Sola en casa con dos amigos
Lo que sucedio un dia que me quede sula en casa.
Soy Sara, vivo en Madrid y esto me sucedió cuando tenia 18 años. Mis padres tuvieron que viajar a Barcelona para asistir al funeral de un pariente y me quedé sola en casa desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana.
La verdad es que hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba de la tranquilidad y placer que supone disponer de una casa para ti sola. Lo primero que hice cuando se fueron fue darme una ducha, mejor dicho un baño porque llené la bañera de agua y estuve más de una hora allí, tumbada, escuchando música y fumando cigarros.
Por suerte no tenía que estudiar, ya que el curso había acabado. Al salir del baño me vestí y decidí salir para alquilar alguna película y comprar algo de bebida y chucherías. Antes que nada telefoneé a una de mis mejores amigas (Eva) por si quería hacerme compañía sin embargo nadie cogió el teléfono. Probablemente estaría con su novio así que no insistí mucho y me largué.
Paré en un supermercado y me gasté allí más de 5.000 pelas entre bebidas, snacks, caramelos... yo tenía claro que no me podía faltar de nada porque una vez entrara en mi casa no iba a salir hasta el lunes. Después me dirigí al videoclub.
Había bastantes películas disponibles así que aproveché y alquilé 4. Allí casualmente me encontré con Antonio y José. Ellos son amigos de Luís, el novio de mi amiga Eva, yo no tenía mucha confianza con ellos pero habíamos hablado en alguna ocasión, parecían buenos chavales.
Ambos me saludaron y estuvimos conversando durante unos cinco minutos, al parecer ellos iban a quedarse bebiendo en casa de un chico llamado Alfonso al que yo no conocía y que, según me dijeron, vivía muy cerca de mi casa.
Bueno pues tras estar un rato hablando con ellos me dirigí de nuevo a casa y nada mas llegar me puse cómoda. Hacía mucho calor así que me quedé en bragas y sujetador, preparé la cena y luego me puse un pelotazo y me tumbé a ver una de las pelis.
La verdad es que soy un poco miedosa y resulta que la película en cuestión trataba de un psicópata que mataba a la gente sin motivo, llegó un momento que estaba más tiempo con los ojos cerrados que abiertos, así que pensé en cambiar de película porque además cada vez que me tenía que levantar para ir al servicio o a la cocina iba cagada de miedo.
Para colmo, sonó el teléfono. Vaya susto!
No os podéis hacer una idea del salto que pegué del sofá. Cuando me tranquilicé fui corriendo y lo descolgué.
¿Si?, ¿quién es?.
¡Hola Sara, soy Antonio! (o sea uno de los chicos con los que me encontré en el videoclub).
¡vaya susto me has dado!, estaba viendo una película de miedo y cuando ha sonado esto por poco me da un infarto. ¿Qué tal lo estáis pasando? (he de deciros que realmente me resultaba muy extraño que este chico me llamara porque como os había comentado ellos son amigos del novio de Eva y solo había hablado con ellos en alguna ocasión).
Oye Sara, resulta que nos hemos quedado sin tabaco y no podemos ir a comprar porque no tenemos ni un duro, y como antes te vimos y nos dijiste que ibas a estar sola pues nos hemos acordado de que podríamos llamarte aunque fuese algo tarde. ¿Podrías darnos unos cuantos cigarrillos o dejarnos dinero y mañana te lo devolvemos?.
Les dije que por supuesto, que había comprado dos paquetes y que sin problema les podía dar uno. Antonio me dijo que de puta madre y me preguntó si subía él a mi casa o si yo bajaba. Preferí decirle que subiera porque me daba bastante pereza tener que vestirme de nuevo y bajar así que quedamos en que el llamaría al portero automático y subiría.
Rápidamente fui a mi habitación y me puse una camiseta y un pantalón de chándal. A los pocos minutos sonó el portero y le abrí. No venía solo sino con José (el otro chico que estaba con él en el videoclub). Les abrí la puerta y les dije que entraran, la verdad es que después del miedo que pasé con la peli me apetecía estar acompañada y les pregunté si querían quedarse un rato tomando unos cubatas conmigo, total tampoco había nada malo en ello, no?.
