Sólo para mujeres

Lo que me sucedió tras publicar un relato erótico con una joven de 17 años no tan ingenua como me pareció en un principio.

Había publicado un relato erótico en una de esas páginas web que tanto abundan en la que contaba detalladamente como forzaba una joven muy tímida y que estaba como un tren y como ella acababa disfrutando como una loca del primer polvo de su vida. No era nada del otro mundo, una historia como muchas otras que hay en la red, producto de nuestra fantasia aunque patéticamente intentemos convencer a las personas que la leen de que lo contado había sucedido en realidad.

El caso es que dos días después recibí un correo de una chica que decía que le había encantado mi relato, me dio su nick y me dijo que solía estar a ciertas horas en alguna de las salas de yahoo, y que si quería que la buscara. Ese mismo día hablé en privado con ella.

Me contó que tenía 17 años y era hija única, que su familia era muy estricta y no la dejaban tener novio y que tenía bastante de miedo acerca del sexo por su desconocimiento. La única manera que tenía de enterarse de cuestiones sobre ese tema era a traves de sus compañeras del colegio de monjas que sabían tan poco como ella y a través de internet que hacía poco le habían instalado en casa. Desde ese momento se había aficionado a los relatos eróticos.

Se la notaba muy tímida, me dijo que si se había atrevido a hablar conmigo era por el medio de comunicación que empleábamos y que le proporcionaba bastante seguridad. Yo trataba de no asustarla, pues no quería perder la oportunidad que se me presentaba.

-Yo misma no lo entiendo, y no sé si es normal, ¡pero me resultó tan excitante tu relato...! Me pusé en el papel de la protagonista y mi cuerpo reaccionó de una manera que me sorprendió.

-Es normal, a todas las mujeres les gusta que las posean de esa manera, les gusta sentirse muy deseadas.

-Me excitó mucho los insultos que la lanzabas y como ella al final acababa pidiendo más y más y suplicando que la dejaras ser tu puta.

-Bueno...

Me corté antes de soltar la burrada que pensaba decirla.

-El placer sentido debe ser increible para hacer que una chica se comporte así, uff!!

-Sí, pero es algo que no se puede explicar, hay que experimentarlo.

Trataba de ver si se animaba a dar el gran paso, pero no quería ser muy directo.

-Lo supongo... ¿y qué fue de la chica? -preguntó tratando de cambiar de tema.

-Pues durante el resto de la vacaciones hicimos el amor cada día, y ella cada vez me pedía que probáramos cosas nuevas y más atrevidad. Le gustaba que fuera muy rudo con ella....

-A mí también me gustaría... :$

-¡¿Eh?! -exclamé sorprendido.

-Perdona sigue contándome -dijo arrepintiéndose de sus palabras.

-El caso es que acabó el verano y cada uno nos fuimos a nuestra ciudad. Al principio nos llamábamos todos los días, pero pronto me dijo que había encontrado a otro chico y que aunque lo sentía mucho pasaba de mí porque tenía unas necesidades que yo ya no podía satisfacer.

-¡Qué puta! ¡Después de lo que hiciste por ella!

Caramba, pensé, parece que la niña se está empezando a soltar.

-Bueno, ella se lo pierde. Además creo que no tardaré en encontrar a alguien mucho mejor ;)

-¡De veras! ¡Has conocido a alguien! -exclamó algo decepcionada.

-Sí, a alguien muy especial -dije tratando de picarla.

-Es tarde, tengo que marcharme, adios -dijo de pronto.

Vaya idiota, la has cagado, tenías que haberle dicho que te referías a ella.

Al día siguiente volví a verla, enseguida me disulpé.

-Mónica, quería decirte que cuando ayer hablé de una chica especial, me refería a ti.

-....lo sé, si me fui tan rápido es porque sentí miedo y...

-¿Y?

-Un deseo muy grande de acariciarme...

-Es natural, no te preocupes.

-.....

Esperé con paciencia a que ella se animase a continuar.

-Pensaba en ti, llamándome zorra y que ibas a enseñarme lo que era un hombre de verdad. Yo te suplicaba que lo hicieras.

