversaciones y un poco más nos pusimos cuando hablamos del futuro y de mi boda, pero aún así era un relajo estar con ella y conversar a veces de las cosas más simples y tontas, y luego pasar a cosas tan importantes como la crisis mundial y la globalización….así era conversar con Angela, todo tomaba un sentido propio, todo era importante y al mismo tiempo nada era importante….el tiempo volaba y de pronto nos encontramos con un restaurante oscurecido y con los mozos bostezándonos en la cara esperando que pagáramos la cuenta para ya irnos….se nos había ido totalmente el tiempo y ya era casi la una de la madrugada, y el restaurante ya había cerrado.

Teresa: creo que se nos hizo tarde – la mire de reojo mientras ella escaneaba el lugar vacio –

Angela: no me había dado cuenta que somos las únicas – la vergüenza le vino al rostro aunque trató de ocultarlo –

Teresa: sip chilenita….somos las únicas, te parece si nos vamos? – le lance una mirada y ella sólo asintió –

Angela: yo pago la cuenta – tomo el papelito en sus manos –

Teresa: ahhh no eso si que no….vamos a mitades…si no no vuelvo a comer contigo – le dije mientras tomaba el papelito en mis manos –

Angela: – me miro con esos ojos verdes como a punto de lanzarme una carcajada, me tomo de la mano y me quito la cuenta y  me dijo – si yo pago, tendrá que haber otra cena en la que tu tengas que pagar – se sonrió y la vi caminar hacia la caja dejándome deseando que eso se cumpliera –

A dos o tres pasos delante de ella iba caminando, extrañamente me sentía muy nerviosa, y con la excusa de estar revisando el celular me aleje un poco de ella, para poder controlar mi respiración y mis ansias, ella me seguía tranquila, y yo sólo miraba el celular sin buscar ni hacer nada, estaba demasiado nerviosa y para mi ese estado era catastrófico. Era una gran avenida toda iluminada y hasta el día de hoy no sé cómo pasó, sólo sé que estaba yo ahí caminando alejada de ella y de pronto ella se acerco por mi costado y sin aviso y de improviso me tomó la mano…si, esa mano que andaba volando entre mi cadera y bolsillo sin saber dónde meterla…la sostuvo y entrelazó sus dedos a los míos, mire su mano súper blanca abrazar la mía y me encanto, miré su rostro y me encontré con una Ángela súper colorada mirando al frente con el temor de enfrentar mi mirada, así que le seguí….guarde el celular en el bolso y acomodé perfectamente mi mano a la suya y no sé de donde salió lo siguiente pero empecé a correr con ella, al principio la estaba jalando pero después ella siguió mi paso, y trotando llegamos al sitio que yo había visitado antes, la entrada a la playa, paré casi en seco y riéndome trate de recobrar mi aliento, y ella sonriente trataba de hacer lo mismo, no había palabras sólo miradas y entre esas nos entendíamos muy bien….mi mano abrazó mas su mano, no la había soltado ni por un minuto, y es que su mano era suave, cálida y demasiado cómoda, y al parecer ella tampoco hacía intento por hacerlo porque su mano ya había encontrado lugar entre la mía y no parecía querer moverse….con total maestría me deshice de mis botas y ella de sus zapatos y descalzas entramos a tocar la arena de esa playa en total oscuridad….la arena era blanca, muy delgada y demasiado suave, nuestras manos aún entrelazadas, la luna llena estaba brillante y sobre el horizonte iluminaba todo el mar mejor que un farol, y ella y yo en silencio sólo disfrutábamos del leve toque de nuestras manos y de lo romántico de ese momento.

Angela: es muy bonito aquí – me dijo jalándome para sentarnos en la arena –

Teresa: demasiado bonito, y ya está cálido aunque todavía es noviembre – le respondí sentándome a su lado –

Angela: ya es casi diciembre, vaya…no conocía Iquique, pero definitivamente me ha gustado y me encantaría regresar – volteó para verme fijamente –

Teresa: a mí también me gustaría regresar, en unas vacaciones quizás – la miré con la misma intensidad –

Angela: con Diana seguro no? – su mano soltó la mía para acomodarse el cabello y su mirada dejó de contemplarme –

Teresa: a Diana no le gusta la playa, prefiere la piscina – lo dije seria mientras me miraba la mano que ya no la reconocía como mía sin la de Angela entrelazándola –

Angela: es tarde ya, creo que debemos irnos – me dijo mirando al frente –

Mi corazón empezó a la latir a mil por hora, era la taquicardia más acelerada que haya sentido, y que estoy segura hubiera batido un record y más aún seguro que hubiera sido la aún no descubierta por la ciencia, ni ella ni yo nos atrevíamos a mirarnos, no le respondí porque sabía que diría alguna sensatez como “tienes razón, vámonos”, pero a mi razón era justamente a la que no quería escuchar en ese momento, el corazón me salía del pecho y me gritaba lo que debía hacer, pero estaba petrificada, congelada, totalmente estática, mi corazón comandaba pero mi cuerpo aún estaba pegado con la razón….vi como ella se paraba de mi costado, con la mirada frente al mar y fue ahí cuando mi cuerpo reacciono a los latidos de mi corazón y a ese bombeo de sangre incontrolable que lanzaba…me paré de prisa y me interpuse a su vista fija hacia el mar.

