Solo era mi hijo

Así como estaba flotando de espaldas, me voltearon y sostuvieron con aquella verga en mi culo y pude afianzar los pies al suelo, en eso estaba cuando el chavo este me la sacó y ahora estaba otro empujando su pija hacia mi interior, aunque ya llevaba dos pijas en mi haber y estaba recién estrenado pude sentir lo gruesa que era esta pija, era mucho más gruesa que la de Miguelito y sin consideración ni espera se me fue hacia adentro, resople y gemí, esta si era grande

SOLO   ERA  MI  HIJO

Ramiro era un hijo incorregible, ya tenía 18 años, había incumplido tanto año escolar como se podía, de hecho; solo estaba en 1er curso de ciclo común que equivale a 7mo. Nivel de escolaridad en otros países, vivimos en Honduras.

Eso sí, era un adonis, una belleza física de pies a cabeza; un enorme chaval con un cuerpo súper desarrollado gracias a los deportes y al levantamiento de pesas en el garaje de su casa, piel canela, ojos café claros muy hermosos, pestañas grandes y cejas bien poblada que tenían la forma exacta para su cara, pelo negro lacio y una sonrisa encantadora, derretía a todo cuanto la miraba; estimo que era su mejor arma seductora a parte de un culazo que era una burbuja de carne que todos cuanto podían la palmeaban en son de cariño, sus piernas gruesas y unas pantorrillas de infarto además de estar cubiertas todas las piernas y culo de un chingo de pelos que parecía selva.

Podía estar levantando pesas con sus amigos todo el día y la noche, pero díganle de estudios; a media página comenzaba con bostezos, aquel sueño y por último tiraba los libros y hasta allí llegó el estudio.

En casa éramos 4 hombres y 1 mujer (mi mujer).

Los chicos eran jóvenes en realidad, Ramiro con 18, Oscar con 19 y Fabián con 20, eran muy unidos entre ellos; pero cuando había bronca, la había, salían con ojos morados, boca reventada y más de una vez tuvimos que ir al hospital por una costilla rota y un dedo dislocado.

Sí, eran rudos estos chavales.

Yo, un hombre de cuarenta y tantos, mi mujer me seguía en edad y aquellos 3 que cada uno era una joya por si solo.

Uno brillante en los estudios, otro mediano en los estudios pero súper popular y con ojos color verde esmeralda y el otro una belleza masculina con un atractivo sexual intimidante.

En casa a los muchachos nunca se les puso tapujo de la forma de andar, por lo general solo vestían una calzoneta a media pierna y cuando mucho un par de sandalias de esas de dedo que son tan populares, esto por ahorrar tiempo en lavado de ropa cuando eran pequeños, pues así lo único que ensuciaban era el calzoncillo.

Debajo de esas calzonetas que en ocasiones eran de tela muy delgada como lo son las de los equipos de futbol que ellos tanto practicaban que dejaban ver que no usaban calzoncillos o bóxers porque se miraban las formas de las vergas, más bien de las cabezas de las vergas porque eran protuberantes la de cada uno y era bien sabido por mi mujer y por mi que la tenían grande todos ellos desde que nacieron.

Eso del tamaño grande de la verga venía por la familia de mi mujer, Yo la tenía chica al igual que mis dos hermanos, de unas 4 pulgadas ya parada; mis hermanos rondaban los cuatro ó más bien unas 5 pulgadas, Yo era el que la tenía más chica, eso sí, bien gorda y eso a mi mujer le fascinaba.

A mis hijos desnudos los he visto toda la vida, mi mujer por lo general se tarda un mundo en las mañanas para arreglarse y en lo que se depila, baña, se maquilla y quien sabe que más, se tarda una cantidad de tiempo enorme y siempre ha dicho que cuando está así no le gusta que la mire.

Desde que nos conocimos y comenzamos a vivir juntos he respetado eso.

Al comprar la casa, siempre buscamos 2 baños por tal razón, era muy simple al comienzo que solo éramos dos; pero a medida llegaron los críos a mi me tocaba compartir baño en las mañanas con aquellos fulanitos que fueron llegando y comenzaron a tener obligaciones diarias como ir a la escuela, luego al colegio y más de uno a la universidad en su momento.

