SMS

Las telecomunicaciones al servicio del placer.

Con un discreto zumbido de teléfono móvil recibo tu respuesta al  mensaje que te envié minutos antes en el mismo momento en que me encierro en el lavabo de caballeros... Encerrado en el cubículo leo " a mí también me apetece " y bajo esas líneas, una foto de tu culo, respingón y deseable, acariciado por tu mano, bajo la ducha...

Mi mensaje decía " voy a acariciarme hasta correrme pensando en tí ". Sin pausa me he desabrochado el cinturón y los tejanos caen al suelo, el grado de excitación que se intuye a simple vista de mi boxer es importante. Me acaricio por encima de la tela, sintiendo como crece mi polla y reprimo un gemido de placer.

Me quito la pieza de tela y mi miembro surge desafiante.

Lo tomo con mi mano derecha mientras con la izquierda me acaricio los huevos, notandolos hinchados. Desplazando el prepucio mi glande se asoma húmedo, las primeras gotas humedeciendolo.

Humedezco mi mano con mi saliva y comienzo a acariciarme mientras contemplo la foto que me enviaste. Me imagino junto a tí, muy pegado a tí, por detrás,  en esa ducha mientras tú tomas mi polla entre tus manos enjabonadas, la acaricias contra ese culo de perfecta curvatura, mientras mi mano te masturba, tal y como imagino que estarás haciendo ahora.

Retuerzo tu pezón izquierdo mientras el movimiento de tu (mi) mano se vuelve más frenético. Levantas una pierna y diriges mi polla hacia tu coño húmedo, cálido, apetecible, rasurado, perfecto. Nuestras lenguas se entrelazan en un baile de saliva frenético, salvaje... Mis manos pasan de tus pezones a tu culo, juegan con tu orificio, acariciándolo... Las sacudidas son cada vez más salvajes.

Un zumbido del móvil me devuelve a la realidad. Eres tú, descuelgo, no digo nada, sabes que no puedo hablar estando aquí, y noto tu risa contenida, consiente de la situación. No me hablas, tan solo escucho tu respiración, agitada, resoplas, demostrándome lo que ya sabía, que estás exactamente en la misma situación. Mi respiración debe sonar igual de agitada al otro lado de la línea. Hablas. Palabras sueltas. "Me"...silencio..."voy"...inspiración profunda, agitada..."aaah"... y un largo gemido en el mismo momento en el que yo siento como se tensa cada músculo de mi cuerpo y me corro sobre tu culo, bajo la ducha...