Angela: - su rostro sorprendido me enloquecía aún más el corazón – que pasa? – me dijo

Teresa: - la contemple un momento y es que su piel y la luz de luna eran la mezcla perfecta de colores – eres más hermosa a la luz de la luna, hasta tus ojos cambian de color

Angela: - mi mano subió hasta su rostro y acomodó un pequeño mechón de cabello detrás de su oreja – tu también eres hermosa – me dijo mirándome con ilusión y ternura mientras yo seguía mi caricia en su rostro –

Sus ojos verdes me miraban fijamente, ella frente a mí y yo con la mano en su rostro a quizás 10 cm de su boca, vi como su pecho se infló y dejo escapar un suspiro, y allí en ese instante mi  corazón bombeó lo que tenía que bombear para llenar de sangre los músculos adecuados y mi cuerpo obedeció a los comandos del delirante deseo…me acerqué despacio muy despacio hasta quedar a unos escasos centímetros de su boca, sus ojos se fueron cerrando y los míos con los de ella, y cuando pude sentir el calor de su aliento en mis labios le dije – sólo un suspiro basto – y allí en ese instante acorte la distancia y mis labios tocaron los de ella, mi mano se acomodó en el costado de su rostro y mi otra mano en su cintura y la atraje más a mí, mi beso era correspondido y era suave, sus labios se acomodaron a los míos, la tibieza de esa boca y el sabor de esa piel era embriagante era un simple contacto de nuestros labios…pero era húmedo y tibio…poco a poco fui dejando lo liviano de ese beso, mis labios dejaron que mi lengua se hiciera de un lugar en el medio y poco a poco fui metiéndome en el lugar donde nacían todos los suspiros de aquella mujer….el interior de su boca era cálido y su lengua se posaba sobre y debajo de la mía y el sabor ya era más que delicioso era ambrosía pura…su cuerpo se pegaba más a mí y el beso seguía al mismo ritmo, lento y despacio nuestras bocas comunicaban todas sus dudas, y nuestras manos dejando la estática empezaron a acariciar nuestros cuerpos….mi cuerpo pesaba y ella por ser más alta que yo me tenía de puntillas y esa posición ya había cansado a mis músculos, así que poco a poco dirigiéndola con mi peso, la fui primero sentando en la arena y luego acomodándola para recostarla…nuestros cuerpos de costado aún seguían abrazados y nuestras bocas seguían en la labor de repartirse hasta los más íntimos secretos, trate de acomodarme despacio sobre ella y de pronto una risa y sonrisa se dibujaron en sus labios, trate de acomodarme mejor pero la sonrisa seguía allí….abrí poco a poco mis ojos y su rostro era deliciosamente tierno, sus ojos cerrados y una sonrisa hermosa en sus labios – estas bien? – le pregunte…pero ella sólo siguió sonriéndose, me acerqué un poco más para volver a besarla pero ella ahora se reía en una carcajada ruidosa

Teresa: pasa algo, hice algo gracioso Angi? – mi mirada era de duda, de temor y de todo lo malo que se puedan imaginar, con su carcajada ella había logrado mermar mi confianza –

Angela: - abrió lentamente los ojos y me miró tiernamente para luego acariciar mi rostro – tengo cosquillas – me dijo en un susurro, levantándome la ceja – y tengo la arena toda metida en el pantalón, me pica todo!!!

La miré agraciada y las dos nos lanzamos en una gran carcajada, me eché sobre ella rodeando con mis piernas su cintura y con una gran sonrisa la besé otra vez…esta vez un beso de satisfacción un beso de cariño, de alegría….y aún con los ojos cerrados, con mi frente pegada a la suya y a escasos milímetros de su boca le dije – vámonos de aquí – ella no dijo nada, sólo se acercó a mis labios y con eso yo supe que lo deseaba tanto como yo.

