Sol Naciente VII: Revelaciones

“Si te enamoras de dos personas quédate con la segunda porque si de verdad amaras a la primera no te hubieses fijado en otra.”

Christopher.

Después de un tan caluroso y efusivo recibimiento, y de haber tomado la típica taza de café de las tardes con mamá e Isabela - Ya que mi tía se tuvo que ir más temprano  porque tenía que comprar algunas cosas en el pueblo – comenzó la lluvia de preguntas: ¿Cómo vas en la Universidad? ¿Cómo son las cosas por allá?, etc., etc., etc. Nada digno de contar Hasta que llegaron a la pregunta que me temía:

-          Hijo... –comenzó a decir mi madre- no es que me moleste tu presencia, al contrario tu llenas de visa esta casa, pero ¿a qué se debe este viaje tan repentino y sin avisar? –pregunto mientras yo tragaba saliva al escuchar sus palabras.

-          Bueno ma…

-          ¿es por un Chico no?- pregunto Isabela con un aire divertido y casi gritando.

-          ¡Isabela! – le reprendió mi madre- déjalo que hable, que raro tu siempre tan salida.

-          Tranquila mamá, es isa ya no nos debería sorprender –dije sonriendo- y bueno… en cierto modo tiene razón…

-          ¡lo sabia! – volvió a saltar Isabela, haciendo que mi mamá  le dedicara una mirada fulminante.

-          Bueno, no es por un chico sino por dos –dije causando que sus ojos se abrieran como platos.

-          ¿Queee? – volvió a gritar Isabela mientras se acomodaba en el mueble.

-          Aunque te quiero como una hija, hay días en los que no te soporto. –dijo mi madre riendo dirigiéndose a Isabela.- bueno hijo cuéntanos, que pasa con estos chicos- prosiguió.

-          El primero, Marcos es todo un caballero, se ha portado de una manera muy bonita conmigo. Es un hombre centrado, sabe lo que quiere, cariñoso siempre muy amable y atento, es un romántico de primera, incluso hasta me sorprendió en mi apartamento con una cena con velas, vino y demás…

-          Pero… -me interrumpió mi madre.-

-          Pero también esta Santiago: altanero, hijo de papi y mami, acostumbrado a tenerlo todo, arrogante, dispuesto a hacer lo que sea por conseguir lo que quiere, desde presentarme ante su familia como su novio hasta hacerme una declaración pública de amor delante de todos los asistentes a su fiesta de cumpleaños.

-          Aww ¡Que Romántico! –soltó Isabela en un suspiro antes de comenzar a reír.

-          Hijo imagino que estar en tu posición en estos momentos no debe ser nada fácil, yo como madre no sé exactamente que decirte en estos momentos, pero apenas sepa cómo ayudarte no dudes que lo hare- dijo mi madre levantándose del mueble donde estaba sentada para abrazarme y revolverme el cabello.

-          Por cierto mamá –proseguí-  temprano cuando pase por el pueblo note como muchas personas por no decir todas me miraban… me miraban mal mamá.

-          No te agobies por eso mi vida es seguramente les extraño verte por aquí, y además tu sabes que en este pueblo somos más que conocidos –dijo esto levantándose de su silla- ahora los dejo porque  yo debo ir  a ayudar a maría (empleada de la casa, bueno más que una empleada fue mi nana, mi segunda madre, mi vieja como me gusta llamarle)  que hay viene llegando con las cosas para la cena.

-          ¡Vieja! -Grite mientras salía corriendo al corredor para abrazarla.

-          ¡mi niño Christopher! –dijo ella también emocionada mientras dejaba las cosas en el suelo. ¿Cómo estas mi chiquito? Me dijo muy cerca del oído mientras aun me abrazaba. ¿Pero qué has comido todo este tiempo? o mejor dicho ¿que no estás comiendo? Mira lo flaco que estas.

-          Que flaco mi vieja, estoy bien. –le conteste sonriendo.

