Sol Naciente. I: Un nuevo Amanecer.
Este relato no contiene sexo, es solo para ir entendiendo como va la historia. "mientras más fuerte es la tormenta, más bello se verá el cielo cuando esta termine."...
Christopher :
- Lo logre! –fue lo primero que pensé al colocar mi pie en la entrada de aquella Universidad, la cual se había convertido en mi obsesión los últimos 3 meses en los que solo estudiaba para aprobar mi examen de admisión.- al fin podre comenzar una nueva vida lejos de casa, lejos de mi tormentoso pasado pero sobre todo lejos de Alex…..ahhh Alex.
HACE UN AÑO…
A cada nueva embestida era mayor el placer que sentía, podía sentir sus manos a ambos lados de mi cabeza, mis piernas sobre sus hombros y el sudor de su cuerpo cayendo sobre el mío. Escuchando sus gemidos junto con palabras inentendibles que salían de su boca mientras no me estaba besando… -sus besos. Ese veneno, esa droga que invadía mi cuerpo haciéndome estremecer, esa adicción que hacía que cada vez lo deseara mas, si eso fuera posible claro.- todo esto antes que comenzaras sus convulsiones indicándome que el orgasmo estaba cerca, sus pequeños mordiscos en mi cuello y ese grito de placer ahogado en mis labios me indicaron que habíamos llegado al final… continuamos besándonos mientas su pene se iba deshinchando y saliendo lentamente de mi ser no sin antes terminar de dejar su huella en mi cuerpo para siempre…
Y ahí estaba yo, justo al lado de el gran amor de mi vida, mi primer amor, ese chico que se convirtió en mi amigo pero poco a poco me fue enamorando hasta convertirse en mi todo, por el confesé todo sobre mi orientación sexual a mi familia, estaba dispuesto a lo que fuera por él. Hasta ese momento en el que después de haberse repuesto me vio a los ojos y me dijo:
Alex: Christopher… tenemos que hablar
- si? ¿Y de que mi vida? – pregunte yo extrañado.
Alex: por favor no vayas a alterar ni a molestar conmigo, esto es peor para mí. Te lo aseguro.
- Alex que pasa? Me estas asustando.
Alex: veras… tu sabes lo difícil que ha sido para mí aceptar todo esto de mi bisexualidad – yo asentí – bueno es que no estoy 100% seguro de que esto sea lo que quiero para mi.. Disculpa
- “ESTO”, ¿10 meses de relación y tu lo resumes en “ESTO”? – le espete - Alex porque me pides disculpas? Explícame por favor porque no entiendo nada.
Alex: seré directo para no hacer esto peor. Te pido disculpas por ser un idiota y no saber valorarte pero de verdad no creo que pueda seguir con esta relación. Gracias por entregarte a mí como lo has hecho. Nunca pensé que alguien pudiera sentir por mi lo mismo que tu pero no puedo ni quiero continuar con esto Christopher... Me gusta alguien más.
Y eso fue todo… mi relación con el gran amor de mi vida, con el chico que para mí era el ser más hermoso que había pisado la tierra a quien le entregue todo mi ser, mi primera vez, se fue por el desagüe, dejándome deshecho, sin ánimos ni fuerzas para poder soportar verlo todos los días en el instituto paseándose de la mano con su nueva “adquisición”. Fue hasta dos meses después que decidí hacer todo lo posible para matricularme en una de las mejores universidades del país, pero mejor aun, en una de las universidades más alejadas de mi hogar. Lo hable con mis padres y ellos le pidieron a una tía que me aceptara en su casa mientras buscaba donde vivir ya que las clases comenzarían pronto y no me convenía perder los primeros días.
ACTUALIDAD.
Este primer día consistía en un recorrido por los espacios de la facultad conocer las aulas y los profesores que vería ese semestre, a eso de las 11 am había terminado el recorrido pero había que esperar a la entrega de los carnets, así que comencé a observar a quienes serian mis nuevos compañeros de clases.. Nada interesante hasta que mi vista se topo con un chico alto, cabello castaño claro, espalda ancha, unas piernas bien trabajadas coronadas con unas nalgas de infarto! Jajaja cuando se dio vuelta pude notar sus ojos de un azul claro pero profundo de esos que por más que tratas no puedes dejar de mirar, seguí bajando y me encontré con una tableta definida y muy notoria ya que llevaba una camisa pegada al cuerpo, en fin el chico ideal. Pero con tan solo un defecto: su novia. Una joven rubia que no lo quería ni soltar, que al parecer quería arrancarle los labios con cada beso. Al percatarme de ese pequeño inconveniente decidí concentrarme en lo que había ido a hacer. Retire mi carnet y mis documentos y me fui a casa de mi tía.