Angela: Tete hay algo que yo no te he dicho – su mirada estaba petrificada en la vista del conductor de nuestro taxi –

Teresa: ok, dímelo ahora entonces – le tomé el mentón para que me mirara y sostuve su mano más fuerte para darle confianza –

Angela: yo nunca…yo nunca he estado con una mujer….o sea digo….nunca…de no…

Teresa: nunca en la intimidad?

Angela: si nunca, pero también nunca en otro sentido…

Teresa: a que te refieres – la mire con duda porque de verdad no podía hilar su idea –

Angela: yo ni siquiera me he besado con una mujer, es más, nunca pensé que me pudiera llegar a gustar una…bueno hasta que apareciste tu…yo no…

Teresa: - la mire con picardía y le sonreí – asi que te gusto chilenita – su carita sonrojada valía oro la hice avergonzar tanto que la obligue a que bajara su mirada – hey, nada de avergonzarse, yo nunca pregunte y la verdad que no me importa, pero dime…si no quieres esto, nos despedimos aquí o vamos a hacer algo mas como a bailar o que se yo

Angela: - me miro con una expresión retorcida en el rostro – entonces no quieres?

Teresa: - no pude evitarlo y lance una leve carcajada – tu qué crees?

Me aferré fuerte a su mano y me lancé a darle otro beso, la tome desprevenida que casi le quité el aliento en ese intercambio de suspiros, pero al recibir la timidez de su beso me di cuenta de la incomodidad que le causaba que el conductor nos pudiera ver, así que sólo me acomode un poco más cerca a ella y entrelace mis dedos y le susurré al oído – ahora que crees que quiero amor? – me lanzó una sonrisa de esas tan suyas y a quemarropa, que no hubo necesidad de decir nada más, ella y yo estábamos en una calle de una sola dirección y esa dirección nos llevaba a mi hotel.

Teresa: Angi….de verdad si no estás segura podemos hacer algo más – le dije mientras de la mano la llevaba al ascensor –

Angela: no tete, si quiero…o sea…disculpa es que….no sé como

Teresa: – la miré con ternura y mientras cerraban las puertas del ascensor me acerque a su boca – la piel nos dirá el cómo

Angela: - ella me devolvió la mirada pero se alejo de mis labios – Tete yo no he olvidado que te vas a casar

Teresa: - en un segundo me regreso a mi realidad, a mi presente, a mi vida….todo con ella había sido una hermosa y mágica fantasía pero ella tenía razón – dios….Angi….tienes razón..yo no…dios….- me quedé en blanco mi mente aún no procesaba que de verdad no tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo –

Angela: Tete, yo no quiero nada, me refiero a que no te voy a pedir nada…..sólo dame esta noche, no sé si guste de otra mujer en un futuro, pero a ti…yo te quiero ahora y así – sus palabras me dieron escalofríos, pero su mirada me dio fuerza –

La tome por la cintura y la acerqué a mi cuerpo, la sostuve en el aire, estaba segura, la hice volar hasta mi….y en el centro y en ese estrecho ascensor, me apoderé de su boca, no le dije más ni trate de buscar una razón al sin razón que estábamos viviendo, me deje llevar por las mariposas de mi estómago, por las palpitaciones de mi pecho, y por el aire que sentía que me faltaba si no besaba esa boca una vez más….el “tin” de la puerta del ascensor avisándonos nuestra llegada no causo ni distracción ni nada en nuestro afán de besarnos, queríamos llevarnos en el recuerdo cada detalle de ese beso y de nuestras bocas…sus manos estrujaban mi espalda como nerviosas sin saber si ir más abajo o quedarse en ese lugar….sentía su deseo por conocerme más, así que me separé de sus labios y dejándola con los ojos aún cerrados la saque de ese pequeño lugar rumbo a la habitación….nuestras manos se entrelazaban una vez más, yo dirigía el camino y ella acompañando mi costado me sonreía y apoyaba su cuerpo en mi brazo….mi sonrisa era tonta, tierna, alegre y hasta patética, pero así estaba yo, con el rostro más estúpido pero a la vez el más ingenuo; si, Angela sacó la leve inocencia que aún llevaba en el alma y hasta me atrevería a decir ahora, que fui la más inocente e ingenua cuando estuve con ella…323 mi número de habitación y allí estábamos ella y yo en un medio abrazo paradas frente a esa puerta, la mano me temblaba y la emoción me embargaba, metí la tarjeta no se cuentas veces pero al fin funciono y esa puerta se abrió….todo estaba un desastre, mi cambiadera de la tarde anterior había dejado todo hecho un mercado, todo desfigurado lleno de ropa por aquí y por allá, pero a ella no pareció importarle, ni se fijó que hasta encima de la lámpara había ropa….traté de arrimar todo y como llevándola a una dimensión desconocida la hice entrar y cerré la puerta detrás de ella.

