Solo, Benia V
No me he podido resistir al trío...
Indigo no he podido resistirme. Sobre todo va por ti amigo, gracias por presentarme a este trio.
Estaba en esa preciosa terraza, comiéndome una suculenta tarta de nata y fresas naturales, mientras los dos hombres a los que adoraba charlaban animadamente apoyados en la barandilla frente a mí.
No quería que esa noche terminara nunca, estaba más feliz de lo que recordaba haberlo estado nunca.
—Parece que esta rica, princesa –dijo papá
— ¿Me das un poquito, nena? –pidió Malcion acercándose
Relamió el tenedor con el que le había acercado un trozo a sus labios y cogiendo otro pedazo dije:
—Vamos papa, se lo goloso que eres
Y con una sonrisa vino a devorar su parte del pastel, mirándome con deseo mientras comía. Malcion relleno las copas y las llevo junto al jacuzzi y subiendo los dos peldaños dijo:
—Vamos, ¿quién me acompaña en este gran jacuzzi?-dijo dejando caer su pantalón en el primer de los dos escalones.
Me puse en pie ante papa y me quite la camiseta, dejándola en la silla donde había estado sentada y fui hacia el jacuzzi sintiendo la caliente mirada de papa en mi culo.
Me senté junto a Malcion y este me abrazó por los hombros, acercándome; buscando mis labios y mientras me besaba apasionadamente, noté como papá se metía en el agua.
Se sentó a mi lado, dejándome entre ambos. Metió su mano dentro del agua y empezó a acariciar mis rodillas, dejando que fuera yo quien a medida que subía fuera separando mis muslos, dándole acceso a mi sexo ya hambriento de nuevo.
Mientras Malcion, seguía devorando mi boca, y sus manos acariciaban mis pechos, los dedos de papa, separaban los labios de mi sexo, repasaban mi rajita y se centraban en mi clítoris.
La lengua de Malcion, lamia la mía. Sus dientes mordisqueaban mis labios, sus dedos retorcían mis ya durísimos pezones...y esos dedos en mi coño...
Gemí corriéndome en el agua calentita, entre las burbujas...con la lengua de mi marido en mi boca y los dedos de mi padre en mi coñito.
—Me muero por comerme esa panochita –dijo papa agarrándome de la cintura, como si estar ahí los tres fuera normal...
Me subió, sacándome del agua al borde del jacuzzi, y agarrando mis rodillas separó mis muslos, colocándose él de rodillas en el asiento del jacuzzi, y entre mis piernas bajo a devorar mi coñito.
—Umm así me gusta tu panochita, cuando recién te has venido...sabe tan rica...mi niña.
Malcion miraba embelesado como arqueaba la espalda, cuando la lengua de papá recorría mi rajita...y gemía, completamente entregada al placer que me daba. Su mirada turbia reflejaba la mezcla de sensaciones casi indescifrables, pero cuando se puso en pie, su polla dura dejaba claro que por encima de todo estaba excitado.
Me estiré para agarrar su polla, y empecé a masturbarle, mientras él seguía mirando entre mis piernas, demasiado excitado con la escena para moverse.
—Dame polla –le dije, relamiendo mis labios
Y saliendo la colocó en mi boca, sin darse cuenta empujaba mi cabeza hacia su pubis aprovechando mis jadeos...
—Ummm chupa Benia, chupa...así preciosa, si, que rico...
Papá succionó con fuerza y mi cuerpo tembló con un nuevo orgasmo, mientras Malcion entraba una y otra vez, follándose literalmente mi boca, agarrándome la cabeza de lado, fuera de sí. Soltó mi cabeza solo cuando ya no pudo más y acaricié sus huevos, notando como su polla aun temblaba al límite.
Volvió al agua y agarrándome, me sentó sobre su regazo, me agarró del culo, y me subió sobre su polla dura, rozó el glande con mi sexo, sus manos bajo mi culo me movían, haciendo que su glande recorriera toda mi rajita inflamada de deseo.
—Por favor Malcion, métemela... –supliqué muerta de hambre
— ¿Mi mujercita quiere polla?
—Sí, Malcion, dame polla...
