Sofia una historia verdadera

Pense que el mundo del incesto entre padres e hijos eran fantasias de la gente. pero cuando me toco vivir el momento de estar atada a un hombre por el deceo sexual que desperto en mi y en mis hijas comprendi que la vida misma nos da sorpresas.

SOFIA UNA HISTORIA VERDADERA. A

Mi nombre no importa, me pueden llamar como ustedes gusten, pero a mí en lo personal siempre me gusto el nombre de Sofía.

Tengo 35 años. Fui Casada y soy madre de dos hijas adolescentes.

Cuando me case al mes nos mudamos con mi marido a la ciudad de México, nos instalamos en un barrio popular, por que mis suegros en ese tiempo eran comerciantes del barrio y dejaron en manos de mi esposo el negocio.

Fueron años de esfuerzo y trabajo, hasta lograr juntar lo necesario para vivir como la gente.

Mi esposo y otros comerciantes se organizaron con el afán de acabar con toda la corrupción que imperaba en el barrio. no consiguieron nada, solo enemigos.

Vinieron las represalias, la mafia de este barrio no perdona, es implacable.

Cerraron mi puesto, robaron mi mercancía y a mi esposo lo metieron a la cárcel, acusándolo de robo y no se que tantas otras cosas, lo condenaron a 40 años, me gaste todo lo ahorrado en abogados nunca logre sacarlo.

Me encontraba desesperada sin saber que rumbo tomar y por causas del destino, o por que simplemente estaba escrito en mi vida que por ese tiempo llego a mi vida.

El mentado, negroo el burro , el líder del barrio, el jefe , su nombre de el tampoco importa.

Comencé a notar que varios tipos me seguían a donde fuera y cada vez era mas estrecho el contacto ya no disimulaban su presencia ni se escondían.

--tenia miedo acudí a las autoridades jamás actuaron.

-- Cuando menos lo pensé, se me acercaron, uno de ellos vino hacia mí y me dijo.

-- el jefe quiere hablar con usted señora la espera hoy a la media noche no falte, no se haga la valiente. Le conviene ir recuerde tiene familia.

Acaso podía negarme, no tenia alternativa, en este lugar no se mueve nada si los del poder no lo ordenan.

Cerca de la media noche, me fui a verlo, tenía miedo, pero no quería demostrarlo, tenía que ser valiente. O al menos quería demostrar, seguridad.

Cuando llegue a una de tantas bodegas de las muchas que hay por este barrio, me llevaron por tantos laberintos que nunca supe, en donde realmente me encontraba.

Por fin salimos a un pasillo el cual se conectaba a una puerta, entre y me revisaron, me indicaron lo esperara. Me senté a esperarlo, pensando en todo lo que antes escuche decir sobre su persona, nunca escuche cosas buena, todo lo que se platicaba de el era, miedo, temor, odio, rencor, violaciones, muertes, asaltos, robos etc.

No entendía para que le podía servir, si mujeres le sobraban, putas y decentes, casadas y solteras, señoras y jovencitas, escuche muchos mitos sobre su persona, pero no tenia la seguridad de saber si todo era cierto o solo chismes.

Por fin llego lo tuve frente a mi, lo puedo describir como un hombre joven, moreno claro, de un metro noventa, de 28 años, de 90 kilos, vigoroso. De mirada penetrante, con un olor de loción fina, no vulgar, pero tampoco de aspecto fino, sino mas bien de clase media.

Se me quedo viendo, se acerco, con paso lento, enfundado en un pantalón de mezclilla, y una playera blanca, con una chamarra negra.

Detrás de el venían como media docena de hombres acompañándolo, con un ademán el les indico que se fueran me quede sola con el.

Como olvidar ese día si lo tengo muy presente en mi memoria.

Ese encuentro marco el comienzo de una relación basada en el sexo entre el y yo, me convertí en su amante, en su mujer, en su puta. en las madre de sus hijos.

Puedo dar muchas explicaciones, de cómo lo rechace, de cómo trate de evitarlo, pero en el fondo no explicaría nada y me acoso de una forma que no tuve escapatoria, por mas que trate de evitarlo y luchar contra mis principios morales, no logre evitar terminar en su cama, abierta y poseída por el.

Esta es mi historia de cómo me convertí en su mujer.

Mi historia

La primera vez que me entregue a el fue un fin de semana del mes de marzo lo recuerdo como el primer día, como olvidarlo, si me encontraba nerviosa, asustada, vino a la casa, ya lo esperaba, unos dias antes había estado con el pero no me penetro. solamente me estuvo preparando para el momento, y además estaba en mis dias de menstruación por lo cual evite que me penetrara.