Teresa: disculpa el desorden, tenía mucho afán en la tarde, y no sabía que ponerme para nuestra cita – la miré de frente mientras la atraía muy cerca a mi –

Angela: - me tocó el rostro con sus dedos y me sonrió tiernamente – no me he fijado en nada, para mí todo está perfecto

Teresa: - la ví intensamente, la luz tenue de la luna entraba por el ventanal de la habitación e iluminaba exactamente la cama y nuestros cuerpos abrazados – eres tan hermosa Angi….

Angela: - me calló con un beso suave y se acerco a mi oído – me llamaste diferente hace un rato, puedes repetirlo?

Teresa: - me acerque a sus labios y sonriente le susurre – amor….mi amor!!!

No bastó más, y ella se dejó llevar por mi beso, en pasos cortos y temblorosos nuestros cuerpos se movían en sincronía sin dejar que el beso se perdiera en el aire, mi mano sostenía su cintura firmemente aferrándome a ese cuerpo que no deseaba soltar jamás, sus manos se repartían en una abrazo alrededor de mi cuello y nuestras bocas no se cansaron de intercambiar suspiros….su lengua era suave, delicadamente húmeda y su boca tenía el sabor más dulce que había probado, su beso, su beso me encantaba…me besaba despacio y yo desesperaba con cada pequeña mordida que le daba a mi labio…se separaba de mi boca lo necesario para embestirla otra vez con el deseo necesario para hacerla sentir aún más, no había más sonido en esa habitación que los pequeños ruidos que hacíamos en cada respirar y pequeño succionar de nuestras bocas y lenguas…bajé por el costado de su mejilla y me dirigí por el olor que llevaba su cuello y me pose en ese espacio debajo de su oreja, el lugar donde llevaba el perfume más delicioso que haya olido, y lo besé…un leve roce con mis labios en ese lugar y luego un beso más profundo que llevaba en succión esa piel casi erizada, mientras su cabeza se lanzaba hacia atrás esperando que llenara de mas besos aquel lugar, ese lugar que en ese momento era mío y que sólo deseaba llenarlo de las caricias más sublimes, ese lugar donde quería escribir lo que mi boca no podía decir pero lo que mi corazón golpeaba en mi pecho con cada latir…despacio fui cediendo a su entregar, cada beso suyo era una declaración de lo que su timidez no la dejaba expresar, mis manos subían por su espalda en busca de algún rincón desnudo de su piel para acariciar a puro tacto…la llevé en pequeños pasos hasta el borde de la cama, la senté y dejé que me observara, su mirada era suficiente para mi, sus ojos brillaban y llevaban más palabras que las bocas más audaces…me quité la chaqueta y seguido me desabroche la blusa quedando frente a ella en mi brasier de encaje que dejaba entrever mis pezones lanzados al aire por el deseo que ella me causaba….pasé mi mano por detrás de mi espalda para desabrochar mi brasier pero ella me detuvo, sostuvo mis manos entre las suyas y se abrazó a mi cintura….una imagen perfecta iluminada por la luna, ella sentada en la cama y yo parada frente a ella con su cuerpo abrazado a mi cintura…su mejilla estaba caliente y la sentía entibiar mi vientre, abracé su cabeza contra mi abdomen y esperé, sabía que ella no tenía ni la menor idea que hacer y cual boxeador acorralado se abrazaba a su oponente para buscar en la mente un vestigio de que hacer de ahora en adelante, pero no dejé que pensara, que sabía que la perdería si su mente se interponía en ese momento….tomé con mis manos sus mejillas y la hice verme….fueron quizás segundos solamente los que nos observamos, pero estoy segura que para ella fueron eternos, como lo fueron para mí….bajó su mirada y yo pensé que la había perdido en ese momento, que su mente había ganado y yo había perdido el asalto de que se quedara abrazada a mi cuerpo, pero no, ella sólo bajo la vista para quedar con sus labios frente a mi abdomen, el cual beso tan delicadamente y tan suavemente que me hizo temblar de emoción hasta el último rincón de mi cuerpo; sus manos acariciaron mi piel y ella como dibujando o escribiendo algo con su tacto tocaba muy despacio toda esa piel…subió sus manos por mi abdomen para luego encontrarse con mis pechos…sentí como su palma pasaba por encima de mis pezones erectos sin detenerse y allí mismo lancé un gemido al aire, su tacto me estaba volviendo loca y mi cuerpo no lo ocultaba, mi piel erizada se aletargaba y mis ojos cerrados trataban de guardar un poco de cordura a la locura que sus manos causaban en mi.