Y entonces apoyó la cabeza de su mástil en mi entrada, y simplemente me dejó caer, empalándome en su estaca, haciéndome gritar por la sorpresa, por el placer, mientras papá a nuestro lado se mordía el labio inferior –también excitado
—Cabalga Benia, a ver como meneas esas chiches –dijo mi padre cogiendo mi mano para meterla en el agua
La polla de papá estaba durísima, caliente y palpitaba bajo mi mano, mientras movía las caderas follándome a Malcion y la mano masturbándole a él, mientras sus dedos pellizcan uno de mis pezones y la boca de Malcion mordía el otro.
Joder me estaban matando de placer... Malcion apoyó el culo en el borde del asiento interior, se recostó ligeramente hacia atrás para que pudiera moverme más y mejor...
Papá coloco su mano sobre la mía parándome y colocándose detrás de mí, me dijo al oído:
— ¿Mi nena quiere la polla de papi en el culo?
—Si –gemí descontrolada, excitada al máximo pensando en ser poseída a la vez por mis dos machos.
Me inclinó hacia el pecho de Malcion que estaba casi tumbado. Mis tetas, rozaron los pezones de este, mientras el bálano de papá ya rozaba mi puerta trasera, sus manos se aferraban con fuerza de mis caderas y poco a poco entró llenando mi culo, delicadamente, para follarme como un poseso después.
—No te muevas Enelio... –grito Malcion y papá se quedó quieto
Malcion besó mi boca, mientras llenaba mi coñito de semen completamente quieto en mi interior, e igual de quieto papá se corría en mi culo haciendo que el calor y sentirme tan llena me corriera como nunca...mientras mis dos hombres se vacían dentro de mí.
Salimos de agua como pasas, desnudos, nos tumbamos en la enorme cama donde nos seguimos acariciando con más gula que hambre, hasta quedarnos dormidos.
Me desperté en medio de mis dos hombres adorados y con una sonrisa de felicidad me fui a la ducha.
—Buenos días amor mío –dijo Malcion uniéndose a mi
— ¿Cómo has dormido? –pregunté indecisa en ese momento ya mas frio
—En la gloria, mi niña. Podremos con esto... –afirmo tomando las riendas de mis dudas
—Malcion una cosa es una noche loca...
—Cariño, cruzaremos los puentes a medida que lleguemos a ellos, esta noche ha estado bien, sinceramente más que bien, no puedo imaginarte con otro, pero si puedo verte con él. Imaginarte con otro hombre me vuelve loco, pero verte disfrutar con Enelio, hasta me ha excitado, negarlo sería estúpido. Sé que probablemente con otro no funcionaria, pero me siento muy unido a él, compartiendo demasiadas cosas. De alguna manera es como si los dos fuéramos tu padre, tus amantes...se lo que siente porque yo me siento igual.
—Por eso es más fácil, porque los dos sentimos lo mismo, no la compartes con cualquiera, tú la compartes con su padre y yo siento lo mismo, por eso es menos agresivo –dijo mi padre uniéndose a la fiesta.
—A eso mismo me refería, aunque no me sienta así sé que soy su padre y aunque tú no lo seas te sientes como tal y los dos sentimos lo mismo por ella, por eso nos sentimos afines ambos –contestó Malcion enjabonando mi pelo
Mientras papa enjabonaba ya mis pechitos aun sensibles. Nos enjabonamos a seis manos, cuatro manos volvieron a recorrer mi piel y el agua se llevó la espuma que habíamos formado con nuestros juegos.
Papá había pedido el desayuno antes de unirse a nuestra ducha, y salió con el albornoz a abrirles, Malcion fue en busca de ese café que necesitaba para empezar el día, mientras yo me untaba de crema.
Sonreí al verles uno frente al otro, desayunando enfrascados cada uno con sus Tablet leyendo correos o noticias.
Me serví un café con leche de los termos que habían subido, cogí una pasta y salí a la terraza, me apoyé en la barandilla y desayuné contemplando las fabulosas vistas desde allí.
No tardé en tener compañía, la de Malcion, que abrazándome desde atrás me dijo al oído:
—Esposa mía, se ha olvidado de ponerse las braguitas y así uno no puede concentrarse en las noticias –dijo frotando su paquete por mi culo desnudo, apenas cubierto por mi camiseta
— ¿Has visto que vistas?