Los primeros 3 meses pasaron con tranquilidad, nada interesante. Excepto por los constantes recuerdos dolorosos de mi pasado con Alex, además había aprobado mis primeros exámenes y que ya tenía apartamento, donde vivir a mi manera, como yo quisiera. Estaba muy agradecido con mi tía por darme alojamiento pero no es lo mismo estar en tu casa que estar de visita.
Semanas después hubo un paro de profesores y tenía una semana sin clases… esos 3 días siguientes fueron de total aburrimiento sin salir del dpto. Además de varias pajas nocturnas. El 4to día decidí salir a un centro comercial que me quedaba relativamente cerca a ver una película… -llegue al cine pero había una cola monumental para comprar las entradas. Pensé en devolverme a mi departamento ante tal decepción, y estuve a punto de hacerlo, pero en ese momento se me cayó el celular, luego de recogerlo alce la vista y ahí lo vi. Un hombre que estaría por los 25 años y aparentemente estaba solo, me dejo encantado cuando pude observar sus labios carnosos y un lunar cerca de ellos que los hacían aun más provocativos. Es eso estaba pensando y cuando reacciones estaba caminando hacia él y preparándome para hablarle…
Marcos:
Mi reloj me indicaba que ya eran 20 minutos en esa fila para comprar entradas al cine. –que mierda!- dije para mí mismo. – si no fuera porque ya voy a pasar me largo de aquí. en ese momento siento una mano que me toca la espalda, me di vuelta para ver quién era y quede maravillado. Ante mi estaba un chico joven de unos 19 años, alto, blanco, cabello negro como el azabache, que quedaba perfecto con sus ojos grises, los cuales se veían más bellos con esa barba de unos 3 días más o menos. Estaba Algo gordito pero todo en su sitio, como me pasta –pensé-. Estaba tan concentrado admirándolo que no me di cuenta de que él me estaba hablando.
-hey, heey, amigo ¿estás bien? Hooolaa?
- sí, disculpa me distraje pensando en algo.
-jaja tranquilo, me di cuenta de eso… pero bueno como te venía diciendo, te propongo un trato, a mi parecer estas solo –yo asentí- perfecto! Qué te parece si te doy la plata y tú me compras la entada y yo voy haciendo la fila para las cotufas?
- si si si buena idea- la verdad no sé porque le dije que si, tal vez fue porque no tenía idea de que carajos me estaba diciendo ya que sus ojos me tenían idiotizado… compre las dos entradas para la mima película (la que él iba a ver, que aunque no me gustaba mucho lo hice para segur viendo sus bellos ojos) –durante la película hablamos poco (él se mostro bastante interesado en la peli) al salir se despidió de mi dándome las gracias y se fue. Yo me sentía –no sé cómo me sentía... Era una sensación extraña como si miles de mariposas revolotearan en mi estomago de tal forma que me provocaron nauseas, las piernas me temblaban y casi pude sentir como mi corazón dejo de latir por un instante pero a la ve también me sentía con un poco de rabia por no saber ni siquiera su nombre -. Fui a buscar donde comer. Allí lo vi de nuevo sentado solo, me acerque con mi comida preguntándole si me podía sentar con él, con la excusa que no encontraba donde mas –noto que mentía pues alrededor habían mesas vacías, me dedico una sonrisa cómplice y luego acepto- estuvimos hablando y me dijo que se llamaba Chistopher tenía 17 años y era estudiante de ingeniería.- 17 años, tan solo 17 años. Si así es ahorita no me puedo imaginar dentro de unos años como será- pensé. A lo largo de la conversación note que es un chico bastante tímido pero bastante agradable. Llego la hora de irse, me ofrecí a llevarlo en mi auto pero me dijo que no, solo lo acompañara hasta la parada de taxis. Me dio vergüenza pedirle el número de su celular, pues no sabía cómo reaccionaría. Hablo con el sr del taxi, saco su billetera (vi que cayó una especie de papel) le pago al encargado, me hizo seña con la mano en forma de despedida y se fue...
Me di media vuelta y me fui camino al estacionamiento molesto y bastante sorprendido, lo primero por no haber intentado nada con Chistopher y lo segundo porque no terminaba de entender como a mis 25 años me pude fijar en un niño de 17 años y mucho menos comprendía cómo pudo pasar en tampoco tiempo, cuando mucho solo fueron 5hrs. el encargado de los taxis me alcanzo y me dio el “papel” que se le cayó y me di cuenta de que era su carnet…
Chistopher:
-¿Mi carnet?
