Situaciones inesperadas de un escritor amateur 5
El final de esta serie.
Parte VIII (final)
"Desde ese momento Walter se convirtió en su amante, en el único macho con privilegio de gozar de su cuerpo. Ella lo esperaba deseosa por las noches, en la penumbra, siempre en su cama cubierta por las sabanas, sabiendo que era el quien la descubriría una y otra vez. El seguía el ritual del mismo modo. La desnudaba sin ayuda, como si se tratara de una niña, la acariciaba y besaba, dedicándose todas las noches a elogiar alguna parte del cuerpo de su prima: un día eran sus manos, las besaba, las frotaba contra su rostro, las lamía y chupaba sus dedos, otro día lo hacía con sus pies del mismo modo, llegando a un extremo fetichista de adoración. Su trasero lo volvía loco, era un culete gordo y atractivo, de piel tersa como un melocotón que el devoraba con la boca, mordiéndolo delicadamente y besándolo.
Ella se corría por acción de sus manos, su caliente lengua, su duro miembro. Le encantaba que el jugara con su sexo, lo estrujara, lo penetrara con dedos, lengua u objetos diversos. No había noche que no variara en algo su ritual de amor. Eran animales que trataban de acallar un loco deseo que los consumía. Todo fue maravilla pare ellos hasta que... hasta que... un día, fueron descubiertos"
Trágico final parece tener la relación entre walter y su prima Isabel - Me dijo mi querida primita mientras leía desde el monitor de mi computadora.
Pues ahí lo he dejado, puse lo último por poner algo... no sé si lo termine así, ¿tu que crees? a final de cuentas tu comenzaste el relato, yo solo lo he continuado
No tiene gracia, si los descubren Walter se jode, sus tíos lo matan, lo echan de la casa, hasta puede ir preso.
Bueno, tanto así no, si va preso hay escándalo, lo que les interesa a los padres mas que el bienestar de sus hijas es evitar los escándalos.
Tu crees ?
Si, además el relato debe acabar, y un final feliz no me parece... tampoco uno tan trágico capaz, simplemente puedo poner que luego de follar como conejos durante varios años cada uno se aburrió y se fue por su lado.
Oye, eso es peor, mejor que les corten su relación de sopetón a que muera por aburrimiento.
Habían pasado casi una semana desde la experiencia del sábado con karen. Luisa y yo habíamos sido discretos en nuestros encuentros, además aún no hacíamos nada serio, la mayoría eran besos y caricias, uno que otro tocamiento debajo de la ropa, nada mas.
Ven nena, quiero que sientas algo - Le dije mientras la cogía de la cintura y la sentaba sobre mis piernas - Esta así de...
...duro por mi - Ella termino la frase y río - Me tienes cansado hombre.
Vamos Luisita, no te quiero presionar, pero ya sabes que...
...te traigo loco - Volvió a terminar la frase.
Me encantaba sentir la presión del culo de mi prima sobre mi verga. Llevaba hoy unos vaqueros ajustados y una blusa amarilla muy bonita.
- Que mas decir primita - Decía esto mientras le besaba el cuello buscando ese punto sensible que tenia detrás de las orejas.
Ella empezaba a ceder poco a poco, sentía su cuerpo relajarse y abandonarse. Metía una mano por debajo de su blusa y desabrochaba su sujetador, luego amasaba con ímpetu sus pechos libres. Ella recogía su cabello para dejar libre su cuello, yo seguía dando besitos aquí y allá.
- Cuando Luisita... ¿cuando ?
Ella callaba y nunca respondía.
Pasaron los días en casa de mis tíos y el Walter del relato tuvo que dejar la casa de sus tíos. No sin antes follar con su prima como nunca lo habían hecho, dedicándose ambos un orgasmo que recordarían toda su vida. El tiempo los mantendría lejos por un tiempo... hasta que en un futuro tal vez, y solo tal vez, pudieran volver a encontrarse.
Luisa estuvo de acuerdo y yo también, la historia ya no daba para más. Cuando más la alargas mas difícil se hace sostenerla, por eso es que existen los finales.
