Sola en Bogota

... ¿Que haces cuando ya no puedes vivir en tu país? Te mudas a otro parte más atractiva... Que rico. Parte 1

SOLA EN BOGOTA

Soy Betsy y he llegado a un acuerdo con mi amiga Marie para que sea algo así como mi relatora. Hablo mucho, pero soy terrible escribiendo de manera que es ella la que lo hace pero quién relata soy yo.

Si leen sus relatos, recordaran las historias de Betsy en la frontera y su primer trío. Que les puedo decir…... Pero les cuento que en esas historias de vendedoras de instrumentos financieros, quién triunfó fui yo. He hecho suficiente dinero como para hacerme liposucciones, lipoesculturas, hilos de oro, me aumente las tetas, me enderecé las nalgas, me quite la papada y casi me pongo un virgo nuevo… jejejejeje, esa cirugía la hubiese perdido rapidito… JAJAJAJAJAJA!!! .

Bueno… volviendo al punto. Mis socios me invitaron a participar en una sociedad financiera, pero en la hermosa ciudad de Bogota lo que implicaba tener que mudarme permanentemente para allá. Al principio me costó entenderlo pero cada día en mi país el mundo lo ven al revés y así me encuentro en Bogota… por los lados de Chico, zona encantadora y preciosa de la cual no creo que me vaya jamás. Sé que dudaran de mi aseveración pero a los socios nunca le han importado mis métodos de obtener resultados. Como buenos financistas solo quieren conocer el monto del cheque. Esa comodidad y autonomía no quiero cambiarla… pero me ha llevado a una de soledad que me esta matando… Temo perder la huella digital de mi dedo medio de la mano derecha pero ha sido el único consuelo que he conseguido.

Todo cambió cuando Marie me convenció de que conociera a una pareja de amigos de estos lares. Maricarmen y Javi, desde el inicio fueron encantadores. El, un poco arrogante con unos ojos verdes que derriten al mas frío de los hielos y ella con una calidez tan encantadora que te sientes en sintonía rápidamente. Los recibí en el hall del hotel vestida como siempre me ha gustado aunque respetando el sempiterno frío de montaña y fuimos al parque de la 93 donde luego de picar algo nos unimos a una especie de fiesta popular o celebración donde bailamos juntos, separados y hasta con Maricarmen, quien me empezaba a gustar su estilo y porque no decirlo su cuerpo también. Javi un poco mas en control supo cuando colocar sus manos un poco mas debajo de la cintura y como meter su pierna entre las mías bailando una cumbia muy picante. La noche fue encantadora y sirvió realmente para aliviar mi soledad.

Camino a retirar el carro en el parqueadero, caminaba en el medio de los dos agarrados de brazos y me gire hacia Maricarmen y le agradecí todas sus atenciones y su respuesta fue un dulce beso en los labios el cual retorne efusivamente, mi cuquita subió algunos grados de humedad para luego repetir la escena con Javi mientras las manos de ella gentilmente acariciaban mi espalda. El momento fue muy romántico y no pude negarme a aceptar su propuesta de dormir en su apartamento para que no me quedara sola. Me ofrecieron un sofacama como comodidad y me aseguraron que descansaría mucho.

El viaje fue corto y en efecto tenían un pequeño apartamento de una habitación, con una inmensa cama y el sofacama en la sala. Con mucha camaradería nos dispusimos a dormir y fui la última en ducharme, a pesar del frío, cosa que siempre hago luego de una noche de farra para quitarme el sudor y olor a cigarrillo. Envuelta en una inmensa toalla me dirijo al sofa y me encuentro a Maricarmen esperándome para prestarme unas pijamas, bueno solo era un pequeño camisón transparente con unas muy anchas bombachas similar a la que ella misma llevaba puesta, con la diferencia que ella tenía era una pequeña tanga que apenas le cubría el abultado pubis y dejaba descubierto una pequeña mota de pelos. Con la confianza que da el saber que tienes un bonito cuerpo (… a fuerza de cirugía!), deje caer la toalla y tome la ropa que me ofrecía. Sus ojos recorrieron lentamente mi cuerpo deteniéndose especialmente en mi cuquita totalmente depilada. Lentamente y ofreciendo un pequeño espectáculo privado me puse el camisón y le pregunte que si me prestaba unas tanguitas ya que las bombachas me parecía horribles. Con una carcajada saco debajo del colchón unas muy pequeñas y me dijo que sabía que no me iban a gustar las bombachas por lo que ya se vino preparada.

