Sociedad Femdom parte 3

Nadia tenía 30 años. Era la hermana pequeña de otras 2 y vivía encuadrada en una familia muy adinerada de la ciudad. Desde muy joven su educación había sido pulcra y ya empezaba a ganarse la vida muy bien en el bufete de su madre. Había estudiado mucho pero también se había divertido mucho. Había disfrutado de su condición de liberada y era asidua visitante a los burdeles de la ciudad por lo que su conocimiento del sexo era superior al de sus hermanas que se habían casado antes de que el agua cambiase los roles de la sociedad, por lo que una vez liberadas y con sus maridos convertidos disfrutaban de la vida mientras sus maridos cuidaban de los hijos y la casa. También visitaban los burdeles pero no tan a menudo como Nadia, ella siempre se había negado a las peticiones de matrimonio que su madre intentaba con los hijos de sus amigas hasta aquel día.

Su madre no soportaba a sus otras dos hijas, eran parásitos y sus nietas iban por el mismo camino. Necesitaba educar a una hija o nieta a su antojo. La única que había seguido sus pasos en el bufete y que le recordaba a ella era Nadia por eso le había ordenado que debía tomar marido y darle alguna nieta ya. Luego podía seguir con su vida disoluta aunque en su fuero interno quería que calmase y empezase a tomar las riendas del negocio y para eso necesitaba que sentara su cabeza. Que luego quería correrse juergas o tener algún amante bien pero ya era hora. Así que le planteo el ultimátum

La sorprendió cuando accedió a condición de que fuese ella la que lo eligiese en una subasta y no fuese ella la que lo sacara de su círculo de amistades pero rápidamente entendió que era el momento de tomarle la palabra así que accedió y se metió a la puja más cara.

En la primera puja Nadia no eligió a nadie por lo que perdió la inscripción y tuvo que inscribirse rápido en la siguiente

Nadia lo eligió en cuanto le vio. Era evidente que estaba educado y tenía algo que le hacía encender su pasión y su maldad ya que seguro que a su madre no le gustaría demasiado. Le recordaba bastante a su padre, es más, eran casi como 2 gotas de agua por lo que le dijo a su madre

-Quiero al 4º, puja lo que tengas que pujar o no elegiré a nadie más hasta el año que viene

• De verdad Nadia eres increíble. No creas que no sé por qué le eliges. Es igual a tu padre, casi como 2 gotas de agua. Sabes la mala vida que me dio y que fue ajusticiado en el tribunal por el delito de maltrato hacia mí justo cuando se instauro la femdomcracia

-O ese o nada hasta el año que viene. Tu veras…

-De acuerdo, pero ya te digo que eres mala. Espero que no te equivoques con él. Roberta está en la puja también y tienen mucho dinero para gastar.

Roberta era una de las competidoras de mama. Era una mujer con un poderío económico similar al de nuestra familia pero tenía un talón de Aquiles, su hija. Tenía mi misma edad pero era déspota y devota del régimen. Si ese pobrecito caía en sus manos estaba perdido. Era divertido. A ver quién podía más

Roberta fue la primera en pujar, mi madre pujo pero bajo, solo para ver como reaccionaba Roberta y la verdad fue increíble cómo estaban de picadas las dos. Al final mi madre hizo la puja definitiva y Roberta no quiso o no pudo seguir. 4 millones de euros es mucho dinero para un marido de tu hija.

-Ahí tienes a tu marido, espero que lo disfrutes porque no sé si valdrá lo que he pagado por él

Continuara….