Sleep my angel - el inicio

El cambio de vida de Eddy, el profesor de contabilidad que decide experimentar el amor de una forma atrevida al conocer y enamorarse de su alumna Amy.

Soy Eduardo Y les contaré la historia de mi dulce niña Amy.

Si bien no soy un hombre apuesto pude conseguir llamar la atención de una jóven de 21 años. En ese entonces tenía 38 años, como decia no soy un hombre apuesto, mido cerca del metro ochenta, soy de piel blanca y no tengo mucho cabello que digamos. Ella era todo lo contrario a mí. Su piel blanca contrastaba muy bien con sus hermosos y grandes ojos azules, su cabello negro y brilloso era lo que más me gustaba. Media un poco más del metro cincuenta - era mi pequeña - sin embargo tenía un cuerpo deseable, unos senos de ensueño que relucian con su diminuta cintura.

En fin, comenzaré por contarles cómo fue que la conocí

Era el primer día de clases, iniciabamos el quinto semestre de la carrera de contabilidad. Conocía a la mayoría de mis alumnos, pues ya les había impartido clases semestres anteriores. Eran las cinco con día y cerré la puerta del aula. Uno de los reglamentos de la facultad es dar solamente 10 min. de tolerancia a los alumnos. Mientras cerraba la puerta pude sentir un ligero empujón a la misma, jalé para ver quien era y ahí estaba, mirandome con ternura y exitación, al aprecer venia cansada de correr para llegar a tiempo a clases.

  • ¿ me permite pasar profesor? - pidió con voz picara

  • adelante - dije en tono serio - pero trate de llegar más temprano la próxima vez

Ella solo asintió y entró al salón sin prestarme más atención, se dirigio a los pupitres y noté como saludaba a varios jóvenes del aula. Como es costumbre el primer día de clases sule ser aburrido, solo presentaciones con los alumnos, no acostumbro a hacer que cada joven se presente pero esta vez algo me llamaba la atención.

Pasaron uno a uno a presentarse ante sus compañeros, Renata, Raúl, Ignacio, Laura, Esther, Myrna... hasta que toco su turno, ese día llevaba puesto un pantalón roto y una blusa sin mangas un tanto floja que combinaba con sus converse negros, su apariencia no era la de la mujer ideal, sin embargo era única.

  • Soy Amy, la mayoría ya me conoce y sabe que me gusta y que no - dijo sin dejar de sonreir, pude notar cierta burla en su rostro, al parecer era la tipica chica problema

  • ¿eso es todo?

  • si profesor, ¿ya me puedo sentar?

  • si no hay más que decir, continuaremos mañana con la clase

Todos salieron hechos polvo, solo ella se quedo guardando su cuaderno, lo que aproveche para acercarme a ella

  • espero no tener problemas con usted

  • no me de tiria y no se los daré - su tono sonaba aun más burlón por lo que no pude dejar de sonreirle

CONTINUARA...