Mande a mis hijas a dormir, temprano y me dispuse a esperarlo, llego cerca de las 11 de la noche, le di de cenar, lo atendí como si fuera mi marido, mientras el me recorría con la vista, todo mi cuerpo.

Su presencia me daba miedo, pero no podía evitar mirarlo a los ojos cada vez q me acercaba a el. Termino de cenar, se metió a bañar, cuando salio del baño, se fue a sentar en la sala. Me senté a su lado y comenzamos a platicar, descubrí que en el fondo no era un mal hombre, estuvimos horas platicando y cuando me beso.

Mi cuerpo comenzo a temblar, mis sentimientos comenzaron a traicionarme.

Miles de ideas cruzaron mi mente, pero cuando sus dedos y manos de el comenzaron a recorrer mi cuerpo, cerré mis ojos. Y me deje llevar por el momento, por un lado estaban mis sentimiento de madre y de mujer casada y por el otro mis sentimientos de mujer los cuales afloraron y comencé a besarlo, a cooperar con el, mis nervios y mis temores se fueron desvaneciendo, puedo decir que fue tierno, mis temores se fueron desvaneciendo poco a poco y logro e vencer la breve resistencia que al principio opuse.

Además no tenia escapatoria, de todas formas el quería cogerme y no se iba a detener hasta haberme hecho suya.

Fue tierno, paciente, amoroso, me excito, de una forma que me hizo perder el control.

Me llevo en brazos a la habitación, me desnudo sin prisas, sin violencia, cuando me tuvo desnuda, me comenzo a besar todo el cuerpo, mis senos, mi sexo, toda me beso y me acaricio lentamente.

Era la primera vez lo que lo miraba desnudo, y supe por que lo llamaban el burro, no quiero caer en el estupido error de contar lo que todo el mundo narra en estos relatos, pero si hay algo que sobresalía de su cuerpo eran sus huevos y el tamaño de su verga.

Me fue imposible meterme todo su pene en la boca cuando se la mame, por más esfuerzos que hice, nunca logre metérmelo completo a la boca.

El miro en mis ojos, el temor, el miedo, y supo calmarme, a diferencia de otros, que presumen de tener un miembro enorme, el nunca presumió el tamaño de su verga. Al contrario al paso de los meses y de los años que duro nuestra relación, llego a confesarme que no era feliz, con el tamaño de su pene.

Esa noche que me hizo suya, algo dentro de mi quedo ligada a el, en el fondo no quería reconocer que me había gustado la forma de cómo me hizo el amor, tenia una lucha interna, bastante fuerte.

Decirles que no goce seria mentirles, tuve miedo al principio, pero poco a poco vencí mi miedo y me abrí de piernas para que el me poseyera, me fue penetrando lentamente, centímetro a centímetro fue abriendo las paredes de mi vagina hasta que logro ensartarme completamente.

Comenzo a moverse, rápido, con un mete y saca que me ponía loca, hasta que logro hacerme explotar, mi primer orgasmo fue fenomenal, comencé a gritar, a mover mi pelvis, a rotar mis caderas de un lado para otro, hasta que lo senti explotar, dentro de mi vagina.

Al principio, cada vez que el me penetraba lo hacia con preservativo, después conforme paso el tiempo me penetraba sin condón.

Tenia cerca de 3 meses de ser su mujer, cuando, el me comenzo a penetrar sin protección, regando mi vientre con su semen.

Mi vida dio un giro enorme, asumí el roll de ser su mujer.

Me cogia en cualquier lugar de la casa, en la cocina, en la sala, en la cama, en el baño,

Por mas que trataba de no gritar cuando el me estaba cogiendo, no podía evitarlo, cuando su verga comenzaba a penetrarme me ponía loca, comenzaba por estimular mi clítoris, con sus dedos y con su lengua haciéndome estallar de placer.

Para después comenzar a penetrarme, se subía sobre mi y me abría toda de piernas y comenzaba mi lucha por alojar toda su verga en mi vagina, comenzaba a penetrarme despacio, y me besaba, me mamaba los senos, hasta que yo comenzaba a moverme mis caderas, el me ensartaba por completo, hundiendo toda su verga en mi vientre y comenzaba a cogerme.