Angela: nunca he tocado a una mujer pero sentirte a ti es delicioso – me lo dijo en voz baja mientras sus manos subían de mis pechos a mi cuello – tienes un cuerpo maravilloso – me seguía hablando despacio mientras con dos dedos acariciaba mi clavícula marcada en mi piel – estas temblando pero tu piel esta caliente…acaso tienes frio? – seguía en sus caricias a mi clavicula, hombros y cuello mientras de mi boca sólo salían pequeños gemidos

Teresa: no…no tengo frio, tiemblo porque….mmme tocas….demasiado bien – logre decirle mientras encaraba su mirada que desde abajo esperaba mi respuesta –

Angela: nunca he hecho esto, pero el instinto me hace querer tocarte así – me dijo mientras una de sus manos bajaba  por mi espalda rozando lo preciso y exquisito –

Teresa: ahhhh….amor….si sigues tocándome así voy a enloquecer – su boca se posó sobre mi ombligo y sentí su lengua penetrar ese agujerito, mientras su mano se posaba en una de mis nalgas y la apretaba con descaro –

Angela: tu piel tiene un sabor particular…la puedo probar? – me dijo mientras yo seguía en el delirio de esas caricias perfectas –

Teresa: ahhh sssi….ahh si amor….prueba….pruebame – lo dije demasiado excitada porque sentía que esa lengua suya era de fuego, y allí ella me volvió loca, con la punta de su lengua bajo hacia la pretina del pantalón y recorrió todo el borde y yo sentí que moriría allí de placer –

Angela: dibujaría mi nombre aquí con mi lengua – me dijo mientras yo casi desfallecía – o quizás aquí – seguía diciendo mientras su lengua ahora subía por el centro de mi abdomen – pero creo que me gustaría mejor aquí – lo dijo cuando la punta de su lengua paso del borde bajo de mis costillas para irse al centro y pasar entre mis dos senos – creo que este es el mejor lugar – me dijo mientras se paraba de la cama y quedo con su rostro pegado a mi pecho y me besó desaforadamente.

Sus besos estaban alimentando el latir de mi pecho, el deseo en mi vientre y la locura en mi mente…ella besaba los bordes que el encaje negro del brasier marcaba en mis pechos y con cada beso su lengua dejaba un sentir particular…la mujer que dijo que no sabia nada de amar a una mujer lo estaba haciendo demasiado bien, pasó sus manos abrazando mi espalda y sentí como sus manos se juntaron al centro para desabrochar ese brasier…lo jaló despacio sin dejar de besar esos contornos, y de pronto lo dejó caer….y ella se quedó estática, se quedó viéndome el torso desnudo sin decir nada, su mirada no la podía describir solo estaba allí perpleja sin parpadear mirándome

Teresa: te sientes bien – le tomé el costado del rostro y la hice enfrentar mi mirada – Angi?

Angela: eres hermosa Tete, y ahora sí… no sé que hacer – bajó la mirada y sentí en el temblor de sus palabras que aquello que decía era cierto –

Teresa: mi amor, mírame – levante su rostro por el mentón y la obligué a verme – para eso estoy aquí, para guiarte, no te avergüences – tome una de sus manos y la coloqué encima de uno de mis pechos – como se siente?

Angela: ah..este….suuua a ave….si…su u uave….delicado… - me miró intensamente como esperando que yo dijera algo más pero no hubo más que decir –

Con su mano sosteniendo mi pecho posé mi cuerpo sobre el de ella y arrastrándonos en la cama nos colocamos en el mismo centro, yo sobre ella con la mirada fija en sus ojos verdes, no dejé que soltara mi pecho mientras con mi mano iba desabrochando esa blusa azul, botón a botón iba saliendo y ella sólo observaba como lo hacía…su mano soltó mi pecho sólo para dejarme quitarle la blusa y ella misma se puso de costado para que yo lograra alcanzar el broche de su brasier….despacio fui deslizando los tirantes por encima de sus hombros, llenándome de la caricia de esa piel tan blanca, esa piel que desde el primer momento que la conocí deseé tocar….su brasier se dejó caer como lo hiso su blusa y su torso totalmente desnudo me dio una de las imágenes que mejor llevo guardadas y grabadas en mi memoria de ella….sus pechos con esos pezones rosados alzados hacia mí…y ella con la timidez que le daba mi mirada, tratando de cubrírselos de alguna forma….yo sólo deslice sus brazos a sus costados y le dije en un susurro: “no te cubras que así desnuda eres más hermosa”…y ahí en ese instante podría jurar que vi un destello, una luz en sus ojos verdes….no esperé más y me acerque a esa boca a la que ya extrañaba, y la besé otra vez, con la misma suavidad que ella me había demostrado, con la delicadeza que ella merecía y con todo el deseo que ella me producía…un beso prolongado y sentido, que parecía eterno pero perfecto….mi boca se movió ligeramente de sus labios para bajar por su mentón para luego seguir por el centro de su cuello, el cual llené de besos suaves, que parecían caricias, quería que ella sintiera que entregarse a una mujer no era cuestión de lujuria, era cuestión de entregar caricias, era cuestión de hacer sentir fielmente a la piel comandado por la sutileza que sólo las mujeres poseemos…y creo que lo demostré  en cada uno de los besos que le dí y en cada una de las caricias que le entregué…porque no hay necesidad de dejar en claro que se desea a un persona con besos calientes…esos ya llegan después en lo espontáneo del acto de amar a una mujer….cuando se quiere eso se debe demostrar que se quiere uno entregar para eso sirve hacer el amor, para entregarse a la persona que se quiere….y yo lo hice me entregué y entregué todo de mí en esos besos.

