Solo

Basado en un relato de "Cronicas marcianas" de Ray Bradbury.

Solo.

La ciudad me asqueaba, necesitaba salir de allí, de ese cementerio de cemento, de su ruido, de sus mentiras, de si cinismo. Las palabras de su gente, palabras llenas de mentiras. Necesitaba respirar aire de verdad. No era necesario escuchar a nadie, no lo necesitaba.

Solo.

Entre en el coche y me fui, conduje hasta donde mi pie dolorido me dejó. Pare el coche, me recosté sobre el volante, baje las ventanillas….. aire, aire de verdad, por fin.

Me incorporo, veo donde he llegado. La puesta de sol es preciosa, las montañas me abrigan, la soledad me acompaña.

Me bajo del coche. Ahora si, ahora si respiro, ahora si estoy acompañado por lo que no me engañará nunca: la soledad.

Me siento en el suelo, mirando a las montañas que tengo delante.

Mis ojos se abren como hacia años que no se abrían. Mi respiración llega hasta mis pies.

Solo.

Tengo que aprovechar, tengo que gritar. Aquí me oirá todo el mundo, toda la nada.

"HOLAAAAAAAAAAAAAA"

Dios, que placer, nadie me interrumpe…….

"HOLAAAAAAAAAA"……. Me responden.

Que?... alguien como yo?. Será posible que alguien comparta mis penas, mis necesidades?. Será posible que alguien me escuche por primera vez?.

"HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA" …. Vuelvo a repetir.

"HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAA"…. Me vuelven a responder.

Siiiii, es alguien y me contesta sin interrumpirme.

Los ojos se me llenan de lágrimas. Donde estará?, como será?. Quiero conocerlo, conocerla, alguien que necesite estar aquí, no puede ser malo, no puede ser cínico.

No se que responderle, no se que decirle, solo quiero ver que es real.

"DONDE ESTAAAAAAAAS?". Grito con mis manos en forma de altavoz.

El tiempo hasta su respuesta se me hace eterno. Ver a alguien, conocer a alguien con las mismas inquietudes, con las mismas penas.

Ya no estaré solo nunca más. Mis mejillas son torrentes de lágrimas con sabor a felicidad.

"DONDE ESTAAAAAASSS?" Oigo en la lejanía.

No espero más, y agitando los brazos como un loco digo:

"AQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIII IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII"

Espero su respuesta, su llamada, su reacción, sin dejar de mover los brazos en el aire.

"AQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII"

Petrificado bajo los brazos.

Ahora mis ojos se llenan de otro sabor, sabor a pena, a dolor, a la soledad ya conocida.

"No, por favor no….. no me hagas esto", pienso lleno de cólera y de tristeza.

"ECOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOOOOOOO" Grito con toda mi rabia saliendo de mi garganta

"ECOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOOOOOO"…… Me responde mi propia voz

Seco mis lágrimas con mis manos.

Me giro y miro a mi coche.

Abro la puerta y me subo a el.

A los veinte minutos ya veo a lo lejos las luces tramposas de mi ciudad, llamándome y seduciéndome como las sirenas de Ulises.

Quizás las mentiras de la jungla de cemento sean lo único que puede darnos alegrías.

Maldito eco….

Solo.