SMS traidor

Una chica lleva su movil a reparar y acaba siendo follada por la dependienta y los dos tecnicos.

SMS TRAIDOR

Lorena fue a una tienda de telefonía porque una de las teclas del teléfono móvil a veces fallaba y se quedaba bloqueada pero lo que menos podía esperar era lo que la iba a suceder. Habían abierto una tienda en el barrio, era una tienda pequeña y entró en ella. En el mostrador le atendió una chica rubia de melena casi leonada. Era guapa la chica y tenía un bonito culo además nada anoréxica, tenía sus formas bien redondeadas pero en la proporción perfecta.

La dio el móvil que la chica pasó a la trastienda donde un par de técnicos trabajaban para que le echasen un vistazo y si era una avería pequeña arreglárselo allí mismo en poco tiempo. Al abrirle los chicos vieron que el problema era pequeño y le dijeron a la dependienta que la dijera a la chica que volviera esa tarde a eso de las siete que es cuando cerraban que estaría arreglado. La dependienta se sorprendió porque precisamente a la hora de cierre pero no dijo nada. Cuando Lorena se marchó la explicaron que era que al abrir y enredar en el móvil habían descubierto una serie de mensajes muy subidos de tono y querían si eran ciertos follarsela entre ellos dos y que ella participase.

A Ana casi le da un infarto al oir la propuesta. La verdad es que los dos técnicos eran dos hombres interesantes uno recién pasados los cuarenta pero muy bien conservado y el otro casi llegando a los cuarenta. Los dos iban al gimnasio y tenían bonitos cuerpos y la chica del móvil también era un bomboncito pero aunque ella había tenido fantasías lesbicas nunca había imaginado hacerlo con una mujer y menos de esa forma.

Al final quedaron que era Ana la que tenía que ligarse a la chica y conseguir que entrase en la trastienda para que allí la follasen entre los tres. Se le ocurrió una idea. Lorena fue puntual, llegó a las siete en punto y se quedó observando una estantería con carátulas mientras Ana atendía al último cliente y Luis cerraba la persiana para que nadie más entrara. Lorena se sorprendió pero no pensó mal. El cliente se fue y le tocó su turno. La dependienta le dio el móvil y la dijo que la mandaría un sms para probarlo. Le mandó el siguiente mensaje:

Tienes un culo que dan ganas de abrazarte por detrás, estoy mojada, si quieres pasa a la trastienda y te enseñamos lo que es pasarlo bien.

Lorena puso cara enfadada pero sintió como su coño se mojaba por el sms, pensó en marcharse porque no sabía tampoco quien había en la trastienda y no conocía de nada a esa gente pero como si fuera una autómata entró en la trastienda donde se había metido Ana. En cuanto entró notó las manos de la dependienta que la empujaban contra la pared como si fuera a cachearla y la joven se situó tras ella acariciando y amasando su culo a la vez que besaba su cuello y la levantaba la camiseta. Luego la soltó el cinturón del pantalón y bajó la cremallera para seguido quitarle los pantalones de camuflaje que llevaba.

Estaba a mil, su coño no paraba de decir follarme mientras que su mente la decía ten cuidado. La chica después la cortó las braguitas. Lorena protestó pero ella dijo que la comprarían otras. Ahora se acercaron los dos hombres y la hicieron arrodillar entre ellos y que les bajase las cremalleras y sacase sus pollas. Ella dócilmente lo hizo, sacó las dos vergas, vaya penes eran bastante grandes y apenas podía abarcarlos con su mano. Los besó a los dos en el glande y jugó con la lengua en el frenillo y alrededor de los capullos de los dos. Enfrente de ella la otra chica se bamboleaba en un sensual baile desnudándose y quitándose el vestido que se había puesto para la ocasión un vestido gris con una falda de vuelo por encima de la rodilla. Luego dejó caer las braguitas al suelo y descubrió su coño con solo una tira de vello rubio.

