Solo Intercambio De Tetas (lll)
Habían pasado unos meses desde aquel viaje a España donde dimos rinda suelta a toda esa tención sexual acumulada que surgió con nuestros nuevos amigos. En mi caso he tenido momentos en que recuerdo aquella verga enorme de juan mientras la compartía con Nuria, aquella escena es digna de recordar
Habían pasado unos meses desde aquel viaje a España donde dimos rinda suelta a toda esa tención sexual acumulada que surgió con nuestros nuevos amigos. En mi caso he tenido momentos en que recuerdo aquella verga enorme de juan mientras la compartía con Nuria, aquella escena es digna de recordar, y como no excitarme con ese recuerdo que me ha regalado momentos de intimidad a solas tocándome mientras mi marido no está. Mi marido y yo tenemos mucha comunicación así que no es un secreto lo que yo hago cuando él no está, tanto así que él también me ha confesado las veces que se ha masturbado recordando las tetas de Nuria. Fue en esos días en que Nuria me informo que viajaría a mi país por una cuestión laboral, me aclaro que el viaje seria relámpago, si bien nos iba podríamos vernos muy brevemente cosa que ella lamentaba pero no había nada que ella pidiera hacer.
- Amiga eso sí que es un problema pues ya le dije a Sergio que vendrías y ahora que le diga que vienes corta de tiempo creo que se desilusionara, pues le prometí que cuando tu vineras a nuestro país ahora él se cobraría con nosotras la travesura que hicimos en España, si recuerdas tu estuviste de acuerdo en eso.
- A si como olvidarlo, pues tratare a toda costa de sacar un poco de tiempo para complacer a tu marido ¿quiere follarme de nuevo? La verdad para eso no vengo preparada pues sin mi marido no será lo mismo y no estaré tranquila.
- Despreocúpate lo que él quiere es jugar un poco con las dos, mi marido es muy imaginativo ya verás cómo te sorprende solo espero que no te niegues a participar con nosotros.
- Hay amiga descuida aquella faena en España te la debo y si puedo devolverte el favor de alguna manera así lo hare.
Mi marido no cabía de la emoción por la noticia casi estoy seguro que se excito con tan solo saberlo.
El plan era simple aprovechar una noche y salir a cenar los 3 juntos, ya se imaginaran la emoción de Sergio de tener a dos tetonas para él solo, el lucirse públicamente con ambas mujeres lo entusiasmaba mucho. Por lo demás Sergio no me dio mucho detalles, lo único claro era que no fallaría con Nuria pues ella no deseaba eso en estos momentos.
- No te preocupes mujer para follar te tengo a ti esto solo es un gusto que me quiero regalar algo con lo que estado fantaseado hace mucho tiempo, pero como no teníamos a otra chica que se prestara a nuestro juego pues ya empezaba a perder esperanzas de cumplirlo, Nuria nos ha caído del cielo.
- Jeje eres todo un pícaro amor pues ella está dispuesta y obviamente yo también todo sea por darte el gusto y hacerte pasar un buen momento. Pero dime exactamente ¿qué haremos?
- Hay mujer no mates la emoción tu sigue mis instrucciones y listo con eso ya me estas complaciendo. Por favor Dile a Nuria que el día que nos veamos vaya provocativa, dile que luzca sus tetas y eso va para ti también mi amor.
- Jeje quieres que provoquemos ya sabes que para eso nos pintamos solas, ya le informare a Nuria tu petición.
Todo estaba claro entre los 3 a pesar de ser algo tan precipitado nos habíamos organizado muy bien y como no hacerlo si no queríamos perder esta oportunidad que difícilmente se volvería a presentar. Nuria llegaría un lunes por la mañana a la ciudad y se iría un miércoles por la noche, era verdad que tardaría más viajando que en estar aquí, unas horas antes de que llegara le hice saber los planes a lo cual acepto encantada, con todo y su agenda apretada logro sacarme el tiempo para cenar el martes por la noche y así lo acordamos.