Yo a diferencia de Walter no tenía intenciones de dejar la casa de mis tíos, al menos hasta dentro de un año. Con los días mi relación con mi prima no cambio, se enfrío un poco en el ámbito sexual. Ella ya no me masturbaba y no dejaba que yo la tocara mas de lo debido. Solo besos, parecíamos novios adolescentes. Hasta que un día, un oscuro sábado por la noche, varias semanas después desde el inicio de mi relato, cuando mis tíos viajaron por uno día fuera de la ciudad, sucedió algo que marcaría un antes y un después.
Yo ya me había hecho la ilusión de no follar con mi prima. Lo había aceptado y ya no lo consideraba tan importante. Vamos! que yo estaba contento con la forma en que nos llevábamos, además era consciente de que nunca podría sostener un romance prolongado con ella sin ser descubierto. ¿Que se follen a tu hija en tu casa a pocos metros de tu habitación ? en algún momento podíamos ser descubiertos, así que por ese lado mejor dejar las cosas como estaban.
Repito, era sábado. Al parecer Luisa iba a salir esa noche, al menos así me había dicho. Yo me la pasaría en la compu, hilando una nueva historia erótica. Esta vez pensaba en algo extravagante, con animales, hombres superdotados, mujeres con deformaciones sexuales, que se yo, tenía la mente media enferma esa noche.
Eran cerca de las 8pm, cuando me senté frente al ordenador, lo encendí y me percate de un documento en el escritorio, era un archivo de texto que no recordaba haber dejado ahí. Tenía por nombre Luisa. Lo abrí y comencé a leer.
"Ella tenía todo previsto, sabía lo que quería y lo que esperaba de él. Ella sabía lo mucho que él la deseaba, noche a noche, día a día, sabía también que el había sabido comprender, a pesar de su insistencia, lo que como mujer esperaba. Ahora era el momento, como el había dicho una vez "hemos llegado a un punto sin retorno" no había pues, salida al desenlace que ahora se iba a dar.
Ella lo esperaba, lista y dispuesta, en la habitación mas grande de la casa. Lista para ser de él, y esperando que el estuviera listo, para compartir con ella, lo que hasta ese momento había sido propiedad de nadie."
No tuve que pensar mucho ni adivinar nada, las cosas eran claras mis amigos.
Me dirigí bastante nervioso, mucho mas que el día en que folle con karen. Parecía que me dirigía a recibir un premio, uno que tal vez no me merecía. pero mis amigos, que otra cosa podían esperar de esta frágil alma enamorada.
Un agradable olor perfumado me llegaba de la habitación, lleve mis pasos lentos pero seguros hacia la habitación de mis tíos sin saber muy bien que esperar. Las cortinas rojas estaban cerradas, Luisa había dispuesto una iluminación indirecta, que le otorgaban un ambiente cálido y misterioso al recinto. Estaba ella sentada sobre una silla, mirando hacia un espejo que había en un tocador, tenía puesta una pequeña batita blanca, muy sugerente y sensual.
- Relata, hazlo con tus labios sobre el aire, en ves de tinta sobre papel o tus dedos sobre el teclado... tu eres bueno, relata pues... - Me dijo sin mirarme.
Yo estaba parado en la entrada, sin saber bien que hacer. Rogué al cielo inspiración divina... comencé a relatar sobre el aire en voz alta y clara:
"Ella lo esperaba ansiosa, pero cautelosa a la vez. No quería dar signos de ansiedad, ella quería ser natural... Sin quitar la vista del espejo tomo un cepillo del tocador y comenzó a cepillarse su largo y sedoso cabello, luego se puso de pie y encaro al hombre que estaba parado en su puerta"
Luisa comenzó a hacer todo lo que yo decía.
