Solo en casa
¿Qué hacer para no aburrirte cuando te quedas solo en casa? Andrés tiene muy buenas ideas.
Imagínate que es domingo en la tarde y tu familia se dispone a salir de paseo al centro, van a aprovechar para ir a comprar unas cosas y tú no quieres ir, el pretexto es que tienes un chingo de tarea para el otro día. "Bueno Andrés entonces quédate" te dijo tu jefe, así que los ves cuando se van y más tardan en desaparecer de tu vista que tú en correr a tu cuarto a sacar de tu escondite secreto abajo de la cama una de las muchas películas porno que un camarada te prestó en la prepa. Esta película en especial tienes un chingo de ganas de verla, te la prestaron hace tres semanas y no habías podido ponerla porque nunca te dejan solo en la casa hasta hoy. Examinas la caja. Se llama "American Boys" y en la portada trae al cabrón más pinche buenote que has visto en tu puta vida: un wey mega mamado con una herramienta descomunal y la trae bien paradota. Al lado de él está abrazado de la cintura otro cabrón igualmente cachondo con el pito menos grande pero de todos modos antojable. De modo que te preparas para ver la pinche movie, sacas de tu buró un bote de crema y un rollo de papel de baño, esta tarde te vas a hacer mínimo 5 puñetas viendo esa madre.
Te encueras totalmente y te acuestas en la cama. De repente sientes algo de sed, así que vas a la cocina por un poco de agua. Nunca habías caminado desnudo por toda la casa, es una pinche sensación bien cabrona y excitante, tanto que inmediatamente se te para la verga al tope. Piensas qué pasaría si alguien desde la calle te llegara a ver por alguna ventana y eso en vez de espantarte te pone más caliente. Mientras regresas con el vaso de agua a tu cuarto te vas sobando el camote como anticipando el pinche orgasmo que vas a tener en un rato más. Llegas a la recámara y ahora sí pones la pinche película, no mames pinches weyes qué buenos están los hijos de la chingada, piensas mientras empiezas a jalartela despacito, desde la base de los huevos hasta la cabeza, recorriendo cada centímetro de tu trozo de carne y vibrando de placer.
En la pantalla se ve al wey de la portada cogiendo con un pinche negro de poca madre, no mames puto negro con una reata como de 25cm y casi tan gruesa como tu brazo, se ve que al otro puto le ha de estar doliendo hasta el alma... "oooh yeaahhh.." dice el otro cabrón mientras la verga del negro entra y sale de su agujero. Tú estás en chinga sobandote el pito y jalando ese pedazo de carne tan rico que la naturaleza te dio, ya te embarraste crema y por lo tanto la sensación resbalosa es con madre. Estás en tu pedo cuando de repente: RRRRIIIIIIIIINNNNNNGGGG!!!!!!
"¡Putísima madre!" piensas al tiempo que abres los ojos y dejas de jalarle el cuello al ganso. "¿Quién chingados viene a joder la madre ahorita?" No te queda de otra que salir a ver, porque el pinche timbre de la puerta sigue suene y suene. "¡YA VAN!" gritas todo encabronado mientras buscas tu pantalón a un lado de la cama y te lo medio pones tratando de que no se te note mucho la reata parada. La camisa no te la pones, te vale madres y lo que quieres es despachar rápido a quien sea que haya venido a interrumpir tu sagrada puñeta.
Llegas a la puerta, la abres y... ¡soy yo! "Qué pedo Andrés cómo estás cabrón?" "Ahh... pues.. bien... " respondes todavía medio cagado. "Estaba un poco ocupado wey la neta". Yo te observo detenidamente y me fijo en tu pecho sudoroso y sobre todo en ese bulto en la entrepierna que ni la mezclilla puede ocultar. "Sí, me imagino... algo ocupado... pero no entiendo por qué no pides ayuda a los camaradas, puto.... a ver acá machín, ¿que acaso no somos cuates?" digo esto mientras entro a tu casa, cierro la puerta y con una mano acaricio tu bulto. "No están tus jefes, verdad?" "No" "Qué bien, podemos divertirnos un rato no te parece?" "Sobres culero" y cuando dices esto ya estamos en tu cuarto parados junto a tu cama y yo te tengo bien agarrado de la cintura. Tú comienzas a acariciar mi pelo y me ves a los ojos, y en una de esas me plantas un pinche besote de poca madre que hasta siento que me falta el aire. Yo mientras tanto en chinga empiezo a recorrer tu cuerpecito con mis manos,sobando esas nalgas tan ricas que me vuelven loco y de vez en cuando dandole un apretón a tu chile, que lo tienes igual de tieso que cuando te estabas puñeteando. Nuestras pinches lenguas se buscan, se acarician, se trenzan en el pinche beso más cañón que nos hemos dado desde que nos conocimos, yo muerdo tu labio inferior suavemente mientras tú buscas con tu boca mi cuello para darme un pinche chupetón que me dejará una marca por más de una semana.