La fecha se cumplió, mi marido llego muy temprano a casa se le notaba ansioso, andaba de un lado para el otro viendo el reloj. Cerca de las 7 de la noche comencé a arreglarme con todo el tiempo que tuve ni siquiera había elegido el modelito que llevaría a la cena pero eso no era problema. Opte por una camisa beige ajustada, atada por detrás de mí cuello con un gran escote en V que permitía entrever con claridad el lateral de mis tetas y dejaba a la imaginación del más tonto el gran volumen de la parte de mis tetas que dejaba tapada. Al llevarla sin sujetador, el contorno de mis pezones se distinguía al detalle. Para completar me coloque un collar corto de perlas de cual descendía una tira de oro justo hasta el canalillo. En la parte de abajo utilice un pantalón sencillo rematando con un gran cinturón y para terminar y con el fin de aumentar mi altura use los tacones de aguja más altos que encontré. Desde luego eran los más cómodo, pero para una mujer con mi físico eran buenos argumentos para llamar la atención. Mi marido por su parte se había puesto un traje de lino color crema y una camisa blanca.
La cena era a las 10 un lugar que ya Sergio había reservado para 3 hablamos con Nuria para ver si pasábamos por ella a lo que nos respondió que ella llegaría por su cuenta. Durante el trayecto al restaurante cuestione a Sergio de que tenía en mente y de nuevo me decía que no fuera tan ansiosa.
Llegamos a las 9 30 al restaurante pedimos nuestra mesa la cual me sorprendió que estuviera a una esquina, a mi parecer un poco alejada de los demás por lo que podía darme cuanta a hasta ese momento la tranquilidad estaría garantizada. Nos dispusimos a pedir una copa en lo que esperábamos a Nuria eso ayudaría a relajarnos un poco. Pasaron unos minutos hasta que Nuria apareció despampanante, fue sorprendente verla después un tiempo y además vestida de una manera tan diferente a la última vez, sin duda la elegancia era natural en ella y más sin dejar de lado lo provocativo.
Nuria iba preciosa aquella noche. Llevaba un vestido negro, largo ceñido que le marcaba las curvas del cuerpo, con una apertura lateral que permitía ver su pierna derecha. Y como habíamos prometido, un escote en forma de v abierta que dejaba ver gran parte de sus grandes tetas, prominentes y erguidas por un sujetador “up” que las hacia turgentes y apetitosas. A mi marido se le fueron los ojos al verla fue inevitable notar su sorpresa sin duda ella había acatado la sugerencia al cien por ciento. Ambos nos levantamos para saludarla yo fui la primera en abrazarla seguidamente Sergio hiso lo mismo.
- Amiga que gusto verte de nuevo, pensé que no se nos haría verte tan pronto.
- Les dije que yo se cumplir una promesa y esta no podía dejarla pasar. ¿Te da gusto de verme de nuevo Sergio?
- Claro que si como no, es un placer tenerte aquí.
Sergio nos acomodó nuestros asientos como todo un caballero y nos sentamos, el quedo frente a Nuria y yo sentada a su derecha, luego de eso decidimos ordenar. Nuestro mesero era un joven de unos 25 años aproximadamente… aunque eso no estaba contemplado no fue difícil darse cuenta de las miradas que el chico dirigía a nuestros escotes cada que tenía oportunidad y es que la visión que le otorgaba el estar parado justo a lado de nosotros era envidiable, y aunque el chico tal vez no tenía intención de fisgonear la tentación era más grande. Sergio fue el primero en opinar sobre el tema y no dudo que eso ya estuviera contemplado en sus planes.
- Ya vieron chicas como se le van los ojos al mesero cada que se acerca a ustedes? A estas alturas seguro ya debe estar bien empalmado.
