Solo tu madre sabe lo que te conviene
Capítulo III El regreso
Llegados a la puerta de la clínica, me giré para dar un último vistazo, ahí estaban el doctor y mi celador, al que voy a echar mucho de menos, le lanzo un beso volado, el hace el gesto de tomarlo en el aire y posa su mano en su bragueta,…mmmm que atrevido, pero me gusta.
- Vamos, Amada, es hora de irnos
- Si
Bajo las escaleras, apoyándome en el brazo de mi nuevo “dueño”, una limusina blanca nos espera, me siento como una reina. Hago repaso de mi anterior condición, per un fuerte dolor de cabeza me viene, rápidamente asumo que soy Amada, una mujer y la mujer de alguien, por ahora soy la mujer de mi acompañante, de mi gentil caballero, una inmensa sensación de bienestar me llena por dentro.
(pienso para mi, así debe ser, soy ahora una mujer, una bella mujer, realmente mama sabe lo que me conviene), me encuentro muy dichosa.
Un chofer de traje nos abre la puerta, delicadamente tomo la mano de mi caballero y entro en el coche, a continuación lo hace el, ordena dirigirnos a la cuadra, y pulsa un botón que sube una mampara, ahora estamos solo el y yo
- Veras Amada, supongo que tienes muchas preguntas
Yo solo lo miro, muevo mis labios, para recordar que estoy pintada y escucho atentamente, con mis piernas dobladas a un lado y mis manos juntas posadas en mi regazo.
- Llevo muchos años intentando poder tirar la cuadra donde vives y construir unos apartamentos de lujo. Si querida soy yo, el dueño de la casa donde tu “puta madre y sus vecinas” no se quieren marchar
Rompo a llorar de inmediato, no puedo creer lo que escucho, no…entiendo….
- Por fortuna, mi fortuna me hace tener muchos contactos e influencias y he intentado de todo. Bastó que tu madre la muy cotilla contara en la iglesia sus problemas y quejas, para que yo me enterará.
Y seguía contando, mientras se servía un licor en el coche, yo quieta y sin saber que hacer miraba absorta..
- He intentado de todo para que se fueran, pero claro a la fuerza no podía, no queda digamos…”estético”… pero vi una oportunidad de oro en ti, un poco rebuscado si, pero….¡ a mi, que mas me da!. Hice que contactaran con tu madre de un gabinete sicológico, el de esta clínica en concreto y pasaron por la iglesia a donde tu madre acude…
Varias visitas a la misma hora, alguna conversación y varias personas comentaron lo mismo a tu madre, que la solución sería por “curarte” y llevarte al que debería ser tu estado, que tu en realidad te sintieras mujer o no, ni me importa ni me preocupa.
Mis acólitos le ofrecieron a tu madre un trato, dicho gabinete pagaría por completo tu transformación, a cambio de que por una felicidad con su nueva “hijita”, jajajaja, perdón que me ria, es que me hace gracia, has quedado una marica preciosa, jajajaa
Yo intenté pegarle por haber dicho eso, pero el fue mas rápido y zasss,… me cruzó la cara de un bofetón, su semblante cambió y siguió hablando.
Escúchame, bien , el trato ha sido que por convertirte en una mujercita, tu madre pagaría marchándose de la casa, ella y sus dos vecinas.
Cuando lleguemos a tu casa, te dejaré allí, tienen una semana para desalojar la casa en caso contrario, te aseguro que no vuelven a saber de ti, ¿esta claro? ¿A…m…a…d…a?
Y me acaricio el pelo con insistencia, yo no paraba de llorar, lágrimas caían por mi mejilla, me sentía estafada, engañada, humillado (agg, que dolor…) humillada, no sabia que hacer
El seguía acariciando mi pelo pero comenzó a empujar mi cabeza hacia abajo, me la llevaba a su entrepierna, yo me resistía, hasta el momento que mire su bragueta, entonces los implantes craneales se pusieron a funcionar.
Mi resistencia iba bajando a la vez que me aumentaban las ganas de acercarme a aquella bragueta, no lo podia soportar, quería poner mi boca….allí, sentía como mi pollita se empalmaba, aquel cabrón que se había aprovechado de nosotras encima quería que se la chup….
Ahhh,,…..no puedo mas….cada vez estoy mas cerca, noto mis pezones en mi top, oigo como bebe un trago de licor, que macho mas atrevido….y yo…cuanto mas me acerco mas bien me siento, porque no…puedo…..
Llegue completamente a su entrepierna, mis manos casi sin darme cuenta bajan su cremallera, y descubren un slip de marca, que ahora froto con una de ellas
- Dame, damela, dame tu polla
- Jajaja, joder que bien enseñada estas ¿que quieres?