Todos ellos y cada uno de mis chavales en ocasiones de forma individual compartían el baño mañanero con migo y en otras hasta los tres con migo al mismo tiempo, la desnudez entre nosotros nunca  fue ni ha sido problema, con su madre es distinto, no deja ella que la miren en cueros y ni ella acepta que ellos estén en pinga cuando está ella en casa.

Pero con migo es diferente, la familia de mi mujer es de afuera, ellos viven en un pueblo en el interior y solo ella es de mujer y sus hermanos que son varios siempre han sido muy recatados y han sido criados como decimos aquí “a la antigua”.

Cuando Fabián tenía como 13 años y estábamos bañándonos en la mañana me preguntó que si él llegaría a tener esa cantidad de pelos que tenía Yo en el cuerpo.

Mi respuesta fue que posiblemente más, porque a su edad Yo no tenía pelos en ningún lado y él ya los tenía o comenzaban a salir por todas partes e incluso fue algo que vi y que no comenté, la pija de Fabián era casi del tamaño de la mía en reposo y el solo tenía 13 a ese entonces.

Sus hermanos tuvieron pláticas similares con migo en las ocasiones que estuvimos a solas y cuando en verdad estos críos comenzaron a desarrollarse, comencé a ver como eran hermosos mis hijos, todos peludos como su padre, grandes vergas como sus tíos y altos y hasta más altos que Yo.

Todos ellos llegaron a más de 1.80 mts. de altos, Yo tenía 7.75 mts. de alto, ellos todos eran nalgones, de esas nalgas redondas, bien preciosas para la vista, Yo era de un culito mas bien pequeño y no redondeado.

Toda mi vida he tenido una vida sexual heterosexual, pero ahora, con 25 años de casado y compartiendo el baño casi a diario con mis 3 hijos, he comenzado a dudar de mi sexualidad.

Disfruto como loco montando a mi mujer todas las noches y ella dice que a pesar que mi verga es pequeña, con los 5 tipos que ella ha tenido sexo en toda su vida (ex novios), solo Yo lo he hecho gozar así.

Esa expresión de ella me enorgullece, porque Yo conozco a todos ellos y puedo decir que los conozco pija a pija como es la expresión aquí en Honduras, porque todos formamos parte de un equipo de natación y allí uno se mira en bolas en cada práctica pues hay que quitarse el cloro del agua de la piscina después de las prácticas y se de mi propio ojo que todos ellos tienen vergas más grandes que la mía; pero eso sí, la mía es la más gruesa de todos ellos, de hecho la más gruesa de todos los que formamos parte de aquel equipo.

Una mañana cualquiera en mi casa comienza a eso de las 5 am, mi mujer se levanta primero y corre a la cocina a poner café, Yo continúo para ir a levantar a los chicos en su habitación, ellos duermen en una sola habitación pero es enorme, cada uno en su cama y lo primero es prender la luz general para que despierten, a cada uno para que no haya riña les voy quitando la cobija de un tirón y quedan como durmieron, en calzoneta, bóxer, desnudos; bueno, por lo general más de uno tiene la pija parada y es cuando viene el segundo llamado de levantarse, al que tenga la pija parada le pego un manotazo de lado para hacer que la verga rebote.

Todos ellos se encabronan cuando lo hago, pero lo comencé a hacer desde que tenían unos diez años ya que se les comienza a crecer la verga a todos ellos desde esa edad.

Ya es costumbre, como si los empujara, todo es un juego entre machos de familia.

Luego salgo de allí y voy a ayudar a mi mujer en la cocina con un desayuno rápido y saludable para todos, luego al volver al cuarto de los chavos, ninguna sorpresa, todos están nuevamente dormidos y esta vez a tirar las sábanas a todos y encaminarlos al baño.

Pareciera que no crecieron, pero cuando aquellos fornidos cuerpos comienzan a salir de las camas y a pararse frente a mi, miro que Yo soy el más bajito, pero todos se dirigen al baño sin chistear esta segunda vez.

En la puerta del baño quedan cualquier prenda que tuvieran puesta, todos desnudos entran en la ducha, usan el sanitario (que hay dos) y la regadera es un área con 3 duchas sin separaciones y todas puestas en una pared cada una formando una “U”.

