Solo por instinto

La presentación de relatos que son fantasías que quieren ser realidad y otras que es imposible hacerlas realidad pero lo más oscuro del placer estará presente en cada historia.

Sólo por instinto.

Presentación.

Relato corto.

Tres cuerpos, tres perfiles, tres historias que convergen en un solo escenario, un solo comportamiento, un solo instinto.

La vida de tres chicas que aunque por diferentes circunstancias, han llegado a este punto de su vida y no lo cambiarían por nada.

Entre las burbujas, las sales aromáticas y el vapor generado por lo caliente del agua y de sus cuerpos, tres chicas juegan y se divierten mientras hablan y comparten la forma en que el destino las ha traído hasta este punto de su vida.

“Antes de ser quien soy ahora, la primera vez que entregué mi voluntad, mi cuerpo, mi consciencia a esa mujer que me abrió las puertas a este placer, esta manera de vivir, la recuerdo como si hubiese sido ayer”

Decía una perfecta rubia que se sumergía en el calor del agua mientras los chorros de la bañera, acariciaban su piel y la conducen a un lento y progresivo éxtasis.

Mientras relata su historia a sus compañeras de baño, Carolina, la perfecta rubia, juega con su clítoris por debajo del agua, recordando cada escena en su cabeza y que expresa con sus palabras.

“cuando me desvirgaron el culo, la primera vez que fui usada por más de dos chicas, cuando mi ama me hizo elegir entre mi libertad o mi total entrega a ella; la vez que  me ofreció ser quien soy ahora y ser tan mujer como sois vosotras, no puedo contarlo sin excitarme.

Mónica, con su pelo rojo fuego, emerge del agua, extiende su atractiva figura como si flotase y con una sonrisa matizada de melancolía, mira a Carolina y responde:

No podría decirte si mi entrega, mi total sumisión, era algo que yo buscaba. Dolor, incertidumbre, resignación, fueron los sentimientos previos al oscuro placer, ese sucio placer que me hacía sentir una puta, una zorra por disfrutar algo que no deseaba, algo que me obligaron a hacer pero que en lo más profundo de mí, lo disfrutaba. Ahora no creo que podría vivir sin este placer, esta forma de vivir donde no soy dueña de mi cuerpo, mi voluntad, me entrego al placer de otros y ese, es mi placer.

Recuerdo como la idea de entregar mi virginidad al chico que me amase, se escapaba cuando sentía el himen romperse sin ninguna resistencia, igual que mi razón cuando el dolor dio paso al placer, ese placer viéndome abierta de piernas, con la polla de aquel que solo me veía como un orificio que da placer, esa polla que me rasgaba como una espada inmisericorde, hundiendo mis sueños, la manera de pensar que me enseñaron, alejando el mundo que conocía y que no volvería a ver igual. Sin embargo, mírame, aquí estoy, entregada a mi instinto porque así soy más feliz.

La morena volcánica que estaba con la mitad del cuerpo fuera de la bañera, miraba con ironía a sus compañeras de juegos, mientras deslizaba sus manos a lo largo de la longitud de su pelo que llegaba a media espalda.

Angélica, sumergía su cuerpo en la bañera y mientras tocaba sus pechos para estimular su excitación, decía a Carolina y Mónica.

¡Genial!, tú transformada y tú, obligada.

Una quería pero no tenía el material para hacerlo y la otra no quería pero al final lo aceptó. Chicas, porqué recordar el pasado cuando lo importante es lo que hacemos y somos ahora.

Yo si lo buscaba, si lo deseaba; es algo que ha estado dentro de mí y tenía la necesidad de expresarlo, sentirlo, vivirlo.

De pequeña, cuando veía en los dibujos animados, a las chicas atadas a grandes naves, trampas, o en una silla, colgadas de algún gran gancho o amenazadas por los malos de la historia, me excitaba, quería ser ellas.

Cuando llegué a la adolescencia fue peor, me imaginaba siendo usada por mis profesores, vecinos, y cuando me decidí a hacerlo realidad, tirarme a todos mis compañeros de instituto, el trio que hice con dos profesoras de la facultad y el día que me descubrió mi primer amo, fueron los momentos más excitantes de mi vida y me abrieron la puerta a esto que para mí es vida.

Nunca olvidaré cuando me follaron tres tíos al mismo tiempo, mientras mi amo daba descargas eléctricas a mis pezones y clítoris, tirando de la cadena que tenía atada al cuello y el látigo dibujando las líneas del control en mi piel.

Puta, zorra, perra, cerda, palabras y más palabras, insultos y más insultos, acompañados de los azotes, las envestidas, los jugos de una mujer, la leche de un tío o un perro, todo eso, es mi dosis de placer, mi alimento, todo eso, soy yo.

“¡QUÉ PUTA!

Decían Mónica y Carolina al mismo tiempo mientras se reían con Angélica y se salpicaban unas a las otras riendo y disfrutando.

“¡Vale chicas!, ¿quién comienza su historia?”

Decía Angélica para animar a sus compañeras y empezar una fiesta estimulada por sus relatos.

“¿tenemos tiempo?” Preguntaba Carolina esperando que la respuesta fuese sí.

“Tenemos de sobra”, tu ama está follando no sé a quién, el amo de Mónica seguro que está borracho perdido y mi amo me ha dado el día así que al menos por un día, seamos nosotras mismas”

Decía Angélica y todas ríen mientras cruzan sus piernas bajo el agua y se disponen a escuchar. A…

Agradeceré vuestros comentarios para que los relatos realmente sean creíbles y excitantes.

Poco a poco conoceréis a cada protagonista y no dudéis que algunas historias son parte de mis fantasías que me encantaría hacer realidad, otras sería imposible que se cumplan y todas ellas tienen un poco de mí.

Excitada, caliente e ilusionada, os presento a mis chicas y me presento yo.

Al final de cada relato diré en que categoría estará el siguiente ya que cada protagonista y sus relatos, pertenecen a categorías diferentes pero he querido publicar el primer relato en dominación porque es mi categoría favorita.

Fin.