De nuevo me acomode de tal manera de que ella pudiera tener una hermosa vista de mi cuquita durante el proceso de ponerme la diminuta prenda. Nos sentamos a conversar como dos colegialas y nos reíamos de cualquier cosa, mientras nos acariciábamos muy consciente de la energía sexual que se venía acumulando. Al final no pude resistir la tentación y me acerque a su rostro para saborear sus carnosos labios. Ella me devolvió el beso con el mismo deseo, intercambiando saliva mientras nuestras lenguas no paraban de retozar. Sus manos buscaron mis senos y sentadas una frente a la otra tuve acceso a su sexo ya húmedo de excitación. Busque rápidamente su huequito de placer y separando la tanguita a un lado comencé a rozar sus labios vaginales con su misma humedad. Mantenía una mota de pelo en la parte superior pero sus labios vaginales estaban totalmente depilados. Su clítoris ya sobresalía de entre ellos y al rozarlo suavemente su cuerpo vibró de placer. Su boca parecía querer devorarse mi lengua y sus manos ya me habían despojado del camisón dejando mis senos expuestos a sus caricias. Suavemente hizo que me acostara y se montó encima de mi. De un tirón lanzo su camisón fuera y se inclino a comerme los senos.

Con una habilidad que solo tiene otra mujer por conocer su cuerpo, comenzó a besarme y morderme suavemente los pezones, yo no sabía que hacer de manera que tome el rol pasivo y deje que fuese ella quien me diera el placer. Sus labios recorrían el valle entre mis senos mientras sus manos me las apretaban y sobaban, sus besos llegaban a mi cuello y buscaban mi boca con pasión, mientras mantenía un movimiento lento pero rítmico con sus caderas para frotar la tela de su pantaletica contra su clítoris inflamado. En un instante sentí como su cuerpo se contraía, sus manos me apretaban las tetas con mas fuerza y entre sus dientes apretados se escapaba un silbido de placer indicando que había alcanzado un clímax. Curiosa manera pero le funciona… Como leyendo mis pensamientos me dijo que lo había aprendido en el colegio de monjas con otras amigas y siempre cuando puede lo repite, eso le produce un placer muy particular, y mientras hacía el breve comentario bajó hacia mis caderas y quitándome la pantaletica inmediatamente se dedico a devorarme la cuquita.

Su lengua traviesa lo primero que hizo fue dar vuelta alrededor de mi clitoris brotado sin casi tocarlo y uno de sus dedos se metía entre mis labios vaginales buscando el punto g muy dentro de mi vagina. Cuando percibió mi grado de excitación fue cuando decidió ir directamente a mi pepita y con mucha delicadeza comenzó a chupármelo y lamérmelo con gusto. Yo me entretenía completando las caricias iniciadas en mis tetas pellizcándome y retorciéndome los pezones y dejando que mi orgasmo fuese tomando cuerpo pero aguantándolo para dejarlo explotar en el momento adecuado. Le dije apenas en un susurro que se volteara para yo también comerle el coño. Obedientemente se giro y apartando el tanguita con los dedos pude saborear su muy mojado coño. Sus labios depilados parecían devolverme la caricia en forma de un beso cargado de ese aroma tan especial y femenino que producimos en esas partes. Mi lengua buscaba sus pliegues y formando un chupito con mis labios le succionaba el clítoris. La travesura y las caricias que ella a su vez me propiciaba era suficiente y en el viejo 69 fue que deje correr mi orgasmo. Sentía que me faltaba el aire y no era por la altura, eran los dedos de Maricarmen que tocaban y tocaban por dentro enviándome pulsaciones de placer las cuales correspondía con contracciones de mi culito. Consciente de mi orgasmo, se separo de mi y me abrazo tiernamente con ese cariño tan especial que puede dar una mujer a otra.

