Solo Él
Cuando te posee ese sensación especial y sublime vas a reconocer que solo él es capaz de dartela
SOLO ÉL
Era tanto el deseo que necesite un breve tiempo para verlo, regocijarme en su silencio, tan suave, tan consolador de mis anhelos. Necesité solo un instante para sentirlo dentro muy adentro. Como ha quien le cambia la vida por fracción de un segundo. Así es él fuerte, erguido, plácido, turgente, y húmedo cuando penetra suavemente en mi ser, solo al principio de su entrada, ese primera parte. En ese momento es especial, ese primer contacto, ese primer segundo de agonía sexual, que lo transforma todo, renace cualquier flor marchita a su contacto. Ese instante es sublime al tacto de mis labios, mis manos, mi lengua, mi pequeño monte de Venus que se somete, se deja dominar, al castigador, que se impulsa y bombea y vuelve por el mismo recorrido de quien tiene certeza de ir al éxtasis con cada penetración. Me deleito y tu te deleitas al recomenzar desde el inicio Es una sinfonía sin notas, solo sentidos en pleno disfrute, donde los oídos funcionan como un amplificador de aquello que quizás no vemos por tener los ojos cerrados pero abierto al movimiento que cada compás acompaña al cuerpo.
El tiene esa capacidad, de tranquilizar a cualquier criatura del planeta, a cambio de unos minutos de placer.