Bajé por su centro y besé con delicadeza sus pezones, los contuve un momento con mis labios para luego con mi lengua hacerlos sentir la humedad de mi boca, abrí un poco más mi boca y metí todo ese conjunto para saborear el carácter de esa mujer…si, saboreé su dulzura, esa dulzura con la que me trató, saboreé su locura, si, esa locura con la que me cautivo, saboreé su razón, si, esa razón con la que supo medir que esta noche sería la indicada…mi manó estrujaba su otro pecho y ella sólo se dejaba caer más sobre la cama, su boca revelaba a la brisa de esa habitación que mis caricias eran las correctas, que mi tacto la hacía sentir como una mujer debe sentirse…pase de un pecho al otro y en ese juego de combinación ella se apoderaba de mi espalda desnudándola de inhibiciones con cada sentir de sus uñas….la locura eran las sensaciones que primaban, la locura de saber que no nos pertenecíamos pero aún asi nos entregábamos…bajé de sus pechos que enrojecidos y llenos de mi saliva los dejé en una última succión, los abandoné para seguir por ese abdomen que adornado de sus formas nada perfectas me llamaban para descubrir el camino hacia el sur…disfruté de cada beso que di, de cada simple roce en esa piel que se erizaba cada vez más y que para mi se iluminaba de un blanco más intenso aún, pude sentir que me metía debajo de su piel y cuando llegué a su ombligo no pude evitar la tentación de acariciarlo con mi lengua…leves cosquillas cause pero las justas y necesarias para lograr poseer las mas preciosas caricias de sus manos en mi espalda….su boca emanaba los jadeos que ya dejaban de ser silenciosos….desabroche despacio el botón de su pantalón, poco a poco fui abriendo la cremallera y me encontré con una ropa interior suave que dejaba de alguna manera traslucir lo que debajo se escondía…despacio fue desprendiendo de sus caderas la tela de ese pantalón, fui bajando por sus muslos acariciando su piel blanca, para luego seguir por sus piernas…tela que abandonaba su piel, era piel que yo no dejaba sin besar….desde abajo podía observar como estrujaba los dedos de su mano y uno de ellos lo llevaba hasta su boca y lo mordía como para aguantar o tratar de alguna forma resistir un poco más todo el sentir que yo con mis caricias le provocaba….por los aires voló el pantalón y con él volaron sus inhibiciones…se paró de la cama para por los hombros llevarme a recostar, de costado las dos mirándonos, yo tocando su piel suave y ella observando  la prenda que me evitaba estar igual que ella…la ayude con el botón de mi pantalón y con la tarea de deshacerme de él…y allí estábamos las dos a una sola prenda de quedar vestidas de nuestras desnudez.

Angela: nunca me hubiera imaginado que esto pasaría – me lo decía mientras me acariciaba la piel de mi brazo –

Teresa: yo sólo pensé que sería la cena más cara de mi vida, pero ahora que estoy aquí y así contigo, hubiera vendido mi alma al diablo si hubiera tenido que venir del fin del mundo solo para verte una vez más así – se lo dije acercándome un poco mas a su cuerpo con mi mano bien sujeta a su cintura –

Angela: - me acerqué con los ojos cerrados hasta la piel de su mejilla y mis labios a su oído y ella cerrando los ojos me dijo – me encanta como te haces sentir casi sin sentir

Teresa: - le di un pequeño beso en su oreja y luego le susurre – te quiero princesa

Angela: - su mano se apretó a mi brazo al que tenía acariciando y sentí como los músculos de su cuello se fueron tensando como para evitar que su voz se entrecorte – dilo otra vez por favor

