So much for a sweet revenge 11

Al abrir los ojos para inspeccionar que pasaba, unos ojos verdes y centelleantes por la furia me miraban desde la entrada del cuarto.

No tengo como disculparme ni excusarme por haber dejado de publicar por tanto tiempo...fue una mezcla de falta de tiempo, mi novia y faltade inspiracion o bloqueo para seguir con la historia, pero prometo terminarla como sea,,,,asi sea que suba el ultimo capitulo en el año 2021....XD

Cap 11

Erika.

o¡¡¡ un koala!!! ¡¡¡Mío, mío!!! Yo lo quiero – ábreme la puerta – O.O! WTF?? ¿El koala habla...con la vos de pablo? – ábreme la puerta…es tarde – me decía el koala estirándome la mano. Estaba sentado en un árbol no muy alto y me miraba amistosamente.

  • ¿tarde para qué? o.O – le respondí asombrada

  • ¡¡¡oigan...abran!!! – decía el koala y unos fuertes golpes resonaron.

  • koala….me estas asustando...-

  • ¿¿¿koala??? – esa era la voz de Ana... ¿Ana?, entonces todo se desvaneció y entre abrí los ojos  para encontrarme en frente de Ana que estaba sentada en la cama y mirándome con curiosidad y tal vez un poco de susto – ¿koala me estas asustando? – pregunto de nuevo esperando una explicación…termine de abrir mis ojos y sentarme, mire a mi alrededor y recordé todo lo de la noche anterior..., el bosque, el susto que nos dio mi primo, Ana un tanto ebria pidiendo que me quedara a dormir con ella.

  • ¡¡¡abran ya!!!…es tarde, tenemos que salir dentro de una hora si queremos llegar antes del anochecer – volví a escuchar la voz de mi primo, que tocaba insistente la puerta...ahora todo tenía sentido...

  • ya vamos pablo… - respondió Ana y entonces los golpes en la puerta cesaron y sentimos como caminaba alejándose de la habitación, Ana volvió a dirigir su mirada hacia mi.- ahora si explícame...¿¿¿koala??? – pregunto curiosa.

  • ni preguntes...tuve el sueño más bizarro de la historia...un koala que hablaba como pablo y quería que abriera… - Ana de nuevo me miro con una expresión extraña, como si acabara de escuchar algo sin sentido (que era lo que acababa de escuchar) sonrió y se levantó sin decir nada más. La imite, me puse mi pantalón, pues había dormido con la camiseta del día anterior y en panties, me acerque a Ana que estaba en el closet sacando su maleta y morí en ese instante, al tener que sacar su maleta se inclinó sin flexionar las rodillas y dejo a mi vista su lindo y redondito trasero…no hace falta decir que me quede como idiota mirando…

  • si quieres le tomas una foto...dura más – respondió divertida irguiéndose con la maleta en sus manos y volteando a mirarme con una sonrisa en su rostro – eres una pervertida Erika  - su reacción puso una sonrisa en mi rostro, su actitud...parecía que algo había cambiado en ella...parecía menos tímida???...

  • jajajaaja lo siento...tienes un lindo trasero, no pude evitar mirarlo…no es un delito – respondí aun con mi sonrisa, siguiéndola con la mirada mientras ella se acercaba a la cama para después poner la maleta abierta encima de esta.

  • ¿no es un delito? – Dijo mirándome con burla – pues he escuchado que a eso se le llama acoso –

  • ah...¿te sentiste acosada? –

-...,y hasta un tanto violada – dijo carcajeándose al final.

  • jajajajaja me haces parecer criminal! – le dije caminado hacia ella y sentándome al lado de su maleta – estas hermosa hoy – le dije de la nada y su rostro se tornó rojo, me miro con una sonrisa tímida y luego bajo su mirada. Me pare quedando a su lado, tome su rostro con una mano y la hice mirarme de nuevo. – ¿puedo darte un beso? – no respondió, solo me miro detenidamente por unos segundos, sus ojos parecían más claros, esa sonrisa tímida que me encanta se asomó de nuevo en sus labios, se acercó lento...demasiado, paso sus manos por mi cuello y pego sus labios a los míos, la abrace por la cintura para acercarla más y me deje llevar por el sinnúmero de sensaciones que producen los labios de Ana en mí. sus labios suaves se movían al ritmo de los míos, atrapándolos y succionándolo para luego rosarlos suavemente con su lengua, me sentí salir de este planeta, definitivamente nunca nadie me había besado como Ana.

pero como todo lo bueno tiene un fin...o en mi caso, un primo escandaloso y neurótico que lo interrumpe, estando en medio del que sin duda está entre los mejores 5 besos de mi vida, unos fuertes golpes en la puerta nos hicieron sobresaltar y separarnos.

