So much for a sweet revenge parte 3

Estaba en medio del que sin duda era uno de los mejores besos de mi vida, cuando un ruido infernal nos hizo sobresaltar y separarnos mirándonos sorprendidas.

gracias a tod@s por sus comentarios y por haber leido, espero les guste para continuar y tendre muy encuenta las criticas para mejorar.

El sábado por la mañana (día sin clases en la universidad, yay!!!) me encontraba deliciosamente dormida cuando el comunicador me despertó con ese molesto sonido, odio ese sonido, es como el aleteo de un insecto gigante…y yo odio los insectos en todas sus formas y tamaños.

Como pude me levante medio dormida tratando de mantener el equilibrio y no tropezar con nada que se pueda caer y quebrar, tome el comunicador – diga – mi voz aun sonaba ronca y adormilada.

  • Ana…ábreme que me congelo – como no reconocer esa voz? Era Erika, de inmediato mi corazón empezó a saltar como loco dentro de mi cavidad torácica, mis manos temblaban y no precisamente de frio, mis nervios se veían reflejados en cada movimiento de mi cuerpo.

Calma Ana…calma…es solo Erika, tu amiga desde la infancia...no te puedes poner así de nerviosa por ella –

presione el botón que abre la puerta principal del edificio, abrí la puerta de mi apartamento y me dirigí de nuevo a mi cama, Erika decía la verdad, esa mañana estaba haciendo bastante frio, la lluvia azotaba la ciudad y no daban ganas de levantarse de la cama.

Cuando por fin estaba bajo mis cobijas de nuevo sentí la puerta de mi apartamento cerrase y unos pasos que se dirigían a mi habitación, levante la vista hacia la puerta de mi cuarto y me encontré con una Erika que se quitaba una chaqueta empapada, al igual que sus botas y luego sus pantalones, quedando solo en panties y camisa, sin si quiera pedir permiso, camino a paso rápido hacia mi cama, levanto mis cobijas y se metió en ellas, pegándose lo más que pudo a mí.

-  AHHH!!!...estas helada. – exclame al sentir el contacto de su piel con la mía.

  • claro que estoy helada, me empape de camino a verte…estúpida lluvia, venia en mitad de camino, cuando empezó a llover a cantaros. – dijo con voz temblorosa, la verdad parecía tener mucho frio. – ahora mi ropa esta empapada y yo al punto de morir de hipotermia.

  • eres una llorona, y una mimada – le dije riendo, y ella me miro con fingida ofensa, que no duro mucho, pues al instante una sonrisa se formo en su rostro

  • jajaja…pero solo un poquito –

  • si claro…lo que digas… ¿qué hora es?

  • Mmm son las 9:30 am – dijo mirando el reloj de la mesita de noche, que estaba a su lado.

  • Dios!!! Y se puede saber porque me despertaste a esta hora de la madrugada??? –

  • Uy!! Ahora quien es la mimada? – dijo riendo de nuevo. – bueno, la verdad quería ir a un lugar…pero creo que ahora no se podrá…estúpida lluvia!!! – hizo una carita completamente adorable, de esas que te dan ganas de abrazar hasta que los ojos salgan de sus orbitas…bueno...no tanto así, pero ustedes entienden.

  • Bueno…podríamos dejarlo para otra ocasión, cuando no llueva? –

  • No es como que tenga otra opción…pero bueno, ya que la lluvia daño mi plan, y tu pareces que aun estas medio dormida, mejor durmamos, mira que me levante temprano para nada. – y diciendo esto, se acomodo cerca de mí, más de lo que ya estaba, se abrazo a mi cintura, y cerró los ojos quedando dormida al instante.

