Sofia

Mi experiencia sobre como conocí a Sofia, la chica con la cual hice el amor por primera vez.

Mi nombre es Mariana, soy argentina y estoy en los tempranos 30. Aunque me considero sentimentalmente lesbiana, las vueltas y la soledad de alguna noche caliente me ha enseñado a disfrutar de la compania de un hombre, pero eso es para futuros relatos. Los cuales son veridicos y en ellos quiero compartir una de las experiencias que mas pude explorar en la vida: el sexo.

Corria el 2002, yo estaba perdida en la nube de estupidez tipica de una cabeza adolescente, totalmente ajena a la desastroza realidad de Argentina es esos años.

Si bien siempre me habian gustado las mujeres desde que tenia conciencia, siempre lo considere normal, no podia evitar quedarme atontada al verle el culo o las tetas a una joven maestra en el colegio. Con la adolescencia y las hormonas controlando mi imaginacion me percate que eso que me generaban era algo mas que solo llamarme la atencion, era deseo, ese calor que sentia al ver a alguna mujer.

Recientemente habia salido del closet de la forma mas vergonzosa posible, mi mama entro a mi cuarto cuando me estaba haciendo la mejor paja de mi vida mientras miraba una rudimentaria peli porno lesbica en un VCD en la compu. A pesar que a mi no me daban las manos para tratar de apagar todo, mi mama tampoco supo como reaccionar y no paso a mayores, quedando como un secreto a voces en la familia del cual no se hablaba, el silencio simulaba que no existian los problemas.

Aunque la verguenza del momento se diluyo en unos dias, no podia quitarme de la cabeza esa escena de dos mujeres cogiendos, ya habia tenido contacto con el porno, por alguna revista que algun compañero llevaba al colegio para presumir, nunca me genero nada mas que curiosidad, pero ver esta escena fue lo que me confirmo algo que ya intuia, deseaba a otra mujer. En mi mente reproducia esa escena todo el tiempo, la forma en que se chupaban las tetas, la concha y especialmente cuando una hizo algo que jamas habia siquiera imaginado en mis fantasias, le abria las nalgas a la otra mina y le chupaba el culo. Me daba mil sensaciones en el estomago, en la concha, tenia que apretar una almohada entre las piernas para poder calmarme.

En el colegio, gracias a la ayuda de mi mejor amiga, pude conocer a Sofia, una chica casi 3 años mayor que yo. No fue una casualidad dado que habiamos escuchado rumores tipicos de la malicia adoslecente sobre "la tortillera del ultimo año". Fue idea de mi amiga el querer engarcharme con ella, aunque yo tenia mis dudas sobre si iba a poder hablar con ella sin que me ganen los nervios, sobre si iba a gustarme, estas se fueron casi inmediatamente cuando la vi, aunque no era la candidata a reyna del colegio, para mi fue un crush instantaneo, no se si fue porque justo era mi tipo o la posibilidad que fuera lesb me alborotaba las neuronas, pero me parecio bellisima, era mas alta que yo, por esos años eso no era un merito dado que mi estiron vino como a los 19-20. Aunque usaba ropa algo holgada se le notaba delgada y con lindo cuerpo, corte de pelo por los hombros algo desprolijo pero era un estilo adrede tipico de esos años.

Al principio me costo hablar con ella, no teniamos circulo social en comun y solo me limitaba a quedarme embobada mirandola en el recreo, muchas veces me cruzaba la mirada y aunque yo corria la vista, era algo que me gustaba. Fue ella quien un dia se me acerco a hablar en el buffet en una hora libre y aunque fue todo muy contracturado, nos empezamos a saludar todos los dias, hablando cada vez un poco mas. Cuando coincidiamos en el horario de salida, dejaba a sus amigos para volver caminando conmigo, eran los unicos dias que agradecia tener que caminar mas de 20 cuadras del colegio a casa. Nos hicimos amigas rapidamente, para ese entonces ella ya habia notado que despertaba muchas cosas en mi. Fue durante una salida temprano que me dijo de ir a la plaza a sentarnos un rato, con un helado de por medio, me contaba sobre algo, yo no entendia nada lo que me decia dado que no podia dejar de mirarle la boca, calculo que eso fue lo que la alento y me pregunto si queria tranzar con ella (una palabra que se usaba entonces para los besos con lengua), no la deje terminar de preguntarme que le dije un SI mas grande que una casa, mi pecho era una mezcla de nervios y alegria desbordante por toda mi cara, lo mejor y lo peor en un mismo momento, nuestro primer reflejo fue mirar hacia todos lados por si no venia alguien, dado que eran como las 2 de la tarde en pleno dia de semana, no nos tuvimos que preocupar por nadie. Aunque ya me habia besado con algun que otro varon para ver "que onda y practicar" nada me ayudaba en ese momento que sentia que volaba, cuando volvi a verla no alcance reaccionar, ella se habia sentado con una pierna de cada lado del banco, me giro la cara suavemente y me beso, senti el calor de sus labios, su lengua, el sabor del helado, la forma en que recorria mi boca y buscaba mi lengua, sentia que el pecho me explotaba, alejo su boca y sin soltarme la cara me inclino un poco mas y me beso el cuello.

Ardi.

Solte un suspiro y escuche que se rio bajito, volvio nuevamente a besarme. Yo aproveche para agarrarla de la cintura y sentir su piel. Estuvimos un rato hasta que empezo a circular gente y tuvimos que dejarlo por ese dia, se fue volviendo un habito, cada que podiamos nos ibamos a tranzar, me encantaba cuando no habia donde sentarnos, me apoyaba a la pared y yo tenia que pararme casi de puntillas, en esas ocasiones ella aprovechaba y me agarraba de la cintura o la cola. Generalmente al volver a casa tenia que desahogarme tocandome o poniendome una almohada entre las piernas.

