Solas tu y yo (2)

...con la otra mano libre le alcanzó a levantar el brasier y comenzó a darle un fuerte chupón en su pezón, a jugar y lamer su aureola y la piel alrededor del seno, unos minutos mas y lo irremediable sucedió... (leanlo todo esto es solo para que se motiven un poco)

CLAUDIA

Que frío tan grande, quiero fumar… hmmm... mejor no, la conversación con Mariana es interesante, es bastante simpática, trigueña, cabello liso castaño oscuro, ojos cafés, un perfil fileño, quizás sus orejas no son proporcionadas con su cara, pero tampoco un Dumbo… jajá jajá… ¿Por qué me mira tanto?, bueno mis ojos son bonitos pero no creo que sea la primera vez que haya visto unos ojos así ¿No? Realmente no deja de sorprenderme como habla, con una propiedad como si supiera exactamente que quiere de la vida, tiene todo planificado, estructurado, fríamente calculado, es decir, ¿Donde esta la emoción de la vida sino hay improvisación?, hacer algo loco, hacer algo solo porque si, demasiada racionalidad y para colmo como achapada a la antigua para mis gustos. ¡Y si!… ¿Qué estoy pensando? No no no no no no

Me mira, me dice que es demasiado tarde, le doy mi pin y hago lo respectivo, nos despedimos con una sonrisa y veo que se monta en una camioneta negra, me quedo de pie hasta ver el vehículo perderse en la esquina. Que frío… meto mis manos en los bolsillos de la chaqueta y comienzo a caminar colina abajo hasta mi casa.

La calle esta sola y siento un frío que me cala en los huesos, después de caminar algunas cuadras llegó al frente de mi edificio, subo las escaleras y entro en mi casa, mi mamá esta en el comedor con infinidad de papeles alrededor de ella, pobre… trabaja mucho, me acerco para despertarla y llevarla hasta su habitación.

  • Mamá… mamita
  • Mmm… ¿Qué pasa?...
  • Ven, te quedaste dormida en el comedor otra vez – Le dije en un susurro.
  • ¿Vienes sola o con una de tus amigas?...
  • ¡MAMA!... vengo sola
  • Que alegría… al fin en la casa solo seremos las dos – Me dijo con una sonrisa, me dio las buenas noches y se fue a su cuarto.

Me quede viéndola, me sentía orgullosa de ella, me tuvo a una edad muy temprana, a penas terminaba bachillerato, la clásica metida de pata de la juventud y a pesar de que la echaron de su casa por querer traerme al mundo, nunca se amargó por eso, me sacó adelante, se convirtió en la única amiga que tengo, no tuve papá pero tuve una súper mamá. Muy amable y a veces hasta tonta con la gente, por eso su jefe la exprime como lo hace. Llegue a mi cuarto y recordé a Mariana, lo que hable con Laura mmm… mucha información para una sola noche… ¿Esto será crecer?... jajajajaja…. ¿Que estoy diciéndome?, el no llegar ebria a mi casa me esta poniendo a pensar mas de la cuenta. Ya en la cama, decido mandarle un mensaje a Mariana, bueno ya sabrá donde estoy mañana, así que esperare a ver si llega.

¡AHHHHHH! Puerca alarma, ya son las 6:30am, muy temprano para ser sábado… salgo corriendo a la cocina y mi mama esta allí.

  • Clau… ¿Qué haces despierta tan temprano?
  • Voy a la UN… - Seguí tarareando una canción – "Sale el sol, temprano en la mañana"… tarara rara lala
  • ¡Que felicidad!… ¿Qué te pasó anoche?
  • ¡Madre!... he descubierto algo… No puedo seguir en este libertinaje de estar con una niña hoy y otra mañana… es hora de dar un alto en el camino e intentar crecer… madurar… tener amigas solo amigas… - Mi madre me miro por encima de los lentes – Si mamá, no me mires así, es en serio y no estoy enferma, tu sabes que siempre he tenido amigos, pues ahora voy a tener amigas.
  • Claudia, no es que dude de ti… pero… hace como dos años dijiste lo mismo, que querías ser más responsable, mas aplicada, alejarte de tus "amigas especiales" y las ganas te duraron un mes
  • Mmmm… tienes un buen punto… pero vas a verlo… Ayer estaba hablando con una muchacha que me puso a pensar bastante y creo que tiene ra
  • ¡Yo lo sabía!... – Me miro y se sentó – Esto es por una mujer, ¡Ay! Claudia… espero que la "amiga" que te hizo levantar temprano y que te dijo lo que te puso a pensar, sea lo suficientemente perdurable en tu vida para que tus ánimos sigan así… Y lo siento por no quedarme a escucharte pero tengo que ir corriendo al trabajo.