-si joven muéstreme su carnet, o no podrá ingresar al campus.
-pero... Señor yo juraría que lo tenía en la billetera pero no lo consigo.
-joven sin carnet no lo puedo dejar entrar, si lo perdió lo recomiendo que valla hoy mismo a solicitar otro, digo para que no pierda mas clases.
Y no, el hijo de puta vigilante no me dejo pasar, no me quedo otro remedio que ir a buscar otro carnet. Toda la mañana me la pase pensando en marcos y lo lindo que es, sin duda alguna ese chico me había gustado…. Al día siguiente en clases me entere que el profesor de el día anterior dejo un trabajo en parejas sobre las edades antigua, media y moderna. Y como aparte de mi solo falto una persona me toco hacer el trabajo con él, con Santiago De Andrade. El chico más bello y con más dinero de toda la universidad. El cual se encontraba en un pedestal extremadamente alto, volviéndose totalmente inalcanzable, -cosa que el sabia, Y lo demostraba con una actitud sumamente arrogante- las únicas personas que se le podían llamar cercanas a él eran su sequito de admiradores, que era con los únicos que hablaba y bueno en varios ocasiones me hablaba a mí, pero solo para burlarse y hacerme bromas por mi buen rendimiento académico. Quedamos esa misma tarde en su casa para hacer el trabajo.
Eran las 3pm y estaba yo frente al portal de la casa más lujosa que había visto hasta entonces, espere mientras el guardia de seguridad pedía permiso para dejarme pasar. Cuando llegue a la casa estaba Todo con un aspecto reluciente. Aquellos grandes muros que formaban parte del decorado, los cuales medirían cerca de los 10 metros de altura, intimidarían a cualquiera, en este caso a mí. Pensé en gritar el nombre de Santiago, por miedo a tocar el timbre y ensuciarlo, dañando así toda aquella perfección, pero justo antes de tocar la puerta, esta se abrió apareciendo detrás de ella Santiago con su cara de sobrado y mirada arrogante, esa mirada que odiaba que tanto me molestaba, esa miraba que inevitablemente, tanto me GUSTABA.
-pasa niño.-me dijo con tono irritante
-¿cómo quieres que lo haga si no te apartas? Tarado –le conteste sonriendo irónicamente
El, a continuación me vio de pies a cabeza detenidamente como analizándome, luego me regalo una sonrisita arrogante y se hizo a un lado. Me dijo: -sube esas escaleras y entra en la segunda puerta a tu derecha que esa es mi habitación, yo subo en un momento. –Yo estaba maravillado, mirando la espectacular decoración de ese palacio porque más que una casa parecía un palacio, sus muebles, alfombra, cortinas, todo quedaba en perfecta armonía con aquellas inmensas paredes de color marfil.- Seguí sus indicaciones y entre a su habitación, la cual sería como dos veces el tamaño de mi apartamento y estaba toda tapizada de con posters de grupos de música y fotos de él. Cuando entro me vio y dijo:- siéntate por allá y cierra la boca que me dejaras tu baba en el piso. Pensé en protestar, pero tenía razón yo estaba con la boca abierta.
Santiago
Chistopher realmente me gusta. Capto toda mi atención desde el primer día en que lo vi entrar por la puerta del salón de clases. Intente impresionarlo con mis mejores atuendos, motos y autos pero no funciono, los intentos que hice para acercarme a él fallaron (luego me entere que no le caigo muy bien por mi actitud), incluso mis múltiples indirectas parecían no funcionar. Me molestaba no poder tenerlo para mi, después que desde pequeño todo lo que quería mis padres me lo daban (intentando compensar su poca atención con cosas materiales), pero a él no lo podía comprar y eso me molestaba. Luego de miles de fracasos decidí comenzar a tratarlo mal, si bien, no es mi mejor estrategia para conquistarlo, pero me encanta esa cara que pone cuando lo molesto.
Aprovechando que estábamos solo nosotros dos en mi casa, -a excepción del jardinero y el personal de limpieza, al cual le prohibí subir al segundo piso esa tarde- decidí poner en marcha mi última oportunidad y si esta fallaba, me daría definitivamente por vencido.
