Solo en casa

Me encantaba cuando mis padres se iban a cenar. Me daba por lo menos unas 3 horas de ser capaz de incursionar en el cuarto de ellos e ir a los cajones de mi mamá, su closet y donde guardaba su maquillaje y todo accesorio que a mí me funcionará para vestirse como chica y perfeccionar mi imagen femme

Me quedé quieto posando y esperando el  temporizador de la cámara con poses femeninas mientras HACÏA  ¡CLIC! Otra foto para añadir a mi colección secreta.

Me encantaba cuando mis padres se iban a cenar. Me daba por lo menos unas 3 horas de ser capaz de incursionar en el cuarto de ellos e ir a los cajones de mi mamá, su closet y donde guardaba su maquillaje y todo accesorio que a mí me funcionará para  vestirse como chica y perfeccionar mi imagen femenina.

Miré a mi alrededor y decidí ir primero al cajón de su lencería; donde siempre me gustaba ir, en esta ocasión elegí un conjunto de brassiere y pantaleta color blanco con encaje al frente y satinado de los lados, se veía genial y súper femenino. Los deje en la cama mientras miraba su closet y quería ver que me iba a poner esta tarde, antes de llegar a su closet, comencé a quitarme la ropa, que para ese entonces como ya sabía que me iba aquedar solo, pues me depile todo el cuerpo sin rastro alguno de vello, a mis 21 años mi cuerpo no era tan masculino como mis pares quisieran, pero a mí en cambio me sentaba muy bien…. Desde que me di cuenta de mis gustos por la ropa femenina, lo hacía cada tarde siempre a solas e incluso comencé a llevar lecneria debajo demi ropa casual o en la escuela, sin que nadie lo notará.

Bote mis pantalones, me quite la playera, me saque los calcetines me quede en ropa interior y fue cuando me puse enfrente del closet, un lugar grande espacioso y lujoso, siempre olía a su perfume, a ella, que por cierto muy rico y súper femenino, a mujer sofisticada y eso me encantaba a mí; en mis adentros quería parecerme a ella, elegante, femenina, hermosa, erótica en su andar, en sus movimientos, en todo lo que era ella. Con su cabello negro, piel blanca, voz de locutora, su andar felino, seductora y siempre impecable, nunca andaba de pantalón. Muchas veces me preguntaba por qué soy así, pero la única respuesta y casi unánime, pues es su femenidad que flotaba en la casa diario, incluso ella siempre me incitaba a vestir, digamos menos masculino, aunque siempre había un mensaje contradictorio que me decía – hijo, has más ejercicio para que tengas una novia linda- pero rivalizaba con sus comentarios o conductas que decían – hijo, oye porque no me acompañas al salón de belleza, me esperas y mientras platicas con las chicas de cosas de chicas- o a veces, como calzaba del mismo número que ella, me decía oye me ayudas a amoldar mis zapatillas, al fin soy tu mamá  calzamos igual y así ya no me lastimaran en el trabajo – entonces siempre estaba en una paradoja y así fue siempre.

Al estar enfrente de su closet no sabía que ponerme, pero mis gustos se redujeron a un vestido rojo corto y un conjunto de falda negra de lápiz  y blusa blanca de mangas largas; entonces me decidí por el conjunto, ya al tenerlo en mis manos, lo deje a un lado de la lencería sobre la cama, enseguida me fui por la medias y sin dudarlo elegí unas color natural y después me fui al lugar donde tienen sus zapatos y de igual manera me fui  por unas zapatillas cerradas color negro y en la suela roja, de las más elegantes que usa ella.