Aquel baño es el baño de hombres de la casa, de hecho está todo de azul marino, azul celeste y dorado, es una belleza de ducha, todo es tipo rústico, las paredes del baño son pedazos de cerámica de una construcción donde trabaje y que las botaron, con un            cincho dorado imitando a un cordón que está en el medio de la pared y arriba sin emparejar, como dije: rústico el tope sin pulir.

Realmente al verlo se ve genial, a mis hijos por verlo desde siempre les parece bonito, pero visitas que han entrado dicen igual.

El asunto es que entramos a la ducha uno a uno y en ocasiones alguno lleva la tienda de campaña hasta el baño.

Todos comenzamos a hacerle burla al de la pija parada, pero siempre me he fijado que a todos nosotros se nos pone camuliana o sea medio parada.

Yo ayudo a mis hijos a enjabonarse la cabeza o la espalda, ellos a mi también, eso como costumbre de cuando ellos eran críos.

En ocasiones me está frotando alguno de ellos la espalda y continúan hasta mis nalgas y mi raja del culo, Yo nunca les he dicho que no lo hagan para no formar un vinculo raro; Yo mismo lo hago con ellos, pero hace unos meses mi mujer está reacia a tener sexo con migo, por lo general me pone excusas para no hacerlo.

El asunto es que paso gafo, con una parazón enorme todo el día y no digamos en las mañanas, ahora soy el que más recibe burlas en la ducha.

De hecho, los tres me han dicho que si es que ya no canchis canchis con mi mujer.

Al principio lo tomé como chiste, pero ahora; hoy, son más de un mes que nada y anoche tuvimos una discusión muy seria con ella, de hecho llegamos a hablar de separarnos.

Mi mujer es muy guapa, no es barbie, pero es una latina hermosa que en sus cuarenta está mejor que mucha mujer joven.

Hoy, que es Viernes; mi mañana con los muchachos fue normal, levantarlos, luego el baño y estando en el baño les hice el comentario que entre su mamá y Yo las cosas no están bien y que había decidido en ese momento dejarla a ella sola en el cuarto y que vería la forma de poner una camita en el cuarto de ellos, siempre y cuando ellos estuvieran de acuerdo.

Todos quedaron rígidos allí mismo en el baño, uno a uno fue abrazándome y pude sentir sus fuertes abrazos, sus brazos musculosos, sus pechos contra mi cuerpo, sus cabezas reclinadas hacia mí  y también pude sentir como sin ningún pudor pegaban el resto de sus anatomías a mi cuerpo y sus grandes vergas se pegaban a mi piel, uno al frente pegándola contra la mía propia, uno por detrás pegándola a la una de mis nalgas y la otra a mi costado.

Todos ellos me dieron un abrazo grupal que se ha quedado fundido en mi mente junto a aquella sensación de las vergas largas y gruesas de todos ellos, ninguno tuvo una erección, pero si podía sentirlos unidos a mi.

Les pedí que no fueran a sentir ningún tipo de mal sentimiento contra su propia madre, esto es algo solo entre ella y Yo les aclaré, ustedes solo tienen que decirme si me aceptan en su cuarto porque si no quieren buscaré un lugar donde irme.

Nuevamente volví a sentir como todos apretujaban sus cuerpos y sus brazos se entrelazaban más y dijeron: No tienes que conseguir otra cama, tu duermes con nosotros en nuestras camas, son grandes y cabemos dos en cada una; si mamá te rechaza nosotros no; ¡!! Ustedes sabrán porque se enojan, los dos son iguales para nosotros; a ambos los queremos y  respetamos que tú la valores a ella ¡!!

A cada uno le fui dando un beso en la frente y abrazando pecho a pecho.

A cada uno les fui apretujando contra mí sintiendo sus pijas contra mi pubis pues ellos son más altos, mis brazos los tomaba de sus espaldas y a todos y cada uno les palmeaba sus nalgas como si eso fuera una probación.

Ellos rodeaban mi cuello con sus brazos y me daban un beso cálido en el cuello en el momento que me abrazaban.