Esta de mas decir que la situación me ponía bastante nerviosa, además de no podía evitar mirarla, se veía tan apacible así, quien la viera así, nunca pensaría que es ese torbellino que normalmente es cuando esta despierta, esa mujer que no se puede quedar quieta ni un solo instante. Verla tan apacible, permitía ver toda su belleza, su boquita pequeña de labios rojos y carnosos, su nariz es respingada y pequeña, su piel es blanca, supongo que debido al clima de Suecia, su cabello en extremo oscuro, al igual que sus ojos, y su cuerpo...su cuerpo es para morirse. De cierta forma hasta me causa cierta envidia, porque me hace ser consciente de mi propio cuerpo, yo al contrario de Erika, que es muy alta, soy bajita, apenas alcanzo el 1.65, y soy flaca, tal vez mucho para mi gusto, no es que sea anoréxica, solo muy flaca, y mis senos no son muy grandes…de hecho son pequeños, y mi trasero…bueno eso sería lo único que me salva, pues tengo un trasero bonito, ni muy grande, ni muy pequeño, completamente proporcionado para mi cuerpo, redondo y paradito. Mi cara, bueno mi cara no era una cosa del otro mundo, ojos marrón claro, cabello del mismo color, lo llevo un poco largo y ondulado, pero solo un poco, soy una persona...X?...demasiado común, no como Kathy o Erika que atraen miradas por donde pasan...pero no me tomen como alguien con baja autoestima...solo un poco inconforme…pero no es nada del otro mundo, soy feliz pasando desapercibida, manejando un bajo perfil.

No sé en qué momento me quede dormida, pero cuando desperté, me encontraba sola en mi cama, me levante y mire por la ventana y la lluvia ya había cesado, pero el día seguía frio, me levante fui al baño, me cepille y salí por una taza de café…no puedo vivir sin café, es lo único que me hace mover en las mañanas...o el resto del día en su defecto, me dirigí a la cocina y ahí estaba Erika, solo en camisa y panties - Dios...si es una prueba para medir mi autocontrol, me la estás haciendo muy difícil – pensé al ver esas largas y torneadas piernas, que terminaban en un lindo y redondito trasero, apenas cubierto por unos lindos cacheteros de…Bob esponja??? o.O

  • Hola dormilona, como amaneciste? – me dijo en cuanto se percato de mi presencia

  • Súper y tú? –

  • Mucho muy bien, no sabía que dormir contigo era tan rico – dijo riendo y yo solo me puse muy roja, de seguro parecía un tomate. Y ella al verme, solo lanzo una carcajada.

  • Eres la mujer más penosa del planeta...lo sabías?- me miro con burla

  • No soy penosa, solo un poco tímida – le respondí y aun sentía el calor en mi cara.

  • Ana...es lo mismo…toma – dijo poniendo en la mesa de la cocina un plato con fruta picada y yogurt- me tome el atrevimiento de hace un poco de desayuno - es que moría de hambre. -

  • no te preocupes…por mi puedes venir cuando quieras a hacer el desayuno…Jajaja – me senté y espere que ella también se sentara para empezar a comer - Y se puede saber cual era tu plan de hoy, que decidiste despertarme en medio de la “madrugada”? –

  • Pues quería hacer un picnic, pero ya vez que la lluvia me daño el plan. – dijo comiendo tranquilamente su fruta. – y parece que el clima no va a dejar hacer nada hoy – me miro y se quedo pensativa por unos minutos...qué te parece si vemos pelis todo el día...como cuando teníamos 15 años?...a no ser que tengas planes para hoy -

si claro, mi único plan era quedarme viendo televisión mientras me atragantaba de helado de chocolate, y tal vez llorar un rato, cuando algo me recordara a Kathy”

  • No, no tengo nada que hacer, y para cómo está el día, apenas el plan. – ella sonrió y seguimos comiendo en silencio, pero no uno incomodo, solo un silencio.

El timbre de mi casa me saco de mis pensamientos – debe ser un vecino, el comunicador no sonó – me levante a abrir la puerta, y cuando lo hice, casi me voy para atrás, ahí, parada tan bella como siempre, mirándome con esas hermosas esmeraldas que tiene por ojos, su piel canela, su cabello negro, largo, su olor tan característico…todo su ser era perfecto para mí.

  • Kathy??? – la mire asombrada – que haces aquí? –

  • Ehhh, hola Ana...como estas? – respondió ella un poco...nerviosa?...estaba nerviosa?

O.o...el mundo se está volviendo loco...no, esperen un segundo…debo ser yo”

  • Kathy…que quieres? – pregunte de nuevo.

No quería ser grosera, pero era la única forma de controlarme, cada vez que la veía, recordaba cómo me había roto el corazón, necesitaba ser fuerte, necesitaba no demostrarle cuanto la amaba aun, tenía que ser fuerte para no tirarme ahora mismo y besarla y abrazarla y pedirle que nunca más se fuera.

