Solas tu y yo (16)

mmmm... no voy a poner nada para que lo lean... al fin será suficiente el amor??? muchos lectores dijeron que si... pero la verdad... esta en este capitulo... Espero y les agrade... Dedicado especialmente a ti... mi cosita mosa... la mujer que hace posible que escriba sobre amor, porque ella me enseño que es el amor... !Te amo!...

mmmm... no voy a poner nada para que lo lean...

al fin será suficiente el amor??? Muchos lectores dijeron que si... pero la verdad... esta en este capitulo... Espero y les agrade... Dedicado especialmente a ti... mi cosita Mosa... la mujer que hace posible que escriba sobre amor, porque ella me enseña cada día, con sus acciones y sus gestos que es el amor, gracias por acompañarme todos estos años y sacarme de la soledad en que vivía cuando te conocí, simplemente eres lo mejor que me ha pasado en la vida y creo que me quedo corta al decirlo... !Te amo!... simple y sencillo ¡Te amo!...

CLAUDIA

  • ¡No, Mariana!... tu lo dijiste… lo escribiste… me lo haz gritado y recontradicho… así que ahora… al fin te creo… ¡El amor no es suficiente!... Regresa a tu casa, a donde perteneces… yo nunca te daré suficiente… ¡Vete! Y nunca vuelvas

Con el recuerdo de estos días de soledad y de mi corazón roto, arrojé la puerta violentamente contra su rostro, no me importaba que tenía que decir, no quería escuchar una sola palabra de esos labios que tantas noches deseé besar… que se fuera por el mismo camino que llegó, mi respiración esta descontrolada, mis ojos se nublaron y toda mi templanza no sirvió para nada, con mi espalda apoyada en la puerta los segundos pasaron lentamente, los latidos de mi corazón sonaban fuerte y pausadamente al fluir por las venas de mi cabeza, un dolor punzante en mi zona izquierda, allí donde dicen que va el corazón… mis piernas no pueden sostenerme más y me apoyo contra la puerta, mientras que me deslizó hasta quedar en el piso, entrecierro los ojos y evito llorar

Tomé una gran bocanada de aire y con lentitud, regresé a mi asiento, di el primer mordisco a la pizza pero nada me supo igual… sus palabras en mi mente empezaron a reproducirse tal cual disco rayado… -¡Te amo! Estoy aquí por ti… tu amor es suficiente… estoy parada en esta puerta solo con amor para ti… - Movía mi cabeza de un lado a otro, pensando tontamente que eso me iba a quitar las ideas.

Mi mirada se centró en un punto fijo… -¡Búscala idiota! En tu puerta pidiendo que la ames y ¿Qué haces? ¿La cierras?... ¿Hasta cuando tu orgullo te va a cegar? – Mi propia mente me regañaba, paseé mis ojos por la sala, la cocina, el pequeño comedor y como si fuera una película, flashes del pasado vivido junto a la mujer que amo pasaron lentamente, su sonrisa, mi felicidad por estar con ella, sentir la calidez en mi hogar y en mi corazón, me arrancaron una sonrisa… y en ese instante mis latidos se detuvieron, sentí el agua caer del cielo, un fuerte calor en mi rostro golpeó mi piel… -¡DIABLOS! ¿Qué estoy haciendo?...

Descalza, en camisilla y con la sudadera que tenía, salí disparada por las escaleras de mi casa, me freno en seco al ver el agua caer y sin pensarlo, sin dudarlo… abro la puerta y las gotas caen sobre mi piel descubierta, el ímpetu por buscarla, por evitar que se fuera evitó que el frío entrara en mis huesos, llegué a la mitad de la calle, con cada respiración mis latidos aumentaban, el miedo de perderla para siempre por mi estupidez, me dio las fuerzas para correr a la esquina derecha de mi edificio, corrí gritando su nombre pero no se avistaba ningún vehículo, cruzo al andén con fuerza, pero mi euforia es tan grande que no me fijo en el desnivel y golpeó mi pie de frente con el muro, caigo sobre el pavimento, maldiciendo y gritando… agarro la zona donde el dolor retumba y acaricio el lugar donde me duele, el agua hace sus estragos sobre mí, desanimada, sola y abandonada sobre el prominente aguacero, tomo asiento en el andén entre dos carros parqueados… -¡Estuvo en mi casa y la deje ir! – Con la pesadez sobre mi cuerpo y acabada completamente veo pasar un taxi, mis ojos se abren totalmente, imposible no reconocer esa silueta por detrás.