Ese acto entre nosotros fue hermoso, Yo hasta lloré; ellos no lo notaron por el agua de las regaderas, pero Yo si lo supe.

A partir de ese momento comencé a compartir el cuarto de mis hijos y mi ex-mujer tenía el cuarto nuestro para ella sola.

La rutina de la mañana comenzó a cambiar, le pedí a Oscar que le pidiera a su madre que no fuera en la mañana a hacer café, que la cocina mañanera la haría Yo y ellos que se ofrecieron y ella aceptó.

Por las noches, una noche dormía con uno, otra con otro y así nos turnábamos, era interesante el compartir cama con ellos.

Todos y cada uno de ellos, tenía hábitos muy diferentes de sueño que Yo no conocía en detalle.

Por ejemplo:

Ramiro:

Un chico muy loco para dormir, se movía mucho y en ocasiones lanzaba unos brazos al aire que me caían como látigos, pero la mayor parte del tiempo de su sueño lo hacía recostado sobre mi cuerpo, una de sus piernas y uno de sus brazos me acobijaban.

Oscar:

Su noche comenzaba desde acostarse dándome la espalda abrazado a su almohada, tenía un ronquido suave y pausado al dormir, nada molesto; era para mi como un arrullo; pero de alguna manera siempre al despertarme podía sentirlo pegado a mi espalda completamente, su pija bien parada pegada a mis nalgas y pegando brinquitos que hacían que me despertara.

Fabián:

Siempre durmió en bolas, desde chico no hicimos posible que durmiera vestido y es que al acostarse estaba con pijama y todo, pero al despertar ni él sabía como se la quitaba y dejamos de intentar que durmiera si quiera con calzoncillo; este era diferente, si Yo dormía con él, siempre que me acostaba, tiraba su brazo sobre mi hombro de tal forma que Yo sentía un abrazo cálido y me instaba a poner mi cabeza sobre su hombro, algo así como si estaba protegiéndome.

Hacía que durmiera abrazado a él y que por las mañanas mi pierna siempre estuviera sobre él, mi brazo atravesando su pecho y mi cabeza usando su pectoral como almohada.

Además, al Yo despertarme; a razón de nuestra posición él se despertaba junto a mi y lo primero que hacía era darme un “buen día” y a continuación un beso en mi frente.

Realmente, no me puedo quejar de haberme separado de mi mujer, mis noches las disfruto a lo máximo.

Mis chavalos son muy cariñosos con migo, siento que me toman como un hermano más y no como su padre, a su madre por igual, la abrazan, la besan y demás cariños que le puedan dar.

Una noche, al parecer ellos hablaron entre sí y nos juntaron a todos en la sala; cuando sentaron a mi ex en la sala uno apagó la tv e iniciaron un intento de reconciliación, todo fue en vano; ella no supo dar un porque de su actitud y todo quedó igual, de hecho; se miró que Yo sentía cariño, amor por ella y que ella ya no.

A los cuatro meses ella nos anunció que nos dejaba, que se iba a casa de su madre, cosa más alejada de la verdad; se fue directo a la casa de su jefe.

Mis hijos le reclamaron el hecho de haberles mentido, le indicaron que merecían que ella les dijera la verdad y en represaría ellos no la llamaban, ella dejaba mensajes en el teléfono y al solo escuchar su voz los borraban.

Yo les dije que era su madre y que como tal ella era humana y cometía errores, que tenían que hablar con ella, pero ninguno decía ni esta boca es mía, solo continuaban con lo que hacían en ese momento.

Yo volví a mi cuarto, añoraba a mi mujer, ya tenía casi un año que no me acostaba con nadie, no porque me faltaran mujeres que conquistar, es que seguía ilusionado con mi ex.

En la casa el ambiente se volvió más relajado que antes, los chicos en ocasiones no se preocupaban por ponerse ropa, se levantaban en pinga y así andaban por todos lados; en un principio les decía que se pusieran algo, pero luego de varias veces que les dije eso uno de ellos me dijo que ahora que la mamá no estaba ni llegaba, para ellos no era problema andar así, que era más cómodo y que en total, con migo hasta se bañaban siempre juntos y en pelotas y hasta con las vergas bien paradas.

Hellow,  el nudismo llegó a mi casa.

