Sleep my angel - 1°

Eddy prueba por vez primera los labios de Amy, quien le demuestra el interés hacía él correspondiendo a su tan necesitado profesor.

El tiempo pasa rápido, un día estás frente a un grupo de jóvenes presentándose ante su nuevo profesor y al otro se están despidiendo. En los últimos días había estado tratando de llamar la atención de Amy de mil formas, a veces las notaba y sonreía y otras solo me ignoraba. Quien me viera comportándome así pensaría que era un adolescente y no un hombre de 38 años. Decía cualquier estupidez estando cerca de ella pero solo me ponía los ojos en blanco.

Tenía mucho trabajo, tanto en la universidad como en el despacho contable en donde trabajaba por las mañanas, y a mi querida ex esposa se le ocurrió la magnífica idea de salir de la ciudad unos días pero no podía llevarse a los niños por lo que tendría que cuidarlos.

No es normal en mi persona un servicio de niñera pero en esa ocasión necesitaba ayuda rápida, por el trabajo no podía estar al pendiente de mis hijos, por lo que necesitaba que alguien los atendiera unas horas, solo en lo que revisaba almacén y algunos exámenes.

Me dispuse a pasar algunos datos de nómina en la laptop mientras llegaba Claudia, mi ex esposa con los niños. No pasaron más de diez minutos cuando llamaron a la puerta.

-hola – dijo la joven con una voz muy familiar – soy la niñera Amy

  • no me diga señorita que usted cuidará a mis hijos

  • si desea me voy

  • no pase- dije mientras la invitaba a entrar a la casa con la mano. Su forma de vestir parecía algo a Chucky, una blusa de manga azul y un overol floreado, debo decir que se veía un tanto ridícula e infantil, pero eso no escondía sus pezones que a causa del viento frío se habían erizado un poco.

  • ¿qué me ve?

Era inevitable ocultar mi cara de imbécil ante tal escena, no podía dejar de imaginar sus pezones creciendo en mi boca.

-lo ridícula que te vez con ese overol

  • joo ¿acaso no ha notado cuán ridículo se ve tratando de llamar la atención de una adolescente?

  • solo trato de llevarme bien con mis alumnos

Si la mirada matara, la de ella ya me hubiese perforado tres veces el pecho, estaba recostada en el sofá y jugueteaba con el control remoto, era algo molesto, no se decidía por algún canal.

-¿dónde están?

  • ¿quiénes? – pregunte sin prestarle mucha atención, el trabajo se me estaba juntando y aun no tenía ni la mitad de las nóminas.

  • los niños  o, acaso ¿usted es el bebé que cuidaré? – su voz burlona me prendía, hacía una especie de juego inocente, sabía que me estaba provocando.

  • no señorita, están por llegar

  • creí que vivían con usted

  • no, ellos viven con su mamá

  • ah ya veo, ¿le ayudo?

  • no, gracias

  • oh! Entonces hagamos algo entretenido en lo que llegan sus hijos, estoy aburrida

  • no puedo, estoy ocupado

Se puso de pie enfrente de mí y tomó mi rostro para que la viera.

-solo unos minutos por lo menos

Le dí un tirón del brazo para acercarla a mí lado, pude conseguir que quedara sentada sobre mis piernas. Su respiración sonaba agitada y no quitaba su mirada intensa de la mía.

Mis manos comenzaron a moverse inconscientemente por su cintura, a ella le agradaba este juego, no se movía solo sonreía. Puse mi mano detrás de su nuca y la empuje hacía a mí. Sus labios abrieron paso a los míos. Nuestras lenguas hacían una especie de danza, tan pronto como nos besamos comenzó a reír, mi mirada paso de deseo a incertidumbre con esa chiquilla quien solo miraba hacia abajo.

-creo que tendremos que hacer algo con eso – dijo mientras señalaba en forma divertida mi gran erección – es un vejete que se prende tan pronto como me toca, ¿qué pasaría si me tiene completamente desnuda?

  • no lo sé, hagamos la prueba

La recosté por completo en el sofá. Mis labios rozaban su cuello, ella no dejaba de acariciar mi cabeza. Desabroche el único tirante del overol que tenía sujeto, levanté su blusa solo para poder apreciar sus redondos y juveniles pechos. En cuanto desabroche el sostén, saltaron como si desearan que los tocara. Mis ansias de morderlos no se hicieron esperar, mientras los chupaba, arqueaba su cuerpo y me aprisionaba aún más a ellos. Cambió de posición, está vez quedó sentada de rodillas frente a mí, bajó la bragueta del pantalón y tomo mi pija, el sentir sus manos hizo que se me escapara un gemido ahogado. Comenzó con suaves movimientos de arriba hacia abajo, jugueteando con su dedo en la punta. Mientras me hacia la paja me concentre en sus senos, los acariciaba y chupaba, para después subir a buscar sus labios. No tardé mucho en correrme, tenía tanto sin hacerme una paja y por ende sin tener relaciones que el bombardeo fue inevitable. Los chorros salieron disparados y algunos cayeron sobre el overol de Amy. Ella solo retrocedió y lo tomaba con los dedos curioseando con él.

-está pegajoso

  • lo siento, no me dio tiempo de…

  • shhh! No pasa nada – me dio un beso y salió al tocador a limpiarse

Necesitaba más de ella, pero esa noche no podría ser, mis hijos estaban a punto de llegar y tenía que terminar el trabajo.

Eran las dos de la mañana y aun no terminaba, decidí hacer una pausa para ir al baño y pasar a ver a mis hijos quienes habían llegado muy inquietos y Amy no lograba hacerlos bañar. Salieron disparados en cuanto la vieron acercarse con las toallas. De una forma u otra consiguió que Dany, el más pequeño entrara a la ducha para después seguir detrás de él Franky. Después de unas horas, les preparó la cena y me sirvió un poco a mí, que aún seguía pegado al computador.

Abrí la puerta de su habitación y los tres estaban completamente dormidos. Era la típica escena entre hermanos que duermen abrazados a su niñera, quien tiene un libro abierto sobre el pecho. Me acerqué tratando de hacer el menor ruido posible, tomé el libro y lo coloque en el estante, fue difícil pero logré desenredar las manos de Dany de la cintura de Amy, la tenía muy bien abrazada, la moví un poco para despertarla.

-¿qué hora es? – pregunto mientras bostezaba

  • las dos con quince

  • le va a salir muy caro esto

  • correré el riesgo – le ayude a incorporarse, aún tenía parte del cuerpo de Dany encima – dormirás conmigo- La llevé en brazos hasta la habitación, al dejarla en la cama cayo profundamente dormida.

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