Lorena ya tenía las dos pollas alternativamente en su boca, las masturbaba con la mano para después meter los dos huevos en la boca. Ana se arrodilló frente a ella y la hizo soltar las vergas para besarse con ella a la vez que la acariciaba y magreaba sus nalgas abriéndolas y cerrándolas y oyendo como chasqueaban los labios vaginales de la chica. Luego ella cogió la polla de Fernando y Lorena la de Luis y comenzaron a mamarlas como si estuvieran comiendo un polo de hielo. Las vergas se pusieron inmediatamente duras. Los hombres querían dar otro paso Y Luis la cogió y la hizo subir en una mesa y colocando las piernas en sus hombros la penetró.

Por su parte Ana había sentado a Fernando en el suelo y dándole la espalda se había subido sobre su verga y haciendo una ligera presión ésta había entrado en su vagina. La dependienta botaba sobre la polla de Fernando a la vez que Lorena era follada por Luis. Al principio había pensado que semejante polla no entraría en su coño pero ahora llena por completo disfrutaba del falo. Luis la dijo que se la quería meter en el culo y la chica se asustó pero él la tranquilizó diciéndola que la dilataría bien primero. La dio la vuelta sobre la mesa quedando la chica con los pies en el suelo sus pequeños pechos rematados con dos pezones rosados boca abajo y sus dos agujeros expuestos. No tenía Luis lubricante a mano pero cogió un poco de jabón y se lo echó en el ano y lo extendió, al cabo de un rato su dedo pulgar entraba dentro sin dificultad, sacó ese dedo y lo intentó con dos dedos y luego tres. Intentaba que el esfínter quedara muy abierto. Cuando lo tuvo lo intentó con la polla, al primer intento la chica se quejó y tuvo que retirarla pero después volvió y metió la mitad del capullo y estuvo así unos segundos. Con la mano masturbaba el clítoris de Lorena. La chica gemía y jadeaba y tuvo un orgasmo. Aprovechó el hombre para introducir todo el glande y quedarse quieto. Luego sacó y metió el capullo varias veces hasta que la penetración era fácil y en una de las acometidas por la lubricación del jabón y los movimientos pélvicos de la mujer empujó y la penetró por completo. Lorena gritó pero Luis la tapó la boca, el grito enseguida se transformó en un ronroneo y luego en un gemido para finalmente dar paso a un jadeo de autentico goce entre espasmos de placer por sus orgasmos.

Luis se la sacó y la llevó donde estaba Fernando, allí hizo levantarse a Ana y la tumbó en el suelo. La penetró en el coño con gran facilidad a la vez que Lorena montaba a Fernando que también se había tumbado en el suelo y lo cabalgaba como una autentica amazona. Luis follaba con fuerza a Ana pero en movimientos cortos para no correrse. La dio la vuelta y no tuvo tantos miramientos como con Lorena y aunque la penetró con suavidad lo hizo de una vez y sintió como al chica se retorcía al principio de dolor pero como seguía el ritmo como una perra. Cuando notaba que se estaba calentando demasiado se la extrajo a Ana y fue detrás de Lorena sujetando sus nalgas y ensartándola.

Lorena estaba siendo follada por dos penes de considerable tamaño. Ana por su parte situaba su coño sobre la boca de Fernando que lo lamía. Ana besaba a Lorena en la boca, las dos lenguas en una conjunción de lujuria y deseo. Las manos de la dependienta recorriendo las curvas de la chica y bajando con su boca hasta llegar a los pezones los cuales primero besaba, luego rodeaba con su lengua y por último succionaba para deleite y goce de ésta última. Los dos hombres ya no aguantaban más sin correrse. Tanto es así que Luis no pudo reprimirse y le llenó a Lorena el culo de semen y Fernando o imitando o tampoco reprimiéndose hizo lo mismo. La joven se levantó y se puso de pies con la leche cayendo por sus muslos. Ana viciosamente se puso debajo de ella y lamía toda su piel para liberarla de tan dulce néctar.

Siguieron follando en cuanto los hombres se recuperaron y éstos combates amatorios se repitieron bastantes veces más. De hecho, se repiten cada vez que los cuatro o alguno de ellos tiene tiempo. Este es un relato imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com