Sofía y Olivia. Capítulo 2: Una cena inesperada

Olivia es ese soplo de vida que surge inesperado y que enseña a Sofía, una escritora madura a la que admira, el verdadero placer de vivir, saborear y sentir el sexo en su máxima expresión

UNA CENA INESPERADA

Después de su reacción física ante la propuesta tan directa y sensual de quedar algún día que le lanzó Olivia, Sofía estuvo varios días dándole vueltas al tema y pudo ver claramente que aquella chica tenía algo que sin duda le rompió los esquemas. El desparpajo de Olivia llenó de vida aquella charla pero además hubo algo que nunca había sentido con ningún hombre, una atracción y un magnetismo especiales que hicieron que el cuerpo de Sofía empezara a arder en segundos y se imaginara junto a Olivia en una de esas escenas tórridas entre dos mujeres que relataba en sus libros. Lo cierto es que a sus cuarenta y tres años de edad, Sofía nunca había pensado en hacer realidad con una mujer las fantasías que escribía en sus historias pero tampoco había conseguido tener un sexo demasiado placentero con ningún hombre. Tras pensar mucho en ello, Sofía decidió no llamar a Olivia y dejar el tema aparcado, ya que se encontraba en un momento de su vida muy tranquilo y aquella situación tenía toda la pinta de provocar el efecto contrario y descolocarlo todo.

Por su parte Olivia dio por sentado que tras haber pasado varios días desde el encuentro con Sofía y no haber recibido su llamada, ésta ya no se produciría. Pero por otra parte notó algo en Sofía que le hizo pensar que ella también se sintió atraída, algo que le hizo mantener cierta esperanza de que algún día se pudiera dar un nuevo encuentro. La verdad es que nunca se había fijado en una mujer mayor que ella y menos que le sacara once años, pero además de admirarla como escritora Olivia se sentía muy atraída por Sofía y desde aquel encuentro no pudo evitar mojarse y tocarse unas cuantas veces pensando en ella y en la posibilidad de poder rozar su cuerpo. En especial le ponían muy cachonda sus labios y sus pechos los cuales imaginó recorriendo con su boca para terminar lamiendo y mordiendo sus pezones, pero de momento todo aquello que imaginaba se quedaría en una fantasía ya que la escritora no tenía pinta de querer tener otro encuentro con ella.

A la mañana siguiente Sofía recibió la llamada de su amiga Eva para invitarla esa misma noche a una fiesta que estaba preparando para celebrar su cumpleaños. En un primer momento Sofía puso una excusa y le dijo a Eva que no sabía si podría ir porque la verdad es que no le apetecía mucho la idea de una fiesta de cumpleaños, pero tras la insistencia de su amiga se sintió mal y no pudo rechazar la invitación. Tras disfrutar de una larga ducha Sofía empezó a arreglarse para la fiesta, se puso un vestido blanco estampado con un escote generoso que marcaba perfectamente el contorno de sus preciosas tetas. A las nueve llegó a casa de su amiga, la casa tenía una preciosa terraza con vistas a la Alhambra y la decoración estaba cuidada al detalle por lo que la fiesta tenía muy buena pinta e hizo que Sofía se alegrara de haber aceptado la invitación. Aunque Eva era su amiga desde hace muchos años la verdad es que a primera vista había muchas personas que Sofía no conocía de nada así que la anfitriona fue presentándole a la gente que no conocía para integrarla en la fiesta.

  • ¡¡Anda mira!!  Ya decía yo, ¿dónde está esta chica? Ven que te presento a una amiga de hace muchos años, Olivia esta es Sofía, además de ser muy buena amiga es una escritora excelente. – Dijo Eva entusiasmada.

El tiempo se paró por completo durante unos segundos y las reacciones en las caras de Olivia y Sofía fueron de verdadero asombro ante aquella sorpresa tan inesperada.

  • Ya nos conocemos Eva, nunca te lo he comentado pero soy súper fan de los libros de Sofía y el otro día en la presentación de su nuevo libro le pedí que me lo firmara y tomamos un café. – Dijo Olivia con una sonrisa en su boca.

  • ¡¡Ah genial entonces!! Yo no pude asistir porque estaba trabajando aunque también me encantan sus libros pero no sabía yo que tú eras tan fan de ella jeje. Pues nada como ya os conocéis os dejo charlando que voy a atender a los demás invitados que ya me están reclamando. – Comentó Eva mientras se apartaba.

No puede ser que venga a una fiesta después de no sé cuánto tiempo sin ir a una y me encuentre aquí con Olivia. No querías dejar pasar el tema pues toma Sofía aquí lo tienes, todo para ti.

  • Menuda casualidad Olivia que nos encontremos aquí en el cumpleaños de Eva, era el sitio donde menos hubiera esperado verte jeje pero vaya alegría. – Dijo Sofía intentando disimular el shock que le produjo el encuentro.

  • Pues sí jeje pero la verdad Sofía es que no creo en las casualidades, creo en el destino, y después de conocerte el otro día tenía la intuición de que nos encontraríamos muy pronto otra vez y mira, no me equivocaba jejeje. – Dijo Olivia muy contenta.