- Jeje hay amor pero que ocurrente eres tal vez el muchacho anda tan concentrado que ni atención nos pone.
- A mí se me hace que el empalmado es otro y andas culpando a terceros. Dijo Nuria riéndose.
- Bueno de eso no negare nada, mi idea era tenerlas a ustedes dos para mí solo y pues lo estoy disfrutando mucho.
- Y se puede saber ¿para que querías tenernos juntas? He venido desde muy lejos solo para modelarte jeje.
- Voy a comprobar si mi marido dice la verdad amiga.
Disimuladamente lleve mi mano hasta la entrepierna de mi hombre, de entrada note que en efecto su aparato ya estaba semiduro y comencé a sobarlo delicadamente para terminar de ponerlo como roca. Nuria al ver esto decidió también hacer lo suyo, así que tomo una última cucharada de mus de chocolate y comenzó a relamerse los labios lujuriosamente. Mi marido la observaba con la boca abierta como le caía una gota de chocolate sobre sus sobresalientes pechos los cuales limpio con el dedo y se lo metió a la boca hasta el fondo, sacándolo muy despacio. Sergio estaba inverso en un trance total, el cual no duro mucho pues justo en ese momento nuestro mesero hiso acto de presencia. Fue inevitable que notara la travesura que estábamos haciendo los nervios eran vivibles en su voz, sin embargo no deje de sobar el paquete de mi marido.
- ¿Puedo servirles en algo más?
- Amigo vaya que eres experto en arruinar lindos momentos, sin embargo nos has dado un buen servicio Dijo Sergio
- Amor creo que tendremos que comprometernos a dejar una buena propina ¿no crees Nuria?
- Si dejaremos una buena propina solo que él tiene que decidir qué tipo de propina quiere.
- Eso era lo que necesitaba escuchar, esas son mis chicas. La visión de sus escotes que estas mujeres te han regalado fue solo un adelanto, seguro que no te había tocado atender a dos tetonas así y mucho menos tan dispuestas, o me equivoco?
- A decir verdad no señor. Respondió casi entre dientes el mesero.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Luis señor
- Bueno dime te gustan las tetas gordas como estas Luis? Dijo mi marido mientras palpaba mis tetas sobre la ropa.
- A quien no pueden gustar unas tetas grandes, en lo personal me encanta, es por eso que no pude evitar la tentación de mirar.
- Veo que ya te estas soltando más y bien mi amigo ¿te gustaría verlas en todo su esplendor, o prefieres que te dé un buen porcentaje en la propina? Elige ya que no tenemos toda la noche.
- ¿Enserio me las enseñarían? Claro que preferiría verlas el dinero va y viene pero una oportunidad así jamás se me había presentado, pero aquí no se puede hacer eso nos correrían de inmediato.
- Descuida Luis tengo una idea que creo que puede funcionar. Dijo Nuria guiñando un ojo al mesero.
En ese momento Nuria se levantó de inmediato y me pidió que la acompañara al baño. Mientras tanto mi marido se quedó hablando con el mesero.
- Muchacho creo que acabas de sacarte la lotería andas de suerte no creas mi mujer y su amiga hacen esto siempre, esto es un anoche especial y tú al igual que yo saldrás beneficiado de esto. Ve discretamente hacia los baños ahora los alcanzo.
El mesero no la dudo y sin importar que le llamaran de atención por descuidar su lugar d trabajo hiso caso de lo que Sergio le pidió. Mientras tanto Nuria y yo estábamos revisando que nadie más estuviera en el baño, luego me asome al pasillo a ver si nuestro amigo Luis estaba ahí y así fue. Abrí la puerta de golpe y vi si nadie nos veía y de un jalón lo metí al baño de mujeres, para ese entonces Nuria ya se había desprendido de la parte superior de su vestido y soltaba el ultimo broche a su sujetador para y dejar a la vista sus voluminosas tetas, el joven mesero al ver esto se le desorbitaron los ojos pareciera que eran las primeras tetas que veía en su vida.