Lo que dijo mi mama no me iba a desanimar, se que puedo, voy a lograrlo, ya esta bueno de tanto desorden, soy una joven adulta, es hora del cambio en mi vida… Me bañé y me cambie en un cerrar de ojos, tomé el autobús hasta la universidad y allí en el bus veo una mamacita, que linda… ¡Anda! No tengo una hora de dar una resolución en mi vida y ya estoy pensando locuras… jajajaja

MARIANA

Voy a ir a la universidad, el partido de tennis lo voy a cancelar, aunque es la primera vez que hago algo fuera de mi horario, por un día no va a pasar nada. Voy a ver a Claudia en la cafetería y luego, bueno… luego vuelvo a mi horario del sábado.

Allí están, aunque esta con un muchacho, a todas estas… Claudia ¿será gay también?, ¿Porqué no pensé en eso antes?, ¡Dios! ¿Y si piensa que estoy interesada en ella?, aún peor ¿Si cree que soy lesbiana?, noooooo, mejor me voy. ¡YA ME VIO!, ahí viene, se acerca, el corazón me late a mil

  • Hola
  • Hola… - Responde con una sonrisa y esa intensidad en su mirada.
  • Creí que no ibas a venir, vamos a sentarnos con mis amigos a hablar un rato.

Nos fuimos hasta una mesa y me presento a su amigo Alfonso, el susto del principio se me pasó cuando empezamos a hablar de todo un poco, la fiesta de ayer, la pelea escandalosa que tuvo Laura con su "novia", en fin, creo que estas ideas de que Claudia quiera algo conmigo es pura paranoia.

  • Jajjajajajajaja… - Se reía Fonchy estruendosamente con una broma de Claudia. Luego se quedó serio y me miro fijamente – Bueno, Mariana ¿Y tu qué?
  • ¿Yo qué?, no entiendo, ¿Yo de qué?...
  • ¿Eres o no eres?...
  • ¿Qué si soy o no soy de qué?... – Sospechaba que era lo que me preguntaba y me asuste enormemente ante lo directo de su pregunta.
  • ¡Ay niña!, no te hagas la loca, que si eres o no eres del cuento, del ambiente, gay… - Dijo señalando a Claudia y a si mismo.
  • ¡NO!, ¿Cómo se te ocurre? – Le pregunté molesta y muy alterada por su insinuación.
  • Bueno… pero contestas como si fuera una enfermedad ser gay o lesbiana. – Me reprochó Claudia.
  • No es eso, quizás para ustedes eso sea normal pero… - Claudia me interrumpió
  • ¿PARA NOSOTROS ES NORMAL?, es decir… ¿Qué para ti es una anormalidad pues? – El tono de voz de Claudia subió ostensiblemente y no me iba a dejar regañar de ella.
  • Ustedes decidieron llevar la vida que llevan, además eso a los ojos de Dios no esta bien, ustedes
  • ¡MIRA!... Como tu juegas con Dios cartas todos los días y el te contó lo aberrante que somos, entonces JUZGANOS – Me dijo irónicamente y luego continuó - Piensa lo que estas diciendo… ¿Qué nosotros escogimos?, El sentir deseo, atracción, empatía, gusto, amor, cariño por una persona del mismo sexo, no es algo que yo escoja o mas bien que escojamos. ¿O acaso tu escoges de quien enamorarte?, porque si es así escribe un libro… Mejor dicho haz un consultorio, donde nos enseñes a nosotros los ¡ANORMALES! a como sentir deseo por alguien del sexo contrario. Mariana yo mejor me voy porque tu como que no piensas lo que estas diciendo…. ¡ADIOS!

Claudia tomo su mochila y salió disparada de donde estábamos, sentí que se me caía la cara de la vergüenza, ¿Cómo pude ser capaz de decir eso?, soné y hablé como lo hace mi madre, nunca me ha gustado juzgar a otras personas y precisamente lo había hecho con ella, que metida de pata tan grande. Fonchy se quedó conmigo y luego de dejarme pensar en silencio, me agarró de las manos, me miró fijamente y me dijo sin vacilación.