Al principio lo hacia despacio pero una vez que estaba dentro de mi, comenzaba con un mete y saca que me volvía loca, me cogia bocabajo tomando mis caderas con sus manos de perrito y comenzaba a meterme toda su verga, me impulsaba hacia delante cada vez que me ensartaba, sentía que su verga me saldría por la boca.

Y terminaba dentro de mi matriz, bufando, gritando como poseído, descargando todo su semen en lo más hondo de mi vientre.

Cuando el estaba en la casa siempre andaba desnudo, o en ropa interior, yo le pedía que me cogiera cuando mis hijas no estuvieran en la casa, o las mandaba a comprar, cuando el me quería coger. Tratando de protegerlas.

Comenzaron los rumores en el barrio y todo el mundo me comenzo a señalar como la nueva puta del jefe.

No me lo decían directamente por temor a el, pero los chismes comenzaron a circular, que opte por salir a la calle lo menos posible.

En ocasiones se ausentaba de la casa por semanas y meses, en una ocasión tardo mas de un mes en regresar, a un que el no estaba, tenia gente vigilándome, a todas partes que salía, había alguien siguiéndome. El hecho de que el se ausentara tanto tiempo me molestaba, me ponía celosa, histérica. Andaba de mal humor.

El día que regreso, venia con olor a licor, intento besarme y me resistí, me siguió hasta la cocina y me pego contra la pared, hice el intento de resistirme, pero de nada me sirvió, comenzo a tocar mi cuerpo, a besarme lo empuje para q me dejara y me dio una cachetada que me hizo trastabillar, comencé a llorar, me tomo en sus brazos y me beso. Con sus labios seco mis lágrimas, tenia que reconocer que estaba celosa. Pero no me permitía reclamarle. Me cargo en vilo como si fuera una muñeca y me llevo a la cama.

Me despojo de mis ropas, sus manos comenzaron a tocar mi cuerpo, bufaba como un animal, mire su verga rígida, dura, impresionantemente grande.

Cerré mis ojos y me deje llevar, por los impulsos de la carne, sus manos me acariciaban y lo deje que me hiciera lo que el quisiera.

Mi corazón latía a una fuerza desmedida.

Me senté sobre la cama.

Se tomo su verga con las manos y se dirigió a mi con ella.

Abrí mis labios y comencé a mamarle su verga.

Al último fui yo la que lo busco, no me importo nada más que tenerlo dentro de mí.

Me tendí sobre la cama y al momento me abrí de piernas.

Comencé a temblar cuando sentí su lengua en mi panocha, me mamo completa separaba los labios de mi gruta con sus manos dejando mi rajada a merced de su lengua.

Comencé a gemir a retorcerme, a gritar como una putita, que me olvide de mis hijas. No me importo que ellas escucharan mis gemidos mis gritos. Estaba en ese momento poseída por el deseo.

Sus manos me separaron mis nalgas y su lengua comenzó recorrer la separación de ellas provocándome un gemido, su lengua continuo con su recorrido y llego a mi esfínter me sentía en el paraíso jamás imagine que esa área del cuerpo diera tanto placer. Sus dedos trabajaban mi concha que explote en un orgasmo y comencé a gemir a rotar mis caderas buscando que su verga me ensartara.

No Importaba nada en ese momento que no fuera otra cosa que sentir como su verga me penetraba.

Se subió sobre la cama y con sus manos me abrió de piernas y me empezó a coger de una forma que me transforme y comencé a gemir y gritar como loca cada vez que su verga me ensartaba con un mete y saca que era lento y la vez fuerte lo sentí llegar a lo mas hondo de mi vagina perdí la noción de las horas, no me importaba nada. Solo que nunca terminara.

Un remordimiento cruzo mi mente, al acordarme de mis hijas, pero al sentir sus embestidas dentro de mi concha me olvide por completo y me entregue a el sin recato alguno.

Lo rodee con mis piernas por su cintura evitando que su verga se saliera de mi concha, lo quería todo dentro de mi cueva que no me importo comportarme como una puta. Y lo alentaba a que me clavara hasta el fondo.

Mientras me cojia trataba de meter sus dedos en mi culo era una sensación nueva en mi cuerpo nunca antes un hombre trato de meterme algo por mi ano que avente mi culo con fuerza para q su dedos entraran.

Estuvimos en la cama cogiendo como animales en celo como una hora y por fin estallo y exploto dentro de mi vagina.

Termine agotada pero contenta.

Nos metimos a bañar juntos y mientras nos bañábamos se la comencé a mamar, salimos del baño y me tendí sobre la cama desnuda, acostada boca abajo.