—Ya te he dicho que sí, viéndolas no he podido concentrarme en nada más
—Me refería a esto bobo –le dije señalándole lo que miraba
—Te prefiero a ti –dijo besando mi cuello, chupeteándolo
Su mano abarcó todo mi pubis y lo apretó con fuerza, yo gimoteé y volvió a apretar con más fuerza aun haciéndome dar un gritito. Sus caricias no eran suaves, ni melosas, eran acaparadoras, duras y eso me ponía aún más cachonda.
—Anda se buena y sube ese culito, estoy cachondo desde la ducha... –dijo mientras oía como se bajaba la bragueta.
Me apoyé más a la barandilla inclinándome, subí el trasero y sus manos en mis caderas tiraron pegándome a su pubis, noté su vello en mi culo, su polla se coló entre mis cachetes y resbaló por mi rajita hasta llegar donde quería, entonces me puse de puntillas, el flexionó las rodillas y apoyándola en la entrada de un solo golpe de riñones me la metió hasta los huevos. Sin moverse, subió las manos por debajo de mi camiseta, y agarró mis tetas, las magreó a su antojo, hasta endurecer mis pezones frotándolos con las palmas de sus manos, una vez duros los pellizcó, los retorció y tironeó empezando a moverse dentro de mí, que de puntillas casi me levantaba del suelo, con sus acometidas secas, profundas...
—Dios Benia, follarte es tan...tu coñito siempre caliente, palpitante, mojadito...tu hambre voraz...me vuelves loco mi vida...
Me folló cambiando el ritmo de sus acometidas, pero sin salir, sin moverse de donde estaba, sin dejar de avasallar mis tetas...
—Córrete golfita, estruja mi polla, exprímeme con tu coñito... –gemía al limite
Y empezó a follarme salvajemente, empotrándome una y otra vez hasta llevarme al orgasmo que reclamaba, yo le llevé a él succionando su polla con los espasmos del mío, sintiendo el calor de su orgasmo en mi interior.
—Eres un cielo, voy a darme otra ducha golfilla –y salió riendo mientras su semen bajaba por mis muslos.
Aun respiraba con dificultad, cuando noté los dedos de papá hurgar en mi coñito empapado de semen, estaba a mi lado.
—Bonitas vistas –dijo metiendo dos dedos en mi coño encharcado
— ¿Vas a follarme así?
— ¿Quieres que lo haga? –pidió con voz ronca sentándose en la silla detrás de mi
—Me encantaría -le dije de repente sintiéndome de lo más morbosa
—Pues ven, sabes que papá nunca podrá negarle nada a su nena.
Y abriéndome sobre él que agarraba su polla más que lista, unos goterones espesos mancharon el glande oscuro de papa, ambos lo miramos excitándonos aún más.
—Vamos nena, clávate la verga de papa...
Y Dios si lo hice, como siempre, bajé llenándome de él. Sintiendo como su polla resbalaba por el semen de Malcion.
—Me enloquece tu polla papi
—A mí me enloqueces tú mi niña, te amo...
Y agarrando mi culo me ayudó a cabalgarle mientras lamia mis doloridas tetas.
—Si mi nena, papá se va a venir, así princesa, no pares mi niña
Lamia mis tetas amorosamente, me daba besitos en mis pezones, su gorda polla me llenaba y mi cuerpo volvió a temblar, mientras su miembro escupía semen ardiendo mezclándose con el de Malcion.
Me cruce con Malcion que salía de la ducha y con papá al salir de esta, nos vestimos y tomamos otro café ya más relajadamente.
—Deberíamos ir pensando en irnos –dije apurando mi taza.
Entré a vestirme, ellos dos ya lo habían hecho antes y cuando bajamos papá insistió en liquidar la cuenta.
—He venido en taxi, ¿me acercáis al hotel? –dijo al ver a Malcion ir hacia el aparcamiento
—Claro –contestó este
Y para sorpresa de todos al llegar frente al hotel donde papá se alojaba, Malcion espetó.
—Después de todo lo sucedido, ¿no estarías más cómodo en casa? –no podía amarle más de lo que lo hice en ese instante
— ¿Estás seguro Malcion? –preguntó papá, mientras yo miraba a Malcion con una sonrisa de agradecimiento infinito
—Es lo más lógico, eres el padre de mi mujer y nuestra casa, es tu casa.
—En ese caso, acepto encantado.