- ¿Te gusta lo que vez muchachote?
- Señora son realmente grandes y hermosas
- Pero no me digas señora, me haces sentir más vieja, dime simplemente Nuria
- Disculpe, solo quise ser respetuoso
- Jeje a esta altura el respeto se quedó en la mesa, aunque valoro tu caballerosidad.
- ¿Quieres tocarlas?
- ¿Puedo?
- Ven aquí que no muerdo
Era totalmente entendible la inseguridad del chico ante tal situación experiencias como esas son muy poco probables, eso por no decir imposibles, pero aquí estábamos nosotras para convertir eso en realidad, aunque a él le costara un poco procesarlo. El mesero se acercó con pasos dudosos hasta Nuria que mantenía sus manos sopesando sus pechos, él extendió su mano derecha para tocar una teta.
- No seas tímido niño tócalas como dios manda.
- Si Nuria está más permisiva que de costumbre aprovecha eso, o te arrepentirás toda la vida. Intervine yo para animarlo más.
- ¿sabes que creo Paty? el necesita un aliciente.
- No es solo que estoy un poco nervioso
- Si eso lo entiendo pero tienes que relajarte ven aquí Paty y dale lo que necesita.
Deje de vigilar la puerta y me acerque hacia ellos al tiempo que soltaba la atadura en mi cuello que sostenía mi blusa, como no llevaba sujetador eso facilito mi entrada. De inmediato le indique que tocara mis tetas con una mano y que con la otra hiciera lo mismo con Nuria de tal manera que nos sobara a ambas a la vez. Sus movimientos eran torpes pero precisos, me apretaba las tetas, las sopesaba, con sus dedos tocaba los pezones y esa misma acción la repetía con Nuria, su coordinación era admirable. Sus tocamientos comenzaban a surtir efecto así que Nuria no lo dudo y dirigió su mano a la bragueta bajo el cierre y saco la verga que como era de esperarse se encontraba muy dura, y muy despacio comenzó a pajearlo.
- Va agarrando practica ¿no es así Paty?
- Así es solo hacía falta guiarlo.
- Ahora veremos como chupa las tetas
Al decir eso Nuria jalo a nuestro mesero hacia sus tetas cosa que el tomo muy bien pues se prendió como un bebe a chuparlas. Por mi parte decidí solo observar eso si comencé a sobarme las tetas yo sola, en parte quería mantenerme en el juego y también quería darle algo visual al mesero y así excitarlo mucho más. El mientras tanto metía la cara entre las tetas de Nuria, las sobaba desesperadamente el muchacho tímido había desaparecido, las tetas de Nuria estaban completamente ensalivadas, era realmente morboso ver como las escupía y con sus manos las restregaba por cada contorno de ellas, Nuria se limitaba a gemir a la vez que lo masturbaba con su mano, el mesero tomaba sus pausas y de reojo me observaba mientras me tocaba las tetas, yo estaba por desabrochar mi pantalón para empezar a masturbarme pero fuimos interrumpidos por unos fuertes golpes en la puerta que nos asustó a los tres, por lo candente del momento habíamos dejado de lado que estábamos en el aseo de un restaurant. Para nuestra suerte fue solo el susto ya que quien tocaba la puerta era mi marido.
- Ya es hora de irnos llevan mucho tiempo por aquí el gerente ya va a cerrar, además me pregunto por el mesero pero dije que lo envié por cigarros.
- pero si tú no fumas amor.
- Pues ya vez que me hacen mentir jeje. Por lo que veo la propina fue muy jugosa lamento haberme perdido el espectáculo, pero necesitaba quedarme en la mesa para no llamar tanto la atención.
- Pero no podemos dejar así al muchacho ni siquiera alcanzo a correrse.
- Pues que se corra rápido o que espere a llegar a su casa.
