Solas tu y yo (Epilogo)

6 años después

EPILOGO… 6 AÑOS DESPUES

El pequeño Santiago camina por un sendero de alfombra roja, este lo conduce hasta un altar finamente decorado con rosas blancas y calas amarillas, la tarde de ese día se encuentra parcialmente nublada pero en su rostro blanco se reflejan los ases de luz que le dan apariencia de bronceado.  Con cada paso que da, va repartiendo pétalos de rosas blancas de manera desordenada y graciosa, su cabello extremadamente liso le cae por los ojos y lo hace ver mayor a pesar de sus 5 años, definitivamente nadie se estaba divirtiendo más que él. Sus ojos emocionados, color miel, recordaba a los de Claudia, Mariana solía decir siempre que tenía cuatro hermosos pozos en los que perderse. Al final de su camino y al acabar de esparcir las rosas en el suelo, gira para buscar a sus madres, justamente en ese momento Milena lo ubica a su lado, para que no salga corriendo.

Entretanto todos los amigos y familiares de la pareja reunidos allí, no dejan de esbozar una sonrisa por lo feliz y dichoso que se ve ese niño, hoy, luego de tanto años de ser testigos del amor que se profesan esas mujeres, están allí presentes para verlas dar ese “SI ACEPTO” para toda la vida, palabras que sobran ante los hechos… palabras que solo sellan una unión de 10 años…  juntas al fin, pueden legalizar su compromiso y su unión.

Las sillas blancas colocadas a los lados estaban delicadamente adornadas con lazos rojos que ubicaban a los invitados a la reunión,  Milena y su nuevo novio, Laura con su actual pareja, Andrea con su prometida Eliana, Alfonso soltero pero no solo, desembarcando desde el día anterior las chicas de Medellín, Camila y Samantha con una hija de 3 años, acompañándolas sus amigas Cristina y Luisa, junto con los primos, familiares allegados y compañeros de trabajo, alrededor de unas 30 personas, compartiendo el momento más esperado por ellas durante tanto tiempo.

Sin previo aviso, suenan las notas de Mendelssohn con su marcha nupcial de fondo, los asistentes giran expectantes por el ingreso de ambas, ubicadas en polos opuestos Mariana y Claudia hacen su aparición, sin palabras ante la belleza y lo radiante de ambas. Se observan a lo lejos, mientras que en el ambiente, su amor y entrega irradia como el sol sobre sus cabezas, se lanzan miradas furtivas, de asombro, de deseo, de ternura… Mariana con un vestido tipo strapless (“Palabra de honor”), de satín de seda bastante tradicional, en  color perla, ajustado al cuerpo hasta su cintura que hace notar sus curvas femeninas, cayendo en un vuelo amplio y  rematando con un diseño moderno en piedras plateadas, dando el mismo acabado en el borde inferior del vestido, su cabello ondulado suelto, una delicada cadena sobre su cuello en conjunto con un par de aretes de brillantes largos con forma de gota, que hacen un juego perfecto con su delicado maquillaje, su piel canela y esa elegancia al caminar la hacen dueña de las miradas del lugar. ( http://www.f2x.net/_blogger/planetanovias/images/17674368_WDE0063a.jpg )

Por su parte Claudia, tan descomplicada como siempre, usa unos pantalones blancos no tan justos al cuerpo, con una chaqueta blanca ceñida manga larga, abierta y hombreras bajas, con una blusa ajustada semi transparente y grabados amarillo tenue, su cabello más corto que de costumbre, le da ese tono revoltoso de aquella juventud pasada. Sus ojos profundamente maquillados resaltan aún más su color miel, brillo en sus labios y un par de aretes redondos grandes cierran el conjunto de Claudia. ( http://1.bp.blogspot.com/-tqb-ZhzNCVE/TunrMHgZ_zI/AAAAAAAABEA/qPwqccRXhyQ/s640/halle_berry_smoking_roberto_cavalli_vintage.png )

Ambas se observan y se detallan, al lado de Claudia se ubica su primo Armando para hacer los honores y en el extremo de Mariana su hermana Milena hace lo mismo.  Caminan parsimoniosamente hasta el altar, en donde se encuentra el orador de la ceremonia. Los 4 llegan al tiempo y entre sonrisas hablan.