— ¿Entonces nos tomamos algo en la cafetería mientras recoges tus cosas o necesitas más tiempo?
—Por mi perfecto, recojo mis cosas y bajo enseguida –dijo feliz
Casi una hora después, Malcion metía el coche en el garaje y sacábamos las dos maletas de papá.
—No sé muy bien cómo organizarnos –dije con sinceridad, mientras dejaban las maletas en el salón
—No sé qué hacer para causar menos molestias, entiendo que es vuestra casa, vuestra vida y no puedo meterme a la fuerza en ella –dijo mi padre
—Vayamos poco a poco, enseñémosle la casa a tu padre tranquilamente y decidamos sobre la marcha, como dijiste Enelio, vayamos cruzando puentes a medida que lleguemos a ellos. Dijo de nuevo un practico Malcion.
—Bueno como ves este es el salón, allí está la cocina y ambos dan al patio trasero...por aquí el despacho de Malcion y subiendo la escalera las habitaciones.
—Subamos Enelio –dijo Malcion subiendo seguido de mi padre
Cada uno llevaba una de las maletas que dejaron al principio del pasillo.
—Al fondo del pasillo a la derecha esta nuestra habitación y si te parece había pensado que podías quedarte con la de enfrente, las dos son enormes con baño y comparten la terraza que da al patio. Estas dos aún están vacías y si os parece podríamos amueblar y usar una como habitación de juegos.
Los tres nos miramos con una sonrisa y de nuevo agradecí el organizador perfecto que era mi marido.
—He pensado que podíamos pasar el tiempo a caballo entre aquí y México –y me entraron ganas de comérmelo
—joder Malcion, ¿llevas meses organizándolo? ¿Todo eso ha surgido esta noche?
—Cuando el miedo te acecha, hay que encontrar rápido una solución
—Gracias, por todo Malcion, por ponérmelo tan fácil –le dijo Enelio casi con admiración
—No será fácil, pero nos adaptaremos según la marcha.
Ayudé a papa a colocar sus cosas, comimos los tres, descansamos tranquilamente el resto del día, demasiado agotados para nada más.
Al día siguiente papá tenía un par de reuniones y Malcion también había quedado. Yo me encargué de salir a comprar los muebles de la que iba a ser nuestra habitación conjunta. Les mandé sendos mensajes en los que les invitaba a comer en un restaurante del centro, al que los dos llegaron puntuales.
— ¿Ya has comprado los muebles? –pidió Malcion
—Si, en tres días lo traen todo.
—No entiendo porque no me habéis dejado pagar a mí los muebles –dijo papá
—Porque estas en mi casa, cuando adaptes la tuya, ya pagaras tu –dijo Malcion con una sonrisa jovial.
—Estoy deseando arrastraros allí también, pero tengo trabajo aquí de momento un par de meses
Comimos hablando de los proyectos en los que ambos trabajaban, y al acabar la comida ellos volvieron a lo suyo y yo a mis compras.
Llegué a casa la primera, dejé mis compras en el salón para enseñárselas a mis chicos y subí a darme una ducha, me puse un pantalón cortito de pijama sin braguitas y una camiseta de tirantes sin sujetador, luego bajé a la cocina y mientras preparaba la cena llego Malcion.
—Umm ese meneo de culo me trae de cabeza –dijo besando mi nuca
Me di la vuelta y abrazándome a su cuello le besé en la boca
—y tú me traes loca a mí, esposo mío.
—Veo que ya te has duchado, yo que iba a proponerte una ducha conjunta... –dijo bajando la camiseta y dejando salir uno de mis pezones por el escote para lamerlo
En ese momento sonó el timbre:
—Ese debe ser Enelio, seguro que también viene con ganas de comerse estas chiches. ¿Así las llama no? –dijo mordiendo el pezón antes de darme un azote e ir a abrir.
—Recuérdale a Benia que te de una llave, voy a darme una ducha que esa golfilla me provoca y luego se echa atrás –y se fue guiñándome un ojo
—Hola amor –dijo papá besándome
Y cuando respondí a su beso, me agarró del culo apretándome más contra él.
— ¿O sea que mi nena va de ofrecida y luego de negada? –dijo lamiendo mis labios
—Vosotros que sois unos pervertidos...anda y dejad que termine de cocinar...