- Dame tu polla, …ah…mi saliva cae en su slip
- Mi polla, ¿la mia? ¿El que te ha hecho esto?
- Siiiii
Saco su polla sin esperar mas y mi lengua rodea primero su capullo, varias veces, me encanta este caramelo, no puedo mas y me la meto en la boca entera, me pongo a gemir, quiero ue me oiga, que sepa que me gusta. Noto como deja la copa y con sus manos agarra ahora toda mi cabeza
Estoy muy excitada, el hombre que me ha cambiado la vida y va a echarnos de casa, le estoy mamando la polla, lo debo hacer, …se que quiero hacerlo….me gusta hacerlo… cada vez me gusta mas comer pollas y sigo chupando
Noto que se va a correo, lo debo hacer bien, juego mucho con mi lengua, lo veo contento, eso me pone mas contenta, pero no quiero que se corra, me hago para atrás y cojo aire. Me desabrocho el pantalón , me lo quito junto con las bragas y me siento encima de el, quiero que me penetre
No dice nada, creo que lo he tomado por sorpresa, no se lo esperaba, así que para animar a este guapo caballero, me bajo mi topo y le ofrezco mi pecho para que lo bese, eso le pone a mil, lo sé
Y yo soy muy buena, muy buena, muy buena me pongo a decirle sin explicación, el se escita mucho e intenta metérmela por el culo, yo mientras he llevado su mano a mi pollita que quiero que masturbe
El no consigue penetrarme, que rabia, todavía mi agujero es pequeño, pero si me masturba, un poquito de semen he derramado en su mano, como no quiero que se enfade, lo he limpiado con mi boca, he vuelto a bajar y me pongo a chupar su polla otra vez
No llega a dos minutos cuando noto sus espasmos, el me regala una buena lechada, que como mi celador y doctor me han enseñado, me trago sin rechistar.
Una vez terminado, tengo una idea, me pongo los pantalones y me ajusto el top, pero tengo las bragas en mi mano. Veo que el esta exhausto, sin duda alguna le ha gustado.
Vuelvo a sentarme en sus rodillas y le pongo mis bragas en su cara para que la huela y le digo
- Son para ti, como quiera que te llames, pero nos dejarás vivir al menos dos meses, tienes que darme tiempo a pensar donde ir. Dime que lo harás
Y le acaricio los lóbulos de las orejas, como Marga me hacia a mi. Como hombre que es, en el fondo es débil, a lo que me dice que si, dos meses ni uno mas.
Yo le sonrió y saco de mi bolso un cepillo, me repaso el pelo, estamos a punto de llegar.
La limusina para en la esquina de la manzana y me bajo, antes de seguir desde la ventanilla del coche, mi gentil pero cabrón caballero, me mira y me dice
- Ya te llamaré
Y me tira un móvil que guardo en mi bolso. Ahora camino hacia la portada, veo a Marga y a Fina sentadas, voy lentamente hacia ellas, no se que les voy a decir, con mi espejo me retoco un poco los labios y limpio un poco de semen en la comisura de ellos, me pongo unas gafas de sol y sigo adelante.
- Buenos días,
- Buenos días, ¿buscas algo jovencita?
No me han reconocido, realmente han hecho un buen trabajo, yo dispuesta a buscar una solución, pregunto por mi madre
- ¿Esta la señora Aurora?
- No, ha salido a la iglesia, ¿quiere algún recado?
- Soy un familiar suyo, venia a verla, estaré un tiempo en la ciudad y…
- Nunca nos ha hablado, ¿Quién dices que eres?
- Soy ….soy…(improvisa Amada)….soy la hija no reconocida de su difunto marido
- ¿Cómoooo,…esta si que es buena?
No falla puede mas el cotilleo que otra cosa, ambas me invitan a entrar y cierran la portada, ya en el patio, nos sentamos las tres. Yo estoy emocionada, miro a mi alrededor y alguna lágrima sale que disimulo con mis gafas.
Veo a Fina tan fea como siempre y tan regañada, miro a Marga, tan bonita como siempre con su eterno delantal, fugazmente observo sus pechos, pero una sensación de angustia me viene, tengo que evitarlo.
Marga me ofrece un café que acepto con gentileza, en eso se oye la portada, unos pasos detrás mío se acercan, es mi madre la cual me saluda y se que me identifica de inmediato.
Antes de que pronuncie nada, me adelantó y repito mi presentación, es su coartada perfecta, para que desmaye y le den una vaso de agua con azúcar.
Yo me ofrezco a ayudarle y entro en casa con ella, una vez sentadas solo los dos, la miro y exclamo sin gesticular
- Hola ….Mama