Fueron tiempos en los que todos anduvimos desnudos en casa, fueron pasando los días y las semanas y a eso se unieron los meses en los que todos estábamos desnudos cuando llegábamos a casa.

Yo disfrutaba de ver las vergas gruesas y largas de mis hijos colgando tal campana a cada paso que daban.

Sus culos redondos y duros por el deporte eran una delicia a la vista, en general todo ellos eran una delicia a la vista, pelos, piel, culo, huevos, pijas y sus caras tan varoniles y excitantes, con esos ojos que me miraban con cariño y esas bocas que me besaban en la frente, las mejillas y el cuello en diferentes ocasiones.

Un día, Oscar me pidió permiso para hacer una parrillada con los chavos del equipo de fut en casa, me dijo que no habría problemas, que solo vendrían los chicos y las porristas además del entrenador que no les quita el ojo cuando están en estas.

Acepté y le dije que si el entrenador aceptaba podían tomar un par de cervezas sin problemas.

Así fue, el Sábado por la tarde después del partido llegaron todos, muy animados pues habían ganado 5 a 0 y 2 de los goles fueron metidos por Oscar.

Todos lo felicitaban y a medida llegaron sus hermanos fueron recibiendo la noticia y uniéndose a la celebración.

Las porristas no eran otras que las novias de algunos de los chicos, una de ellas era muy aventada y me coqueteaba con descaro, Yo la ignoré por respeto al novio que era amigo de mi hijo desde críos y ella era nueva en la zona, solo tenía unos 6 meses de haber llegado.

El amigo de mi hijo e infortunado novio de esa porrista era Ignacio, un tipo de 1.70 mts. de alto, cuerpo de futbolista de toda su vida, 18 años recién cumplidos y como buen futbolero un culo de miedo, esa tarde la reunión se hizo en el patio trasero de la casa, con música y parrillada a todo dar.

Como estábamos en pleno verano, ya cerca de semana santa; el calor estaba insoportable, algunos se quitaron la camisola del equipo y quedaron en calzonetas, otros hasta los zapatos a lo que algunos comenzaron a gruñir que les apestaban las balineras (les hedían los pies) y de broma en broma a cubetazo limpio comenzaron a lanzarse agua desde la pila y luego con la manguera a lo que todos quedaron empapados, la mayoría de las chicas se fueron enojadas por la mal broma y por último solo quedaron los jugadores.

Todas las nenas se fueron o las llegaron a traer y quedaron puros burros le digo Yo.

Cuando regrese de ir a traer más cervezas de la tienda me encontré que todos los presentes eran puros chavos, más el entrenador que rosaría los 35 asumo Yo.

Estaban también algunos hermanos, primos y amigos de los miembros del equipo, la cantidad de gente era grande, más de veinte.

La tarde sucumbió, la noche llegó y la comedera, bebedera siguió, no supe de donde venía la bebida pero llegó allí y no opuse nada pues todos se suponían que eran mayores o eran bebedores del barrio que ya se sabía que bebían y sus padres los dejaban; nadie menor de 17 eso lo sabía bien Yo.

Algunos de ellos, acostumbrados a estar entre todos en los vestidores en pelotas se habían quedado en bóxers o incluso en suspensorios en los cuales sus culos estaban a la vista y diré que algunos eran peluditos en sus nalgas, tal cual mis hijos.

El entrenador me pidió disculpas y que los haría vestir a lo que le dije que no había problema, allí solo estaban hombrecitos y que además en mi casa la desnudez no la objetaba puesto que solo vivíamos hombres y todos nos conocíamos.

Además le dije, déjelos que se despeloten al fin es algo natural entre jugadores andar en pinga; Yo recuerdo mi época de jugador, en los vestidores siempre estábamos en  pelotas molestándonos y bromeando.

De hecho, si quiere puede quitarse la camiseta que estos barbaros lo tienen todo mojado y la puede poder allá atrás para que se seque mientras está aquí, aparte que está haciendo una calor de miedo.

Ok, dijo el entrenador que por cierto se llama Miguel al igual que su hijo que también forma parte del equipo y tiene 19 años y es el más jodión, es terrible, a estas alturas en un descuido de su padre que andaba colgando la camiseta en el tendedero de ropa se había quitado el suspensorio y les andaba dando de latigazos a todos en los rabos y el culo, aquello estaba convirtiéndose en un despelote completo.