"Ella se acerco y comenzó a moverse para él, lentamente, como danzando en cámara lenta. La bata era de una tela fina, muy corta, dejaba ver una gráciles piernas de formas exquisitas. Sus manos jugaban con los contornos de la parte inferior, subiéndolos lo suficiente como para que el pudiera adviniera que traía debajo. Se ladeaba, como si escuchara una tonada inexistente, se movía de lado a lado llevando las manos por su cuerpo aún vestido, mostrándose de espaldas y luego de frente, abriendo un poco el escote para dejar entrever sus blancos y redondos pechos. Ladeando la cabeza, recostándola sobre sus hombros, manteniendo el ritmo de la tonada inexistente, una suave pero sugerente danza que sería el prefacio para una noche de amor pasión"
"Tirando la cabeza hacia atrás y de frente a él, desató con mucha delicadeza y aún contoneado su cuerpo de manera sugerente, el nudo que aseguraba la bata a su dueña. La pequeña bata se abrió dejando al descubierto un conjunto de lencería muy sexy, un sujetador bastante escotado y de encajes, unas bragas pequeñas que cubrían lo justo, que dejaban poco a la imaginación... la bata callo a sus pies y ella fue retrocediendo lentamente hasta la cama topándose con ella y dejándose caer de espaldas"
Mi voz temblaba un poco al principio pero fue adquiriendo seguridad. Me acerque a mi prima que estaba quieta sobre la cama. Me miraba fijamente y yo igual a ella. ¿Que se puede adivinar en la mirada de una mujer en momentos como este? ¿que es lo que ella espera? con otra chica hubiera sabido que hacer, como comportarme, pero esta ocasión era distinta. Ella estaba ahí para entregarse por vez primera a un hombre.
Me subí a la cama quitándome la camiseta. Me recosté a un lado de ella y lentamente empece a acariciarla desde la frente, pasando por sus mejillas, bajando por su grácil cuello, sus pechos, los cuales liberé con facilidad del sujetador, y llegue hasta su cintura, haciendo dibujos con mis dedos sobre su blanca piel.
¿Ya no relatas? ¿no quieres seguir con el juego del relato?- Dijo Luisa mientras tomaba mi mano con la suya.
No Luisa, esto no es un relato, tú no eres la protagonista de un relato que yo haya escrito. Tu no eres más fantasía, eres realidad para mi.
Me acerque y recostándome sobre ella la bese como si quisiera devorar su boca. Un beso que nos fundía y colmaba. El calor de nuestros cuerpos era intenso. La tome por la cintura incorporándola un poco sobre la cama y dejando que ella me ayudara a quitarme los pantalones. Nos terminamos de desnudar. Yo tome sus lindas bragas y las baje con delicadeza dejando al descubierto su hermoso sexo. Me volví a colocar sobre ella uniendo mi cuerpo sin penetrarla aún. Eramos dos amantes retozando sobre la cama de otros. El calor y el deseo nos devoraba. Que distinto a lo que fue la noche de aquel sábado de locura cuando tenía a Karen a merced, en ese entonces todo lo que me importaba era el sexo, ahora no, no me importaba realmente si tendría sexo o no con mi prima, lo único que quería era estar con ella dedicándole todos los mimos posibles.
Pero amigos, si estabamos ahí desnudos y entrelazados en besos apasionados era obvio que íbamos a tener sexo.
Mientras que nuestras bocas se batían en duelo y nuestras manos tocaban. Yo no podía dejar de masajear sus pechos y sus nalgas. Ella me acariciaba el pecho y la espalda. Allá abajo mi miembro golpeaba sus muslos sin decidirse a ahondar en su búsqueda.
- Quiero esta lengua allá abajo, quiero sentirse ahí - Murmuro ella.
No soy experto en sexo oral, lo reconozco. Hice mi mejor trabajo moviendo mi lengua con pericia sobre su sexo, buscando el pequeño botón del placer, ahondando en su cálida cueva. Era una tarea ardua pero el placer de escuchar los murmuros y ligeros gemidos de complacencia de mi prima eran la mas grande recompensa que pudiera obtener en ese momento. Ella movía sus caderas tratando de que yo profundizara con mi lengua, la notaba ya bastante húmeda y excitada.
- Ven - Le dije tratando de ponerla a un costado y yo recostándome en su lugar. - Tú arriba.
Ella se monto de inmediato sobre mis piernas dejando libre mi pene. Lo comenzó a sobar de arriba abajo como haciéndome una suave paja. Yo la tome por las nalgas y la acomode mejor sobre mi.
