Sobrevivir a un matrimonio sin sexo

Alza la vista y me suelta… “Tú eres de esos hombres que le gusta mirar, no te avergüences en admitirlo, no hay hombre que no le excite ver cómo le comen la polla, tu mira y disfruta”.

Sobrevivir a un matrimonio sin sexo

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea mediamente al mismo portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias. Esto que os voy a relatar, debo deciros que me ocurrió hace tres años al menos, una época que no está tan lejos como la actual, donde el sexo con mi mujer es escaso por no decir nulo. Por esta causa acudimos a una psicóloga y sexóloga, la cual nos indico que la falta de relaciones sexuales en una persona puede deberse, fundamentalmente a cuestiones ya sea abstinencia voluntaria o abstinencia involuntaria. Si la abstinencia voluntaria se podría decir que los efectos colaterales son menores, pues la solución normalmente es más sencilla. Pero en cambio, cuando la abstinencia sexual es involuntaria suele ser por causas de fuerza mayor, como una enfermedad ya sea propia o de la pareja, una posible ruptura sentimental, la distancia ya sea por motivo laboral u otras razones, etc. En este caso, ya habría que indagar otros caminos que podría llevar más tiempo, pero que piensas que quizás que está llegando a la menopausia, pues no desea relación alguna, ni tan siquiera una caricia o morreos. De esas que la vez desnuda y hasta se molesta, de esas que te dice...

  • "De esto te olvidas pervertido degenerado".

Llevaba dos meses... puntualizó... tres meses sin sexo, donde se podría decir que tenía callos en las manos, bueno bromas aparte, tenía mis otras relaciones. Pero esa vez fue de tantas que buscaba una atención femenina, atención que en casa no tenía, pasándome por la cabeza buscarla fuera. La primera vez con esta mujer fue casual, fue de esos días que, tras haber realizado mis ventas, me dio por acercarme a una tienda/comercio tipo Outlet. Cuando una chica llamo mi atención, aunque la vi continúe girando y tomando la calle de acceso al Outlet, deteniéndome un poco antes. Lo reconozco en mi cabeza estaba esa chica, no era nada del otro mundo, me llamó la atención porque era de color. Gire y fui en su busca, allí estaba ella como si supiera que iría en su búsqueda. Me acerqué y tras saludarla, le pregunté...

  • “¿Cuál es tú tarifa?”.

Ella sonriente, me contestó...

  • "Anda chiquillo que directo eres, así suena muy frio con lo caliente que soy, pues mira… una pajilla te sale a 10€, una mamada por 20€, mamada y cubana 25€ mamada y magreos de pechos por 30€, y 40€… media hora donde entra de todo, todo un completo que me follas como quieras".

Acabando por solicitar la mamada, preguntándole...

  • "¿Dónde?".

Me mira sonriente y responde…

  • “Veo que vienes con prisa, mira me monto en tu coche y te indico, vale…”.

Ella metiéndose en mi coche me indico el dónde, pues me indico que lo podríamos hacer en una explanada cercana. Explanada que estaba a una calle, deteniendo el coche y tras esta pedir que me la sacará, cosa que hice. Solté la hebilla del cinturón, desabotona el botón de mi pantalón, bajé la cremallera y saqué mi flácido miembro, disculpándome precisamente de cómo estaba...

  • "No hace falta que te disculpes, normalmente suele ocurrir en la primera vez que acudes a una prostituta, también debes de pensar que quizás no era tu intención acabar conmigo, o esa posible culpa por ser infiel a tu mujer".

Comenzando ella a acariciarme con esa mano, caricias suaves cuya mano tersa, desprendía calidez. Sorprendida al tocarme, me soltó...

  • "Veo que vas depilado, me gusta y encima estas limpio, sabes que pocos hombres van así".

Acabando por inclinarse y comenzar coger con su mano derecha mi flácido miembro, ¡comenzando por besarlo y lamerlo hasta la base… uuummm!!, lamer y mordisquear suavemente a modo de muerdos mi tronco… ooohhh!!, poco a poco sin prisa e intentar magrear mis diminutos genitales. Viéndola incómoda y quizás poco a gusto conmigo, acabando por decirle...