Miguel el entrenador al verlo le llamó la atención diciéndole que estaba en casa ajena, que se comportara y le dijo: No le pares viejo, que aquí son todos pelotudos

Jaajajajajajajajjaa una enorme risotada fue mi reacción a aquello, se miraba el cuerpo completamente lampiño de Miguelito como le decíamos todos ya que hasta el pubis se lo rasuraba.

Su verga era mediana y saltaba como trompo loco junto a un par de huevos enormes.

La cara del entrenador estaba roja de la vergüenza con migo, Yo lo note y le dije que no se preocupara, que estaba acostumbrado a los despelotes de mis hijos todos los días.

Ufff me dijo, Yo que solo tengo uno me las veo negras con esa pinga saltando por todos lados desde que su madre murió, no me quiero imaginar con 3 pijas rebotando por todos lados.

No se crea, los míos son tranquilones, aunque han tenido su época.

A sí, ¿Cómo así?, perdón; pero….

No, no hay problema, somos padres de jóvenes ambos y le contaré.

Cuando los tres estaban adolescentes, entre 15 y 18 comenzaron a su despertar sexual y me preguntaron directamente las cosas, de hecho, nosotros en esa época todavía estábamos casados con mi ex y …. Por eso Yo usaba el baño con los chicos además de ayudarles a bañarse correctamente, pues en esos día Ramiro que siempre ha sido más osado que sus hermanos mayores sin preguntarme nada ha tomado mi verga en su mano y me dice: ¿Porqué es tan grande tu pipi y el de nosotros no?

Me quedé helado, no sabía que contestar; a eso sume que él me tenía agarrado el vergajo y me puse nervioso a lo que mi verga comenzó a crecer y él la sostenía, su mano la apretujaba sintiendo como iba creciendo y Yo nervioso.

Rápidamente le quite la mano y le dije que era a consecuencia de la edad, que entre más grande más larga y gruesa se le pondría.

Él solo dijo: “ha vaya” y siguió con el baño, el ver la verga parada de su padre o de sus hermanos no era novedad para él, todos los días nos bañábamos juntos y eso ocurre.

En esa época también sus dos hermanos estaban desarrollando muy rápido y él era el único que estaba sin pelusa, él lo notó y lo dijo; Yo le dije ese día que estaba rasurándome que me la iba a quitar para vernos igual y mi otros hijos me imitaron, incluso le diré que esa primera vez los rasuré Yo mismo para que no se fueran a cortar pues no tenían práctica con la rasuradora.

Note como Miguel el entrenador se acomodó la verga que se adivinaba creciendo.

Yo no quise pensar mal, que la verga se le pare a uno ocurre seguido; más si vives solo como nosotros dos.

A nuestro alrededor ya estaban muchos de los chicos en pelotas jugando con la manguera y la piscina inflable que teníamos puesta, era de las grandes en que cabían bien de 8 a 12 personas de un solo, pero estaba full en su capacidad y algunos se jugaban bromas pesadas pegándose a sus amigos por detrás o tocándolos por lo pegados que estaban y todos en pinga.

En eso estábamos platicando cuando Miguelito se acerca y con manguera en mano nos ha bañado a ambos y dice a todo pulmón, “hey compas, estos dos viejucos necesitan un chapuzón” y un mar de chavalos completamente desnudos se nos ha lanzado en sima y sin esperar respiro nuestro no has quitado toda la ropa, dejándonos desnudos y haciendo un hueco entre el tumulto de gente en el piscina nos han lanzado allí a ambos.

Fue una cantidad enorme de agua la que tragué al caer dentro de la piscina y al abrir los ojos aún dentro del agua pude ver la más variada y extensa colección de vergas juveniles a mi alrededor, unas largas, otras cortas, otras gruesas, otras con prepucio, sin prepucio y pude ver como una que otra estaba arrimada a un culo sin pudor.

Eso me causó una erección y pude ver frente a mi a Miguel el entrenador que también miraba a su alrededor con asombro y con la pija bien parada también.