Se sentaron en uno de los sofás y yo me senté en otro. Eran chicos bastante divertidos y yo no paraba de reírme con las cosas que me contaban. En un momento dado José sacó un trozo de hachís y me pidió permiso para hacerse un porro, le dije que aunque yo no fumaba podría hacérselo si quería. Mientras tanto fui de nuevo a la cocina a por más bebida y serví un pelotazo más para cada uno.
Yo la verdad iba bastante contentilla y cuando llegué de nuevo al salón me animé y le pedí que me pasaran el canuto y le dí unas cuantas caladas. Ellos seguían sin parar de hablar pero miraron el reloj y me comentaron que en breve se tenían que ir porque estaba el otro chaval esperándolos.
Les pedí que se quedaran un rato más porque me lo estaba pasando bastante bien, además comencé a fijarme en Antonio y la verdad el chaval no estaba nada mal.
Sinceramente era una situación bastante rara para mí, o sea estaba en casa con dos tíos a los que apenas conocía y la verdad, os confieso que empezaron a rondarme por la cabeza pensamientos bastante obscenos. Como estaba algo mareadilla había perdido la vergüenza y aprovechaba los momentos de risa para acercarme un poco más a Antonio y hubo un momento incluso que posé mi mano en su pierna izquierda mientras seguía escuchando lo que contaba.
Al cabo de un rato él hizo un movimiento de piernas para cruzarlas y sus partes rozaron mi mano, la verdad es que sentí a la perfección su paquete. En una situación normal me hubiera puesto colorada pero como estaba tan contentilla no me importó e incluso volví a poner mi mano sobre sus piernas, esta vez más cerca de su bulto por si volvía a hacer otro movimiento sentir de nuevo su paquete rozar mi mano.
La verdad es que comencé a ponerme cachonda, cada vez tenía más calor y les dije que me disculparan que iba un momento a mi cuarto para cambiarme de ropa y ponerme algo más fresco. Ellos me pidieron también permiso para quitarse la parte de arriba y yo les dije que era normal, que hacía mucho calor y que podían quitarse la camiseta si querían.
Fui a mi habitación y me quedé unos momentos parada pensando en que me ponía porque tampoco era plan de volver allí medio desnuda. Mirando en mi armario me fijé en un bikini que tenía y, la verdad, tenía muchísimo calor y no había nada malo en que dos chicos me vieran así teniendo en cuenta que en la playa me ven muchos más.
Total que salí al salón con el bikini puesto y ellos ya estaban sin camiseta. Cuando me vieron la verdad es que intentaron disimular pero no paraban de mirarme las tetas y el culo, yo por supuesto también me fijé en ellos y aunque no estaban especialmente buenos tenían su atractivo.
Estaban sentados en un sofá de tres plazas y yo me atreví a sentarme allí con ellos en vez de hacerlo en el otro sofá como antes. Me dejaron sitio entre ambos y me senté a la vez que me encendía un cigarro.
Me daba cuenta de que, por ejemplo, cuando hablaba con uno el otro aprovechaba para fijarse en mis tetas, y en mi cuerpo en general. Empecé a intimar más con Antonio y por unos instantes él me miró de una forma muy rara, como insinuándose.
Pasó un rato y seguíamos igual hasta que, por fin, Antonio se atrevió a besarme. Fue un beso en los labios que duró poco pero me gustó. Progresivamente nos fuimos acercando más e incluso puse mi pierna izquierda sobre la suya y le agarré la mano. A continuación me cogió de la nuca y me volvió a besar pero esta vez no fue un pequeño beso sino un morreo que duró más de un minuto.
La cuestión es que al estar inclinada hacia Antonio, la parte de abajo del bikini se me empezó a meter por la raja del culo. José se dio cuenta de ello y clavó su mirada en mi trasero. Paré de besar a Antonio y me incorporé para con mis manos ponerme el bikini bien. Mientras lo hacía notaba como ellos me miraban.