Estábamos sentados en mi cama haciendo el trabajo en mi laptop, el estaba súper entretenido (al parecer le gustan eso temas), pero al verlo así acostado de una manera tan inocente en Mí cama no pude evitar tener una erección y antes que se diera cuenta le dije:
-oye, nerd. Vuelvo en un momento. El me vio con su cara de pocos amigos y me respondió:
- Ok tarado, pero apúrate porque no pienso hacerlo todo yo solo.
- Tranquilízate. Conozco muchas que por tan solo una sonrisa estarían dispuestos a hacer mi parte. –su cara fue una mezcla de rabia y alguna otra emoción que no me dio tiempo de recomer, pues con la mano me hizo una seña indicándome que debía irme.
Me pare frente el espejo del baño y me observe. Cada musculo de mi juvenil cuerpo estaba absolutamente bien trabajado, con mis manos subí mi camisa y me acaricie mi tableta, me costó mucho ejercicio conseguirla pero tanto esfuerzo dio frutos (muy generosos, por cierto), en ese momento pude sentir como mi pene dio un salto dentro de mi pantalón, abrí el cierre de mis jeans y lo saque un pedazo de carne de 21cm de largo por 6 de ancho.( a mis 19 años este era mi mayor orgullo) Le di un par de jalones y vi como caían gotas de líquido pre-seminal, al perfectamente limpio piso del baño. Lo volví a guardar cuidando que no se notara mi erección, me lave las manos y la cara y me dije: - bueno Santiago, esta es tu oportunidad, es ahora o nunca. Cuando Salí del baño vi que se sentó cerca del cabecero de mi cama con la laptop en sus piernas.
–hey nerd, porfa revísame el ojo, creo que cuando me lave me entro algo.
- Esta bien, ven acércate tarado. Y en ese instante acerque mi rostro al suyo, pudiendo sentir su respiración muy cerca de mí, y cuando él se disponía a revisarme el ojo, lo bese…
Chistopher
Me beso! Ese grandísimo idiota me estaba besando! Que alguien me golpee por favor, Santiago Oddo el chico más bello de todos, me estaba besando! –El mejor beso, en efecto. Por un instante sentí como si solo existiéramos nosotros dos en el mundo, como si explotaran miles de fuegos artificiales a nuestro alrededor, yo estaba fascinado- nos estuvimos besando, hasta que me entro un ataque de nervios y no supe que hacer, mire a mí alrededor y lo primero que vi fue la laptop. a continuación a Santiago tirado en el piso sangrándole la nariz, por un fuerte golpe con la computadora.
disculpa, disculpa, yo no quería...
¿Qué te pasa estás loco o qué?- Grito enfurecido
.- perdón, Pero bueno tu empezaste y..
- Nada, lárgate de mi casa ya mismo! Veete!!- esto lo dijo mientras se levantaba y corría al baño.
Marcos
Llevaba algo más de 15 minutos estacionado frente el portal de la universidad esperando, o al menos eso indicaba mi celular, a lo lejos vi que se acercaba un grupo de personas entre las cuales venia indiscutiblemente Christopher, lo llame con un movimiento de manos desde el auto. Se despidió de varias personas y se acerco.
- ¡Hola! Marcos no?
- Si, el mismo jeje.
- Y eso? Que haces por estos lados.
- Pues vine a entregarte esto que de seguro te hace falta. – me vio con cara de extrañado- y le mostré el carnet.
- MI carnet! –salto de alegría- No sabes cuantos problemas he tenido por esto –dijo señalando el carnet- de verdad gracias, no sabes cuánto te agradezco- lo dijo sonriendo y guiñándome un ojo-. Esto último me dio ánimos, así que me atrevía a preguntarle si ya había almorzado –contesto negativamente, con un sutil movimiento de cabeza- aproveche la oportunidad y le pedí que me acompañara a un restaurante de comida italiana que había cerca, la verdad, me costó mucho convencerlo pero a la final acepto.
Christopher
Pasta, pasta, pasta. La gran mayoría de los platos que ofrecían era pasta, bueno que podía pedir era un restaurant italiano……… italiano así como Santiago, quien llevaba poco más de una semana sin ni siquiera voltear a verme. Sé que lo que hice fue una autentica y gran cagada, pero puedo jurar que no fue intencionalmente.