El taxi avanza lentamente, me levanto y el dolor en el pie es insoportable, con la adrenalina a mil y la bilirrubina en cada célula de mi ser, comienzo a correr como alma que lleva el diablo detrás de ese vehículo, se aleja más de lo que me acerco pero no me importa, sigo corriendo con fuerza, gritando su nombre, mi cuerpo empieza a temblar del frío, no siento muchas partes de mi organismo, pero sigo corriendo, loca, desesperada… el amor de mi vida está ahí y no lo voy a dejar ir

Sigue alejándose más y más, gira en una esquina y siento mis fuerzas desfallecer, miro al cielo y grito -¡Dios una ayudita no sería malo!- Cruzo la esquina y veo un semáforo al final, la luz esta en verde -¡Ponte en rojo, ponte en rojo, por favor!- El auto llega, no se puso en rojo pero si en amarillo… corro la cuadra con fuerzas renovadas, me acerco a la latonería del auto, pero arranca sin más, no obstante, alcanzo a dar un golpe en el maletero. Las pocas fuerzas que tenían me abandonan y quedó estática bajo el semáforo, con la lluvia sobre mi cabeza y el frío en mi cuerpo. Me llevo ambas manos a la rodilla y miró al frente guardando la ilusión que Mariana me haya visto, pero cruza la vía y nada… niego con la cabeza mi mala suerte, mi respiración intenta ser normal, trato de inhalar aire y continuo observando el vehículo alejarse.

MARIANA

Al cruzar la vía y dejar atrás la calle donde vivía Claudia, un peso se agolpa sobre mi espalda. -¡La perdí! – Lo único que podía hacer era irme con Laura hasta que las cosas se calmaran y tuviera un norte en mi vida, el conductor frena en un semáforo de manera brusca, estaba tan absorta en mis pensamientos que no había visto cuan fuerte era el aguacero que caía afuera, el chofer decide pasarse el semáforo en rojo, pero escucho un fuerte golpe en el maletero del carro, veo por el vidrio trasero pero está totalmente empañado y no se alcanza a divisar nada.

  • ¿Señor? ¿Por qué se pasó el semáforo en rojo?... – Pregunté por curiosidad
  • ¡Ajamm!... una loca viene siguiendo el auto desde hace 4 cuadras, casi nos alcanza, esta ciudad es muy peligrosa…- Carraspeó el señor en tono grave.

Una duda en mi corazón me paraliza, abro la ventana y asomo mi rostro, el agua golpea mi rostro… pero la diviso… es ella… es Claudia… Es mi cosa hermosa, es la mujer de mi vida, es la chica que me hace delirar, es la mujer que me dio las fuerzas para pelear por lo que quiero… es… simplemente es ella...

  • ¡Señor frene!... – Me ignoró por completo - ¡QUE FRENE LE DIGO! – El rechinar de las llantas contrasta con el caer de las gotas sobre el pavimento, agarro mi mochila, le lanzo un billete y salgo del carro.

Troto hasta la vista de Claudia, tiene las manos en sus rodillas… -¡Corriendo con este frío! Esta loca- Pienso en mi mente, lagrimas de emoción y de incredulidad se confunden con el agua que cae sobre mí. Ambas empezamos a correr, suelto mi mochila y corro a su encuentro, con cada paso me acerco más, mi sonrisa es indescriptible, está tan pálida que me asusta que el frío le haya hecho daño. Antes de llegar me grita… -¡Me equivoque!, claro que es suficiente… casi me dejo convencer… - La interrumpo con un abrazo, mis brazos sobre su cuello, sus manos estrechándome con fuerza por la cintura y la espalda, me levanta… giramos con suavidad, el agua nos baña completamente siendo testigo de nuestro reencuentro, me aprisionó a ella como un naufrago a su salvavidas, me besa, me acaricia… coloco nuevamente los pies en el suelo -¡Te amo! No podía estar más sin ti… no quería estar más si ti –

  • ¡Casi me dejo convencer por tus ideas locas!... – Me dice riéndose… - ¡Yo también te amo Mariana, te amo con cada molécula de mi ser, te amo sin límites… no tienes idea de lo triste que he estado en tu ausencia… - Coloco un dedo en sus labios y nuestras miradas se encuentran.

