Sobrino, con vos me mojo
Tia hospeda a sobrino y coinciden en la cama.
Siendo ya un casi abogado, -tenia 23 años, soltero -tuve kla oportunidad de alojarme durante un mes en la casa de mi tia Jose, en la ciudad de mendoza.
Jose era la viuda de un hermano de mamá y vivia de rentas, por lo que, estaba todo el dia en casa y sus salidas eran para platicar con sus amigas, de la misma edad 45 a 50 años-. Durante mni estadía pasaba el dia fuera de casa y nos encontrabamos a la noche para cenar.
Jose es una mujer de mundo, elegante para vestir y de entrecasa su ropaje diario es la ropa de cama. por lo que, pude mirar y admirar sus piernas, lolas -apenas cubiertas - caderas y demas partes excitantes de su cuerpo. Nunca la habia mirado como hembra, pero, a partir del primer fin de semana junto a ella, comenzaron a aparecer mis ratones.
ese sabado, desayunamos en el jardin, con un hermoso sol y una agradable temperatura de 25 grados, lo que permitia a Jose vestir desabille corto y lucir sus formas y aprovechar el sol sobre su piel.
despues del desayuno, se recostó sobre una reposera boca abajo, se levantó la orenda que la cubria y la tanga la acomodó sobre su canal posterior dejando sus nalgas a la vista. Realmente era un espectaculo excitante, mi verga estaba a mil y mi vista no se separaba de ese culo divino y atrayente.
Hice el intento de irme a mi cuarto, pero, Jose me dijo: quedate, aprovecha el sol, quitate la remera y aprovecha, esto es salud.
Ni lerdo ni perezoso, me quité la remera y me quedé con un short que marcaba mi miembro erecto.
De vez en cuando, me acariciaba el bulto y me imaginaba puesto en ese canal que estaba a menos de un metro de mi mano.
Al rato, Jose cambió de posición y desprendió su desabille dejando las lolas a la vista y su monte de venus apenas cubierto por la tanga. Vio que estaba con short y dijo: porque no te sacas rese short y te quedas en boxer, vas a estar mas comodo. Mi recato me impedia mostrarme con una ereccion, por lo que traté de disimular, pero, Jose insistio. Me quité el short y mi verga queria romper el boxer. Jose miró de costado y comentó: parece que la juventud esta presente, no? Yo, todo acalorado trataba dw acomodar el bulto. Me acosté de costado mirando a Jose y ella, cerró los ojos mientras su mano se apoyaba en su vulvaz cubierta. Las caricias eran mas o menos elocuentes, pero yo, debia disimular.
Le ofrecí un trago y ella contestó: hoy tomo lo que me pongan. Le traje un martini batido y me senté a su lado en la reposera. Ella estiró su mano y la apoyó en mi muslo provocandome una corriente elctrica por todo el cuerpo. Ella jugaba con su mano sobre mi perna y en voz baja decia: que hermosa es la juventud, tiene fuerza, belleza y ejerce un atractivo dificil de rechazar. Miré su pechos casi descubiertos, llevé mi mano a su cuello, lo recorrí hasta la nuca y mirando sus ojos le contesté: la madurez tiene sus encantos, y vos los tenes. jugué con sus pechos pasando el dedo hasta el peson, me levanté de su lado y acomodando obstensiblemente mi verga le dije: voy a ducharme. nos vemos.
Mientras estaba en la ducha -cubierto por una mampara traslucida, Jose, golpeó la puerta del cuarto de baño y pidio permiso para entrar, ya que debia peinarse y necesitaba el secador y otros accesorios que estaban alli. Yo grité que bueno y ella entró a lo suyo. Cuando terminé mi baño, me cubrí con la tohalla y sali. Alli estaba Jose de espalda, utilizando el secador. Era un espectaculo. Solamente la cubria una tanga colorada -diminuta -y un corpiño del mismo color quedando su espalda, sus caderas y gluteos a la vista. Me quedé mirando y ella por el espejo seguia mi mirada. Te gusta lo que ves sobrino? preguntó. Realemnte, Jose, sos una hermosa mujer. Ella se dio vueltas, luciendo sus pechos grandes con pesones erectos como aceitunas, dijo: es cierto, puedo ser una hermosa mujer, pero, estoy sola.
Miré sus pechos, detuve mi mirada sobre su vulva pulposa y apenas contenida por la prenda colorada y mi erección bajo la tohalla era inocultable. Tomé su barbilla, besé suavemente sus labios, jugué con mi lengua sobre su cuello y le dije: si vos quieres, podemos ser marido y mujer.