-          Nada de eso –me regaño- ya mismo te preparo un buen plato de comida para que veas lo que es comer –me dijo con una sonrisa mientras se iba apurada a la cocina, no sin antes saludar a Isabela con un beso y un abrazo.

Subí a mi cuarto a bañarme y cambiarme en lo que mamá y maría terminaban la cena e Isabela me esperaba  en mi habitación viendo la televisión. Ya cuando bajamos a cenar me encuentro a mi padre que ya había llegado el también me recibió efusivamente, la cena transcurrió con normalidad y las preguntas de mi padre no se hicieron esperar fue casi que lo mismo con mama excepto que no pregunto el porqué había venido (mi padre a pesar de ser el típico hombre Machista tomo mi homosexualidad con naturalidad mucho mejor de lo que esperaba, alegando que soy su único hijo y me querrá sea como sea) pero estoy casi seguro que se lo preguntara a mamá cuando estén en la habitación.

Ya habiendo culminada la cena y terminado de conversar Isabela y yo nos fuimos en dirección a la sala.

-          Oye Isa ¿te quedas a dormir?

-          Pregúntale a los tíos primero –me dijo refiriéndose a mis padres.

-          Papá, mamá ¿puede Isabela quedarse a dormir? –les grite desde la sala.

-          ¿de verdad nuestra respuesta les va a importar? –preguntaron los dos al unísono.

-          La verdad no, son puras formalidades. –respondimos los dos entre risas.

Para esperar la hora de dormir isa y yo decidimos ayudar a maría a lavar los platos y a acomodar algunas cosas en la cocina.  Ya a las 10:30 PM nos fuimos a acostar, con isa dormiríamos en la misma cama por que nos dio flojera armar la otra. Entramos en la habitación y encendimos el televisor (en el que como siempre, no había nada interesante para ver).  Estuvimos conversando de cosas sin sentido (algo que me gustaba de Isabela es que con ella no necesitábamos nada importante para hablar, para nosotros cualquier babosada que se nos ocurriera estaba bien), hasta que:

-          Chris, ¿te puedo pedir un favor?

-          Sí, claro tú sabes que eso ni se pregunta. –le conteste medio confundido.

-          Háblame mas de tus enamorados –dijo entre risas- bueno del segundo chico, el que se declaro en su fiesta, me pareció tan lindo. –dijo con ilusión.

-          ¿lindo?, Santiago ¿lindo? – como se nota que no lo conoces, Santi es uno de los seres más despreciables del planeta, el solo pensar en el me molesta, el, su personalidad me molesta.

-          Pero mira como te pones de solo nombrarlo –dijo riendo- eso se llama amor.

-          Que amor, ¿estás medio loca o qué? Yo enamorado de Santiago… jamás.

-          Jajaja si tu lo dices –continuo ella- ¿sabes? Hay otra cosa de la quería hablarte. –dijo ya más seria.

-          Y… ¿Cómo que cosa será esa? –pregunte yo curioso

-          Bueno es sobre el por qué te veían raro hoy.

-          ¿tú sabes por qué?, dime por favor porque sinceramente la explicación de mamá no me convenció para nada.

-          Bueno, veras… todavía no sé cómo pero  lo tuyo con Alex –suspire al escuchar ese nombre-  salió a la luz en todo el pueblo y como él era novio de maría comenzó a decir que tu le pagabas para tener sexo con él, ese rumor corrió rápidamente hasta llegar a oídos del “dueño del pueblo” como se conoce ahora a tu papá quien llevado por la rabia que ni tu propia madre pudo calmar dejo a Alex y a toda su familia sin absolutamente nada  cuando les cobro todo lo que le debían, obligándolos a cerrar el restaurant que tenían y amenazando al resto del pueblo que si alguno les prestaba dinero les iría igual o hasta peor. La familia de Alex pudo seguir viviendo aquí gracias a tu mamá pero tienen que trabajar en los pueblos vecinos.