-¡Bueno! Aquí te la dejo Mariana, mira que estaba que se escapaba ayer para ir a buscarte – Dice Armando entre risas.

-¡Yo te entrego a mi hermanita Claudia! Gracias por aparecer en su vida… - Los que escuchaban soltaron un gran suspiro, pensando que al fin Milena no saldría con alguna de sus locuras pero el encanto duró poco al continuar – Y ponérsela de cabeza, jajaja, Cuídala y dale TODO lo que quiere – Esto último lo recalcó en doble sentido.

MARIANA

Escucho a mi hermana decir una de sus frases especiales y mis mejillas se sonrojan por su ocurrencia, suelto su brazo para asir las manos de Claudia que me esperan, esta tan hermosa, tan divina… solo fueron 48 horas sin su presencia y ahora que la tengo al frente, sentí una eternidad estos dos días sin ella.  Su mirada es tan profunda e intensa que no me aguanto de estar con ella a solas… el contacto de sus manos entre las mías me corta la respiración y estoy segura que mi corazón omitió un latido, sonreír… es todo lo que puedo hacer…

-¿Cuándo será el día que tu hermana no diga una locura? - La escucho en un susurro, levanto los hombros en gesto de no tener idea de cuando sucederá el milagro, con una seña en mi rostro le indico que me tiene embobada con su presencia.  La distancia que nos separa la disminuye y siento un beso cariñoso en mi mejilla, estos son los momentos en que el tiempo avanza en cámara lenta - ¡Estas radiante! HERMOSA, DIVINA, ESPECTACULAR – La escucho decir, sus ojos me observan con tanta ternura, aún después de tantos años esa mirada logra intimidarme y envolverme como esa primera vez que la vi.

-¡Ajam...! mmmm, Señoritas el beso es al final – Escuchamos a Alfonso sentenciar, ambas nos miramos con cara de regañadas.

-Sr. Cura, es que… una mujer tan bella es imposible no darle un beso – Le respondió Claudia.

-¡Claudia! No soy cura, soy EL ORADOR, te lo he dicho cientos de veces… - Escuchamos a nuestros amigos que nos acompañaban refunfuñar por lo bajo "Presumido" - ¿Empezamos? – Asentimos con la cabeza y avanzamos hasta quedar delante de él.

Hoy nos encontramos aquí reunidos todos sus amigos, hermanos, primos, compañeros y delante de este Juez, con el fin de ser testigos del acto de amor de esta pareja, donde deciden sellar sus vidas, en un “para siempre”, en un “hasta que la muerte nos separe”, en un matrimonio…

Amor, confianza y perdón son los cimientos del matrimonio. En el matrimonio, muchos días traerán felicidad, gozo, satisfacción… plenitud, mientras otros días serán tristes, desolados, aburridos, desesperantes. Pero juntos, dos corazones entregados y convencidos pueden sobrellevar todas las cosas... En el matrimonio, todos los momentos no serán excitantes o románticos – Alfonso nos observaba fijamente, al cabo que yo apretaba la mano de Claudia -  Algunas veces las preocupaciones y la ansiedad serán abrumadoras. Pero juntos, insisto, juntos dos corazones que lo aceptan encontrarán consuelo y fortaleza, rememoraran sus pasados gozos, sus dolores y sentimientos compartidos serán el cemento que sostendrá todas las cosas juntas durante los peores y más inseguros momentos. Haber llegado a ser amigas, y convertirse en la confidente y compañera que la otra necesita, es la verdad bella y mágica de dos mujeres juntas que desean estar así para siempre. Esto debe inspirar en cada una un sueño o un sentimiento, y teniendo fe en cada una y no dándose por vencidas... aun cuando todas las probabilidades digan que hay que retirarse, alejarse y rendirse, su amor, ese gran amor que se han profesado con hechos y promesas permitirá que cada una pueda ser vulnerable, ser ella misma, aun cuando las opiniones o pensamientos no estén en total acuerdo o cuando no sea exactamente lo que a la otra le hubiera gustado ser… logrando ese nivel de confianza en donde ambos corazones se abren y se entregan de tal manera que nada ni nadie podrá separarlos, esto conlleva a una muestra de interés real y verdadero por el ser de la otra, por el sentir de la otra, por la estabilidad de la otra… esto simplemente, traerá como consecuencia directa que se escuchen real y completamente, estando disponibles y brindando apoyo en la manera en que lo haría cualquier buena amiga.