  • se nos va a hacer tarde! – grito desde el otro lado de la puerta.

  • si pablo! Ya sabemos! – respondí con rabia por la interrupción.

  • ¡entonces apúrate que no has hecho tu maleta! – replico de nuevo.

  • que si pablo! – respire profundo, y sentimos como se alejó de nuevo. – debería arreglar mi maleta como dijo pablo – le dije a Ana que seguía estando a centímetros de mí, y eso solo hacía que quisiera seguir besándola, pero no podía, así que muy a mi pesar tome distancia, la mire a los ojos, tome su mejilla con mi mano derecha y le sonreí, ella me devolvió la sonrisa y se acercó a darme un pequeño beso en los labios, apenas un roce.

Me dirigí a mi habitación y arregle mi maleta…bueno, es mejor decir que puse la ropa adentro y ya, nunca he sido muy organizada en esas cuestiones, si entran en mi closet podrían perderse en el...algo así como un portal...pero no a Narnia, más bien a Mordor.

40 min después ya tenía mi maleta “lista” y me había arreglado yo también, esperaba a en la sala con Sara  y Laura, pues Pablo y Ana aun no estaban listos.

-          Y….¿cómo te fue ayer? – pregunto Sara

-          ¿Cómo me fue de qué? – le respondí sin saber exactamente a que se refería.

-          Pues a tu conversación con Ana, ¿Qué tal todo? – respondió Laura. Las mire sin saber que decir en realidad, si había hablado con Ana, pero no habías resuelto mucho, y también me parecía incomodo discutir el tema con Sara, no quería lastimarla, aunque ella haya sido la principal promotora de que ahora Ana y yo tengamos….tengamos….¿que tenemos? Definitivamente debemos hablar y aclarar el tema.

-          Bueno…no sé, aun debemos hablar y aclarar algunas cosas, por ahora la verdad no sé cómo estamos. – respondí sin dar muchos detalles.

Antes de que pudieron preguntar más, Pablo y Anie llegaron a la sala por fin listos, así que sin tardar más, nos apresuramos a partir de nuevo a la ciudad. Pablo, Laura y Sara, iban en el carro de pablo, yo me fui con Anie, tenía que ir a su casa por mi moto.

Llegamos a la ciudad ya siendo de noche, Anie llevo su carro a su puesto en el parqueadero, justo al frente estaba mi moto parqueada, baje del carro al igual que Anie, y me dirigí a mi moto, mis cosas las había llevado pablo, Anie cerro su carro y fue detrás de mí, saque mis llaves, y antes de subirme mire a Anie, ella me sonrió, no sabía que decirle, estaba sin palabras, no quería despedirme, no sabía cómo...estaba nerviosa?...creo que sí.

-          Oye… ¿quieres subir? – me pregunto antes de que pudiera decir nada. Sonreí tímida…y asentí en respuesta – ven, vamos – tomo mi mano y espero a que bajara de la moto, sin soltarme tomamos el ascensor y subimos en el. –¿ quieres algo de tomar? – pregunto cuando ya estábamos dentro de su apartamento.

-          Si…un poco de café estaría bien. – le dije y camine con ella hacia la cocina. puso a hacer el café y mientras ella se sentó en el mesón de la cocina y solo me miro.

-          ¿Necesitamos hablar…sabes?-

-          Si…lo sé... – no dijo más y sirvió dos cafés. Me entrego uno a mí y luego me tomo de la mano y me llevo a la sala, nos sentamos en el sofá y solo nos quedamos mirando. – ¿que sientes por mi Ana? – le dije mirándola mientras ella tomaba un sorbo de café, no dijo nada...solo me miro en silencio por lo que parecieron horas – Ana, necesito saber…tú ya sabes mis sentimientos por ti…pero yo no tengo idea de que papel juego en tu vida. –

-          Erika… - dijo por fin después de unos minutos más – desde que llegaste todo ha sido raro entre tú y yo…le diste vuelta a todo mi mundo y no tenía idea de cómo enfrentar todo eso…las cosas que han pasado entre tú y yo me han confundido demasiado…- volvió a quedarse callada.