Claudia acaricia mi rostro con sus manos frías, yo beso sus dedos, la palma de sus manos, mis dedos acarician sus labios, su mirada cálida y amorosa, me refleja todo el amor que ha guardado durante este tiempo, mis labios buscan desesperados los suyos y nos fundimos en un beso, sin prisa y sin pausa, nuestras lenguas recordando tiempos felices, bebiendo del elixir de la felicidad, el calor de nuestros cuerpos, entibia el frío que nos arropa, las estrellas nos observan, el cielo se abre y deja de caer el agua sobre nosotras, la luna aparece alumbrándonos y abrazándonos con su luz, el dulce sabor de sus labios, solo con un beso se reaniman todas las emociones que tanto ella como yo quisimos ocultar, no puedo hablar… solo siento su caricia profunda, el roce de nuestras almas… esa conexión que solo podré tener con ella… que solo quiero tener con ella, que solo podré tener con ella… el frío de la capital hizo mella al fin en nuestros cuerpos y temblando hablamos.

  • ¡Creí que te había perdido!
  • Eso nunca Clau… - Esa mirada transparente, esos ojos miel que iluminan mi vida… - ¡Nunca me perderás! – La abracé con fuerza, colocando mi cabeza entre su cuello y su hombro.
  • ¡Prométeme algo! – Susurró lentamente
  • Lo que quieras amor… solo dilo…- Agarré sus manos con fuerza y giré mi rostro para verla mejor.
  • ¡No me dejes así, otra vez, y menos con este frío! – Le besé la mejilla entre risas.
  • ¡Nunca más!... Nunca más me iré de tu lado… - Le di un besito tierno en sus labios – Ahora prométeme tu… - Asintió, mientras me sonreía - ¡Qué no te vas a aburrir de mi! – El brillo de su mirada fue mi respuesta - ¡Tendrían que lavarme el cerebro! – Exclamó con gracia, nos abrazamos con pasión, ternura, sensualidad. Nos fundimos en caricias cómplices y coquetas… Agarramos mi maletín y juntas, tomadas de la mano, avanzamos por las cuadras hasta nuestro hogar

Claudia abre la puerta y pasamos al interior del apartamento, alcanzo a dar dos pasos cuando siento sus manos en mi cintura, con toda la pasión a flor de piel me arrecuesta contra la pared de la sala e iniciamos un beso sensual, una mágica sinfonía de caricias y deseos ardientes, no solo me siento mojada por fuera sino en mi interior, el calor de su beso, de su lengua entrar y salir de mi boca, mientras nuestras lenguas juegan con locura. Mis manos adquieren vida propia y sin ninguna delicadeza le arranco la camisilla que lleva puesta, siento el deseo de sentirla, de tocarla, de morderla, de entregarle toda mi pasión, amor y locura en esta noche, sus manos con experiencia, logran quitarme la ropa mojada, que cae al lado de nosotras, un suspiro sale de mis labios… termino de sacarle el brasier y con mis uñas acaricio su espalda con fuerza, desde la punta de su nalga hasta el cuello, subo y bajo por su piel blanca hasta escucharla gemir.

Me aprieta con más potencia contra la pared, la excitación de sentir su piel contra la mía me lleva al cielo, sus labios buscan mi cuello, siento un mordisco leve, el calor en mi entrepierna comienza a hacerme perder el juicio, lo único que deseo es sentir sus manos, sus labios, su lengua dentro de mí. Continua propinándome un placer indescriptible, lame mi cuello y al borde de mis fuerzas, araño fuertemente su espalda, unos caminos rosados se forman al paso de mis uñas, me vuelvo loca al sentir sus gemidos y sus sensaciones de placer.

  • ¿Qué me estás haciendo Clau? - Susurró en su oído, con una de mis manos en su cuello, mientras hago presión para que siga besándome… - ¡Me estas excitando!... ¡mmmm!... mi amor… que rico… me vas a volver loca… siento que voy a estallar
  • ¡Todavía no amor!... – Sus ojos me observan, siento su ternura pero también su pasión y deseo, nos fundimos nuevamente en un beso y con una mano libre desabrocha mi brasier. Mis senos al fin al descubierto, reclaman por su dueña… guiándola con mis manos, le indico lo que deseo

Dando vueltas en mi aureola, sin besarla… solo acariciándola con la brisa que expele de su respiración, empiezo a temblar como una hoja con sus caricias… -¡Ya!.. ¡Tócala ya! – Me encuentro ordenándole a Claudia, demandándole que no me haga sufrir más y termine lo que está empezando, mi suplica es escuchada, con el primer contacto de su lengua caliente, con mi pezón duro y erecto, me siento desfallecer… - ¡Así Claudia! – Alcanzo a decir, mientras los gemidos salen de mi boca, uno tras otro… - ¡Ahhhhhhhggggg!.... si… si… ¡ME GUSTA ASI!... ¡COMO TE DESEO AMOR!...