Exactamente tres cosas deben ser recordadas en un matrimonio si este es un lazo mutuo o compartido, cuidado y amado a través de la vida: amor, confianza y perdón.

Mi corazón se enmudeció ante sus palabras, un silencio intenso se hizo presente y con cada frase que escuché de Alfonso, no podía estar más segura de que había encontrado a la persona que cumplía con todo lo que siempre había soñado, tenerla aquí a mi lado, tocar su mano y ver su felicidad, eso era mi felicidad, alcanzar las metas que nos propusimos esa noche, la primera noche del resto de nuestras vidas… lo recuerdo como si fuera ayer…

……………

-¿Qué haremos Claudia? Mis padres… somos muy jóvenes, no tenemos trabajo… - Le hablaba tumbada en su cama, abrazándola, viendo como la burbuja de amor se iba desinflando y cayendo a la realidad, sus manos acariciaban mi espalda, mientras sus besos llenaban mi frente.

-¿Qué haremos? Amarnos… ¿Tus padres? Los ignoraremos… ¿Somos jóvenes? Tendremos más tiempo para amarnos y adorarnos antes que nos salga la primera arruga… ¿No tenemos trabajo? Aún amor, aún no tenemos… pero tendremos, estamos aquí las dos… juntas… nada nos va a separar… nada ni nadie… Te amo, te amo demasiado… se valiente, se valiente conmigo… – Un beso sello mis dudas y esa valentía impregnó mis sentidos, para más nunca dudar de nuestro amor...

……………

Sin darme cuenta, observo que Alfonso saca un papel de su bolsillo y continúa hablando…

-Amigas mías, sé que no son muy creyentes, pero desde el día que conocí a Mariana, con sus dudas e ideas un poco ortodoxas – Su mirada se clavó en mí, sus ojos expresaban ternura y cariño – Recuerdo perfectamente esa vez que hablamos, en donde al final te dije que mientras hayas vivido en el amor todo lo demás sobra… por esa razón me tomo el atrevimiento de citar un texto

“Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el Amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca.

Si yo tuviera el don de profecías, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el Amor, nada soy.

Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio cuerpo, pero no por Amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve.

El Amor es paciente, servicial y sin envidia. No quiere aparentar ni se hace el importante.

No actúa con bajeza, ni busca su propio interés.

El Amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona.

Nunca se alegra de algo injusto y siempre le agrada la verdad.

El Amor disculpa todo; todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.

El Amor nunca pasará.”

Escuchar ese versículo, me dio un ligero escalofrío, giré para ver a Claudia y sus ojos estaban vidriosos, sonreímos, sin necesidad de palabras ambas entendimos lo maravilloso que tenemos, nuestro amor, un hermoso hijo… todo por lo que hemos luchado… sostuve su mano con firmeza.

-Bueno, una persona me pidió un espacio para decir algo… ¿Laura? – Lentamente mi mejor amiga, inicia su caminar hasta el frente de todos, me sorprende porque ella no es de hablar en público…

-¡Mariana y Claudia! ¿Cómo expresar en palabras lo que he visto en ustedes? Muchas veces me pregunté ¿Cómo sería encontrar esa persona que complementara todo en mí?, supongo que debe ser así, con todos los problemas del mundo pero ahí siempre, sin dudas, sin miedos… con la plena seguridad de que el amor lo puede contra todo y lo solventa todo, que sin eso todas las soluciones son puras probabilidades, pero que el amor es lo que inclina la balanza… revisando en internet encontré algo… que quería compartir con ustedes en este día…

Las pequeñas cosas son las grandes cosas.