Luego del asombro por escuchar aquello decidí que lo mejor sería dormir de una buena vez, no Obstante primero encendí mi celular y puede ver: 8 llamadas pérdidas de Samanta, 7 de Marcos y 11 de Santiago. Además de 3 mensajes –todos de Sam-:

“Christopher, por favor dime en donde estas nos tienes a Santiago y a mi muy preocupados”

Tire al teléfono con desgana y vi como Isabela lo agarro cosa a la cual no le di mucha importancia, pues con ella todo era absoluta confianza. Me dormí pensando en las cosas que hizo papá y que podía hacer yo para remediar el daño.

Samanta.

Ya estaba cerca la media noche y Santiago y yo estábamos sentados hablando en su habitación de las cosas ocurridas en su fiesta, aunque Santiago intentara ocultarlo me era imposible no notar la tristeza en su cara decidí distraerlo un poco.

-          Santi ahora que recuerdo... ¿por casualidad tu sabes quién es el chico que me libero de Edward la noche de la fiesta?

-          No se Sam, ni siquiera sabía que Edward estuvo aquí. –contesto para nada interesado.

-          Pues sí, lo invito mamá en un intento de  hacer que volviera con él y así las relaciones con su familia, a veces siento que la odio ¿sabes? Detesto que se quiera meter en nuestras vidas ahora, cuando antes ni atención nos prestaba.

-          A mama lo único que le importa es el dinero Samanta y tú lo sabes.

-          Bueno volviendo al tema, ¿de verdad no sabes quien fue? Es que me gusto ese chico y no me molestaría para nada verlo más seguido.- esto último lo dije entre risas.

I wanna see your peacock, cock, cock.Your peacock, cock, cock.

Nos sorprendió  a ambos el sonido de esa pegajosa y graciosa canción –de mi cantante favorita- que tengo como timbre de mensajes en el móvil, el mensaje era de un número desconocido, pero donde decía claramente donde se encontraba Christopher. Pregunte quien era y como respuesta recibí: soy una amiga de Christopher, yo se que él quiere que Santiago venga pero por favor no le digan cómo se enteraron. Cuan le di la noticia a mi hermano su cara fue un verdadero Poema, sus ojos brillaron de emoción, me pareció tan tierno al verlo así.

-          Prepara tus maletas hermanita, mañana a primera hora  nos vamos de viaje. –me dijo sonriente, verdaderamente estaba feliz.

-          Dime la hora – conteste emocionada.

-          A las 7:00 AM salimos. –dijo mostrando sus impecablemente blancos dientes en una sonrisa.

Al día siguiente estábamos por salir justo a la hora acordada, solo faltaba dejar una nota sobre la mesa del recibidor:

“Papi, nos vemos en varios días. No te preocupes estaremos bien, te llamaremos al llegar a nuestro destino. Un beso te queremos: tus Hijos”

Le di un beso a la nota dejando impresa una marca de mis labios con mi amado labial rosa, y Salí corriendo al garaje donde  Santiago ya me espera en la camioneta listo para salir.

Christopher.

Me desperté temprano, o debo decir Isabela me despertó temprano alegando que debía irse rápido porque tenía clases temprano, cuando baje a desayunar mi padre me llamo aparte al corredor porque necesitaba hablar conmigo.

-          Buenos días hijo.

-          Buenos días papá, bendición. ¿Qué querías hablar conmigo? –pregunte curioso aunque ya sabía de que se trataba.

-          Anoche hablando con tu madre me conto el motivo de tu visita, me dijo que es por –trago saliva y se mostro dudoso,  no encontraba las palabras necesarias- problemas de amores –prosiguió-  sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, y si tienes algún problema no dudes en contármelo pero si tienes que hablar de estos temas preferiría que lo hicieras con tu madre o con maría que entienden mejor sobre esto.

-          Tranquilo papá – le calme- a mí tampoco me hace mucha ilusión hablar estos temas contigo, sin ofender. Dije riendo y logrando que él, lo hiciera también.