Fue en septiembre, se festejaba el dia de la primavera y del estudiante, no habia clases durante el dia porque preparaban el salon del colegio para una matine a la noche. Me dijo de vernos, pense que iba a ser un dia en que nos la ibamos a pasar a los besos, para mi eso ya era la gloria, casi me mori cuando me dijó:

  • Vamos a mi casa, mis viejos no estan - Ese viaje de 15 minutos fue eterno, mi cabeza ardia, miles de ideas dando vueltas, el temor a no saber que hacer, el deseo incontrolable que me hiciera el amor por primera vez. Deseaba que se hubiera dado de otra forma y estar mas preparada, pero no queria cambiar esa situacion por nada.

Hice una pelicula en mi mente, era llegar y que me comiera a besos instantaneamente, pero no fue asi, tomamos algo para refrescarnos y despues de ofrecerme de comer todo lo que tenia en la alacena, entendio que estaba esperando otra cosa. Nos besamos, me agarro de la mano y me dijo : - Veni - Fuimos a su cuarto, aunque no habia nadie, cerro la puerta de todas formas y en mi cabeza solo atine a pensar "Es ahora". Nos sentamos en la cama y nos estuvimos besado y manoseando sobre la ropa un par de minutos, aunque la falta de experiencia hacia que todo fuese descordinado, el ambiente no disminuia sino que cada vez estabamos mas calientes, yo me permiti hacer pequeños gemidos entre besos y ella igual. Nos sacamos las zapatillas y nos ayudamos mutuamente a sacarnos algunas ropas. Aunque yo era flaquita sin demasiado que presumir me sentia segura de mi cuerpo, pero me senti menos cuando la vi, tenia una piel y un cuerpo hermoso, nada exuberante, mas bien todo simetricamente dibujaba unas curvas bien moldeadas, sus piernas, su pancita.. queria besarla todo. Supongo que fui yo quien quedo mas impresionada sobre el cuerpo de la otra, por lo que tome la iniciativa sin detenerme a pensar o dudar, la bese, bese su cuello y aunque mis movimientos eran mas que torpes no perdi tiempo en sacarle el corpiño y ver esos pezones rosados, les di unos besos hasta que escuche su gemido, eso me animo a mas y le chupe las tetas, en mi cabeza ni dilucidaba toda esa situacion asi que me deje llevar por las hormonas, le pedi que se acueste y con cero sensualidad le saque la colaless que tenia. Tenia apenas unos pelitos en la concha y los labios bien definidos, yo quede congelada hasta el hermoso panorama, ella se incorporo y me pregunto si me animaba a chuparsela, con mas lucides hubiera dicho algo mas galante, pero mis neuronas estaban en total frenesi y solo atine a decir si. Por suerte vino a mi mente la pelicula que habia visto, mi propia experiencia haciendome la paja, supe donde besar y lamer. Ame su sabor, su humedad, su olor, empece lamiendola despacito solo con la lengua, conforme me senti mas relajada empece a usar toda mi boca, la escuchaba respirar fuerte y gemir y eso me emocionaba mas, con mis manos agarraba su cola, me hipnotizaba ver sus pezones paraditos, queria comermelos pero no queria dejar de chuparle esa concha que tanto tiempo habia deseado.

Acabó.

La agarre fuerte mientras sacudia la cintura hacia arriba, senti sus jugos, levante mi cabeza con una de sus manos, mientras me sacaba la boca vi unos juguitos blancos entre su hendidura que bajaba lentamente, me abrazo y aproveche para besarle el cuello, me solto y pude al fin poder a comerme esas tetas. Estuvimos unos minutos haciendonos mimos, fue como si leyera mi mente, cuando ya no aguantaba mas, me saco la bombacha y sin darme mucho tiempo a procesar, empezo a chuparme la concha, senti cosquillas que en unos segundos pasaron a ser impulsos continuos de placer, no podia parar de gemir, se me caia la baba de la boca, sentia un calor y una electricad inconmesurable, las tetas me dolian, queria que me las mordiera, empece tambien a mover mi cintura y ella deja de chuparme y empezo a masturbarme el clitoris, mis gemidos se me fueron de control y escuche que dijo "Shh y se rio" Aunque me causo gracia apensas pude reirme, no aguante mas y acabe, me temblaban las piernas, vino hacia mi boca y senti el sabor de mi sexo en su boca, queria más. Me comio la boca unos minutos dandome algo de tiempo para reponerme, nos acomodamos como si fuesemos a hacer la afamada pose de tijeretear, pero nos masturbamos mutuamente, no hicimos acabar otra vez. Aunque en mi cabeza era una imagen que no dejaba de dar vueltas, no me anime a chuparle la cola. Fueron casi dos horas de hacer el amor, nos quedamos acostadas un rato hasta que fue siendo la hora en que sus papas empezarian a llegar, nos vestimos y tomamos una merienda tranqui, mientras mirabamos la tele. Su mama fue la primera en llegar y aunque ya la conocia de vista, fue la primera vez que hablamos, me trato con muchisima buena onda pensando que era solo una amiga del colegio, sin saber que un rato antes su hija me hizo el amor, hasta se ofrecio para llevarme a mi casa asi me arreglaba para la matine, mientras fue a buscar las llaves del auto Sofia se me acerco y me dio el beso mas dulce, no podia esperar a cogermela otra vez.