Es nunca ser tan viejo como para no sostenerse las manos.

Es recordar decir "Te amo" al menos una vez al día.

Es nunca ir a dormir enojados.

Es nunca hablar con el otro solo por ser condescendiente; el cortejo no debería terminar con la luna de miel, debería continuar a través de los años.

Es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes.

Es pararse juntos enfrentando al mundo.

Es formar un círculo de amor que se alimenta en la familia toda.

Es hacer cosas para el otro, no en la actitud de servicio o sacrificio, sino en el espíritu de gozo.

Es hablar con palabras de apreciación y demostrar gratitud de maneras consideradas.

Es no esperar que la pareja use una aureola o que la otra tenga las alas de un ángel.

Es no buscar la perfección en el otro.

Es cultivar la flexibilidad, la paciencia, el entendimiento y el sentido del humor.

Es tener la capacidad de perdonar y ser perdonados.

Es dar al otro un ámbito en el que pueda crecer.

Es encontrar espacios para las cosas del espíritu.

Es una búsqueda común del bien y la belleza.

Es establecer una relación en la cual la independencia sea por igual, la dependencia mutua y las obligaciones recíprocas.

Es no solamente casarse con la pareja perfecta, es ser la pareja perfecta.

Un silencio reflexivo inundó el momento, sus palabras certeras… ¿Cuantas veces no había soñado con este día?  El día en que por fin pudiéramos oficializar todos los sentimientos que habíamos compartido por casi 10 años. Las palabras de Alfonzo, la reflexión de Laura, todo se perdía en mi pensamiento y solo su mano sosteniendo la mía como todos esos días durante este tiempo… cada uno de los recuerdos cruciales de nuestra historia cabalgaban por mi mente, flashbacks llegaban a mí, toda la lucha… su amor, su entrega…

Sus palabras en el yate, en uno tan parecido a este en el que estamos hoy, esa noche, donde me entregué a ella por primera vez… Ese día en la playa cuando volví a verla después de haber estado “muerta para el mundo” pero más viva que nunca en su pensamiento. Nuestra decisión de quedarnos en Santa Marta y hacer nuestra vida aquí. El miedo inmenso que aun sentía de que mis padres nos encontraran, no por el daño que pudieran hacerme a mí, sino porque pudieran lastimarla a ella… Claudia es más fuerte que yo, podría intentar salir adelante sin mí, yo sin embargo no podría vivir sin ella.  La expresión en su rostro cuando vimos en los titulares de los periódicos el “Carrusel de la Contratación” y una imagen en grande de mi padre sacado de sus oficinas esposado, como un vil ladrón, sé del daño que nos causaron pero lo que vivieron, el escrutinio público, las cientos de páginas escritas en su contra, no se lo deseo a nadie, ni siquiera a ellos.

Recuerdo los intentos infructuosos de quedar embarazada, deseaba tanto un hijo suyo, su fruto en mí, que naciera un pequeño con sus gestos, su cabello; sus palabras de consuelo y resignación, con su hombro dispuesto al sufrir de un aborto….  Todo eso parece tan lejano, ahora que estoy aquí, todo luce tan antiguo… como no recordar cuando al fin supimos que venía Santiago en camino, nuestra felicidad y temor por un nuevo embarazo, Claudia se encontraba tan desesperada que ni agua me dejaba sacar de la nevera, su mano sosteniendo la mía en la camilla del hospital, mientras sentía el dolor más placentero de mi vida… -¡Tendrá tus ojos Clau!- Fue las primeras palabras que dije justo al nacer Santiago.

Realmente no creo poder recordar un momento feliz en mi vida, antes de que ella llegara a mí. Este acto solo era la reafirmación de los hechos, no era el inicio, sino la continuación, Claudia me había prometido sin palabras que me haría feliz, yo había decidido entregarle todo mi corazón y mis miedos, ambas cumplíamos promesas sin expresar una sola palabra en torno a ellas.