La tarde con marcos paso agradable y tranquilamente, después de almorzar estuvimos conversando y le comente que era nuevo en la ciudad y que no conocía mucho que digamos. Y a él se le ocurrió llevarme a conocerla. Con algo de vergüenza acepte, Fuimos a varios centros comerciales, parques y uno que otro monumento histórico.- Wao todo junto a él era extrañamente fascinante-, al mirar mi reloj vi que eran las 10pm (el tiempo me paso volando) así que le pedí si me podía acercar a mi apartamento, y el –encantado, al parecer-- acepto. Cuando le di mi dirección sus ojos brillaron de emoción -al punto de dejarme embobado- me dijo que vivía a dos calles de ahí. Al llegar a mi apto. Me pidió por favor que si podía subir a usar el baño. Le respondí que si –era lo menos que podía hacer por el- subimos, el se fue directo al baño y yo lo esperaba en la sala.
Marcos
Apenas entre al baño mis primeros pensamientos fueron clavarme tremenda paja, dios como me ponía ese niño, pero no! me contuve y tuve que esperar un largo rato para que la carpa de circo que había en mi pantalón se bajara. Al salir lo vi sentado en uno de sus muebles pero se levanto al verme, me pregunto si quería agua, un refresco ,pero le dije que no porque ya debía irme y justamente cuando iba pasando a su lado, una oleada de valor recorrió mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza y sin poder evitarlo lo cargue en mis brazos y lo bese, el respondió pero no fue un beso apasionado, más bien tierno y algo temeroso.
Cuando abrí mis ojos pude ver su cara angelical en estado de shock. Me dio un poco de pena, así que lo baje y lo senté en el mueble nuevamente le pedí disculpas por el beso pero él no respondió, en eso me percate que debía dejarlo solo, me disculpe nuevamente y me fui.
Santiago
No soporto mas, llevo una semana sin saber nada de él, realmente estaba molesto pero mis ganas de buscarlo me sobrepasaban.los recuerdos de aquella tarde me molestaban ciertamente, pero no podía evitar sentirme fascinado por la forma como reacciono, aun pidiéndome disculpas asustado se veía extrañamente hermoso.
- Señor Oddo me podría decir cual es el resultado de este límite? –dijo el profesor , interrumpiendo mis pensamientos
- ¿14? –dije, y pude escuchar risas a mí alrededor- el profesor me dio un sermón sobre prestar más atención o algo así, pero no preste mucha atención pues mi mente estaba fijada en la cuarta mesa en la fila de la derecha.
No logro entender como teniendo a todos babeando por mí, me viene a gustar el único que ni siquiera me presta atención. Mis días últimamente pasaban en blanco, estaba en un estado mental que no conocía. Todo me salía mal y me enfurecía con mucha frecuencia y a gran facilidad. Mi madre lo noto así que me llevo con ella a hacer lo único que le logra subir el ánimo: ir de compras. Luego de recorrer no sé cuantas tiendas y haber comprado miles de cosas que fueron a parar a manos de Rodolfo (nuestro chofer), apareció ante mis ojos una tienda juegos y teléfonos celulares. ¡Perfecto!-pensé- y mientras mi madre entraba a una joyería yo fui a la nombrada tienda.
Christopher
Ese beso fue simplemente fantástico, provoco una sensación extraña en mi interior (sensación que solo había provocado una persona…) estaba inexplicablemente feliz, todo me salía estupendamente bien, en fin estaba flotando en una nube de la cual no me quería bajar. Estaba enamorado? Podía ser? Tan rápido? No encontraba respuestas pero lo único que sabía es que, fuera lo que fuera, me encantaba. Tome mi móvil para llamar a marcos para hablar con él, y me di cuenta que no tenía su número, ni su dirección, nada! La única forma de volver a saber de él es que viniera a mi apto. O que fuera a la universidad pero en estos días no lo había hecho, por qué?. En eso estaba pensando cuando el sonido de un timbre me interrumpió, Salí a ver quién era y vi a un hombre uniformado con una camisa de una compañía de envíos. Me pregunto amablemente: ¿es usted el Sr. Christopher Prado? Conteste que sí, me hizo firmar unos papeles y se retiro. En mis manos tenía un paquete sin ningún nombre ni dato de quien lo había enviado, al abrirlo lo primero que vi fue una nota:
- “se que llevas algunos meses reuniendo plata para comprarte uno, y como el otro día fui de compras y cargaba algo de dinero decidí comprarlo y regalártelo. No intentes devolvérmelo, pues no lo aceptare y no me quedara otro remedio que tirarlo a la basura. Esta es una muestra de lo que estoy dispuesto a hacer cuando quiero algo, y tu al igual que todo lo que quiero, vas a ser mío, porque por más que te lo niegues yo se que tu también me deseas como yo a ti, así que ya no te resistas mas y entrégate a mí como yo se que quieres.”
Un “regalo” y unas palabras así solo podían venir de una persona… Santiago.