Teresa: te quiero Angela, te quiero más de lo que puedo reconocer, eres mis mariposas en la panza, mi sonrisa de la mañana, mi suspiro de las tardes y mi pensar sin cesar….TE QUIEROOOOO!!! – lo grite a las paredes de la habitación con una gran sonrisa, aunque en ese momento deseé que todo el mundo lo supiera –

Angela: - con una leve sonrisa y carcajada, y sin abrir ninguna aún los ojos y aún pegadas nuestras mejillas, me dijo – Yo también te quiero peruanita linda, y ahora deja de hablar y bésame – y mientras decía estas palabras me tomó por el rostro y me separó de la calidez de nuestras mejillas pegadas y mirándonos de frente nos volvimos a besar –

Se aferró a mi cuerpo, nuestras pieles pegadas no daban espacio ni para que pasara un rayo de luz, nuestros cuerpos totalmente aferrados de costado se movían al ritmo de nuestras respiraciones agitadas, sus pezones erectos presionaban mi piel como queriendo penetrarla…nuestras bocas jugaban a poseerse, el beso no era fuerte pero si era sensual, su lengua se divertía dentro de mi boca y yo a veces me aferraba a esa lengua en un succionar que hacía que su mano bajara aún más por mi espalda hasta el borde donde inician mis nalgas..pasé de ese beso que me quitaba la vida en cada arrancar de jadeos y pasé a su cuello, mordí esa piel y bese con intensidad ese pequeño espacio, bajé a su hombro y mordí ese lugar, me aferre a su espalda y me quede besando ese hombro, mientras mi mano iba bajando por su espalda hasta que se perdió por debajo de la única prenda que Angela todavía llevaba puesta…metí mi mano entre esa tela y su piel y estruje su nalga mientras me seguía perdiendo en el beso y mordidas a su hombro y cuello, ella no dijo nada, no había necesidad, sus gemidos, sus jadeos y su cabeza lanzada atrás eran suficientes para darme cuenta que lo que deseaba era que la besara aún más…con maestría bajé esa única prenda que me separaba de tener a esa mujer completamente desnuda, y separándome un poco de su cuerpo, dejé escapar esa última ropa, y ella guiada por mis acciones también se atrevió a por fin bajar sus manos de mi cuello para llevarlas por la espalda hasta tocar mis nalgas, que con la ayuda de mis manos la dirigí para hacer que ella también me quitara esa tanguita, el último elemento para quedar completamente desnudas.

Un enredo de caricias, un cuadro abstracto de unos cuerpos desnudos entrelazados, eso era lo que se observaba encima de esa cama, su pierna enroscada en mi cadera y mi cabeza hundida en su pecho…me llevé esos senos otra vez a mi boca, otra vez succione ese pezón hasta hacerlo estirar de la piel que lo llevaba sujeto a ese monte, lo mordí y lo acaricié con mi lengua, ella no decía nada solo disfrutaba y yo podía sentir que su humedad iba creciendo, mi muslo empapado me lo decía pero también me lo decía mi propio cuerpo que estaba a punto de explotar de tanto placer que entregarme a esa mujer me daba….sus manos se escondían otra vez en mi espalda y en la incomodidad de un abrazo tan apretado, ella halló la forma de sostener mis pechos, de apretarlos mientras yo seguía en la labor de comerme los de ella, abstracto como decía, todo lo que se formaba era una imagen abstracta pero totalmente completa…sentía sus jadeos ir en aumento…y con ellos mis deseos de besarla entera…la acomodé a mi gusto en la cama y posándome encima de ella dejé que mi seno acariciara su rostro, luego pasara por su boca y luego bajara hasta sus pechos donde me apreté en un abrazó…regresé a su boca a besarla con la pasión que consumía mis entrañas y la sed de beber aún más de la calidez de su boca, su lengua rozaba la mía y en un remolino jugábamos a poseer nuestras bocas…su mano bajaba tímida por mi espalda para posarse en una de mis nalgas, la que apretaba con fuerza para causar que mi cuello se estiraba al cielo con cada apretón y ella aprovechaba para besar de él cuando a la altura perfecta me tenía…yo deseaba más de esa mujer, deseaba sentir cada olor, cada sensación y emoción de entregarnos…y es que mi propósito ahora era hacerla transpirar mi nombre por cada poro de su piel cuando la llevara al éxtasis.