Así estuvimos acostados desnudos, cerca de dos horas adormitados, hice el intento de pararme y no me dejo.

Comenzó a besarme nuevamente en la boca, el olor a licor que desprendía era fuerte hice dos intentos por pararme de la cama y no lo logre por que me tenia tomada de la cintura.

Me tomo de las caderas y con sus manos me abrió las nalgas, con sus dedos me unto crema en mi ano, me mamo mi coño y me dedeaba el culo, sentí un dedo en mi ano, poco a poco lo fue insertando me dolía era una sensación incomoda, cuando me logro introducirme uno de sus dedos, sentí dolor que hice intento de quitarle la manos de mi culo y no me dejo.

Lo quise detener, no quería que me fuera a coger del culo.

Tenía mucho miedo de que me lastimara.

Estaba aterrada y comencé a llorar. A gritar le pegue con mis manos, lo mordí en dos ocasiones pero no logre que me soltara.

Lo mire a los ojos y le suplique llorando por favor me lastimas no lo hagas me vas a lastimar, por favor no lo hagas.

Parecía increíble pero a mis 35 años nadie me había hecho el amor por mi culo. Recuerdo que mis amigas me habían contado del dolor enorme que se siente cuando un hombre te la mete x detrás, Pero yo jamás nunca deje que me rompieran el culo, el padre de mis hijas fue uno de los que lo intento pero jamás accedí a sus deseos.

Hice un último intento por escapar. Lo patee con todas mis fuerzas y logre que me soltara por unos minutos, pero de nuevo me tomo de la cintura y me puso bocabajo.

No por favor, me vas a lastimar, no quiero.

Por favor no lo hagas.

Me vas a lastimar.

Déjame por favor.

Me mantuvo boca abajo a la vez que sus dedos, se encajaban en mi recto.

Me separo las nalgas y comenzo a darme lengua en mi hoyo del culo. Sujetándome fuertemente de mis caderas.

Por unos segundos pensé que me soltaría por que aflojo la presión sobre mi cuerpo, pero solo fue para colocarse detrás de mis caderas y comenzar ejercer presión con su verga en mi culo.

-- grite.

Me lastimas.

Salte, por favor me duele.

Me coloco sobre el filo de la cama, doblada en cuatro patas. Siempre Boca abajo.

No por favor suéltame me lastimas.

-- solo la punta te voy a meter.

Sentí como la cabeza de su verga luchaba por entrar en mi culo, me mantuvo aferrada a el fuertemente mientras su verga comenzaba a entrar en mi recto, mordí las sabanas y grite. Comencé a llorar, a gritar. Hice un esfuerzo por soportar el dolor pero me fue imposible.

Quise pararme, lo arañe, lo mordí, grite e implore de tal forma que estoy segura se escucho por toda la casa. Nunca me soltó .

Cuando su verga entro en mi culo por completo fue más de lo que pude soportar, recuerdo que vomite sobre la cama, era un ardor y dolor enorme, volví a suplicarle, le llore pidiéndole, que por favor me la sacara.

Me duele.

Me lastimas.

Por favor sácamela.

Por favor me estas desgarrando. Salte.

Fue un dolor espantoso, tremendo.

Caí de bruces sobre la cama, llorando, mientras el seguía aferrado con su verga a mi culo, sin soltarme.

Quede como muerta sin moverme, mi cabeza me daba vueltas, sentía el culo desgarrado.

Pasaron creo yo como 4 minutos cuando el comenzo con su mete y saque, pensé que su verga me saldría por la boca.

Me levantaba de la cama con sus arremetidas, no se cuanto tiempo tardo, pero mi culo me dolía, me temblaban las piernas, me estuvo ensartando del trasero, a su antojo, la cabeza me daba vueltas, mientras me estaba cogiendo del culo tuve ganas de ir al baño de cagar.

Quiero ir al baño por favor.

Salte voy al baño por favor.

No me dejo, me estuvo cogiendo como loco aferrado a mis caderas.

Y no paro de cogerme hasta que se vino dentro de mi culo.

Me fui al baño llorando, me lleve las manos a mi vientre, me senté sobre la taza y el dolor fue enorme, me ardía mi ano, cuando me limpie, mire sangre en el papel de baño. Me pase la mano por mi culo, y me tente el hoyo el cual sentía muy abierto, y lastimado. Las comisuras de mi esfínter estaban desgarradas.

Comencé a bañarme lentamente, deje que el agua corriera por mi cuerpo, cuando Salí, el vino hacia mi, me tomo de la cintura y me llevo de nuevo con el.