  • "Mira creo que mejor será que lo dejemos, no te veo a gusto, quizás desilusionada, mira mejor será que te pague el servicio y me marchó".

Decirle y continuar en un tono pesimista…

  • “No eres la primera que pone esa expresión, mi mujer es la primera… por ejemplo, bueno eso y algunos comentarios que acabas por bajarte la erección, tanto que a veces sales traumatizado”.

Acabando está por detenerme, soltándome...

  • "¿Que me vas a pagar, sino he echó mi trabajo?, además no estoy desilusionada ni nada por el estilo, sino más bien incómoda por la postura, pero ahora que lo dices… sí que me ha molestado eso que dice tú mujer de ti, quizás yo no te de amor, pero si demuestro respeto".

Dijo y continuó...

  • "Mira vamos a hacer una cosa, vamos a salir del coche y te vas a sentar donde estoy yo… vale. De manera que yo pueda comértela arrodillada que estaré mucho más cómoda".

Cosa que hicimos, salimos del coche, cerrando mi puerta y encaminarme hacía el otro lado, fui a sentarme en el asiento del copiloto, cuando está mujer me detuvo un momento, no siendo para otra cosa que tirar de mis prendas hacia abajo. Luego me senté con mis nalgas desnuda sobre el asiento, comenzando está a lamer con más ganas, despertando poco a poco mi miembro. Introduciéndose lo en su boca y darme cuenta de la habilidad de su lengua, lengua y labios que hizo que mi morcillón miembro pasará a efectuarse, consiguiendo como en minutos tuviera mis catorce centímetros. Cosa que nuevamente, avergonzado me disculpé del tamaño, respondiéndome esta mujer...

  • "No la tienes pequeña... no sé quién coño te habrá dicho eso, aquí la experta en saber de tamaños… soy yo, te puedo asegurar que la tienes de tamaño normal, yo sí que he visto pollas pequeñas, tanto que me ha bastado dos dedos para cogerlas".

Continuando algo molesta…

  • “Debería saber tu mujer… que una polla grande tampoco da el placer que tanto piensa, pues como tenga una vagina estrecha o pequeña más que placer le hará daño, no disfrutando para nada”.

  • “Tendría que saber que el tamaño no es todo, sino más bien el grosor, pero lo que más importa es la manera de moverse del hombre, el trato que dé, las caricias, besos, la lengua, la ternura, la pasión… todo eso que una mujer necesitamos”.

Fue decir eso y está continuar chupando, mamando y masturbándome… uuummm!!. Ver como coge mi miembro con su mano derecha, echarla hacia un lado y posar su boca en mi glande, ¡besar y darle un par de muerdos… uuuffff!!, deslizando lentamente su lengua a lo largo de mi tronco descendiendo hasta mis genitales… ooohhh!!. Alza la vista y me suelta…

  • “Tú eres de esos hombres que le gusta mirar, no te avergüences en admitirlo, no hay hombre que no le excite ver cómo le comen la polla, tu mira y disfruta”.

Esta recorre con sus labios primero todo mi tronco hasta mis genitales, ascendiendo y volver a descender pero en esta ocasión utilizando su lengua… uuuffff!!. Sonríe pícaramente, sopla sobre mi glande y toma mi tronco nuevamente con su mano, mano que discurre suavemente hasta la base, soplando al mismo tiempo y dejando que notara como su aliento está caliente. Volviendo a soltarme…

  • “Vez como estoy de caliente, te la voy a devorar… uuummm!!”.