Una vez pasado el shock inicial y con el vino haciendo su efecto, Sofía empezó a relajarse y a disfrutar de la conversación que mantenía con Olivia y la verdad es que se encontraba muy a gusto con ella. Mientras Sofía escuchaba no podía evitar que se le escapara alguna que otra mirada de deseo hacia Olivia que se había puesto guapísima para la fiesta de su amiga Eva. Llevaba el pelo recogido, una blusa blanca de manga corta que hacía resaltar su piel canela, un pantalón de seda ancho color beige y unas sandalias de tacón. El conjunto le daba a Olivia ese toque elegante pero desenfadado que ella desprendía. Era una chica delgada pero de generosas curvas y una cara de muñeca que deslumbraba y nada de esto pasó desapercibido para Sofía la cual no paraba de mirarla con deseo.

Las miradas entre ambas cada vez subían más la temperatura y el tonteo entre ellas era más que evidente pero Sofía tenía claro que ella no sería la que daría el primer paso, primero porque aunque tenía claro que Olivia le ponía muy cachonda no estaba segura de poder tener sexo con otra mujer y segundo porque estaba en la fiesta de su mejor amiga así que aunque se sentía muy a gusto con la presencia de Olivia la situación le incomodaba bastante.

Por otra parte Olivia sabía que no tendría una tercera oportunidad con la escritora y que si ella no daba un primer paso no podría comprobar qué pasaba entre las dos. Se estaba dando cuenta de que Sofía le gustaba mucho y no podía dejar pasar aquella ocasión porque sentía que ella también se lo estaba pidiendo a gritos aunque no se atreviera a hacer nada.

Aprovechando un momento en el que todo el mundo saltaba y bailaba a lo loco con una de las canciones que sonaban, Olivia se acercó mucho a la boca de Sofía y mordió su labio inferior de una manera muy suave dejándolo ligeramente humedecido, después se acercó a su oído y le dijo con la voz entrecortada por la excitación - Sofía me pones muy cachonda y no quiero irme de esta fiesta sin probar tus tetas, sé que a ti también te pasa lo mismo así que te espero en el baño en dos minutos, si no vienes no insistiré más pero sé que lo deseas igual o más que yo, te dejaré una marca para que sepas que soy yo la que está dentro.

Sofía se quedó paralizada en medio de la gente sin apenas poder reaccionar pero su cuerpo sí lo hizo y enseguida empezó a notar como sus labios se mojaban cada vez más, notaba sus pezones muy duros y su cuerpo totalmente erizado, eran sensaciones nuevas para ella pero muy potentes a la vez, estaba súper cachonda, todo su cuerpo ardía y no pudo evitar empezar a caminar hacia el baño, no podía pensar nada más en ese momento. Al llegar al baño la  puerta estaba cerrada pero tenía una O marcada con pintalabios algo que sacó una sonrisa a Sofía a pesar de lo nerviosa y caliente que estaba. Dio un par de toques en la puerta, Olivia quitó el pestillo, abrió la puerta y metió de golpe a Sofía para evitar que no las viera nadie. Sus cuerpos frente a frente respiraban acelerados y sus miradas eran muy intensas, de repente y sin esperarlo Sofía se lanzó a la boca de Olivia y empezó besar sus labios y a meter su lengua con una pasión que hasta ahora nunca había experimentado y que sin duda le gustó mucho. Mientras las dos bocas se buscaban y se recorrían con la lengua sus pechos se rozaban a través de la ropa y sus manos agarraban con fuerza y deseo el culo de la otra. Olivia no paraba de mirar el escote de Sofía así que sin pensarlo dos veces metió la mano en él y saco sus pezones por fuera del sujetador, mientras agarraba esas dos enormes y preciosas tetas por la punta, chupaba y mordía sus pezones mientras Sofía se retorcía de placer. Esta no tardó en responder metiendo la mano por el pantalón y las braguitas de Olivia deslizándose con fuerza hasta llegar a sus labios los cuales estaban empapados, empezó a frotarlos por fuera y a presionar su clítoris en círculos perfectamente trazados hasta que introdujo dos dedos en su interior. Olivia hizo lo mismo por su parte, levantó la falda de Sofía y apartó la parte delantera de su tanga, enseguida comprobó lo cachonda que estaba Sofía al ver que sus dedos se llenaron al instante con mucho flujo algo que calentó mucho más a Olivia que empezó a meter sus dedos bien hondo. Mientras las dos se besaban y se tocaban a la vez sus miradas eran puro deseo e indicaban que no tardarían mucho en correrse, los gemidos aumentaban y Olivia fue la primera en decir, - ¡¡Joder Sofía me corro!! Algo que encendió más la mirada de Sofía que notó que algo muy intenso estaba a punto de explotar en su vagina y así fue sólo pudo decir, - ¡¡Madre mía Olivia me corro uffff diosss!! Aquel orgasmo fue tan brutal que las dejó a las dos casi sin respiración, en especial a Sofía, ella nunca había sentido un deseo tan fuerte ni tan animal y  estaba claro que aquel encuentro cambiaría para siempre su vida sexual y que sin duda Olivia había llegado para revolucionar su mundo, sobre todo en la cama.