Lo golpee con mi mano y quise darle una cachetada, pero me sujeto fuertemente y me llevo con el a la cama.

Me deje caer sobre la cama adolorida.

Por un lado me sentía mal, al reconocer que a pesar de todo el maldito dolor que senti, me gusto como me hizo el amor.

Era el primer hombre que me estrenaba el culo.

Era mi lucha entre el bien y el mal. Entre la cordura y la calentura que ese hombre despertaba en mí.

Al otro día no quería levantarme de la cama por el dolor que tenía en mi culo y otra por vergüenza con mis hijas.

Estaba segura que habían escuchado mis gritos cuando me reventó del culo y en el fondo me sentía con pena por todo lo sucedido.

Pasaron las años y el ya no me dejo ir de su vida y formamos una familia.

De mi marido con el cual me case, nunca mas lo volví a ver, una por que me negaban el acceso ala cárcel y otra por que el no me dejaba ir.

Mi EMBARAZO

En una ocasión que fui al supermercado a comprar, senti un mareo, y ganas de vomitar, pero no le di importancia.

En el fondo me aterraba la idea de estar embarazada.

Compre una de esas pruebas caseras y descubrí con horror que estaba preñada.

Miles de ideas cruzaron mi mente, el primer pensamiento fue abortar, pero no lo hice.

Cuando por fin tome la decisión de abortar, era muy tarde, tenía tres meses de preñez.

Aun estando preñada seguía cogiendo con el.

Le pedí que por favor nos cambiáramos de casa por que no quería salir a la calle y la gente me mirara preñada de el.

Hable con mis hijas, cuando me convertí en su mujer, no fue fácil convencerlas de por que acepte ser su amante.

Hubo un distanciamiento entre mis hijas y yo.

Pero después se normalizo, andaba yo en el quinto mes de mi embarazo, y este se me complico, me internaron un semana por lo que el se quedo en la casa con ellas.

Cuando Salí del hospital todo se normalizo de nuevo.

El venia a la casa me cogia se marchaba, para regresar después.

En una ocasión, estando en la casa, mi hija, se metió a bañar y el se levanto del sillón y se fue tras ella.

Cuando mire que el iba a entrar al baño, corrí hacia el y le grite que la dejara, que no la fuera a tocar, por favor déjala, haz conmigo lo que quieras pero a mis hijas no las toques.

Reaccione como una fiera estaba dispuesta a defender a mis hijas.

--

DECEO A TU HIJA, ASI COMO TE DECEO A TI, LAS DECEO A LAS TRES QUIERO QUE TU Y TUS HIJAS SEAN MIS MUJERES.

  • ESTAS LOCO ESO ES UNA ABERRACION, COMO CRES QUE VOY A PERMITIRLO.

-- TUS HIJAS YA ESTAN GRANDES.

--

ME INTERPUSE EN SU CAMINO Y LE PEDI QUE POR FAVOR NO LAS FUERA A DESGRACIAR, TE LO SUPLICO COMO MADRE.

DEJA QUE ELLAS HAGAN SU VIDA, YA ME TIENES A MI.

HE SIDO TU MUJER, TU PUTA, AHORA TE LO PIDO POR ESTE HIJO QUE VAMOS A TENER.

Se abrió la puerta del baño y salio mi hija envuelta en una toalla, camino unos pasos y dejo caer la toalla quedando desnuda ante el.

DE NIÑA A MUJER. (La desfloración de mi hija).

Seria muy extenso detallar todo lo que paso después de que mi hija salio del baño, fue una discusión fuerte que marco el comienzo de una nueva relación.

Cuando los hijos crecen una como madre se niega a reconocerlo, tarde comprendí que mi arrebato sexual, despertó en mis hijas el deseo por experimentar y probar el sexo, como mujer que soy las entiendo perfectamente que sientan deseos, yo misma no logre vencer la tentación de la carne, pero en el fondo no quería que el las tocara. Cuando logre hablar con cada una de ellas de mujer a mujer, me di cuenta que no podría evitar el encuentro, en ese momento pasaron por mi mente miles de ideas de incesto, de escándalos familiares, de todo lo que podía desencadenar el hecho de que el las tomara como mujer. Siendo yo la madre de ellas y el siendo mi hombre. En ese momento una piensa que este tipo de cosas jamás pasan en la vida que solo son fruto de la imaginación pero yo que lo viví en carne propia y estuve ahí puedo decirles que no es nada fácil para una madre aceptar que sus hijas tengan sexo con su hombre. Pero en el fondo sabia que tarde o temprano ellas tendrían que experimentar esa fase de su vida y tome la decisión de darles mi apoyo.