Comenzando a cambiar de tácticas, tomándome por mis caderas y tirar de mi hasta dejar mis nalgas a tope del asiento, apoyando mis pies en el mismo coche a modo de poder sujetarme. Esta comienza a besar y lamer mis muslos por la parte interna, comenzando desde medio muslo hasta mis nalgas, tomar de nuevo mi miembro y echarlo a un lado, lamer mis pequeños testículos al mismo tiempo que araña suavemente mi tronco… uuummm!!. Pero eso no me quita mi atención en esa lengua, lengua que lame debajo de mis testículos, zona muy sensitiva que me hace estremecerme al pasarme esta los dedos de su mano sobre mi orificio… ooohhh!!. Comenzando a retorcerme de placer, dándose cuenta lo sensitivo soy por esa zona y dando por hecho que es mi punto débil, pues comienza a chupar y lamer la zona del perineo, ¡alternando su lengua con mi orificio… uuummm!!, observando cómo me retorcía de gusto y escuchándome gemir, soltándome…

  • “Veo que eres un hombre duro… eeehhh!!, calladito te lo tenías cabrón, sabes, otros ya se habrían corrido… ja ja ja”.

Dice y suelta…

  • “Pero bueno, será que vamos perdiendo facultades, ¡quizás habrá que cambiar de táctica… uuummm!!”.

La miro a los ojos y me asusto, sonriente nuevamente me mira, no es una mujer guapa y menos atractiva, pero quizás ese color de piel es lo que me ha atraído de ella, pues también es verdad que me atrae lo diferente. Veo como lame una vez tras otra mi tronco, acabando en una atragantada de mi glande y hacerme sentir las estrellas… uuuffff!!. Tomo mi miembro con una de sus manos… estrujándolo al mismo tiempo que siento como la otra, no deja de juguetear con mi orificio anal… uuummm!!. Momento en que por glande comienza a salir líquido, líquido que no es otro que precum, ¡recogiéndolo con rapidez y ver como lo esparce por mi orificio… uuummm!!, lengua que lame e introduce la punta por mi orificio… ooohhh!!. Lengua que aparta y que continua con uno de sus dedos, retorciéndome de placer, sintiendo oleadas de escalofríos, ¡incluso convulsiones al sentir su segundo dedo… uuummm!!... aaahhh!!. Notándome como mi polla vibra y con rapidez, esta se introduce mi polla en su boca, manteniendo mi miembro dentro, moviéndose lentamente, deslizando sus labios de arriba y abajo por mi polla como si estuviera follándome… uuuffff!!.

Momentos en que le hago saber que me voy a correr, claro está no me aparto, no pudiendo aguantar más y descargo, no soy de los que descarga mucha cantidad de semen o al menos normalmente. Pero quizás ese día fue diferente, quizás fuera por la cantidad de tiempo que no me corría, pues esta mantuvo su boca en mi polla, mientras no dejaba de masturbarme… como si me estuviera exprimiéndome. Dándome cuenta que no tragaba, pues pude notar como se escurría por mi tronco, pensé que esta dejaba que mi corrida se derramara en su boca para dejar que se deslizara, sensación sumamente excitante. Pues luego se dejaba caer al tiempo que se introducía mi polla en mi boca, sacándola al tiempo que sus labios absorbían mi corrida, atragantada que de un par dejo mi tronco limpio y mis pequeños genitales vacíos… uuuffff!!. Sonriente se levantó, quejándose un poco del dolor de rodillas, cosa que no me extrañaba dada la postura, pero menuda mamada me ha dado… pensé, esta zorra se merece su dinero y mucho más. Le pedí una vez más disculpas por haberme corrido, respondiéndome está...

  • "No te disculpes... este es mi trabajó, además no eres de los que descargas una gran cantidad de semen, apenas as soltado tres chorros".

Tras montarla en el coche la lleva donde la recogí, conversando en relación con el tamaño de mi miembro, donde ella me dijo…

  • “Mira no te obsesione con eso, yo te puedo decir que las he visto de todos los tamaños, pues precisamente a lo que me dedico es lo que me queda, teniendo que hacer disfrutar al cliente tenga lo que tenga”.

  • “Te puedo decir que los he visto tipo ‘micropene’… de esas que mediría entre dos y cinco centímetros, también las he visto de esas que dicen ‘pequeña’ y que miden de seis y a diez centímetros”.

Coge y me pregunta si puede encender un cigarro, ofreciéndome uno al haberle dicho que podría, continuando está la explicación tras la calada…

  • “Luego el tamaño ‘normal’ y que estas las ve entre doce y dieciséis centímetros, finalizando con el tamaño ‘grande’ que calculas entre los dieciocho y los veinticuatro centímetros. Pero no pienses que de estas veo muchas, pues te diría que la verdad veo pocas”.