  • Ana por favor…podrías dejar la hostilidad?...solo quiero hablar contigo –

  • No veo de que quieras hablar conmigo…pero está bien…pasa. – me hice a un lado y la deje pasar. – que sea rápido Kathy. – ella entro, pero no tomo asiento, solo se quedo parada cerca de la puerta y mirando el apartamento.

  • Es lindo tu apartamento… - la mire expectante – te acabas de levantar? – la mire confusa, a lo cual ella solo señalo mis piernas.

Yo al igual que Erika estaba en panties y camisa….O.O… ”Erika!!! Está en la cocina…en mis mismas fachas...Erika me vio en ropa interior…me voy a morir literalmente de la vergüenza...que Erika no salga de la cocina!!!!”

  • Ana!!! – dijo Erika, asomando su cabeza dese la cocina, que también es el cuarto donde está la lavadora y la secadora...demostrándome así, que mi suerte era poca...o a decir verdad...nada. – metí mi ropa en la secadora, espero no te moleste!!! – su expresión cambio a una de sorpresa en cuanto vio a Kathy – Kathy!!!! Que sorpresa!!! -  se acerco a ella, y le dio un beso, Kathy solo denotaba confusión en so rostro, pero por muy cortos segundos, pues inmediatamente se mostro sorprendida.

  • Erika!!!...no sabía que estabas aquí – dijo mirándonos de arriba abajo.

  • Ah pues sí, no había podido ver a Ana en toda la semana, y no me aguantaba más sin verla, así que aquí estoy…y tú qué haces aquí? –

Alguna vez han estado en una situación incómoda?...pues esta para mí era la situación más incomoda posible, ahora solo faltaba que saliera un enano en ropa interior de mi cuarto, para que el cuadro fuera perfecto.

  • Ah...pues…la verdad, no es nada importante…puede esperar…- se dirigió hacia la puerta – nos vemos luego, que terminen de pasar buena tarde.

Y sin decir mas , Kathy salió del apartamento, dando un portazo tras de sí.

  • Oye?...y como logro entrar al edificio? – pregunto Erika.

  • No lo se...supongo que alguien que iba saliendo la dejo pasar.

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  • Terror o comedia? – pregunto Erika con dos películas en sus manos.

  • Comedia...no soporto el terror – no me culpen, es la verdad. Cada que veo una película de terror terminó teniendo pesadillas por una semana...lo cual se ve reflejado en mis notas.

  • Eres una niñas...pero bueno, comedia será… - con esa eran ya 5 películas que teníamos seleccionadas para ver.

Después de alquilar las películas salimos de la video tienda rumbo a mi departamento, habíamos venido caminando, ya que Erika y yo no nos poníamos de acuerdo en si utilizar mi carro o su moto...bueno en realidad porque yo me negaba a montarme en su moto y la video tiendo estaba a 3 cuadras de mi casa.

Ya en mi apartamento, nos pusimos cómodas hicimos palomitas de maíz y pusimos la primer película…una de drama, a llorar se ha dicho...si también soy muy sensible. Para cuando la película iba en la mitad y yo había gastado la mitad de los kleenex, cuando mire a Erika que estaba extrañamente tierna, también estaba llorando, lo cual me sorprendió mucho, pues Erika no parece el tipo de mujer que llorar con películas de drama, pero no, ahí estaba ella, con unas enormes lagrimas saliendo de sus lindos y ojos negros.

no se por qué, pero la solo imagen de verla llorando hizo que mi corazón de arrugara, se veía en extremo tierna, Erika levanto su mirada para verme y sonrió de inmediato.

  • Odio las películas de drama!!! – su voz estaba llorosa. Yo reí al igual que ella.

  • Pensé que la niña pequeña aquí era yo – le dije en tono de burla

  • Hey!!!! No te burles de mi!!! ,ira que tu también andas llorando!!! – y sin verlo venir, Erika se levanto de su lugar en mi cama y empezó a hacerme cosquillas, a lo cual yo solo trataba de detenerla, pero ella tenía mucha más fuerza y yo no podía casi que moverme.

