Sola en la Oficina

Un dia como cualquier otro pero que fue muy rico a pesar de todo.

Bueno aquí estoy sola sentada en la el escritorio de la oficina, mientras reviso mis correo y me encuentro con tus mensajes que tanto me excitan, así que reviso los viejos y recuerdo cuando nos conocimos. Poco a poco voy leyendo y de la misma manera me voy calentando. Mi cuerpo percibe pequeños estremecimientos que hacen que me acomode sobre la silla.

Recuerdo el vibrador que guardo en la cartera pero este es especial, ya que posee una menuda punta de goma angosta como un marcador con un vibrador interno unida a su hermana que es más grande haciendo semejanza a un miembro, también con vibrador.

Como no tengo nada de aceite, tomo de la gaveta una crema de manos y los unto a los. Subo mi falda, luego de verificar que no hay nadie cerca de la oficina y lentamente inserto el pequeño dentro mi colita el cual se desliza por suavemente por mi ano, y posteriormente coloco el otro dentro mi vagina. Me coloco mi bikini y bajo mi falda rápidamente. Ahora solo tengo que accionar el control. Acomodo los dos cables dentro de mi falda y situó el control sobre mi vientre oculto bajo la blusa.

Reviso la oficina para notar que nadie me ha visto, estoy calentándome de solo pensar lo que pueden hacer ellos dentro de mí y sin embargo continúo leyendo tus emails. Mientras leo, mis manos acarician mis muslos y sin darme cuenta mi mano derecha se cuela entre los botones para colocar la vibración en su nivel mínimo. Tiene 5 niveles.

Una ligera acaricia comienza a brotar dentro, con suaves palpitaciones dentro de ambas cavidades. Cruzo mis piernas y me reclino hacia atrás dejándome a sucumbir por la agradable sensación pero mis manos son traicioneras y suben al próximo nivel de placer.

Ahora las vibraciones son más fuertes y ya me siento húmeda entre mis piernas. Mi respiración se acelera y el nerviosismo de mi cara es casi delatora de mis sensaciones. Mi ano dilatado clama por más, mientras mi vagina pulsante quieres más todavía. Debo controlarme para no arrancarme la ropa y acariciar mi clítoris con frenesí. Bajo la profunda lucha de autocontrol dejo escapar un gemido y me recuesto hacia atrás de la silla en el momento delicioso de mi orgasmo.

Es un orgasmo suave pero que deja mi cuerpo titilando al placer. Deslizo mi mano para apagar el vibrador en el mismo momento en que entra una compañera de trabajo que me toma de las manos y me saca corriendo de la oficina para que vea algo que según ella no me debo perder.

Entre el susto y la sorpresa no puedo esquivarla y me saca hacia la oficina principal donde están alrededor de quince empleados asomados por la gran ventana viendo hacia el exterior una pelea entre uno de los gerentes y otra persona.

Mi mente divaga ya que no puedo estar pendiente del acontecimiento mientras me voy excitando nuevamente. Trato de salir pero cada vez llegan mas personas así que me veo atrapada entre un mar de personas. No puedo alcanzar el control que se ha deslizado entre mis piernas de la carrera que di, así que trato de concentrarme para no excitarme, pero es superior a mí.

Mis jugos van deslizando por mis piernas y lo siento como me van mojando. Tengo que apretar mis nalgas para tratar de controlarme pero eso me excita más y siento mi ano totalmente dilatado. Estoy sudando y mi respiración esta acelerándose mientras me muerdo los labios. Me siento terriblemente excitada, veo mis pezones como dos puntas que tratan de salir desesperadas de mi blusa. Miro a los lados y nadie lo nota porque están interesados en la pelea.

No puedo más.

Muerdo mis labios lo mas que puedo, tomo la mano de mi compañera y la aprieto lo mas fuerte que puedo y y y… logre controlar un grito de lujuria mientras siento corrientazos recorriendo mi espalda y explotando en mi vagina.

Volteo y me doy cuenta que mi colega me mira con curiosidad al no entender que me pasa y tratando de que le suelte la mano. Se la suelto con rapidez y trato de abrirme paso entre la gente mientas salgo corriendo como puedo ya que todavía me tiemblan las piernas

Consigo llegar al cuartito donde preparamos el café y calentamos algunas comidas. Tranco la puerta y coloco el seguro. Me desabotono la blusa y suelto el sujetador dejando mis senos al aire, los cuales acaricio con frenesí. Rápidamente me saque la falda junto con el bikini y encuentro el pequeño aparato colgando entre mis piernas, el cual coloco al máximo y me abro de piernas para frotar mi clítoris con ansiedad y zozobra. Mi cola dilatada hace pulsar mis nalgas y en mi impaciencia tomo una botellita que había cerca de la cafetera y la introduzco dentro de mi ano sin sacar el vibrador. Mi estado de estimulación es tan brutal que ya no se de mi. Todo mi cuerpo empieza a temblar, mis senos saltan en mi pecho como locos, así que los aprieto para tratar de controlarme y apresuradamente meto un paño en mi boca para tener mi tercer orgasmo. La sensación es tan fuerte que me agarro con fuerza del mueble para no caer de rodillas mientras mi cuerpo convulsiona de placer. Tengo la entrepierna mojada, los ojos desorbitados, la piel sudada y el cabello pegado a mi cara.

Que éxtasis tan divino. Hacia tiempo que no me sentía así. Pronto tomo el control y ahora si logro apagarlo, me reincorporo y trato de calmar mi respiración cuando siento que tratan de abrir la puerta. Mi amiga Darla esta del otro lado y me pregunta si esta todo bien. Respiro profundo, me mojo los labios con mi lengua y con una voz calmada le dijo que esta todo bien.

Abro mis piernas y extraigo de mi cola el vibrador y luego saco el de la vagina envolviéndolo en una servilleta. Darla sigue tratando de abrir la puerta así que me coloco la falda y abotono mi blusa, y escondo el vibrador con mi bikini en una gaveta.

Abro la puerta.

Darla entra preocupada pero veo su cara sorprendida cuando me ve. Se da cuenta que estoy toda roja la cara y que mis pezones todavía saltan sobre mi blusa además no me ha dado tiempo de cerrar mi sujetador así que se notan mucho mas. Ella queda pasmada al ver mis pezones y la rosades de mi cara por lo que le dije que me había la tensión o algo así y que necesitaba estar sola mientras se me pasaba.

-

Pero ya estas bien???, me pregunto, mientras me tomaba de las manos.

-

Estas helada. Me dijo.

Si ya esta pasando.

-

¿Bueno cualquier cosa me avisas OK?

-

Ve tranquila que ya se me esta pasando. Le dije.

Me dejo sola, así que recogí mi ropa y me fui directo al baño a arreglarme para luego guardar mi rico vibrador y escribirte esto.

Lynn.