-¿Amor? – Sus palabras me sacaron de mi trance mental, de pie junto a mí me invitaba a seguirla. Volví al presente al escuchar su voz. Negué con mi cabeza cuando sus ojos se cruzaron con los míos, una sonrisa nos une, esto era lo que siempre habíamos deseado y lo estábamos cumpliendo.

Alfonso volvió a ubicarse frente a nosotras, con pose solemne continuó.

-¡Bien! Nuestras amigas están listas para decir sus votos ¿No chicas? - Claudia y yo asentimos, de frente a mí, ella inició.

-Yo prometo darte lo mejor de mí y no exigirte más de lo que tú puedas dar– Claudia tomaba mis manos con ternura, hablando suavemente.

-Prometo respetarte aun en tu terquedad impresionante y caminar junto a ti sin soltar tu mano – Respondí siguiéndola.

-Yo prometo compartir contigo mi tiempo y atención, tener la fortaleza e imaginación para que nuestro camino no se envuelva en la rutina- Continuó Claudia.

-Prometo mantenerme abierta para ti, permitirte ver mi mundo, enseñándote mis temores y sentimientos más profundos – Una lágrima salió de mis ojos.

-Yo prometo crecer solo contigo, tener la valentía para enfrentar los cambios y mantener nuestra relación viva y excitante – Sus manos tocaban mi rostro.

-Prometo amarte en los buenos, malos, mejores y peores tiempos, con todo lo que yo tengo para dar, con la fortaleza y valentía que me has enseñado, con el amor que tú me has mostrado y de la única manera que conozco.

-Yo prometo ser una esposa fiel, compartir y apoyarte en tus esperanzas, sueños y metas.

-Prometo cuando caigas, levantarte, cuando llores, confortarte, cuando rías compartiré contigo tu gozo y alegría… - Sonreí abiertamente.

-Todo lo que soy… - Dijo con fuerza en su voz

-Todo lo que tengo es tuyo - Respondí con todo el amor de mi corazón.

-Completamente y para siempre mi corazón es tuyo hasta la eternidad- Concluimos al unísono.

Este instante era perfecto y sabía que lo recordaría el resto de nuestras vidas, la tentación de besarla quemaba mis labios, sentía que su boca me llamaba, fui acercándome lentamente, el contacto de sus manos aún en mi rostro me pedían por un beso… avancé la estrecha distancia que nos faltaba…

-¡Epa!, ¡epa!, ¡epa!, niñas… ¿Cuantas veces he de decir que el beso es al final?  – Preguntó Alfonso – ¡Qué niñas por Dios!... Los anillos, Santiaguito… ven, antes de que estas mujeres se caigan encima una a la otra. – La risa generalizada me contagió

Mi pequeño angelito se acercó a nosotras con la almohada y los anillos, Claudia tomó el suyo y lo colocó en mi dedo.

-¡Para siempre! – Exclamó con ternura, mientras yo tomaba el mío y lo colocaba en su dedo.

-¡Eternamente amor! – Sostuve sus dedos entre los míos.

-¡Ahora sí! - Dijo Alfonso - Por la autoridad que las leyes me confieren, por medio del juez acá presente y por la autoridad del amor que esta pareja se profesa, yo las declaro “Esposa y Esposa”. ¡Ahora Siiiiii ya pueden comerse a besos! ¿No?

No pudimos esperar más y nuestros labios por fin estaban unidos, unidos así como nuestras vidas. Un beso suave, tierno, cariñoso… No nos hubiéramos separado sino fuera porque nuestro angelito llamó nuestra atención.

-¡Mami, mami! – Exclamó mi ángel mientras Claudia lo tomaba en brazos – ¿Ya nos casamos?

Todos incluyéndonos soltamos nuestras carcajadas.

-¡Si mi cielo!, si… ya nos casamos – Respondí brindándole un beso enorme en esos cachetes lindos.