-¿Te gustaría que lo hiciera?

Me refería a lo de llamarle puta por el privado.

-Si, tengo miedo y vergüenza, pero también deseos de sentir esos placeres tan grandes.

-Bueno, a mi me gustaría enseñarte todo lo que quisieras y tratarte como a una puta -dije. Había decidido que hoy sería más atrevido en mis comentarios.

-¡¿De verdad?!

-¡Pues claro! -exclamé encantado de su candor.

No podía creerlo iba a hacer realidad mi sueño.

-No sé....

-Sé que lo estás deseando... ¿A que estás toda húmeda? -me arriesgué a preguntar.

-¡Oh, sí! ¿Cómo lo has sabido?

-Pues porque conozco a las mujeres y esa es la prueba de que deseas hacerlo con todas tus fuerzas.

Estaba asombrado de lo fácil que estaba resultando todo, estaba a punto de picar el anzuelo.

-¿Entonces... lo que siento es normal?

-Por supuesto, a todas las hembras aunque digan lo contrario, se chiflan por sentir dentro de ellas una buena polla. Os encantan que os dominen y abusen de vosotras, así os sentís realizadas como mujeres. Cuanto peor os tratamos más disfrutáis.

-Uf!! estoy completamente húmeda de pensar que puedo provocar tales deseos.

-Pues cuando quieras yo te haré sentir muy mujer, ya verás.

-No sé....

-Comprendo que tengas miedo, pero no me negarás que lo que sientes es muy excitante, aunque, si eres una cría mejor lo dejamos para cuando crezcas.

Me lo acababa de jugar todo a una carta....

-¡No!, ¡no!, te lo ruego, no te vayas... pero... una cosa....

...Y parecía que me había salido bien.

-Dime.

-En el relato decías que eras alto, rubio y que te parecías a Beckham...

Así que era eso, la chica quería imaginar que era deseada por su ídolo.

-Quizá exageré un poco -tuve que decepcionarla, de nada me servía mentir ahora si muy pronto descubriría la realidad -de todos modos te envío una foto escaneada para que me conozcas.

-Soy el del bañador rojo, los otros son amigos míos.

-¡Vaya! ¡Estás buenísimo!

Esas palabras me sorprendieron un poco, tampoco era para tanto, así que empecé a sospechar.

-¿Y tú? ¿No me mandas una foto?

Quizá la chica era un pequeño monstruo deseosa de tener su primera experiencia y por eso estaba dispuesta a acostarse con cualquiera.

-Es que no tengo escaner, pero no te preocupes, espero que nos veamos pronto.

-¿Sí? ¿Cuando? -Estaba ansioso por follármela, aunque si resultaba ser un callo, la mandaría a la mierda.

Tras un tira y afloja de varios días conseguí convencerla de que nos viéramos prometiéndole que si ella no quería, no pasaría nada. Era una promesa que por supuesto no estaba dispuesto a cumplir, a la mínima oportunidad abusaría de ella. Quedamos en que yo viajaría a su ciudad y me dijo el lugar y la hora donde debía esperarla.

-Si no resultas ser el de la foto, no esperes que me presente -me advirtió.

Ese sábado nos encontramos, era una chica guapísima y a pesar del discreto traje que llevaba, se notaba que estaba buenísima. Intenté darle un beso, pero ella me rehuyó con timidez.

-Aquí no, que hay mucha gente. Acompáñame, vamos a un piso que tiene mi padre aquí al lado. Estoy deseando empezar de una vez, espero que te resulte una experiencia que no olvides jamás -dijo con una enigmática sonrisa.

-Tú si que no la vas a olvidar, ya verás -no pensaba desaprovechar la ocasión que se me ofrecía, la chica se merecía lo que le pasara por incauta y por liarse con un desconocido.

Sacó las llaves del piso de su pequeño bolso, abrió y pasó dentro, yo la seguí y al ir a cerrar la puerta, recibí un puñetazo en pleno rostro que me tumbó.

-Como grites te arranco la lengua -dijo un tío que al menos debía medir dos metros de alto y otros dos de ancho.