Al cabo de unos minutos José se levantó y se dirigió al servicio. Antonio aprovechó y empezó a besarme y a meterme mano desenfrenadamente. Yo me relajé y lo dejé que me metiese mano todo lo que quisiera. De repente, y sin sacar su lengua de mi boca, comenzó a tocarme las tetas por encima del bikini. Comencé a excitarme mucho y sin reparo acerqué mi mano a su paquete y comencé a acariciarlo. Estaba excitadísima y me sentía super puta, la primera noche que me quedaba sola en casa había metido a dos tíos allí y estaba enrollándome con uno de ellos y dejando que me tocara las tetas y tocándole yo a él.
Mi sorpresa fué cuando me sacó un pecho y comenzó a tocármelo, justo en el momento en el que José volvía de nuevo y se sentaba. Sin embargo no nos importó y seguimos con lo nuestro. José no decía nada, pero seguro que estaba flipando viéndome a mí con una teta al aire y dejándome sobar por su amigo.
A continuación Antonio me sacó la otra teta y acercó su boca. Comenzó a chupármelas, a la vez que me apartaba la parte de abajo del bikini para un lado y comenzaba a acariciar mi sexo.
Luego me dio por mirar a la derecha y me veo a José haciéndose una paja... eso ya me puso como una locomotora y sin pensarlo dos veces le saqué la polla a Antonio y empecé a pajearlo. Era fantástico sentir su polla en mi mano, su caliente y dura polla que por cierto era la más grande que había tocado.
Pasaron unos minutos y Antonio se levantó y se puso sentado encima de mí quedando sus cojones y polla sobre mi vientre. Empezamos a morrearnos y él me sobaba las tetas. Después se echó para delante y agarrándose con las manos al respaldo del sofá me puso la polla en los labios y comencé a chupársela.
De pronto sentí una mano tocándome la pierna derecha... era José que se había puesto tan cachondo que empezó a meterme mano a la vez que se pajeaba viendo como yo se la comía a su amigo.
Me abrí bien de piernas y él se agachó y comenzó a chuparme el coño. A la vez yo no paraba de comérsela a Antonio y a veces me la sacaba de la boca para chuparle también sus huevos y el culo.
He de decir que José era un excelente mamador de coños. Una cosa que también me encantó y que nadie me había hecho antes era que me lamiese el ano. Es alucinante sentir una lengua metida en tu culo mientras con una mano te masajean el clítoris sin parar.
Más tarde Antonio me la sacó de la boca y me dijo que por qué no nos íbamos los tres a una cama para estar más cómodos y follar durante toda la noche. A mí me pareció genial y nos fuimos a la habitación de mis padres. Me tumbaron boca arriba en la cama de matrimonio y empezaron a meterme mano como salidos y me refregaron sus pollas por todo mi cuerpo.
Acto seguido José puso su polla a la altura de mi boca y me dijo que se la mamase. Obedecí y sentí como Antonio ya me la estaba metiendo en el coño.
Empezó a follarme como nunca me lo habían hecho antes, era genial como se movía este chico, yo creo que debía tener bastante experiencia porque lo hacía de manera casi mecánica y a un ritmo súper rápido. José seguía con la polla en mi boca y con sus manos me acariciaba y a la vez no paraba de decirme que estaba muy buena y que nunca se la había chupado nadie tan bien.
Me había corrido dos veces ya y estaba a punto de hacerlo de nuevo. Antonio me la sacó del coño y su lugar fue ocupado por José. Se acercó y me besó en los labios, luego se quedó de pié masturbándose viendo como su amigo me follaba. Al cabo de unos minutos José la sacó y se colocó sobre mis tetas, yo se la cogí con la mano y me puse a pajearlo dándome cuenta de que estaba a punto de correrse.
Aceleré el ritmo con mi mano y dirigí la polla hacia mis tetas para que se corriese encima. Antonio no paraba de mirarnos, él estaba casi a punto también.
Por fin sentí como José se corría en mis pechos, era muy excitante sentir su leche caliente cayendo sobre mis tetas hasta dejarlas empapadas por completo.... realmente fabuloso. Antonio al ver esto no lo pudo resistir, se acercó y comenzó a masturbarse muy rápido sobre mis tetas hasta correrse y soltar todo el esperma, aunque algunos de los chorretones me cayeron en mi cara y yo con la calentura que tenía pasé mi lengua para recoger la leche y probarla, ya que nunca se habían corrido en mi boca.