El resto fue una variedad de sombras, no sé cuántos abrazos y besos di en el transcursos de media hora, todos nuestros amigos y familiares estaban tan o más felices que nosotras mismas y eso demostraba su gran amor y apoyo a nosotras, desde siempre.

Lentamente todos nos desplazamos hasta el final del yate, un enorme espacio se abría entre las personas presentes, la tarde caía sobre nosotras, el sol se escondía tímidamente al final del horizonte, dejando una estela multicolor en su camino, la brisa del mar refrescaba mi piel, el compás de una melodía tan conocida surcaba los aires y envolvía mis oídos, trayendo mágicos recuerdos de antaño…

Se escuchó la canción de Juan Luis Guerra en versión acústica, Claudia se acercó despacio, sus ojos brillaban y tarareaba la música, mientras me invitaba a bailar.

-¿Señora Álvarez? – Preguntó con esa carita que me volvía loca

-Siempre quise tu apellido, al fin lo tengo… - Sostuve su mano sonriéndole, al cabo que seguía el compás de la música.

-¿Recuerdas?...

-¿Cómo lo voy a olvidar?... Con esa canción me sedujiste esa primera noche… - Me hizo girar suave, para luego abrazarme nuevamente.

-¡Ahh! ¿Es que fue la canción? He estado engañada 10 años, yo que pensaba que fue…

-¡Claudia! – No pude evitar sonrojarme

-¡Jajaja! ¿Te he dicho que estas hermosa?

-Creo que no, pero la hermosa aquí eres tú…

-¿Yo?...

-¡Sí! Usted… ¿Sabes? – La miré fijamente

-“ Ay Mujer, mi sombra va detrás de ti y entre tu pecho comienza a vivir. Es que tu amor me queda grande ya lo sé, es que tu amor se  multiplica y crece ” – Susurré la canción en su oído, con cada palabra que salía de mis labios una lágrima de emoción, de sentir que el cuerpo me quedaba pequeño para albergar tan gran sentimiento. Sus labios buscaron los míos para fundirnos en un beso…

Los minutos dieron paso a las horas, entre risas, bailes, lanzar el ramo, anécdotas de nuestros amigos y amigas, con Santiago ingiriendo grandes cantidades de azúcar, en fin una tarde-noche de ensueño, para no olvidar… Todos se encontraban sentados y dispuestos a iniciar la cena, me dirigí pausadamente hasta donde se encontraba el grupo en vivo y sostuve el micrófono entre mis manos.

-¿Si?... Buenas noches… ¿Esto esta encendido? – Pregunto a uno de los instrumentistas

-¡Si amor! – La escucho responder, un silencio atraviesa el lugar y una pena increíble se apoderó de mí.

-Antes que nada… Gracias por asistir a esta noche y compartir con nosotras uno de los momentos más deseados por tanto tiempo –

-¡Mami! ¡Mami!... – Sus manitas buscaban las mías, Santiago se agarró de mi pierna y con mi mano libre acaricié su cabello…

-¡Quiero compartir con ustedes una gran noticia!... Hoy en la mañana… llegaron los resultados… y con la boda y todo esto – Empecé a dar rodeos – Pues solo quería decirles… que en nuestra familia, ya no seremos tres…

Los ojos de Claudia buscaron los míos, entendí lo que me preguntaba y asentí, salió disparada hasta donde me encontraba, cargándome entre sus brazos…

-¿En serio?

-¡Sí amor!... lo confirmaron hoy, viene un hermanito para Santiago, un nuevo hijo o hija está creciendo cielo hermoso – Su expresión de emoción, sus lágrimas… infinidad de besos llenaron mi rostro, en ese instante me sentía la mujer más feliz y privilegiada de este planeta, contar con una mujer tan maravillosa e increíble a mi lado, un hijo que es la otra mitad de mi corazón y ahora saber que nuestros sueños de aumentar la familia son tan tangibles, todo se está haciendo realidad… los sentimientos me abrumaban… esto es ser completa y totalmente feliz…

-¿Escuchaste bien? Viene una hermanita Santiago… - Claudia levantó a Santiago

-¿Manita?