Fui bajando despacio de su boca, a su cuello y en cada beso mi lengua dejaba la marca de la saliva que marcaba la ruta hacia el descenso…llegue a la base de su cuello que mordí con pasión mientras su boca me llenaba de gemidos de éxtasis, susurré a su oído que sería mía y ella entre jadeos solo confirmo que así lo quería…bajé por entre sus pechos que besé con dulces toques de mis labios, mientras mi mano ya iba en dirección del centro de su abdomen hasta la mata de vellos de su pubis…primero fue un dedo el que se apresuró a probar la humedad, y cuando paso por sobre la superficialidad de esa rajita….el gemido que mojo mi entrepierna me hizo temblar….esa mujer estaba en los cielos del desear…y yo hasta allí volaría para no dejarla aterrizar….fui acariciando con la yema de mis dedos ese botoncito que como consciente de mi tacto se acomodaba a mis dedos, lo apreté contra mis dedos y el cuerpo de mi amada respondió con los pequeños meneos y saltos de sus caderas…poco a poco fui cediendo al movimiento de las caderas de mi mujer y con ellas yo llevaba el ritmo de la danza de pertenecernos en ese momento…mi boca incrustada en sus senos fue descendiendo mientras la sincronización de mis dedos no paraba su labor en ese pedacito de carne….mi boca y mi lengua dejaron la seguridad de esos pechos y se arriesgaron a la llanura de su abdomen que llene de besos y esperanzas, y escondí mi lengua en el ombligo de todos mis deseos….mi boca como dirigida por el olor embriagante de esa piel…seguía un camino no conocido, pero tan familiar como el recorrido de mi pasos….bese sus caderas, que temblaban en mis besos, y reaccionaban al aún pendiente toque de mis dedos….sus gemidos eran armonías de hermosas melodías y mi sinfonía sería el regalo cuando llegara a esa entrepierna….besé delicadamente esa mata de vellos y con total delicadeza abrí sus piernas…y se abrió frente a mí la razón de mis delirios, se abrió frente a mi la piel de mi mujer y antes de adentrarme en la brillantez de ese lugar empapado…le dí una última mirada a su cuerpo que se elevaba en el aire y mis brazos sosteniéndose de sus muslos me fueron acercando a su rajita….el primer toque lo hice despacio….mi lengua se posó sobre ese lugar de deseo y su  piel reacciono inmediato….el temblor de su ser y sus manos aferrando mi cabeza a ese lugar me hicieron casi enloquecer….mi lengua levantaba ese pedacito de carne primero con casi un roce luego con un apretar y luego el succionar….cada succión era un gritito en mis oídos cada roce era un contoneo de profundidad de sus caderas y cada apretar era su abdomen llenarse de mas deseo….mis dedos sin saber ya donde esconderse fueron poco a poco apoderándose de la entrada a su intimidad….poco a poco mientras los contoneos crecían en intensidad, mis dedos iban degustando la leve entrada al lugar de donde provenían todos los fluidos de deseo…entraron poco a poco en un par, y casi sin resistencia se deslizaron al interior….las paredes de ese lugar apretaban mis dedos con la delicadeza que todo su cuerpo emanaba…cada entrar y salir, sumado a las succiones del fluido de sus deseos y del punto de contacto del éxtasis….llevaban a Angela a un movimiento casi psicodélico de su cuerpo….mis brazos se aferraban a sus caderas indomables y mi boca no perdía contacto mientras mi mano se movía en su labor de buscar profundidad….la velocidad aumentaba, mi lengua parecía de fuego y mis dedos tocaban casi todo el interior, sentí su cuerpo contraerse y en un segundo ella estaba ya sentada sobre mis dedos….de arriba abajo veía como sus senos se movían al compas de sus movimientos…yo aferrada a su cuello y pecho seguía con mis dedos buscando más profundidad….besé su boca y sólo obtuve gemidos sentidos….todo indicaba que el éxtasis no tardaría pero yo quería a esa mujer terminando en mi boca.

La acomodé sobre mi rostro y sosteniendo una de sus manos entrelazamos los dedos y yo con mi lengua hice la proeza de hacer vibrar a ese clítoris, mi lengua se repartía entre el entrar a su intimidad y revolver en un remolino a su clítoris….Angela se apretaba los senos dejándolos todos con las huellas de sus dedos….su piel brillaba del sudor y sus ojos cerrados no dejaban ver que estaba a punto de llegar….su rajita totalmente pegada a mi rostro me bañaba en los más exquisitos juguitos y su olor personal se me metía dentro de la piel, sus caderas moviéndose de adelante hacia atrás apretaban más su clítoris a mi lengua y yo aferrada de sus nalgas quería más sentir….su mano apretó fuerte la mía y como un río de sensaciones los mas ricos manjares llenaron mi boca…un grito sentido se escucho en toda la habitación y mi mujer aferrada a la cabecera de la cama, jadeante gritaba mi nombre mientras el orgasmo venía arrebatándole la última de sus inhibiciones….se había dejado amar por una mujer….Angela se había dejado amar por mi.