Situación real - Infidelidad.
Solo aclaro que es algo real, y que no soy escritora.
Yo no soy muy experimentada en relatar, ni tampoco soy muy experta en todo lo sexual. Soy sexualmente normal, me gusta el sexo como a todo el mundo, pero necesito contar esto. No voy a poner mi nombre real; pero voy a contar que tengo 22 años, estudio en la universidad, vivo en Buenos Aires, Argentina, soy delgada, cuerpo normal, soy medianamente morena. Me gusta vestirme bien, maquillarme, perfumarme. Soy fanática del buen gusto en la ropa y en la apariencia, y creo que eso me hace un poco más linda. Siempre tengo muchos hombres interesados en mi, y también algunas mujeres. Estoy de novia hace dos años. Ya me describí, y voy a pasar a contar lo sucedido.
Era un sábado a la noche, y cumplía años una de mis mejores amigas. Mi novio se sentía mal y no pudo acompañarme a la fiesta. Fui sola, y como todo cumpleaños, tomé un poco de alcohol, charlé con amigas, baillé, etc. De la fiesta nos fuimos al boliche (a la disco) a bailar. Yo tenía puesto un vestido cortito, de seda negra, holgado, con breteles de voladitos, tanga blanca y sin sostén, zuecos altos. Estaba un poco mareada, por tomar mucho vodka con energizante. De repente me cruzo a mi cuñado, es decir, el hermano de mi novio. El es más tres años más grande que mi pareja. Siempre me había parecido muy lindo, incluso antes de ponerme de novia. Me viene a saludar, y se queda con sus amigos al lado de nosotras. Me preguntó por algunas amigas, nos reímos, empezamos a hacer bromas, empezamos a tomar un poco más y cuando alguien me quería sacar a bailar, el decía que era mi novio, y así me cuidaba de otros hombres. La verdad es que yo me sentí muy protegida por el, muy contenida, y eso hizo que me ponga un tanto sumisa.
En un momento nos fuimos a bailar a otro lado, más alejados de nuestros grupos. Yo me sentía re bien con el, incluso lo agarré de la mano, y le empecé a bailar cerca. El me decía que me tenía que cuidar, y que yo no me confunda al acercarme tanto. Yo como estaba un tanto borrachita no le hacía caso y le apoyaba mi cola en su cuerpo y me movía. El se quedaba quieto, como disfrutando del contacto con mi cuerpo, aunque estaba muy nervioso. En un momento se enojó un poco, porque me dijo que no era correcto lo que yo estaba haciendo, entonces yo me alejé de el y volví con mi grupo de amigas. Estuve con mala cara un rato, y empecé a sentirme avergonzada por lo que hice y empecé a pensar que me iba a traer consecuencias, si el le contaba a mi novio. Es por eso que volví a buscarlo, y le pedí disculpas por mi comportamiento, y le pedí que no le diga nada a su hermano, que yo no era una mala mujer, que solo estaba un tanto mareada.
El me dijo que no me preocupe, que no iba a decir nada. Que su hermano estaba muy enamorado de mi, y el no iba a romper nuestra relación. Por el resto de la noche, nos comportamos normal, hablando normal, como si no hubiese pasado nada. Cuando nos vamos, el se ofrece a llevarme a mi casa. Me despedí de mis amigas, y me metí en su automovil. El estaba un poco más borrachito que antes, y es por eso que empezó a hablarme de otro modo. Como muy cariñoso, y me tocaba el pelo. Yo me dejaba, el siempre fue muy caballero. Al ver que yo estaba obediente con el, empezó a acariciar mis brazos, mis tetas, y bajó su mano hasta mis piernas, levantó mi vestido, metió sus dedos por adentro de mi tanga y me tocó la conchita. Al notar que yo estaba muy mojada, empezó a acariciarme ahí y a meter sus dedos adentro de mi vagina. Nos empezamos a besar, y le dije de ir a un lugar más oscuro. Que era muy peligroso que nos vean. El encendió el auto, y yo le iba masajeando su pene y sus huevos, por afuera del jean, mientras el me tocaba las tetas y conducía. Paramos en una calle de tierra, en un barrio alejado.