-¡Si hermoso! Viene una hermanita… - Continuaba exclamando ella.

-¡Amor!... No sabemos si es niña…

-¡Lo será! Será una hermosa niña, así como tú…

-¡TE AMO!... Los amo… - Dijo Claudia dándome un beso inmenso

CLAUDIA

-¿Cielo?... – Escucho a Mariana preguntarme, pero estoy tan concentrada en esto que me es imposible responderle - ¿Amor?... – El sonido de las teclas de mi laptop, me impiden escucharla con claridad, aunque estoy segurísima que me está llamando - ¡CLAUDIA DEL CARMEN! – Me giro para verla con ojos de querer matarla.

-¿Cómo que del Carmen?  Mi mamá no me puso segundo nombre Mariana del Socorro ¡Jajaja! – No pude evitar burlarme una vez más de su segundo nombre… tan peculiar, me encantaba verla molesta, han pasado ya 12 años desde que la conocí y continua viéndose tan sexy como siempre, esa mueca en la nariz cuando algo le preocupa o cuando la ignoro no deja de parecerme fascinante.

-¡Ahora como esa laptop se volvió tu vida! – Dijo refunfuñándome

-¡Pero bebe si ya te dije que estoy haciendo! Vente a la cama mejor que Irían y Santiago están dormiditos – Le respondí, sin dejar de continuar en lo que tanto tiempo me había llevado.

-Si… pero… estoy aquí… buuuu… dime algo – Se ubicó a mi lado, tratando de leer lo que escribía.

-¡Algo! – La observo con picardía y una risita burlona.

-¿Para colmo no me dejas ver? – Me pregunta con tono celoso - ¿Quién sabe con quién andas hablando? – Me pregunta con aún más celo.

-¡Con nadie corazón mío hermoso! ¿Recuerdas que una vez te dije eso de tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro?...

-¡Si, lo recuerdo!

-Hace un mes sembré el árbol y ahora termino el libro…

-¿De qué trata? – Preguntó tumbándose en la cama

-¡Ummm! De ti… de mi… de nuestro amor… de nuestra historia…

-¿Enserio? Mentirosa… Además… ¿Quién creerá que esto fue cierto? Todo el mundo pensará que nuestra historia no es real y todo fue producto de tu imaginación – Dijo sentándose en la cama.

-¡Pues!... Para ti y para mí fue y es real… lo importante es el mensaje… - Su carita me lo decía todo – “El amor es suficiente”, ese es el mensaje… el amor da valentía, da fortaleza, da ese plus para lograrlo todo, vencerlo todo y luchar por todo…

-¡Tienes razón mi cosita bella! ¿Crees que lo leerán?

-Con tan solo un corazón que entienda lo que significa, para mi es suficiente…

-¿Cómo lo terminaras?... “Y fueron felices para siempre” – Imitó la voz de los cuentos de hadas…

-¡Nouuu!... “Y caminaron juntas de la mano, sin soltarse nunca, amándose cada día, respetándose en cada desacuerdo y siempre en la mente presente de que el amor lo puede todo”

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Hello!!!

Soy de las que cree que el amor lo puede con todo, siempre y cuando el amor este en ambas personas, no lo puedes dar todo si la otra no lo da, no lo puedes recibir todo si nunca das, el amor debe ser un perfecto equilibrio entre dar y recibir… También creo sinceramente que las princesas están en vía de extinción, mujeres que se dejen tratar románticamente, tiernamente, dulcemente… Mujeres que crean en la fantasía, no solo que aspiren a vivirla algún día, sino que estén dispuestas a vivirlas, que sean capaces de volar y tener la valentía de vivir el hoy, no el mañana… definitivamente las princesas están en vía de extinción.

Gracias cupidín por tus correcciones, como siempre no sé qué haría yo si tu no me ayudaras cuando mis ideas se pierden entre lo que pienso y lo que escribo…