Tras dejarla donde nos encontramos, me despedí de ella y agradeciéndome el placer obtenido, despidiéndome de ella hasta otra, cosa que está me respondió...

  • "Eso espero".

Tuve un segundo encuentro, pues la verdad es que fue tal la experiencia con esta prostituta que deseaba repetir, no pasando mucho más de dos semanas cuando fui a buscarla, llevándole la disolución al no verla. Mi primer pensamiento fue que la haya detenido la policía por prostitución, llegando a buscar culpable por cualquier transeúnte que la haya denunciado, pero luego pensé que quizás haya ido otro a pedir sus servicios, cosa de lo más lógica. Marchándome y volviendo a aparecer el viernes, encontrándome a esta mujer de color, cuyos pechos y culazo me atraen, pero no tanto como esa boca de lujuria que posee. Pues eso, fue acercarse y claro está, está no reconoció el coche, quizás seamos tantos los que solicitamos de sus servicios que es algo normal, bueno sigo. Se me acerco y se inclinó hasta apoyar su brazo en la ventanilla, fue cuando me reconoció y tras preguntar como estaba, me pregunto…

  • "¿Qué buscas hoy?, una mamada como la vez anterior o quizás quieras hoy algo más”.

Dijo sonriente, cuyos labios están en mi mente como se moldeaba a mi polla… uuummm!!. Acabando por responderle…

  • “Pues la verdad es en mi mente venia por una mamada como la del otro día”.

Pero después del tiempo que esta dedico en proporcionarme placer, pienso que quizás debería de llevarse algún extra, no pensándomelo mucho y tras fijarme en sus enormes pechos. Cojo y le suelto…

  • “Pues mira, ahora que lo dices y viendo tus pechos, me atrae la idea de una cubana, pero para eso ya que estamos, esas las deseo magrear, por lo que voy por el servicio de 30€ ".

Volviéndome a mirar sonriente, me suelta…

  • “Pues no perdamos más el tiempo, vámonos a nuestro nidito, no hace falta que te indique donde… verdad”.

Fue ella meterse en mi coche, poniéndome en marcha, conduciendo hacia ese lugar donde nos pusimos la vez anterior, lugar de esa explanada. Y mientras conducía, está no perdía el tiempo, pues comenzó a bajarme la cremallera del pantalón, intentando introducir su mano dentro de la bragueta, cosa que no pudo y opto por soltar la hebilla, continuando por desabotonar el botón de mi pantalón. Acabando por sacar mi miembro, acariciándolo a todo lo largo, escupiendo en su mano y volver a cogérmela, apretando mis testículos, soltándome…

  • “Uuuffff!!... nene como vienes hoy, no va a ser falta hoy levantártela… eeehhh!!, pero no quiero que te corras pronto… eeehhh!!”.

Mano que desciende de mis testículos hacia mi perineo y finalmente en mi orificio, presionando con uno de sus dedos y soltarme…

  • “Presiento que hoy vienes bien limpito… eeehhh!!, pero seguramente más a fondo que la última”.

No comprendo la verdad a que se refiere, no echándole cuenta acabo por detener mi coche junto a un árbol, aprovechando que su frondosa copa nos cobije de algún helicóptero. Antes de salir del coche coge esta y bajándose el escote, me enseña sus pechos animándome a cogérselos, ¡cosa que hago con gusto… mmm!!, magreándoselos primero y chuparles sus grandes pezones después… uuuffff!!. Acabando por salir ambos del coche, yo caminando hacia el otro lado, bajándome los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos y sentarme, pero sentarme lo más al filo del asiento. Esta comienza, casi repitiendo los pasos de la anterior vez, pienso que para que molestarte en cambiar cuando funciono. Comienza alternando beso con muerdos desde medio muslo y por la parte interna, alterna beso suaves con muerdos hasta mis genitales, lame estos y los empapa en babas… uuuffff!!. Asciende por la base de mi miembro por el tronco hasta mi glande, levanta la vista y pendiente que no pierdo detalle, deja caer su boca ardiente engulléndosela por completo… ooohhh!!. Cuyos ojos le muestro una mirada de placer al tiempo de mala leche… uuuffff!!, esta saca mi miembro de su boca y sonriente juguetea con mi glande, deslizándolo por sus labios, dándome algún que otro muerdo en mi capullo… ooohhh!!. Echándolo hacia un lado para descender de nuevo hasta la base, continuado chupando hasta mi perineo que me da una buena ración de lengua… ooohhh!!. Volviendo a levantar la vista y con una mirada perversa, no pierdo detalle como escupe sobre mi orificio, saliva que recoge con su lengua y me hace sentir el placer de la yema de esta… aaahhh!!, retorciéndome de placer sobre el mismo asiento… uuuffff!!. Preguntándome…