Al sacar la cabeza fuera del agua a nuestro alrededor estaban los amigos, hermanos y compañeros de equipo de mis hijos y todos se abalanzaron a nosotros para hacernos parte de sus bromas, pude sentir como a mis espaldas se me pegaba una riata enorme en su largo y grosor.

Al frente mío a Miguel el entrenador lo tenían casi levantado en el aire un grupo de sus propios pupilos de equipo y entre dos al mismo tiempo que sostenían su cadera con las manos estaban dejando que por su peso sus dedos entraran en el ano de Miguel.

Yo por mi parte quise salir de allí, pero alguien se me abalanzó desde atrás y volví a ser sumergido en el agua y sacado de un solo a flote y puesto boca arriba.

Alguien tomaba mis piernas y las separaba, otros me sostenían el cuerpo y otros tomaban mis brazos para dar paso a que en ese momento uno de ellos se colocara en medio de mis piernas y con una verga bien parada jugara en la raja de mi culo pasando su abultada cabeza en la zanja de mis nalgas y que esto me causara un estremecimiento raro, Yo no estaba acostumbrado a que un grupo de chavales me hiciera esto y a parte de otra cosa Yo nunca he sido penetrado me dije a mi mismo.

En la orilla estaba uno de mis hijos riéndose a mis costillas, a gritos este llamaba a otro de sus hermanos y en eso pude ver a mi perpetrador de juegos y era el Miguelito, se estaba dando la grande pasándome la verga por el culo.

Pude ver que uno de los que estaban haciendo la broma a Miguel el entrenador era Ramiro, mi hijo; a Miguel lo tenían boca abajo sobre el agua, con la cabeza levantada y él no podía ver quien estaba detrás de él, en medio de sus piernas, asumía Yo que haciendo lo mismo que Miguelito a mí.

En eso pude ver la cara de Miguel el entrenador que se torcía y apretó los dientes, pude ver como Ramiro lo tomaba de la cintura y hacía un movimiento muy claro de caderas en el cual asumí lo penetraba.

La pija de Ramiro ya parada era de un calibre considerable, Yo lo sabía bien pues lo he visto con la riata parada un millar de veces cuando duerme y cuando nos bañamos.

Podía pensar el sufrimiento de recibir algo así en el trasero.

Pero mejor no hubiera pensado eso porque en ese preciso instante el capullo de la verga de Miguelito estaba en la puerta de entrada de mi ano y podía sentir su tamaño, era grande, redonda, gruesa, hervía al par de la fría agua de la piscina, sentía como un enorme puño que quisiera penetrarme, un tolete duro y caliente que pujaba en la entrada de mi virgen culo y Yo apretaba el trasero para impedir ser desvirgado por ese casi adolescente que me estaba punteando.

Mis hijos no hacían nada para ayudarme, me miraban y pude ver hasta que disfrutaban de mi suerte con su amigo, ese chaval que incontables veces había llegado a casa con ellos y que incluso se había quedado a dormir otro montón de veces más.

No lo podía creer, mis fuerzas iban disminuyendo, mi resistencia en el ano se iba perdiendo y con el agua como aliada de Miguelito su cacharro comenzó su camino hacia mi interior.

Pude sentir como a medida me separaban más las piernas y la empuñadura de esa verga sostenía su presión en mi esfínter, este se iba dilatando y ese hongo de carne humana grueso, enorme, caliente me separaba las paredes de mi ano para alojarse en mi interior y de esta forma mi virginidad quedaba a merced del hijo de mi amigo Miguel el tal Miguelito me estaba desvirgando y enfrente de todo el equipo de fut, en frente de mis hijos e incluso uno de ellos cogiéndose a el padre de mi iniciador.

No pude más, mi culo cedió y todo ese aparato entró en mí; podía sentir cada milímetro de esa verga en mi interior y no me quedó otra que dejarme hacer, estaba visto que los adultos allí éramos minoría y habíamos perdido la batalla.

Mi culo fue cogido a la fuerza por uno de los amigos de mi hijo, ya tenía como 10 minutos o un poco más cuando de un sopetón Miguelito sacó su verga y pude sentir un poco de agua entrar en mi interior y sin esperar más otro ocupó su lugar.