Ni falta hiso insistirle el mesero comenzó a masturbarse por cuenta propia y con movimientos apurados seguía sobando las tetas a Nuria, ella lo consentía.
- ¡Voy a correrme! Exclamo Luis
- Vamos nene córrete y tira ya esa leche.
- Si esto es por esas tetazas enormes que tienen.
De una manera inesperada nuestro amigo empezó a masturbarse dirigiéndola a su mano izquierda la cual estaba abierta a manera de que la mano recibiera parte de su corrida nosotros observamos desconcertados, de un memento a otro los primeros chorros de semen se hicieron presentes que escaparon directo a la pared, los siguientes lograron estamparse en la palma de su mano, la cual quedo completa llena de esperma. El tipo dio un gran suspiro de alivio y se encargó de recolectar a hasta la última gota con su mano que llevo directamente hasta las tetas de Nuria para untar todo el líquido en ellas, por un momento llegue a pensar que Nuria lo rechazaría pero cuál fue mi sorpresa al ver que ella lo recibió completamente relajada.
- Mmm cuanta leche para mis tetitas, asi se hace niño.
- Que gusto me has dado, esto es para agradecerte y te lleves algo de mí, para tu amiga también hay.
- Ni se te ocurra ya Nuria te hiso el gusto así que yo estoy bien.
- ¿segura Paty? Esta especita y calientita como nos gusta. Todos reímos.
- Pero que sorpresa me has dado muchacho, parecías tímido pero resultaste todo un guarro, en cuanto a mi mujer te aseguro que recibirá su buena ración de leche, creo que con Nuria has tenido bastante. Arréglate ya y sal rápido hemos tardado más de la cuenta y eso puede traerte consecuencias.
Mi marido salió junto al mesero del aseo… nosotras nos quedamos a arreglamos rápidamente, el olor a semen era muy notable en el ambiente. Por su lado Nuria trataba de ocultarlo pero sus tetas estaban impregnadas con el.
- Paty sí que la hemos pasado bien, el único problema es que he quedado muy caliente.
- Yo estaba por masturbarme cuando Sergio entro llegando a casa me desquitare con él.
- Que afortunada, pensándolo bien me hubiera tirado al mesero jeje.
- Mejor salgamos ya, la noche es joven y tenemos que aprovecharla.
Salimos del aseo de lo más despreocupadas, mi marido ya había liquidado la cuenta así que tomamos nuestros bolsos y nos decidimos a salir no sin antes mirar al mesero y guiñarle un ojo en forma de despedida.
Nos ofrecimos a llevar a Nuria la hotel esta vez ella no se negó. Sergio me pidió que me subiera en la parte trasera del coche con Nuria, según el para ir mas cómoda y así poder platicar mejor, no tome más importancia así que acepte. Salimos de aquel estacionamiento y tomamos la primera avenida, en esos primeros minutos hablábamos de lo ocurrido en el restaurant y bromeábamos sobre eso, de lo que hubiera pasado si nos descubrían. En el primer semáforo mi marido puso en marcha su plan.
- Chicas ¿recuerdan bien la aventura con Juan?
- Como olvidar eso, si fue algo totalmente placentero.
- ¿A qué viene tu pregunta amor?
- Pues seré directo. ¿A que se debió el beso que se dieron en aquella ocasión? ¿Se excitaron al hacerlo?
- En mi caso fue cosa del momento y parte fue para complacer a Juan. Dijo Nuria.
- Tienes razón solo me deje llevar fue como una actuación y de igual manera fue para excitar a Juan.
- Así que para complacer a juan. Entonces me complacerían a mí también?
La luz verde de puso y continuamos en movimiento ambas nos quedamos pensativas sin saber que decir. Nuria fue primera en responder.
- ¿Qué quieres que hagamos? ¿Quieres que te la chupemos como a Juan?
- Jaja Eso no estaría mal pero tan solo me gustaría verlas tocarse entre si ¿crees que se pueda?