- Arriba!, con cuidado!, tu controlarás todo... - Dije tratando de que ella tuviera control en la primera penetración.
Sus ojos estaba iluminados, tenía la vista sobre mi pene y luego sobre mis ojos. Se acerco hasta poder besarme los labios, luego se incorporo y quedo con mi pene en su entrada. Con su mano lo acomodo de la mejor manera y poco a poco fue bajando hasta sentirlo entrar en ella topándose con la barrera de su virginidad. Fueron segundos que pareció pensárselo. Yo sentía su cálido sexo tan cerca, deseaba hacer mío de una vez aquel ardor vaginal.
La tome de las manos mientras ella se dejaba caer y con poca dificultad yo ingresaba dentro. Fue un suspiro, un pequeño gemido, como respuesta a algo que penso iba a ser mas doloroso. ¿Lo fue?, no lo sé, pero al rato con toda mi virilidad dentro y ella cogiendo ritmo en una cabalgada súper excitante, parecía haberse olvidado de todo dolor. Yo no hacía nada, ella se movía a voluntad tratando de procurarse el máximo placer. Al rato bajó un poco su cuerpo hasta quedar tumbada sobre mi, lo suficientemente cerca para poder besarme de nuevo y seguir moviendo sus caderas en ese suave y sugerente vaivén que permitía a mi verga entrar y salir de su agradable agujero.
Los movimientos cogieron velocidad, ella suspiraba y parecía absorta en su propio placer. Yo trataba de poner la mente en blanco y aguantar todo lo posible. Pero sentir la estreches de aquel lubricado estuche que acariciaba mi pene con sus paredes era demasiado. Tuve que prevenirla varias veces de que parara un poco para poder alargar aquella maravillosa sesión. En esos momentos aprovechábamos para acariciarnos y besarnos. Luego continuábamos moviéndonos con deseo, tratando de que el placer se nos multiplicara en un maravilloso orgasmo.
No creo que haya sido el mejor sexo que he tenido. Pero sin duda fue especial. No fue furioso ni salvaje. No prorrumpimos en gritos ni en gemidos exagerados. Simplemente nos hicimos el amor mutuamente.
Sentía su cuerpo estremecerse sobre el mío, su humedad resbalar por su coño y la mezcla de nuestros fluidos empaparnos. Sus ojos se cerraban mientras su mano bajaba para ayudarse a correrse mas rápidamente. Yo estaba al borde del clímax en un segundo y al otro estallaba de placer inundando el interior de mi prima sin el menor reparo. Ella derrumbándose mientras murmuraba palabras sin sentido, cayendo sobre mi y apoyando su cabeza a un lado mío. Yo besando y agradeciéndole con todo mi amor.
Fue agradable terminar abrazado con mi prima sobre la cama luego de todo. No nos dijimos nada de nada. Solo dormimos juntos, como amantes de toda la vida sintiéndonos colmados, realizados y satisfechos. A esa noche le siguieron varias. Muy distintas pero siempre con el mismo sentimiento. Con cuidado de nos ser pillados por mis tíos. Fueron algo de 8 meses que seguí viviendo en esa casa y compartiendo de cuando en cuando aventuras con mi prima.
En la actualidad no sé en que andará Luisa, han pasado varios años, no me escribo con ella ni la llamo. Lo nuestro fue algo pasajero pero intenso. La recuerdo siempre de manera especial y espero que ella lo haga del mismo modo.
Seguí escribiendo relatos. Lo hago ahora mismo mientras me fumo un cigarro y tengo una botella de coca cola a medio terminar sobre mi escritorio. Son como las 2 de la madrugada y no puedo quitarme de mi mente el recuerdo de mi bella prima. Vivimos de recuerdos y de fantasías. Lo de Luisa y yo es solo un recuerdo... capaz la vuelva a ver y podamos revivir nuestras viejas aventuras.. no, no lo creo, la vida no es como los relatos, aquí no hay felices finales ni amor por siempre, no, nos tratemos de engañar. Fue bueno en su momento y eso queda ahí no mas.
FIN
No sé si es el final que esperaban, pero así termina la historia. Agradezco a quienes han tenido la paciencia de seguir la serie hasta aquí.