Me besa ambos senos, dedicándole tiempo a cada uno, sus manos aprietan mis caderas, atrayéndome a su cuerpo, retira el exceso de ropa y nuestros cuerpos desnudos se funden en un abrazo. Nuestra piel habla el mismo idioma, no importa el color… no importa la condición, este amor que siento por esta mujer es más grande y más fuerte que cualquier cosa, sentimiento o emoción que haya sentido alguna vez en mi vida

Sus caricias se intensifican, siento sus manos recorrer mis piernas, mi cuerpo pide a gritos que lo haga, se detiene por un segundo que se hace eterno, me acomodo, entreabro mis piernas, la abrazo con fuerza y como si leyera mis pensamientos, su mano se posa sobre mi monte de Venus, limpio completamente, sin ningún vello, sus dedos juguetones acarician suavemente mis labios mayores, menores, el interior de mis muslos, suben otra vez a su posición inicial… pero mis caderas se mueven, pidiendo a su dueña terminar con esta angustia, sus labios bajan a mis senos… y al mismo tiempo sus dedos agarran mi clítoris, al principio solo lo presionaban pero luego inician un movimiento circular embriagador, sus caricias, mis gemidos, sus manos, mi flujo brotando desde mi interior, su ritmo y mi locura por sentirla, arrancaron un primer orgasmo de mi cuerpo… -¡Claudia!... agggrrrrrahhhhhhh!... Grito con fuerza, me apoyo en sus hombros, sus manos se detienen por un segundo, sube al nivel de mi rostro y nos besamos nuevamente.

El calor se apodera inmediatamente de mi ser, con fuerza la llevo hasta el sofá y me ubico sobre ella, abro mis piernas y por debajo introduce su mano en mi vagina, inicio un ritmo suave, sintiendo dos de sus dedos dentro de mí, su rostro me excita, la posición permite que todo sus dedos ingresen hasta lo más profundo, muerdo mi labio inferior, el frio ya no existe, mi cuerpo habla por sí solo y agarro una de sus manos hasta llevarla a mi seno derecho, su cara de malicia me arrecha completamente. Sonríe y la otra mano la lleva a mi clítoris, entrecierro los ojos y mis movimientos se hacen más rápidos y punzantes - ¡Aggggggghhhh! Claudia… ¡Así!... – Sus manos se mueven violentamente, la fricción de sus dedos en mi vagina y ese movimiento que hace con la punta de su dedo, me enloquecen y me llevan un segundo, tercero… cuarto orgasmo, acrecentado por las caricias en mi clítoris, me detengo para tomar aire, pero sus manos continúan en un vaivén, mi vagina se contrae fuertemente y otro orgasmo sale desde lo más profundo de mi interior.

Caigo rendida sobre el cuerpo de Claudia, su corazón esta que sale de su pecho, mis labios encuentran los suyos y nos damos un beso largo… suave, con calma… que se prolonga por varios minutos, me levanto y la observo… - ¡Te amo! – Se adelanta a decirme… - ¡Yo también te amo!... y me gusto muchísimo – Le respondo con tono pícaro… La abrazo nuevamente… - ¡Pero quien dijo que ha terminado! – Me susurra al oído, quitándome el cabello del rostro.

Esa noche seguimos haciendo el amor, en la cocina, en su cama, en la sala… no existió sitio donde no me hiciera suya y donde yo no la hiciera mía… el sol entró por la ventana, nos arropamos hasta el cuello, desnudas bajo las sabanas nos abrazamos a descansar… a dormir, luego de tan intensa acción.

Desde esa noche en particular, donde llovió y llovió y sin más cesó de llover, esa noche, donde hicimos el amor hasta el amanecer, hasta cuando nuestros cuerpos nos exigieron descansar…desde ese día… 10 de Febrero de 2007, hemos vivido juntas, hemos crecido y luchado juntas, con miles de problemas, discusiones, malos entendidos y sobre todo con la sombra de mi padre sobre nosotras, pero nuestro amor ha sido más fuerte, mientras más pruebas, más duro; mientras más presión se le aplica a un diamante más puro es, así es nuestro amor, ni todas las trampas y trabas de mi familia, ni todos los sin sabores vividos durante este tiempo han impedido que sea feliz con la mujer que amo… con la mujer por la cual he decidido dejar todo atrás y empezar una vida, con la mujer que simplemente se robo mi corazón, no solo por cómo me besa ó me toca, sino por la mujer que me hace ser cuando estoy con ella