-          Eso no responde mi pregunta. – dije al ver que no decía nada aun.

-          Erika…tú me gustas…me gustas mucho, y te quiero demasiado, has sido mi mejor amiga desde siempre y aun estando lejos estuviste conmigo cuando paso lo de Kathy…pero ahora no podría darte otra respuesta diferente a esa…estoy demasiado confundida...cuando estoy contigo me pongo nerviosa, no sé qué decir y me dan ganas de besarte...pero no sé en realidad que siento por ti…-

Ana.

Quería ser lo más sincera posible con Erika, se lo debía después de que ella lo fue conmigo, era lo más correcto, y no podía mentirle diciendo que sentía algún tipo de enamoramiento por ella cuando no lo sabía, y aunque ya había tomado la decisión de alejarme de Kathy no podía negar que ella seguía teniendo un lugar muy importante para mí...,la seguía amando y eso no podía evitarlo así se comportara conmigo como una verdadera perra.

La cara de Erika lo decía todo, tenía sus ojos húmedos, aunque la lagrimas no mojaban aun su rostro, tenia de nuevo esa expresión de tristeza y de nuevo era causada por mí, no fue capaz de mirarme por mucho tiempo, agacho su mirada y vi como dos lagrimas cayeron de sus ojos mojando su jean, casi las vi caer en cámara lenta…las vi dejar dos pequeñas marcas redondas en la tela del jean, y no podía creer que estuviera haciendo esto…pero era lo correcto.

-          Sigues amando a Kathy… - dijo sin levantar su mirada, con una vos apagada y casi inaudible.

-          No lo sé…si la amo…pero no…es difícil definirlo, ella…ella tiene un raro control sobre mí, me es difícil negarme a lo que me pide, y siento mi corazón queriendo salir de mi pecho cuando estoy junto a ella… - seguía sin mirarme – pero sé que me hace daño y decidido alejarme…lo entiendo…no puedo seguir con lo que sea que tengamos… - el silencio se apodero de nosotras después de mi confesión, ella seguía con la mirada al suelo y yo la seguía mirando, acerque mi mano a la suya y la tome con delicadeza, por fin me miro con sus ojitos aun húmedos pero que ya no derramaban lágrimas, me acerque a ella limpie los rastros de lágrimas y organice su cabello. – pero tampoco te voy a negar que despiertas en mi demasiadas sensaciones, y es eso lo que me confunde…no se puede estar enamorada de dos personas…lo se…- sonrió y paso su mano por mi rostro en una caricia que apenas me rosaba.

-          No…no se puede...y lamento ponerte en esta situación…no era mi intención complicarte la vida…pero no lo pude evitar, no enamorarse de ti es un tanto imposible…es tu culpa por mirarme y sonreír de esa manera, aunque debo confesar que estoy enamorada de ti mucho antes de volver a verte…pero no quiero que por eso sientas ningún tipo de compromiso hacia mí, ni que pienses que pretendo forzarte u obligarte a sentir algo por mi… - me dijo aun con su mano en mi rostro…callo de nuevo por unos segundos y luego volvió a hablar – creo que debería irme. – quito su mano de mi rostro y se dispuso a ponerse de pie, pero tome su mano antes de que pudiera hacerlo y la acerque a mí.

-          No te vayas…por favor…no te alejes de mi de nuevo – le suplique – sé que necesito tiempo para pensar y aclarar todo lo que te acabo de decir...pero por favor no te alejes… - me miro sonriendo y solo asintió.

-          Será como quieras Anie…y si al final no sientes más que amistad por mi…yo lo entenderé… -

-          Es más que amistad…eso te lo puedo asegurar. – la interrumpí – solo dame tiempo – de nuevo sonrió y asintió.

Para cuando nos dimos cuenta de la hora era demasiado tarde, era más de la media noche y Erika accedió a quedarse a dormir conmigo, no pasó nada más de un simple beso en la mejilla, dormimos abrazadas…bueno yo dormí abrazada a ella, con mi cabeza entre su cuello y su pecho…sintiendo su olor y la paz que siempre me trasmite.

Debo decir que fue una de las veces que mejor dormí, a pesar de todo lo que rondaba por mi cabeza en ese momento, pero como todo lo bueno no dura, un ruido me despertó, una puerta azotándose y al abrir los ojos para inspeccionar que pasaba, unos ojos verdes y centelleantes por la furia me miraban desde la entrada del cuarto.