- Sabes que de mi parte siempre te complazco en todo, aquí es Nuria la que debe decidir.
- ¿Qué opinas Nuria?-
- Hombres siempre fantaseando con eso. Por mí no hay problema, yo estoy segura de lo que soy y créeme que lesbiana no soy.
Al aprobar Nuria me eche directamente a besarla, fue un beso suave que de inmediato fue correspondido por ella, fue en ese momento que sentí sus manos en mis tetas. Mi marido veía todo por el retrovisor mientras buscaba donde estacionarse para no perderse el esperado espectáculo. Nuria me soltó de nuevo la atadura de mi blusa para dejarla caer, también aproveche para desabrocharme los pantalones, esta vez quería sentirme libre, de igual manera hice lo mismo con Nuria y solté la parte superior de su vestido el cual se desprendió por completo hasta sus pies y le saque el sujetador, ahora si estábamos ambas con las tetas al aire.
- Vamos chicas tóquense quiero verlas acariciarse.
- No comas ansias amor tu solo observa.
Comencé a chuparle las tetas a Nuria, solo esta vez mi mano la lleve hasta su coño el cual se encontraba resguardado por una hermosa tanga la cual hice de lado, su coño ya de por si se encontraba realmente húmedo debido a al encontrón que había pasado con el mesero. Delicadamente jugaba con mi dedo por todo el contorno de su vagina sin aun penetrarla, ella solo daba pequeños gemidos. Era algo raro pero a la vez excitante estar tocando otras tetas grandes y suculentas como las de Nuria y más al ver a mi marido totalmente excitado viendo como nos tocábamos. De un momento a otro Nuria abrió las piernas por completo y me indico que le comiera el coño, es obvio que me estrenaría en eso y sin pensarla tanto me lance a hacerlo me coloque de tal manera que deje todo mi trasero de frente a mi marido el cual no lo desaprovecho pues comencé a sentir sus dedos penetrando mi vagina.
Era irónico que a pesar de nunca haber hecho sexo oral a una mujer supiera como hacerlo, pues era muy fácil ya que yo sabía cómo hacer sentir placer pues muchas veces me lo han hecho a mí. Nuria comenzaba a retorcerse de placer yo sentía todo sus flujos en mi boca a la vez que los dedos de Sergio cumplían con su trabajo, con mis dedos penetraba su vagina y mis dedos tocaban su clítoris haciéndola explotar de placer, fue tanta intensidad que pronto se hiso presente su primer orgasmo, Nuria soltó un gran suspiro de alivio y de inmediato sentí su reparación relajada.
Ahora era mi turno de ser complacida, pero antes mi marido tenía una última carta que jugar, pues de la guantera del coche saco un aceite de masaje el cual sin preguntarnos roció sobre nuestras tetas a la vez que con sus manos untaba por todas ellas, acoto seguido saco su móvil y tomo un par de fotos como recuerdo de aquella visón. Nuria comenzó a masturbarme con su mano, yo solo me dejaba hacer y gemía de forma descontrolada, cada que ella pausaba sus penetraciones llevaba sus dedos hasta mi boca para que yo los chupara, a estas alturas del juego no ponía reparo en nada; ese proceso duro unos cuantos minutos hasta que logre llegar al orgasmo fue algo único y nuevo para ambas.
Mi marido fue el último en terminar y lo hiso de manera triunfal ya que mientras nosotras nos sobajamos las tetas mutuamente él se masturbo sobre nosotras, ambas quedamos cubiertas de su semen, las vestiduras del coche quedaron destruidas pero eso fue lo menos importante, el cumplió su fantasía y de paso le hiso un gran regalo a aquel mesero. La madrugada nos sorprendió y cada quien tomo su camino. Fue una experiencia más con mi amiga Nuria que jamás olvidaremos, la pregunta que queda en el aire es si ella la compartió con su marido.