Media hora después los dos tras mi mandato pusieron la mesa mientras yo acababa la cena, cenamos tranquilamente como una familia normal, contándonos la tarde. Al acabar, Malcion hizo café y yo mientras empecé a enseñarles todo lo que había comprado, varias cosas para la habitación de los tres y alguna que faltaba para la de papá.
Terminaron cada uno en un rincón del enorme sofá con los pies estirados en los anexos convirtiendo este en Chase lounge, mientras yo estirada tenía la cabeza apoyada en los muslos de Malcion y los pies en los de papá. Pusimos una peli y a los diez minutos, la mano de Malcion ya investigaba bajo mi camiseta metida por mi escote, mientras la de papá sin quedarse atrás subía por mis piernas colándose bajo mi pantaloncito.
—Vaya, mi nena no lleva pantaletas de nuevo
—Ni sujetador –dijo Malcion con voz ronca
Los dos me manosearon a conciencia, mientras yo fingía quejarme, por no dejarme ver la peli. Pero poco tardé en ponerme a cuatro patas en el sofá y tirar del elástico del pantalón de Malcion para liberar su polla, mientras él me apartaba el pelo, yo bajaba a lamerla con gula y ganas, y papá seguía recorriendo mi rajita apartando solo el pantaloncito a un lado.
—Si nena, chúpala –exigió Malcion, volviendo a pellizcar mis pezones.
Entregada a ese mástil que demandaba mi atención, noté como papá bajaba mi empapado pantaloncito, levanté las rodillas para que me lo quitara, empezó besando mi culito, luego separó los cachetes y pasó su lengua por mi rajita, bajando hasta mi sexo...
Su boca me llevó al orgasmo, mientras la mía se llenaba una y otra vez de la polla de Malcion y más que saciarme, ese orgasmo me dejó con ganas de más, con ganas de polla.
Dejé la polla de Malcion palpitando y bien ensalivada, él se puso en pie y papá se sentó, cerró las piernas y Malcion abriéndome hizo que me colocara a horcajadas sobre papá que ya se agarraba el falo, fui bajando, clavándome, mientras él dejaba su polla, para agarrar mi cintura y empujarme hacia abajo. Una vez sentada sobre papa, Malcion me abrió aún más, y de rodillas entre ambos, sacó la lengua y lamió la puntita de mi clítoris, provocando que mil corrientes eléctricas recorrieran mi cuerpo, mientras las fuertes manos de papá me hacían balancear levemente incrustándome más en su deliciosa polla. No tardé en aullar como una posesa, mi padre dentro, la lengua de Malcion...joder era puro éxtasis.
Malcion se incorporó y papa me movió mas, podía oír el chapoteo de mi corrida, mis juguitos empapaban sus pelotas...y entonces Malcion apoyando una mano en el respaldo tras la cabeza de papá, dijo.
—Tranquila Benia...
Y note el glande también en la entrada, suspiré agitada, papá me sujeto...
—Relájate mi niña...
Y la polla de Malcion fue recorriendo junto a la de papá el interior de mi vagina, podía notar como ambas pollas me dilataban, jadeaba como loca, iba lento, muy despacio...
—No vas a caber...
—Si mi amor, si...-apenas podía hablar
—Despacio Malcion, abre bien su panochita... –su voz sonaba tan excitada...
Mi coño empezaba a adaptarse, me abracé a su cuello, el buscó mi boca y empezó a moverse, a rozarse con mi padre dentro de mí y la sensación era indescriptible, me estaban follando los dos al mismo tiempo...iba morirme del gustazo.
—Así nena agárrate con las piernas a mis caderas –pedía Malcion moviéndose ligeramente
El roce era tan placentero y todo tan excitante, morboso...
—Quiero que os corráis los dos, por fi, quiero lechita –empecé a sollozar apretándoles aún mas
Malcion imprimió mas ritmo a las acometidas, papá jadeaba debajo...
—Dale Malcion, no pares, voy a venirme –aulló papá
Siguió acelerando, oyendo el golpeteo sordo de nuestros cuerpos y tras un aullido agónico Malcion se puso rígido, empujó con fuerza y empezó a correrse, mientras papá hacia lo mismo, el semen rebosaba y yo ardía, lloraba, gemía y hasta moría un poco con el mejor orgasmo de mi vida... no podía más de placer, Dios como les amaba...