  • Mariana, la verdad no te conozco, pero… uno no escoge con la cabeza a la persona que uno quiere, el corazón es el que manda, simplemente el corazón y el corazón no se enamora de un género, el corazón se enamora de una persona, hombre o mujer da igual, es la sociedad quien cohíbe estas cosas tachándolas de sucias, dañinas
  • Pero Dios, la biblia
  • ¿Dios es amor no?, y si hablas de la carta de los corintios pues léela toda, claro que dice ni los homosexuales heredarán el reino de los cielos, pero sigue mas abajo algo como ni los avaros, ni los fornicadores, ni los adúlteros, ni los idólatras… es decir todos… todos nosotros… yo soy homosexual… pero ¿Tu nunca haz sido avara, ni fornicadora, ni adultera?, y al final dice y eran muchos pero ya han sido santificados y lavados por Cristo….
  • Tú como sabes
  • Era acólito de pequeño y hasta casi me voy de sacerdote pero no, simplemente no podía cumplir con el voto de castidad así que vivo mi vida… - Me miro muy tiernamente y con voz suave me dijo – Nadie puede juzgar Mariana, nadie… solo El sabrá a su momento con cada uno de nosotros que va a pasar, mientras hayamos vivido en el amor, lo demás son palabras.
  • Yo… yo… - No pude decir nada, la culpa me cayó como un gran balde de agua fría, era cierto… ¿Quién soy yo para juzgar?, ¿Quién me creo?... Claudia… tengo que buscarla, tengo que pedirle excusas….

Me levanté de allí, no sin antes sacarle la dirección de la casa de Claudia a Fonchy, lo abracé, me dijo algo que le dio un vuelco a mis pensamientos, me sentía una tonta y en ese momento me di cuenta que me parecía a la persona que menos me gustaba…. A MI MAMA

Estoy en frente de su casa, es un pequeño edificio a unos minutos de la universidad, que nervios tengo… ¿Qué le voy a decir?... ¿Con qué cara la voy a ver?... uffff… Toco el timbre, me abre la puerta una señora joven.

  • ¡Muy buenos días!... Usted disculpe, ¿se encuentra Claudia?
  • No, ella aún no ha llegado de la Universidad, si quieres pasar y esperarla. – Me miró con una dulzura increíble y decidí pasar adelante.
  • ¡Gracias!, espero no ser una molestia
  • No, para nada. Yo soy Irian, la mamá de Claudia. Menos mal hoy en el trabajo no hubo mucho movimiento y vine temprano, sino, no hubieras encontrado a nadie.
  • Que bonita su casa, Sra. Irian.
  • ¡Gracias por el Señora!... Estoy preparando el almuerzo… Espero que te quedes a almorzar.

No dije ni si, ni no, pero decidí quedarme. Hablamos de ella, de su trabajo, me preguntó sobre mi vida, que estudiaba, sobre mi familia. Pasé casi dos horas compartiendo y conversando con la Sra. Irian, ya veo de donde sale esa labia para hablar de Claudia, que llega a ser tan directa y tan contundente.

En ese momento sentí que abrieron la puerta y allí estaba Claudia con una mueca de rabia y sus ojos encendidos de la cólera viéndome.

  • Mmmm… Hola mamá… - Abrazó a su mama y luego me miró. – ¿Cómo llegaste aquí?
  • Fonchy me dio tu dirección
  • Yo lo mato
  • ¡Claudia!... – Le dijo su mamá - ¿Qué son esas groserías?
  • No… sino que… bueno… dime Mariana ¿En qué te puedo ayudar? – Estaba segura que esa expresión que hacía era por mera cortesía.
  • No… No… No… ustedes necesitan hablar a solas así que, mientras yo termino el almuerzo ustedes vayan a la habitación a hablar.

Claudia me miró de arriba abajo y me pidió que la acompañara. Entramos a un cuarto que asumo era el de ella, tenía una cama doble con un tendido azul cielo, la pared del fondo de color azul rey y el resto del cuarto pintado de blanco, en una esquina una mesa con un portátil y una vitrina con muchos libros sobre la mesa. Cerró la puerta tras de nosotras y sentí nervios de estar allí con ella.