SU PRIMERA VEZ.

El día que mi hija estuvo con el, nos acostamos los tres en la cama, juntamos las camas y ella se acostó en un extremo, mi otra hija se acostó en su cama como siempre lo hacia. El entro al cuarto y apago la luz tome a mi hija de la mano y la sentí nerviosa, con la respiración agitada, el se acostó aun lado de ella, yo tome una almohada y me la coloque en mi espalda como si estuviera sentada por que mi panza por lo del embarazo no me permitía estar acostada, tome la sabana y los tape, el hizo aun lado la sabana y se desnudo, haciendo lo mismo con ella, fue sutil y tierno supo llevarla y vencer su nerviosismo tal como lo hizo conmigo, yo no quería moverme y apreté la mano de mi hija que me contesto apretando la mía. Escuchaba sus besos, le tomo sus senos y comenzó a besarlos a chuparlos, supo llevarla al punto exacto de excitación, bajo por su vientre hasta su sexo, en donde con su lengua recorrió sus pliegues íntimos provocando en mi hija espasmos de placer. Estuvo dándole placer con su lengua cerca de una hora, dando como resultado, que mi hija se dejo hacer desfallecida, rendida de sentir ese cosquilleo interno entre sus piernas. Se besaron, se tocaron, el tomo con sus manos su verga y la guió a la boca de ella. Se lo mamo despacio, y con dificultad para metérselo en la boca.

Poco a poco el se fue deslizando encima de mi hija, hasta quedar encima de ella, al tiempo que le separaba los muslos, y se colocaba en medio de sus piernas. Yo seguía apretándole su mano y gire la cabeza un poco para mirar en la penumbra, el comenzó a besarla en la boca en el cuello, le chupaba los pezones, y poco a poco comenzó a ejercer presión con su verga en los labios íntimos, escuche un ay que era como una especie de grito y gemido, mi hija me apretó con mucho mas fuerza la mano, y yo hice lo mismo, despacio – despacio – despacio - volvió a quejarse y a gemir, me apretó la mano con fuerza cuando sintió como entraba el en su sexo, como su intimidad era desgarrada, ay ay, me duele , la tome con mas fuerza de su mano, y note como el seguía metiéndose, en su vientre. El detuvo su empuje, hasta que llego al sello de garantía, coloco ambos manos debajo de su cuerpo y de un fuerte empujón la desvirgo.

Lo demás fue escuchar ah ah ah como si le respiración le faltara.

No tuve ninguna duda, acaba de meter toda su verga dentro de su sexo, penetrándola por completo, ya estaba consumada su desfloración, había roto aquello que se rompe la primera vez que una mujer lo hace, mire el reloj del buró eran exactamente las 12.15 de la noche cuando dejo de ser señorita, ya era una mujer.

Su grito y los sollozos que acompañaron su desfloración me confirmo la verdad mi hija había dejado de ser una niña para ser una mujer.

Estuvo inmóvil dentro de ella pero no por mucho tiempo, comenzó a poseerla lento y delicado dándole a ella el tiempo para que su herida recién abierta se adaptara a su verga y comenzó a bombearla, comenzó a moverse de arriba a bajo, y a entrar profundamente dentro de ella, despertando en mi hija una pasión sexual que la llevo a mover sus caderas buscando que la verga del macho la penetrara hasta el fondo.

Cerré mis ojos me recargue sobre la cama, mi hija me soltó la mano y se abrió de piernas al máximo entregándose al goce de su primera entrega sexual.

Lo demás fue escuchar sus gemidos sus gritos sus quejidos de ambos hasta que presentí que el estaba a punto de venirse y lo moví con mi pierna no te vengas dentro de ella por favor, mire a mi hija con los ojos cerrados, y desfallecida.

El saco su verga de su vagina y se vino en su vientre de ella regando con su semen una parte de la cama.

Cerré los ojos me quede absorta en mis pensamientos internos, con la mirada fija en ellos y no quise pensar mas sabia que esa relación era una locura una aberración una falta de moral una relación que tal vez nos trajera consecuencias, pero ya estaba consumada.

Esta es mi historia, mi vida misma junto a mis dos hijas. Hice bien hice mal no lo se eso el tiempo tal vez lo dirá pero lo hecho, hecho esta.

sofi-asofia@hotmail.com