Sólo palabras... yo no lo creo
El amor existe, este es su testigo.
Sólo palabras han de brotar de tus delicados dedos.
Simplemente el alma derramada por el tintero.
Y anhelo verte desnuda desplomada en cada letra.
Combinas tus curvas suaves con el furor de tu puño.
Agudizas tus labios de carmín, con el amor de tus líneas.
Poco a poco, lentamente haces que recorra por tu cuerpo con mi mente.
Configuras mis pasiones con el don de tu destreza.
Desparramas tus caderas todas delineadas, por la fría hoja que al tocar tu quemas.
Tu busto redondo, perfecto y eterno, me dibuja en mi cara un delirar contento.
Tus gritos de sexo, pasión y lujuria has de contestarme en cada señal que envío.
Y hemos de gozar en cada instante, tú en tu distancia, yo en mis momentos.
Y hemos de esperar por cada minuto, de pasar tu cuerpo junto al mío, y yo acompañar tu silencio.
Nuestras almas entrelazadas, casi unidas por fuego; desparraman goce puro por cada día.
Y hemos de encontrarnos una y otra vez, gozando del placer de tenernos uno al otro.
Y en cada experiencia que encontramos cada día, podemos reconfigurar nuestro amor sin rendirle tributo al tiempo.
Ya han pasado más años que primaveras vividas, pero te sigo siendo fiel, y tú a mi, mi amada filosofía.
No sufrimos las distancias, mucho menos la soledad, pues siempre soy tuyo, y tú a mi lado estás.
Y sin saber nada más que de tus encantos a través del cartero.
Miro ansioso el buzón esperando tu respuesta.
Y una vez más espero encontrarte, en cada carta, en cada letra en cada orgasmo de mil palabras y en cada canción tierna, que a la distancia me describes.
Y hemos de gozar en cada instante, tú en tu buró, y yo en mi recamara.