Al momento salieron de una habitación otro matón acompañado de un chico joven y otro viejo, gordo y feo que parecia el hermano gemelo de Rappel y que al ver como me llevaba la mano a la mandíbula exclamó:

-¡Bruto!¡No le pegues en en la cara que me lo vas a desfigurar!

Me arrastraron al salón que a pesar del calor tenía las ventanas cerradas y la persianas echadas.

-¿Qué queréis de mí? -pregunté suplicante a Mónica.

La mirada y los labios apretados de ésta mostraban ahora un gesto de odio y desprecio.

-No te preocupes cielo, sólo queremos hacerte pasar un buen rato como hiciste tú con la chica de tu relato. Ahora desnúdate, pero hazlo bailando, como si fueras un striper.

-Pero.., si lo del relato era una invención -intenté protestar.

-¡HAZLO! ¡No me hagas repetírtelo!

Uno de los matones se acercó a mí amenazante.

-Está bien, está bien.

Comenzé a desnudarme, me sentía totalmente ridículo..., humillado... y las burlas hirientes que recibía de unos y los piropos de otros no me ayudaban en nada. Estaba a punto de llorar.

-¡Guapo! Baila sólo para mí -dijo la mariquita vieja.

Tenía los ojos cerrados, pero podía sentir sus manos sudadas recorriendo mi cuerpo.

-Verás que bien lo vamos a pasar -me prometía entre risas de locuela.

Cuando quedé completamente desnudo el primer matón me retorció el brazo y me llevó a uno de los dormitorios.

-Ahora os lo traigo -dijo con una voz carente de emoción.

Una vez dentro del cuarto me dio un puñetazo en el estómago a traición que me hizo caer de rodillas sin aire en los pulmones.

-Te vas aportar muy bien, vas a hacer todo lo que te pidan. Al principio podrás protestar y lloriquear, pero al final tendrás que convencernos de que disfrutas muchísimo ¿entendido?

-No podéis hacerme nada, sé la dirección de este piso y..

.

Otro puñetazo, mucho más fuerte que el anterior, volvió a impactar en mi estómago.

-¿Me estás llamando estúpido? ¿Es eso? ¿Crees que no soy capaz de alquilar un piso sin dejar ni rastro? Los tíos como tú me dan asco, sois una mierda sin nada en la cabeza, jugáis a imaginaros que la única función de las mujeres es la de estar a vuestro servicio, os divierte leer relatos en lo que las mujeres son humilladas y tratadas como objetos. No sois capaces de daros cuenta de lo despreciable de vuestro comportamiento. Pero hoy vas a descubrir lo que se siente estando en el otro lado, verás que no es nada divertido, que cuando las mujeres dicen no, no significa que en el fondo estén deseando que sí. Te darás cuenta de que al final no se acaba disfrutando de una violación como pasaba en tu relato y en otros muchos. Si por mí fuera, te aplastaría como la cucaracha que eres, así que no me des ni un motivo más que me incite a hacerlo.

Me agarró del cuello con una mano para demostrarme lo fácil que le resultaría cumplir su amenaza. Y mirándome a los ojos para que me diera cuenta de que había hablado totalmente en serio me dijo:

-Ahora regresemos al salón y procura actuar bien.

Las dos mariquitas estaban ya desnudas y al verme se lanzaron sobre mí. La vieja empezó a morrearme mientras la otra me abrazaba por detrás y no paraba de meterme mano y de decirme obscenidades al oído. Era aqueroso sentir esa lengua no deseada en mi boca... Yo me resistía, pero sin mucha fuerza y no porque me estuviera gustando lo que pasaba, sino por la amenaza silenciosa de los matones. Al rato, el viejo se sento en un sillón y me dijo que se la chupara, yo protesté pero no me sirvió de nada.

-Ya verás como te gusta, los tios como tú soñáis con tener una polla en la boca ¿Verdad? -preguntó uno de los matones.

-¿VERDAD? -insistió.

-Si -contesté en voz baja.

-¡Huy! que timido es, eso me encanta -dijo la maricuela vieja.