  • “Voy bien”.

Creo que la expresión de mi cara le tuvo que contestar, pues sonriente baja el rostro, volviendo a sentir su lengua en mi orificio y como en escasos minutos, esta se ve ayudada por uno de sus dedos… ooohhh!!. Percibiendo está, como mi miembro comienza a vibrar, comenzando a soltar más líquido preseminal que al inicio… ooohhh!!. Cogiendo e introduce un segundo dedo… uuummm!!, dándose cuenta de que para nada hay dificultad al introducirlo, no habiendo tampoco queja o impedimento por lo que los meta… aaahhh!!, dando por hecho que aquello de nuevo tiene poco y sobre todo, dando por sentado que aquello me gusta y disfruto… uuummm!!. Mirándome con maldad e incluso podría decir que deseo, mientras me penetra con dos de sus dedos al tiempo que con su otra mano me masturba… uuummm!!. Comenzando a emitir un sonido de placer al tiempo que le hago saber que pronto me correría, cosa que ella se detiene, apartando su mano de mi miembro, pero no los dedos de mi orificio, debo confesar que me dejo extrañado y perplejo.

Coge y se acerca, besando mi glande, ¡posando sus labios en este e introducírselo como si se tratara de un helado… uuuffff!! (un galipo… para entendernos). No dejando de penetrarme con sus dos dedos, dedos que entran y salen de mi orificio muy lentamente… ooohhh!!, comenzando a acelerar poco a poco… uuuffff!!. Continuando a penetrarme de una forma frenética con sus dedos al tiempo que me follaba con su boca, sintiendo escalofríos y entre convulsiones acabe por correrme en su boca, no dándome ni tiempo de avisarla. Esta trago sin dejar de succionar, trago y chupo mi flácido miembro, dejándomelo bien limpio, eso sin dejar de introducir sus dedos en mi dolorido orificio… uuuffff!!. Le pedí disculpas por haberme avisado antes de correrme, respondiéndome está...

  • "No te preocupes, como te dije el otro día... este es mi trabajó ".

No quise mirarla a la cara pues me sentí avergonzado, no por haberme corrido o cualquier otra expresión, sino por evidenciar mi placer por mi orificio anal. Esta solo sonreía mientras se limpiaba sus dedos, ayudándome a colocarme mis calzoncillos y mis pantalones, dándome alguna que otra palmada en mis nalgas seguida de una sonrisa perversa. Luego más de lo mismo, tras montarnos en el coche, conduje hasta donde la recogí, despidiéndome de ella hasta otra, cosa que ella me nuevamente respondió...

  • "Ya sabes dónde me tienes, pero quizás tengamos que buscarnos un lugar donde llamemos menos la atención".

Antes de despedirme, debo deciros que he tenido un tercer y cuarto encuentro, donde comenzó a instruir cosas nuevas, comenzó a indagar que me gusta y que estaba dispuesto a soportar, pero bueno eso ya depende de vosotros si lo queréis saber. Espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, pues no todas las prostitutas de la calle son malas, sucias o cualquier otro adjetivo que os pase por la cabeza. Espero vuestros comentarios, pero no me seáis muy crueles, aquí tenéis mi email de contacto es, lógicamente va todo junto… Jhosua 1974 @ Gmail . com