Esta vez era el portero del equipo y un delantero giró mi cara e incrustó su verga en mi boca, estaba comenzando a dejar de sentir dolor en el culo, me estaba acostumbrando a estar ocupado por una verga.

Mi pija comenzó a crecer, pude sentir como la verga del portero era más delgada que la de Miguelito; pero era muchísimo más larga, sentía como ese sable entraba, entraba, traspasó la próstata y continuó camino hacia adentro, podía sentir que tocaba puntos que nada ni nadie habían rozado y él estaba haciendo un movimiento raro que actuaba como una caricia interna que me agradaba y no podía apartar mi mente de ese punto que hizo tan bien y tan sabroso que perdí la noción de donde estaba y con quienes estaba y sentí que mi verga dio un tirón de un solo, creció a su máxima plenitud y sentí como mis opresores me soltaron.

Estaba flotando en el agua y como único amarre la verga larguísima del portero en mi interior.

Pude sentir como este chaval de unos 20 añitos me tomaba de mi cadera y hacía un mete y saca fenomenal, sentía y escuchaba el agua rebotar contra mi culo y había olvidado que mis hijos estaban allí, alguien comenzó a mamar mi pija y volvieron a meter una verga en mi boca, esta vez fui Yo quien abrió bien la boca para que entrara mejor.

Miguel el entrenador estaba agarrado del borde de la piscina y estaba siendo cogido por Miguelito y gozaba de montón.

Así como estaba flotando de espaldas, me voltearon y sostuvieron con aquella verga en mi culo y pude afianzar los pies al suelo, en eso estaba cuando el chavo este me la sacó y ahora estaba otro empujando su pija hacia mi interior, aunque ya llevaba dos pijas en mi haber y estaba recién estrenado pude sentir  lo gruesa que era esta pija, era mucho más gruesa que la de Miguelito y sin consideración ni espera se me fue hacia adentro, resople y gemí, esta si era grande; de hecho cada empellón de este nuevo chavo hacía que me elevara un poco del suelo de la piscina y flotara, me estaba taladrando bien profundo, fuerte y pude sentir como se pegaba a mi espalda, como sus brazos me rodearon desde atrás y llevó su mano a mi pija y suavemente me besó en la nuca.

Mi cuerpo se arqueó cuando con una mano tomó mi verga, con otra apretó mi pecho, con su boca lamía mi oído y con su verga se metía en lo más hondo de mi ser, no podía creer que todo este tiempo, toda mi vida me había estado perdiendo de placer tan grande.

Cuando estaba gozando en lo máximo de mi calentura sexual escuche a mi penetrador decir a mi oído: “ ¿Te gusta como te lo hago papá? “, no podía creer lo que escuche; mi hijo Oscar me estaba dando esas puñaladas en el culo con un cincel de carne joven y sabrosa que me estaba llevando al mismo océano de lujuria y pasión con sus caricias y estocadas.

Esas palabras me hicieron temblar, me hicieron sentir que la mano que me masturbaba era la mayor de las delicias que podía experimentar y que la verga que me penetraba podría estar entrando en mi toda una vida, pude sentir como mi corrida era inevitable y rugí y grité, me contorsioné y lancé tres fuertes disparos de semen que se miraban muy bien en contraste de aquellas aguas, eran tres disparos abundantes y espesos.

Mi hijo al sentir como mi ano se contraía alrededor de su verga comenzó también a acabar en mi interior, su pija se tensó a su máxima expresión y apretando mi cuerpo contra el suyo le escuche jadear a mi espalda, junto a mi oreja y su cuerpo convulsionar unido a mi.

Fue grandioso, a mi volvió toda la realidad, quien me había hecho gozar con mayor intensidad solo era mi hijo.

Alrededor nuestro muchos aplaudían a nosotros, otros silbaron y nos animaron por lo ocurrido, no me arrepentí, salí del agua y mis nuevos amigos sexuales me abrazaban y palmeaban por mi desempeño final.

Tomé alguna bebida y descansé en una potrona hasta que todos se habían ido.

Ya saben que en esto se hace cambios aquí y allá por lo de los involucrados.

Espero te haya gustado,

LUDAVAGI

Joanve09@gmail.com