Sirviendo a mi amigo hetero 1

De como cumplo una de las fantasías de mi adolescencia

(Disculpad, publiqué este relato sin querer antes de terminarlo)

Este es mi primer relato tanto de esta saga real como de escribir relatos en sí. Espero que me podáis dar consejos sobre cómo mejorar. Para proteger la identidad de mi amigo he cambiado los nombres pero esto son hechos verdaderos que han sucedido entre 2011 y la actualidad.

Mi amigo se llama David, hemos sido amigos desde los 14 años y lo considero mi mejor amigo. Íbamos juntos a un colegio católico cerca de Barcelona, donde sólo habían chicos. Como podéis esperar, para un chico que empezaba a descubrir su sexualidad eso era como estar en el cielo y en el infierno a la vez.. la testosterona en el aire, algunos profesores maduros y peludos, compañeros que me ponían etc. En esa época uno tiene fantasías con casi todo, las hormonas están disparadas y hay poco remedio a eso más pajearse. En mis fantasías había un componente siempre de sumisión, de ser usado por mis amigos o profesores por mi boca o mi culo. En estas fantasías aparecía bastante mi amigo David.

El tiempo pasó y esas fantasías se quedaron en eso, fantasías. Mi amigo David y yo fuimos a estudiar a la Universidad de Barcelona (derecho) pero nunca fuimos juntos a una misma clase. Él era alto, moreno con barba y atractivo. A mí realmente me atraen más los hombres maduros, grandes y peludos, pero después de tantas fantasías y tener una amistad estrecha, había cierto deseo. Un deseo de satisfacerle con mi boca.. Mi amigo tenía novia por aquel entonces y duraron hasta el fin de carrera, cuando rompieron hice lo que pude para ayudarle. Quedamos para hablar, y en general intenté ser un buen amigo. En una de esas conversaciones él me confesó que el sexo era bastante escaso. En nuestra amistad siempre habíamos hablado sin tapujos, él sabía que yo era gay (había salido hace un par de años), y como es normal, siempre hay preguntas. Un día volviendo de fiesta yo había bebido un poco y mi amigo me condució hasta casa de mis padres, una vez allí él se fue para su casa. Durante la noche habíamos hablado de algunos temas picantes y yo que también andaba caliente me envalentoné y le hablé por Whatsapp.

Él estaba despierto y tanteé un poco si tenía ganas de hablar. La conversación subió algo de tono (quizás debido a lo caliente que yo iba...) y le hice la pregunta definitiva. "Te dejarías hacer una mamada por un tío?". David tardó un rato en responder pero me dijo de forma calmada que sí, que es algo que se había planteado. La conversación se calentó aún más si alguna vez había pensado en mí para poder satisfacerle. Estamos hablando que hacía un montón de tiempo que él no tenía sexo, y ambos estábamos muy calientes. Continuamos hablando y yo le confesé que estaba desnudo y masturbándome y él me mencionó lo mismo. Por desgracia entró su madre en su cuarto y dejamos la conversación. De todas formas quedamos que hablaríamos sobre esto y que lo discutiríamos. Como podéis pensar esto era súper excitante para mí.. una de mis mayores fantasías de mi adolescencia podía volverse realidad!

Quedamos un día en el despacho de mi padre, ya no quedaba nadie en la oficina y sabíamos que así tendríamos un poco de tranquilidad y privacidad. Estuvimos hablando de la conversación por Whatsapp. Ambos estábamos realmente muy nerviosos y avergonzados, pero yo estaba decidido a meterme ese rabo en mi boca..! Él me confesó que siempre había tenido algo de curiosidad, pero que realmente le atraían las mujeres sobremanera pero que quizás conmigo que teníamos una buena amistad y todo.. pues se lo podía plantear. En ese momento yo supe que era ahora o nunca. Le dije que si quería nos podíamos quitar los pantalones y ver qué le parecía. Él me dijo que ya estaba cachondo y que vale, aunque lo noté muy nervioso. Lentamente nos bajamos los pantalones y pude ver un gran bulto erecto en sus calzoncillos... No era el primer rabo que veía pero sí que se veía super apetitoso tras esa fina tela de algodón. Para demostrarle que no pasaba nada me desnudé de cintura para abajo, y él hizo lo mismo. Una polla larga de unos 16 a 18cms apareció delante mío. Era larga y apetitosa, seguramente la más larga que he tenido jamás. Él con algo de nerviosismo me dijo "te gusta?" y yo le dije la verdad, que era fenomenal y que me encantaría probarla. Como le veía tan nervioso le dije si me dejaba tocarla, a lo que me respondió afirmativamente. Lentamente me acerqué y la acaricié, estaba muy caliente y él se estremeció al notar mi contacto. Se la empecé a subir y bajar lentamente y pude notar que el ambiente estaba alcanzando temperaturas muy altas. Yo no aguantaba más y le pedí si le podía mamar. Él con algo de lujuria me dijo que adelante, que era toda mía.

Acerqué mis labios lentamente a ese pedazo de rabo.. podía incluso notar el calor que desprendía en ellos. Saqué mi lengua y lo lamí lentamente, primero desde la base hasta llegar al capullo, que estaba que parecía a punto de estallar. Suavemente y mirándole a los ojos abrí mi boca y empecé a rodear esa polla con mi boca. Se notaba suave en mi garganta y podía notar que él estaba vibrando de placer. Poco a poco hice movimientos de succión así como arriba y abajo. Le pregunté si le gustaba y él me dijo que sí, y puse más esfuerzo en mi mamada. Le miré a los ojos y pude ver que se estremecía de placer y empezaba a gemir. Su polla era deliciosa en mi boca, y me empecé a poner súper caliente mamándosela. Aceleré el ritmo y él iba gimiendo y temblando. Poco a poco pude notar que su polla se hinchaba dentro de mi garganta aún más, a la vez que mi mamada se volvía más rápida, furiosa. Al ser tan larga algunas veces me causaba alguna que otra arcada. Todos los hombres con los que he estado me han dado cumplidos por mis mamadas, y la verdad es que es quizás aquello en que más me esfuerzo. Sentirme dominado por un buen trozo de carne y sentir el placer que le doy a un buen macho no se puede comparar con otra cosa. Me dijo que le quedaba poco y antes de correrse le oigo decir "hostia.. hostia" al mismo tiempo que me esfuerzo en los últimos instantes antes de sentir como de su rabo empieza a brotar esa leche que tanto ansiaba inundándome la garganta. Me lo trago poco a poco mientras veo como él se cubre su cara. Yo no me pajeé (me daba miedo que le hiciera asco o algo y se echase para atrás).

Ese día no pasó nada más, tratamos el tema con mucha naturalidad y acordamos hacerlo en otras ocasiones si a él le apetecía (ya dábamos por hecho que a mí me encantaba haha). Después de esa vez le hice un par o tres de mamadas más en el despacho de mi padre, siempre tragándamoe una buena dosis de su leche (la mejor que he probado) y al cabo de un tiempo quedamos un sábado por la noche en casa de sus padres para poder explorar otros aspectos y no sólo mis mamadas... Pero eso será en mi siguiente relato. Espero que hayáis disfrutado tanto como yo lo hice en esos momentos!