Ya teniendo todo solo faltaba los detalles que te hacen verte aún mejor, así que me fui corriendo a mi cuarto y tome unos artículos indispensables para chicas como yo, mi peluca, mis postizos de bubbies, y unos aretes de clip. Al llegar a la recamara me quite lo que me faltaba y comencé por ponerme la pantaleta, fue genial sentir como un contacto de on y off de ser chica y chico, sentí como la sangre hervía y quería más y más, y enseguida me coloque mi brassiere y los postizos la sensación fue hermosa y me lleno de feminidad. Enseguida las medias que fueron hasta los muslos, las elegí porque tenían encaje muy bonito que hacía que se ajustaran y no se cayeran. Después la peluca y así poderme ver en el espejo y mirar mi reflejo… veía a una chica hermosa en lencería, y medias, me senté en su tocador así solo en lencería y comencé a maquilarme, horas y horas de aprender  a hacerlo rindieron frutos, me puse sobras oscuras, rímel, una base color natural sin tanto brillo, un poco de rubor y ese labial rojo tenue que tanto usaba ella para irse a la oficina, que me excitaba tanto al verlo y más cuando lo  usaba yo. Me perfume y me fui a ponerme las zapatillas caminar con ellas era lo más lindo del mundo, hacía que mi figura resaltará de forma aún más femenina. De por si mi trasero decía mi mamá que era como el de una chica ahora cuando  me los ponía ¡ufffff¡  me vía súper femenina .

Ya solo faltaba el outfit, fui caminando lento hacía la cama y tome la falda la subí lentamente y sentía estallar de tanta sensualidad y mi lado mujeril salía de nuevo, me coloque la blusa, cerré la falda abotone cada botón, arregle las arrugas, me acomode el cabello, y bueno me vi una vez más en el espejo…….me retoque el maquillaje, toque mi falda acaricie mis medias , era todo absolutamente perfecto. Me encantó cómo me veía con esa falda y esa blusa, me encaraba parecerme a ella. Incluso me encantó como mis piernas parecían en medias y tacones.

De repente escuche su voz, ella entrando a la casa mientras hablaba por celular, salí corroendo de su recamara  y me fui al piso de arriba para cambiarme  ... pero ¡oh¡ sorpresa deje mi ropa en el piso de la habitación, llegue a la habitación de huéspedes y cuando abrí los cajones me llene de miedo y me sorprendí al no encontrar nada de ropa¡¡¡¡ solo pude ver sujetadores, bragas, y  ropa interior de mujer, . Corrí al armario y cuando lo abrí lo único que vi eran sólo vestidos y faldas. De repente oí la puerta de apertura abajo. Mi secreto estaba a punto de revelarse y de que forma, no sabía que iba a pasarme me Iba a verme vestida como una señorita ¡!!!

¿Qué me pasará? ¿Qué dirá mi mamá si me ve con su ropa??? Mientras tanto, mi mamá preguntaba por mí. Yo no sabía que pensaba ella o si sabía de mis gustos. Yo no sabía pero ella  ya sabía  de mi  gusto por vestirse con su ropa, ya que ella descubrió  las fotos que tomaba en su cámara.  (una vez se me olvido borrarlas, por lo que me contó después)

.Hijo baja necesito platicar contigo, estoy en tu cuarto, ven pronto, te necesito preguntar algunas cosas- yo conteste temeroso y sin aliento – mamá, espera dame unos momentos y bajo- ella contesto sin temor y sin apremio, no te apures hijo, tu ven, ya que si buscas tu ropa, esta acá ya en tu cuarto te la deje en tu cama, la encontré tirada en mi habitación, espero estés decente y puedas salir, y si no pues toma algo de mi ropa que está en la habitación de huéspedes – sus palabras hicieron retumbar mis oídos y sobre todo hicieron de mi un manojo de nervios como nunca antes. No sabía qué hacer;  si bajar así o bajar desnudo, pero tenía el maquillaje, que por cierto no se quitaba con agua solo con sus toallitas. Estaba en una encrucijada que marcaría mi vida para siempre. Entre esos pensamientos me tarde como máximo según yo, como 5 minutos y fue  cuando escucho la puerta como se abre y me ve sentado en el piso con sus ropas sin saber qué hacer.

Sabía que esto no iba a terminar nada bien, así que comencé a llorar sin saber que hacer; de repente ella se me acerca y se pone en cuclillas, y me dice -  si querías usar mi ropa me hubieras dicho, solo debes de pedírmela, tu sabes que siempre quise una hija y me haces tan feliz que por fin te hayas dado la oportunidad, aunque ya lo sabía, pero quería verlo con mis propios ojos y ver lo linda que te ves-

Ya no sabía que hacer si seguir llorando o abrazarla y contarle todo.