Ella, me abrazó, pegó su cuerpo sobre el mio, me besó profundamente, metió la mano bajo la toalla y encontró lo que buscaba. Dame pija sobrino, eso quiero, pija y se arrodilló frente a mi y conezó a felarme como los dioses. Me senté sobre el bidet y la dejé hacer. Mordisqueaba el tronco y lamia el prespucio, acariciaba los testiculos ychupaba la cabeza. Cuando se la puso toda en la boca, la sensacion era igual a la de una concha, calida y humeda. Yo, con egoismo, llegué hasta la eyaculación. Jose, se la tragó toda, sin desperdiciar uan gota. lamio toda la zona y se puso de pie, nos besamos largamente, acaricié su espalda, mordí sus pechos, apreté sus gluteos y ella dijo: todo, pero todo, es tuyo y su boca se apretó a la mia y mi verga nuevamente dura pegaba en su vientre duro. Le pedi abra las piernas, le puse la pija en la concha hasta el fondo, la alcé en mis brazos y la apoyé contra la pared. Ella gemia, mordia mis labios y gritaba: lindo macho tengo, sos un lindo macho y acabó dos o tres veces. se la saqué, le pedí se diera vueltas, le puse la verga desde atras hasta el fonde de su vagina y aceleré el coito. Jose acababa como loca, pedia: Mas, Mas, ! y sus caderas incetivaban el ritmo. Yo, contuve la eyaculación y gozaba con los orgasmos de mi tia. Llegó a un orgasmo profundo que la hizo desfallecer. La puse frente mio, la besé desde la frente, los ojos, la boca, el cuello y las lolas. Ahota te haré mi muer, le dije y ella contestó: si amor, quiero ser tuya.
La conduje a su dormitorio, abri la ventana, la acosté desnuda sobre el lecho y comencé a lamerla desde los pies, los dedos, los tobillos, las pantorrillas, los muslos interiores y cuando tuve frente mi a esa hermosa concha, con labios gruesos y un fondo rosa humedo y aromatico, me prendí a un clitoris grande y erecto. Le puse la lengua encima y comenzó a acabar, una, dos, tres veces, era una quina de producir orgasmos, en un monento determinado me pidió: cogeme, amor, cogeme. Me arrodillé frente a esa vagina hermosa, le puse la cabeza entre los labios mayores, jugué un par de veces sobre el clitoris provocando la desesperacion de Jose. Cogeme, papito, cogeme. Se lañuse entera, hasta los huevos, estaba mojada y acogedora, esa concha divina, aceleré los movimientos y ella movia sus caderas como loca, besaba mi cuello y se convirtió en mordisco, clavó sus uñas en mi espalda y gritó un orgasmo violento. dame tu leche, amor y cerró sus piernas sobre mi cintura y llegué a una eyaculacion abundante, espesa y caliente. Nos besamos largamente, me agradeció sinceramente el sexo que le habia brindado.
Sus comentarios fueron: se que esto nu puede ser duradero, pero, mientras estemos juntos, lo disfrutemos.
La siesta, fue larga, con fellatio yu cunillingus, y una sorpresa: te dije que todo era tuyo. y tomando un pote de crema, se dio vueltas y me ofreció sus nalgas divinas. Las acaricié, mordí sis gluteos, lami su asgujero y ella se revolvia de gozo. Puse crema en su agujerito celestial, en el tronco de mi verga dura y comencé a introducirla, primero despacio, luego mas fuerte y ella de un golpe de caderas se la puso hasta el fondo. Me quedé quieto un momento y senti sus esfinteres haciendo presion sobre la carne que la penetraba. Tomé sus caderas y con vioelncia entraba y salia de su culo.
Ella, gritaba de placer y pedia mas, amor, mas y en un orgasmo largo se desplomó sobre la cama, al tiempo que mi leche comenzaba a inundar su canal y chorrear sobre sus muslos interiores.
Me beso, acarició mis tetillas y me dijo:sos un buen macho, sobrino, creo que podremos disfrutar estos dias que estemos juntos. No lo dudes, dije, la besé profundamente y abrazados dormimos hasta la noche.
Fueron realmente unas hermosas vacaciones. disfrutamos sexualmente y como personas nos acercamos uno al otro. Mi tia, ahora viaja a mi ciudad de vez en cuando. la verdad que lo hace cada vez que se le moja la concha. como ella dice: sobrino, te veo y me mojo.