-          Entonces, ya aclarado todo, te dejo ya debo irme a trabajar, los peones deben estar esperándome. Y dicho esto me dio un beso en la frente y se fue.

Desayune junto a las dos mujeres que me dieron la vida,  y mi madre con la excusa de que quería organizar un almuerzo en honor de mi visita se fue al pueblo a comprar algunas cosas para dicho almuerzo y yo me quede en compañía de mi viejita a quien le volví a  contar todo lo referente a Marcos y Santiago exactamente igual que mi madre.

-          Ves vieja, ¿ya entiendes porque estoy así?- le pregunte al terminar de contarle mi historia.

-          Hay mi niño, por lo que me cuentas estas muy confundido, casi crees estar enamorado de los dos, sé que no es mi decisión mi niño pero como dicen por ahí: “Si te enamoras de dos personas quédate con la segunda porque si de verdad amaras a la primera no te hubieses fijado en otra.” Y si no estoy mal esa segunda persona ese muchacho el tal Santiago ¿no?

-          Si vieja pero…

-          Pero nada mi niño piénsalo bien, mira que esas cosas que ha hecho ese muchacho por ti no las hace cualquiera.

-          ¿Tú crees? –pregunte empezando a  sentir ese montón de mariposas en mi estomago causándome nauseas.

-          No niño no creo estoy segura, hazme caso Christo recuerda mas sabe el diablo por viejo que por diablo.

-          Ya comenzaste con tus refranes –le sonreí- mi viejita loca.

-          Ahora la loca soy yo, y tú eres el que cree estar enamorado de dos al mismo tiempo. Ahora solo faltan que las vacas de tu padre vuelen – dijo riendo.

Estuvimos hablando por más tiempo hasta que un mensaje de Isabela me llego al celular avisándome que la esperara en la plaza para salir a dar una vuelta por el pueblo luego de salir de clases. La espere en el sitio acordado, recorrimos casi todo el pueblo, recorrido donde isa se la paso pendiente del teléfono pero esto no me molesto porque estaba encantado con lo que veía, mi pueblo esta vez me parecía aun más bello que en oportunidades anteriores todo era tan colorido, tan hermoso. Pasamos por la heladería de doña Carmen donde  paramos a comprar helados, nos sentamos en las  mesas en el exterior de la heladería donde para mi desgracia pude observar cómo la gente nos veía o al menos a mí con malos ojos  y decían cosas en voz baja.

Estuvimos mas jugando que comiendo helados hasta que un mensaje en particular hizo que Isabela me tomara de la mano e hiciera que saliéramos corriendo rumbo a la casa. Al llegar justo antes de abrir la puerta isa acerco su boca a mi oreja y susurro: -espero te guste la sorpresa.- y antes de poder decir nada esta abrió la puerta dejándome ver a mi madre, Samanta y Santiago sentados en el recibidor de la casa. Isabela entro rápidamente y los saludo

-          Mucho gusto, Isabela. – le dijo a Santiago mientras  le propinaba un beso en la mejilla.

-          El gusto es mío. – contesto este sin parar de mirarme.

-          Hola mi nombre es Isabela – le dijo esta vez a Samanta- y tu, mi tía –dirigiéndose a mi madre-  y yo nos vamos de aquí.  Y tomándolas de la mano se las llevo de la habitación dejándonos a Santiago y a mi completamente solos.

Marcos

¿Será cierto ese mensaje que me llego anoche?, ¿de verdad Christopher se habrá ido hasta allá?, ¿a su pueblo natal? Bueno sea como sea nada pierdo con ir hasta allá y si de verdad el está ahí todo valdrá la pena. Esta misma tarde pido permiso por unos días en el trabajo, solo espero que ese mensaje de una supuesta amiga de Christopher sea cierto… estoy desesperado, necesito saber de él.


hola :D como les prometi no tarde mucho en publicar este capitulo que espero les guste, de nuevo les pido Comenten y valoren :) me gusta saber sus opiniones. jeje Saludos :P