Se despidió dulcemente y arropándome bien como una pequeña dejó que el sueño post orgásmico me llenara y solo fue tarde en la mañana que el olor a café y los ruidos de la cocina me despertaron. Busque la ropa y recordé haberla dejado en el baño y solo tenía a la mano la tanguita y el camisón de dormir. Javi pasó por el frente y me saludo cordialmente. Solo llevaba puesto unos interiores muy pequeños. No pude evitar quedarme viéndole el inmenso paquete que se desdibujaba debajo de la tela. Con una sonrisa en la cara me dijo que no me preocupara por la forma de vestir y me señala a la cocina donde puedo ver a Maricarmen solamente vestida con una tanguita y un delantal. Solté la carcajada y entendí que él sabía lo que había pasado anoche además que sería de mala educación el yo estar vestida y ellos en paños menores. De manera que me puse el tanga y el camisón y me fui a asearme para luego sentarme a desayunar y platicar con mis anfitriones con la mayor confianza del mundo. Ellos me quisieron llevar a Zipaquira, pero primero pasamos por mi apartamento a cambiarme y buscar algo mas informal para el viaje. Realmente fue un lindo paseo y muy relajante, además de fascinante la visita a la Iglesia en las minas de sal. Definitivamente que como anfitriones eran excelentes. Durante el paseo intercambiamos bromas y uno que otro comentario picante pero nada atrevido ni mucho menos grotesco. Ya terminando el atardecer comimos por La Calera y nos dirigimos al apartamento luego de tomarnos algunos licorcitos de mas con el cuento de que eran para bajar la comida.

Al llegar al apartamento Javi me abraza por detrás y girándome la cara comienza a darme un beso muy francés, al momento me agarra de sorpresa y pienso en Maricarmen pero en ese instante la siento parada al frente y comienza a quitarme la ropa hábilmente. Mientras Javi me besa y aprieta las tetas, ella termina de desnudarme completamente. Javi me suelta y es ella quien ahora me abraza y comienza a besarme con tanta intensidad como él. Se puede oír como Javi se quita la ropa rápidamente para darme vuelta y apretar su hermosa verga contra mi cuerpo. Ahora el turno es de Maricarmen de quitarse la ropa en este juego tan sensual de turnos, mientras Javi y yo volvemos a cerrarnos en un beso francés pero en esta oportunidad puedo sentir como su verga vibra y pulsa contra mi vientre. Los dos me toman de la mano en una bonita coreografía y me llevan a la cama, quizás entienda ahora porqué es tan grande, y me acuestan boca arriba. Él se mete entre mis piernas y comienza a comerme el coño, sintiendo inmediatamente la diferencia de las mejillas con una barba de un día como araña mi piel contra ese rostro suave que la anoche anterior pude sentir en es mismo sitio. Su lengua es como mas ruda y áspera pero sobretodo larga. Sus penetraciones parecen llegar muy adentro y su rudeza me excita mas. Me siento realmente poseída por alguien quien disfruta realmente lo que esta haciendo. Maricarmen luego de besarme profundamente me ofrece su cuquita para que yo pueda disfrutar al mismo tiempo con ella y abre sus piernas encima de mi rostro permitiéndome alcanzar sus labios vaginales con mi lengua.

Al poco rato… o fue un largo rato?... me encuentro arrodillada doblada chupándole la hermosa verga a él, mientras ella colocada detrás de mi introduce sus dedos en mis huequitos, no respetando distancia ni ubicación. Por encima de mi ellos intercambian besos y caricias. Ya había perdido la cuenta de mis orgasmos pero queriendo sentir algo más intenso comencé a contenerme hasta conseguir la posición que me diera más placer. Fue entonces que le pedí a él que me lo metiera y a ella que se colocara a mi alcance de manera que pudiera comerle la cuquita mientras Javi disfruta de mi posición en cuatro. Muy complacientes acceden y en un breve instante siento como esa hermosa verga penetra dentro de mi, siento su calor, las venas de su tallo y como sus manos agarran mis caderas y empujan para que sienta el tamaño de su verga completamente dentro de mi. Mientras tanto, chupito tras chupito me como el clítoris de Maricarmen y su aroma me llena la nariz, Javi consciente de mi boca sumergida en la cuquita de su esposa se menea lentamente pero igual de agradable es sentir como su glande se desplaza de adentro hacia fuera y de nuevo hacia adentro. No aguanto mas y decido correrme con tanta fuerza que mis líquidos se desparraman todo en la cama y mis gemidos se apagan entre las piernas de Maricarmen.

Me desvanezco brevemente y ellos no pierden un minuto del tiempo. Se besan como si fuese la primera vez y quizás por todo el jolgorio que había iniciado mis gemidos sumaron a la energía sexual que los rodeaba. Finalmente Javi la penetra en la vieja posición misionera mientras permanezco como testigo silenciosa de la pasión de ellos. Con una coreografía bien practicada alcanzan el clímax al igual derramando sus líquidos al unísono apretados en un fuerte abrazo. Realmente fue lindo........................

bogotalone@hotmail.com