Caemos sobre la cama, tú encima de mí y en verga empiezas a meterme mano por todos lados, yo llevo tu cabeza hasta mi pecho y te indico con la mirada que quiero que me muerdas las tetillas, tú no te haces del rogar y empiezas a chupar como becerrito, no mames pinche vato, siento un chingo de placer cuando me lamen una teta, asíiiiii ahhhhh pinche culero, lamela wey lamelaaaaaa... ahhhh luego con tus labios chupas y acaricias mi pezón que ya está bien duro, el placer es tan grande que no aguanto más así que te separo de ahi y busco tu boca para fundirnos de nuevo en otro beso poca madre. Mientras tanto mi mano recorre tu espalda y la linea enmedio de tus nalgas... llego con un dedo hasta tu ano y acaricio ese agujerito tan apretado que tanto placer me ha dado antes... me echo saliva en el dedo y empiezo a sobar y acariciar tu hoyo, tratando de aflojarlo para que después no cueste trabajo empujar mi herramienta dentro.
Rodamos sobre la cama y ahora soy yo el que queda encima de tí, seguimos dandonos pinches besotes bien sabrosos, no mames entre cabrones el sexo es de poca madre... "te hacía falta carne verdad culero?" te digo, y tú: "sí puto, no mames... quería soltarme chido con un machín.. para un cabrón otro cabrón".. "¡a huevo! " digo yo, y me pongo de rodillas encima de ti de manera que mi verga quede cerca de tu cara. "Chúpala puto"... en chinga te metes mi trozo a la boca dandole pinches chupadas cabronas y sobandome los huevos con una mano. "Aaahhhh asíii asi putito.....oohhhh hijo de la chingada qué rico mamas cabrón!" digo mientras me muevo como si estuviera cogiendo y tu boca fuera una vagina, húmeda y caliente. "mmm....ay cabrón tenías hambre..." y me retuerzo de placer. Mientras tanto tú apuntas tu verga a mi agujero , porque como estoy sentado encima de ti quieres aprovechar para cojerme. Intentas meterme el camote pero me duele: "¡ayyy aguas puto!" "tranquilo, ese" me dices. Entonces tomas el bote de crema que habías sacado y te embarras un chingo en la punta de la reata, y otro tanto en mi hoyo mientras lo sobas para dilatarlo. "Ahora sí te va a entrar como agua, puto" me dices, y no has acabado de decirlo cuando das un pinche empujón que me hace gritar y de un solo golpe todo tu camote está dentro de mi ano. "Muévete cabrón, hazme gozar... pinche culito rico que tienes hijo de la verga!" me dices, mientras yo me estoy acostumbrando al dolor y cada vez siento más placer de tener enterrado tu trozote. Tú en chinga vuelves a mamarme la verga mientras yo me empiezo a mover y dar de sentones en tu palo. Por unos momentos nada más se oyen los jadeos y gemidos de dos cabrones, dos weyes que saben lo sabroso que es coger con machines. Mucha gente no entiende lo rico que puede ser echarse una mano entre compas cuando la pinche calentura está cabrona...
De repente te paras y me dices "¡volteate! quiero cogerte de perrito" así que yo en verga me pongo en cuatro ofreciendote mi culito para que lo despedaces a reatazos. Tú te colocas detrás de mi, apuntas tu instrumento a mi hoyo y me la metes, esta vez sin que me duela tanto. Me tienes bien agarrado por la cintura y metes y sacas tu reata mientras tus huevos chocan contra mis nalgas. "Aahhh ooooooohhhh pinche Andrés que bien coges cabrón! Metemela hasta el fondo, puto!!!!!! Dame tus mecos hijo de la chingada!" "¿Te gusta culero? ¿Te gusta mi verga? Te voy a echar mis mecos cabrón... te voy a preñar hijo de puta!" y así seguimos por un rato más hasta que de repente siento que me aprietas más fuerte la cintura, cierras los ojos y dices: "ahhhh aaaahh me voy a veniiiir.... me voy a venir cabrón.. me veen... AAAAAHHHHH!!!!!!!!!" y entonces siento como tu pene comienza a escupir chorros y chorros de leche caliente de cabroncito dentro de mí. Avientas como 8 disparos de semen, suficientes para llenar mi agujero y hacer que me escurra por entre las piernas tu jugo de hombre, blanco y pegajoso. Nos tiramos sobre la cama, tú acostado encima de mi espalda, agotado por tanto placer. Descansamos como 5 minutos sin hablar, solo me acaricias el pelo y siento tu respiración en mi nuca y en mi oreja. Por fin me dices: "Gracias wey" pero en realidad quien debe dar gracias soy yo, por haberme dado tanto placer esa tarde.