  • Erika!!!...No!!!...por favor….para!!!...Erika!!! – pro Erika no parecía que iba a parar, así que sacando fuerza de donde no tenia, me levante y logre escapar de ella, con tan mala suerte que perdí el equilibrio y caí de la cama, dándome un golpe en la cabeza, que me hizo ver pajaritos. – AUCH!!!-

  • Ana!!! – grito Erika acercándose a mí, que estaba en el suelo tomando mi cabeza por el lado del golpe, con las dos manos, haciendo presión como si eso pudiera calmar el dolor. – Dios mío!!!! Estas bien? – pregunto preocupada tratando de ver la zona afectada. – déjame ver –tomo mis dos manos y con delicadeza las alejo para poder ver – auch!!! –

  • Así de mal?? – pregunte preocupada ante su cara de preocupación.

  • Bueno, no te está saliendo sangre no nada...pero si te va aquedar un buen chichó - me ayudo a levantar y me sentó en mi cama, luego salió de la habitación y volvió a los pocos minutos con un poco de hielo envuelto en un pañuelo se sentó a mi lado y me lo puso, haciendo presión.

  • Auch!!! – me queje pues me lastimo un poco – oye ten cuidado que aun siento!!! –

  • Lo siento – se disculpo sinceramente y siguió con el hielo en mi cabeza, después de unos minutos ya me sentía mejor, el dolor había cesado un poco y al tocar el chichón ya no se sentía tan grande. – en serio lo siento Ana…todo esto fue mi culpa. – dijo con voz triste y esa carita de niña regañada que ponía a la que no me puedo resistir…soy débil.

  • no te pongas así, era un juego, no es como si me hubieras tirado de la cama a propósito, además yo fui quien perdió el equilibrio – la mire con ternura – dame esto – le quite el hielo que aun lo tenía contra mi cabeza, puse mi mano en su mejilla y le sonreí – ya...nada paso...ok? – sonrió y se tiro a darme un abrazo, que me puso súper nerviosa, sus manos alrededor de mi cuello, las mías alrededor de su cintura, el delicioso olor de su cabello que se metía por mi nariz, su aroma como tal, su piel tan suave al tacto. El abrazo duro pocos segundos, pero fueron suficientes para darme cuenta todas las sensaciones que despertaba Erika en mí, lo cual era ridículo pues nos habíamos visto muy pocas veces desde que regreso, dos para ser exacta, pero aun así, sentía toda aquella multitud de sensaciones a las cuales no sabía ponerles nombre...o si sabia pero no me negaba a creerlo.

Erika se quedo mirándome fijamente con una mirada que no sabría como describir, su rostro mostraba una seriedad que nunca antes había visto en ella, y hasta llegue a creer que había descubierto todo lo que provoco en mi con ese solo abrazo, pero para mí alivio su boca se curvó hacia un lado, mostrándome una media sonrisa, se acerco lentamente y me dio un beso en la mejilla, que duro más de lo normal, se separo un poco y para mi sorpresa me dio otro beso en la mejilla pero esta veza más cerca de mis labios, me estremecí de nuevo, me encontraba confundida, pues el comportamiento de Erika me parecía desconcertante pero no quería que se detuviera, el tercer beso me lo dio en la comisura de los labios, sus ojos estaban cerrados y se veía extremadamente sexy, se alejo un poco y de nuevo se acerco despacio, tan despacio que era desesperante, cuando sus labios tocaron los míos cerré los ojos y sentí que algo estallo en mi pecho (no...no era un infarto ) una corriente eléctrica recorrió toda mi columna y viajo a través de mi cuerpo, sus labios se movieron con lentitud con los míos que no dudaron en  corresponderle, sus labios eran suaves dulces delicados, me besaba con sutileza como si tuviera miedo a lastimarme, sentí su mano en mi mejilla y no dude en poner mis manos alrededor de su cintura y acercarla a mí, estaba en medio del que sin duda era uno de los mejores besos de mi vida, cuando un ruido infernal nos hizo sobresaltar y separarnos mirándonos sorprendidas. Me levante y camine con prisa hacia el aparato que no dejaba de hacer el molesto sonido, que en estos momentos odiaba más que nada, lo tome y conteste con cierta molestia.

  • diga! – Pero nadie respondió – hay alguien ahí? – pregunte aun más molesta.

  • Ana...soy yo Katherine…necesito hablar contigo… y no puedo esperar -