Sodoma en el cine

La adaptación al cine de Las 120 jornadas de Sodoma del Marqués de Sade. Incluye imágenes.

La película que voy a comentar no es una película pornográfica, y ni siquiera erótica. Como apasionado de la dominación que soy, he decidido tratar el lado salvaje y humillante que tiene en mayor o en menor medida. Posiblemente este "artículo", si es que se le puede llamar así, no guste a muchos y a muchas que esperen ver un relato. Sin embargo, como ya he hecho otras veces, creo que en una web de este tipo tienen cabida toda clase de escritos. La película que voy a comentar, exclusivamente en su faceta de dominación, es "Saló a los 120 días de Sodoma".

La película es todo menos una película que intente "poner al personal" con sus escenas. Pasolini, uno de los directores italianos más importantes de la historia, quería en ella hacer un retrato, una metáfora, de la sociedad de nuestros días, basándose para ello en "Las 120 jornadas de Sodoma" del Marqués de Sade pero ambientándolas en la era fascista de su país.

La película es un compendio de escenas de gran dureza en la que un grupo de jovencitos de ambos sexos son humillados y degradados hasta límites insospechados en su camino a la muerte. Fue un escándalo absoluto en su época y, extrañamente, Pasolini murió asesinado poco después de haberla rodado (se sospecha que fue el propio gobierno italiano, incómodo por sus obras). La película, como he comentado, no es pornográfica y ni siquiera erótica, pero está llena de escenas a las que los amantes de la dominación no podrán resistirse. Algo que admiro en ella son los cuerpos de los actores y las actrices: todos naturales, cuerpos de personas de la calle que harán las delicias de los amantes de los físicos "amateur". No hay curvas peligrosas ni músculos esculturales: las víctimas de los fascistas de "Saló" son personas a las que nos podríamos encontrar en cualquier parte, con sus penes y tetas pequeños/as, con cuerpos completamente comunes y con sus pubis cubiertos de pelos sin manipular. La película tiene muchísimas lecturas y ataques a los gobiernos fascistas, aunque no me voy a detener en ello porque no viene a cuento. Simplemente, voy a comentar mis escenas preferidas, escenas que me han sugerido muchísimas fantasías y relatos.

En las primeras escenas de la película, los niños y las niñas secuestrados van pasando frente a los fascistas que van a violarlos y a torturarlos para que puedan apreciarlos en todo su esplendor. Hombres y mujeres viejos y despreciables (las brujas de la "novela" original) les van presentando uno a uno y los van desnudando por completo. Los jovencitos y las jovencitas tienen caras de odio, de miedo o de vergüenza. La escena es corta pero excitante: sólo observamos cómo son presentados dos chicos y dos chicas. Como he dicho, la película tiene interés ninguno en excitar al personal, aunque lo consiga.

Una de mis partes preferidas del filme es cuando exponen a la segunda chica: desnuda, la presentan ante los fascistas. Ella llora desconsoladamente, y la bruja que la ha traído les explica a ellos que cuando la secuestraron tuvieron que matar a su madre, que no quería que se la llevaran. Es una escena maliciosa como pocas que ya aparece narrada en la obra de Sade.

Otra escena importante es el banquete: mientras todos comen, las cuatro hijas de los fascistas, los seres más degradados de todos, sirven los manjares completamente desnudas y con las miradas gachas. Son tan miserables y valen tan poco que, quien, en mitad de la comida quiera abusar de ellas, puede hacerlo. Uno de los militares, a una de ellas, mientras sirve, la arroja al suelo de una zancadilla y la sodomiza ante el horror de los chicos y las chicas y ante las risas del resto de los fascistas y sus lacayos.

Otra escena a destacar es la de la boda: los fascistas visten de boda a un chico y a una chica y los casan en forma de parodia. El resto de "invitados" van completamente desnudos. Después, les dejan a ambos novios satisfacerse mutuamente: les desnudan y les ordenan fornicar. Sin embargo, junto antes de que lo hagan, les reprimen el placer.

Viene después una escena en la que todos son tratados como perros: obligados a gatear desnudos y a comer todo lo que los fascistas les tiran.

A ésta le sigue otra escena culinaria: a la chica a la que "casan" en la "boda", uno de los fascistas le obliga a comer, desnuda y delante de todos, un excremento que él acaba de soltar. A mi la coprofagía no me excita, pero sí que lo hace la propia escena: la chica llora y llora sin cesar, y el fascista le grita "cómetela, cómetela, cómetela". Al final, ha de comerla.

La película acaba con una espectacular escena de matanza colectiva en la que los jóvenes son exterminados. No la comento porque no es interesante desde el punto de vista de la dominación. "Saló" es una película que puede dar excelentes ideas para relatos y historias. Igualmente, es una película que se puede ver con otros objetivos: por ejemplo, el objetivo para el que fue concebida: para criticar a la sociedad actual por medio de terribles metáforas.