En segundos el me desnudó toda, y puso el asiento del acompañante todo para abajo. Como si fuese una cama. Fue un tanto incomodo estar ahí, pero me dio una buena chupada de concha, de tetas; me puso de espaldas y me chupó el culo mucho tiempo. Estaba desesperado. Se sentía como los dos respirabamos muy fuerte. Me pajeaba con sus dedos, me los metía, era rudo y dulce a la vez. Se desnudó el, y me puso a chuparsela. Le chupé la pija y los huevos. Se la chupé algo así como dos minutos, y me llenó la boca de leche. Me la tomé toda, estaba riquísima. Se la dejé bien limpia. Me abrió de piernas en el asiento del acompañante y me empezó a coger. Sin preservativo, y con un ritmo muy acelerado y rico, me hizo el amor en esa posición, un rato largo. Luego me hizo dar vuelta, poner de rodillas y me la metió por la vagina, y empezó a penetrarme muy fuerte, pero era incómodo. Me hizo acostar en el asiento y me la metió un poco por el culo, pero no entraba del todo. Entraba apenas y se le salía y yo estaba muy incomoda pero al menos lo intentabamos. En un momento entró toda, pero estabamos re incomodos y se le salía.
"Cuñadita, cuñadita" me decía, mientras me penetraba y yo le gemía en el oído. Me pidio que me siente arriba de el. Cabe destacar que nos reíamos cuando nos golpeabamos contra el techo del auto, pero eso no frenaba nuestra calentura. Me senté encima de el, como pude y empecé a montarlo de frebte. El me tocaba las tetas, me agarraba del culo, me acariciaba el pelo y me pedía que lo bese a cada rato. Nos besabamos mientras yo lo cabalgaba. "Te amo, te amo hermosa", me decía, mientras yo lo cogía. "Yo también te amo", le dije, mientras sentía todo su pene super duro, adentro mío. Aproximadamente estuvimos así cinco o diez minutos, y me inundó la vagina de semen. Yo le había dado permiso, ya que tomo pastillas anticonceptivas. Me quedé un minuto más moviéndome porque yo no había acabado y luego de unos movimientos, y al sentir toda su pija llena de leche, es como que metaforicamente me desmayé de acabar tan plancenteramente.
Se iba haciendo de día y nos vestimos como pudimos. El ya no era el mismo, ni yo era la misma. El ya tenía como su rostro triste y yo empecé a llorar por lo que habíamos hecho. El se puso muy mal también, y dijo que podíamos olvidar todo. Yo le pedí que por favor no diga nada. Que yo amo a su hermano, y que me quiero casar con el y tener hijos, y que no puedo ser tan basura y tan mala persona. El me prometió que no iba a decir nada, y que el también se sentía una basura. Me dejó en casa. Llegué y le mandé WhatsApp a mi novio, para avisarle que ya había llegado. Mi madre se había despertado, y me preguntó porqué tenía una cara tan triste, y tuve que decirle que vi un accidente en la ruta y eso me hizo poner mal. Me bañé y me fui a dormir llorando.
Al otro día me sentí la peor basura del mundo, cuando tuve que ir de mi novio a llevarle comida y a visitarlo. El vive con sus padres, su hermano no vive con ellos. Me preguntó "cómo la había pasado en el cumple" y le dije que me aburrí un poco. Durante todo el resto de los días me sentí muy mal. Lloré mucho, y solo lo hablé con mi mejor amiga, que me recomendó no contar nada, y aprender de los errores.
La realidad, es que yo me siento una mala persona, pero también me siento un poco enamorada de mi cuñado. Creo que el también se siente enamorado de mi, pero nunca más volvimos a hablar del tema. Incluso pasamos las fiestas todos juntos. Nos reímos todos, y cuando el y yo nos miramos, sabemos que tenemos un secreto que nos lastima por dentro, y que quizás nunca más podamos volver a hablarlo.