  • Antes que digas algo, vine a pedirte disculpas. – Por su mirada creo que la sorprendí, sus facciones se suavizaron y me invitó a sentarme.
  • Te escucho – Dijo secamente, la ví tan fría, tan distante conmigo, se me hacía imposible que esta mujer, que esta en frente mío, era la misma con la que había hablado el día de ayer.
  • Yo… lo… lo siento mucho. – Entrelace mis manos y bajé la mirada, lo único que escuchaba era mi corazón latir con fuerza y mi respiración se aceleró sin mas, ¿Cómo era posible que estuviera tan nerviosa por hablar con Claudia? – En verdad lo siento, no soy quien para juzgarte, ni que fuera perfecta.
  • Jajajajajajaja – Se echó a reír de mí, me dio rabia, yo tratando de hablarle y ella burlándose…ahhh – Es cierto, si fueras perfecta no estarías pidiendo disculpas… jajajaja, tranquila no te molestes con lo que te digo. Es que siento el ambiente muy tenso.
  • ¡Graciosa!
  • Un poco, tu misma me dijiste ayer que era una de mis virtudes.
  • ¡Tienes razón!, ¿Estamos a mano?, ¿Aceptas mis disculpas?, ¿Seremos amigas?...
  • Mmmm... no se… - Me dio la mano y dijo - ¡Amigas entonces! – Estreché su mano y empezamos a hablar como si nada.

CLAUDIA

En el momento en que llegué a mi casa ahí estaba ella, mi mamá como nunca me pidió que hablara con una "amiga", ahora que se vaya me va a sacar los ojos preguntándome de todo, pues yo le dije que iba a tener amigas, pero seguro no cree que Mariana es una, o más bien mi primer intento de una amistad desinteresada y sincera. Fuimos a mi cuarto y hablamos, realmente se veía muy linda excusándose por lo pasado, sentí un fuerte impulso de abrazarla, de no verla triste, es extraña esta sensación de calidez y de ternura que me embarga cuando la veo, o cuando hablamos… Bueno supongo que es el cariño de una amiga… ¿o no?

Salimos a almorzar con mi mamá, pasamos una tarde maravillosa, tenía que ir a trabajar a las 6pm, así que tuve que despedirme e ir a trabajar. Llegue al bar y como siempre estaba la dueña molestando a todos, había una mesera nueva y le pidieron que se quedará conmigo en la barra, bueno a todas estas trabajaba sirviendo tragos Barwomen… jajajajaja.

Tuve que salir a buscar unas botellas en el segundo piso, cuando entré, ¡OH! mi sorpresa de encontrarme a Catalina y Tatiana en plena acción, evite que me observaran, - sino puedo hacer, pues ver – En el momento que llegué, Cata tenía contra la pared a Tata, se estaban dando tremendo beso, apasionado, profundo, fogoso, excitante... Se escuchaban los jadeos de Tata y un corto suspiro de ella pidiendo que terminara con su sufrimiento ya, que bajara la mano, Cata como un buen soldado, bajó su mano perdiéndose dentro del pantalón de Tata, con la otra mano libre le alcanzó a levantar el brasier y comenzó a darle un fuerte chupón en su pezón, a jugar y lamer su aureola y la piel alrededor del seno, unos minutos mas y lo irremediable sucedió, Tata gritaba el nombre de Catalina, se mordía los labios y con sus manos apretaba la cabeza de Cata contra su pecho, en ese momento explotó en un orgasmo incontenible. Rápidamente ambas se colocaron las camisas y se arreglaron el uniforme del trabajo, escuche a Cata decirle a Tatiana que bajara primero para no despertar sospechas. Luego que bajó me acerque.

  • ¿Por qué será que no te aguantas las ganas?... – Le pregunté a Cata mientras le daba una palmada en la espalda.
  • ¿Estabas ahí?... ¿Por qué no te nos uniste?... – Se echó a reír, mientras se ajustaba el cinturón. – Te nos hubieras unido, como las otras dos veces….
  • Ya, ya, ya, eso fue antes ahora voy a evitar esas actitudes.
  • ¿Esta enferma, acaso?… bueno tú te lo pierdes, voy de volada para abajo, ya me he demorado mucho buscando esta botella de tequila

Si existía una mujer a la que me le quitara el sombrero era a ella, estaba con quien quería, cuando quería y como quería, no le importaba decir cualquier cosa con tal de conseguir su propósito, no era nada agradable si te encontrabas en su camino.

Esa noche no deje de pensar en Mariana, estaba distraída, desconcentrada, pero no podía quitármela de la cabeza, recordar su sonrisa, su mirada, esa ternura que despertaba en mi tan solo con una mirada… ¿QUE ESTOY SINTIENDO? Ella es mi amiga, solo mi amiga y punto