Estuvimos un buen rato descansando pero los tres teníamos más ganas de marcha y yo sin decirles nada les agarré las pollas y me puse a pajearlos. De vez en cuando acercaba mi boca y se la chupaba a uno y después al otro. Ellos por supuesto no paraban de sobarme y me acariciaban un pecho cada uno.
Después me pusieron a cuatro patas y Antonio se puso debajo mía y comenzó a follarme, a la vez que me lamía las tetas. Antonio se colocó detrás y comenzó a comerme el culo. Os tengo que decir que es sumamente excitante que te coman el culo y te follen a la vez, o por lo menos a mí me encanta.
Antonio sacó la lengua de mi ano y puso la polla en el mismo lugar, y poco a poco empezó a intentar metérmela por ahí. La verdad es que me dolía mucho pero estaba tan cachonda que pude soportarlo ya que era mayor el placer que sentía que el dolor, no olvidéis que José estaba follándome por el coño y chupándome las tetas. Llegó un momento en el cual tenía prácticamente todo el rabo de Antonio metido por el culo... y a la vez tenía la otra en el chocho, o sea que me encontraba haciendo un magnifico sandwich y a veces de tan excitada que estaba creía que incluso me podía desmayar.
Al rato cambiamos de nuevo de postura, yo seguía a cuatro patas pero ahora Antonio me la metía por la boca y José me follaba por el culo. Una cosa que me encantó fué que, mientras me daba por detrás, también se dedicó a darme cachetes en el culo, cada vez con más fuerza, pero a mí me gustaba e incluso me tuve que sacar la polla de Antonio de la boca para poder decirle que me pegase más fuerte.
Cuando no pudo más me la sacó del culo y se corrió sobre mi espalda y mi culo, recuerdo como sentía la leche resbalar por mi cuerpo.
Antonio me avisó de que iba a eyacular y no me la saqué de la boca porque quería saborear toda su leche e incluso tragármela. Él cerró los ojos y se corrió, parte del semen me lo tragué y parte lo expulsé dejándolo caér sobre mis labios mientras lo miraba fijamente a los ojos.
Luego fuímos al baño y nos duchamos los tres juntos. Me enjabonaron el cuerpo y también me metían mano y no paraban de besarme por todos los sitios. De nuevo tenían la polla durísima, era increíble, yo no lo podía creer.
Cogieron mis tetas y cada uno se metió un pezón en la boca y me tocaban el culo y el coño sin parar.... era fabuloso sentir cuatro manos sobre mi cuerpo y dos lenguas chupándo mis pezones. Les cogí las pollas, empecé a meneárselas y ellos cada vez me metían mano con más ganas. Me agaché y comencé a chuparles las pollas, parecía una auténtica viciosa, había veces que incluso me las ponía las dos en la boca y me las intentaba meter a la vez, aunque enteras no me cabían, lógicamente.
Antonio me dijo que parara y que nos salieramos de la ducha, quería que yo me sentase en la taza del water y que me hiciera una paja a la vez que ellos se la meneaban y se corrían encima mía. A mí me pareció estupendo y lo hice inmediatamente. Me senté, abrí las piernas y me metí dos dedos todo lo que pude, sin dejar de mirarlos a ellos y gimiendo de placer.
Antonio fué el primero que se corrió, la verdad es que no aguantó mucho y me echó todo el semen dentro de la boca... luego me dió un morreo y me encantó sentir la leche en nuestras bocas mientras nos besábamos ya que aún no me la habia tragado del todo.
A José todavía le quedaban fuerzas y antes de correrse me la metió en el coño y me folló durante breves minutos, luego la sacó y eyaculó sobre mi ombligo y mis muslos.
Estabamos agotados y nos fuimos de nuevo a la habitación de mis padres para tumbarnos un rato en la cama. José se quedó dormido. Mientras, Antonio y yo estuvimos conversando y me dijo que yo le gustaba mucho y más o menos se me declaró. A mí él también me gustaba y quedamos para vernos al día siguiente.
Estamos saliendo un tiempo y jamás olvidaremos esa magnífica noche. También deciros que los dos se portaron y no le comentó a nadie nada de lo sucedido. Creo que no quedan muchos chicos así, la verdad.
Sin quereis podeis mandar vuestros comentarios a golfita83@hotmail.es . Un beso a tudos.