Me vi obligado a hacerle una mamada y a tragarme su asqueroso semen, mientras el otro marica no dejaba de lamerme por detrás. Cuando intentó metérmela me resistí con todas mis fuerzas y no pudo hacer nada. Yo suplicaba una y otra vez que eso no, que me iba a doler mucho, que había aprendido la lección y que me dejaran marchar. Ellos insistian, "que sí, ya verás como te gusta... a la chica de tu relato al principio también le dolió pero luego disfrutó como una puta ¿verdad? Pues verás como tú también acabas sintiendote muy puta". Un matón me metió los calzoncillos en la boca y me la tapo con una tira ancha de espadadrapo, no querían que mis gritos llamaran la atención de los vecinos. A continuación me forzaron con un duro consolador de goma. No podía gritar pero las lágrimas de dolor corrieron por mi rostro, sentí que me habían desgarrado por dentro. Notaba un tremendo ardor que me quemaba y ni asomo de placer. Con el ano dilatado el joven pudo por fin penetrarme cabalgándome con fuerza.

-¿A que te gusta mucho? ¿A que es una gozada que te rompan el culo? Eres una puta maricona, ¿a que te sientes muy puta? Seguro que si no tuvieras la boca tapada gritarías que eres la más puta de todas y me suplicarías que te diera más fuerte -dijo corriéndose por fin.

La vieja marica se dedicaba a chupármela, y aunque le costó muchísimo al final logró que mi sexo reaccionara. Entoces aplaudiendo empezó a dar grititos de alegría.

-¡Lo conseguí! ¡Lo conseguí! ¡Ahora me merezco un premio! -dijo recostando su gordo cuerpo contra el sillón ofreciéndome su asqueroso culo.

Un matón me arrancó el espadadrapo y me susurró que por mi bien era mejor que ahora demostrara lo mucho que estaba disfrutando. Mientras culeaba al viejo, empece a gritar lo mucho que gustaba soltando expresiones que sonaban de lo más ridículas y absurdas.

-¿Te encanta ser mi machito verdad?

-¡Si, vieja loca, me encanta darte por culo! ¡Me haces la persona más feliz del mundo, es una delicia!. Te voy a matar de gusto para que me lleves contigo.

Cuando acabé el segundo matón me arrastró y con un rápido movimiento ató mis muñecas a la pata de una gran estantería. Me quedé tumbado en el suelo, boca arriba totalmente indefenso.

-Vosotros dos vestiros y largaros, ¡rápido!

-Cielito, espero que no me olvides nunca -se despidió la vieja mariquita.

Tras unos segundos de angustiosa incertidumbre Mónica habló.

-Eres patético, y un cobarde...

Se acercó a mí y sacó una navaja automática, el chasquido que hizo al aparecer la reluciente y afilada hoja me hizo sentir un escalofrío de terror.

-¿Sabes? A mi me violaron cinco chicos y te aseguro que no me gustó nada,,,, al final no acaba una disfrutando como habrás podido comprobar hoy...

Yo sollozaba sabiendo lo que me iba a ocurrir, pero era incapaz de decir nada; los dos matones estaban agachados junto a mí y hubieran silenciado cualquier grito de auxilio. El filo de la navaja comenzó a subir por mi pierna.

-Me destrozaron física y mentalmente... por eso me revienta leer esos relatos en los que gentuza como tú se pavonean de "sus hazañas" sean verdad o mentira...

-A lo mejor piensas que disfruto haciendo esto -continuo tras una breve pausa- pero no, sólo siento amargura y asco porque los tipos como tú sois tan estúpidos que estoy segura de que no tardáis en olvidar olvidar la lección recibida. Por eso no me queda más remedio que dejaros un recuerdo permanente....

El frio acero recorría ahora mi ingle y una mano tapó mi boca con fuerza. Cerré los ojos y mi cuerpo instintivamente se puso rígido.

-...debería caparos a todos, pero no tengo el valor suficiente para hacerlo, todavía me queda un resto de humanidad.

Cortó las cuerdas que me ligaban y se marcharon. Yo me quedé quieto durante no se cuanto tiempo, pensando en lo que me había pasado, sintiendo dolor en todo mi cuerpo... y en mi mente. Por primera vez en mi vida fui consciente de la basura humana que era.