Sintiendo el amor de mi mejor amigo.

Les contaré sobre mi pequeña experiencia con mi perro pastor alemán llamado buffy. Esto es uno de mis primeros relatos aquí y espero que les guste.

Soy vanessa, vivo sola en un departamento aquí en venezuela al cual comparto con uno de mis mejores amigos desde la infancia osea mi perro buffy que es de raza un pastor alemán, él es muy cariñoso y obediente a todo lo que yo le pido, siempre lo tengo en control con su veterinario en fin lo trato como si fuera mi hijo. Prosigo.

Comenzaba por ser un día normal; yo me encontraba en la cama dormida a mediados de lo que aparentaba ser las 7 esa mañana, sentí una presencia pesada sobre mi cama no me asusté ya sabia que era mi buffy subiéndo a mi cama como siempre lo hacia cuando se despertaba. Sonreí y lo tomé en mis brazos acariciándolo con mis dedos bajo su gran pelaje, el muy contento meneaba su cola de un lado para otro. Aún yo tenía ganas de dormir así que ya estaba acostumbrada a dormir con él, lo acurruqué entre uno de mis brazos y lo que me pareció más extraño es que estaba un poco inquieto, no se quedaba quieto como lo solía hacer, decidídejarlo a un lado de mis piernas y caí en un pronfundo sueño.. por unos momentos hubo tranquilidad pero todo se descontroló cuando abrí mis piernas ya que el calor de la habitación me estaba comenzando a molestar.. en ese momento estaba sin bragas semi desnuda tan solo con mi brasier puesto, buffy se comenzó a arrimar y yo solo lo miraba sin saber a lo que el pretendía no podía estar aún con ganas de montar a una perra porque ya hace unos días lo hizo. Yo estaba pegidisima a la televisión y de repente sentí una extraña textura sobre los pliegues de mi feminidad a pesar de eso sentí una gran excitación que fue repentina, asustada me percaté de que había sido mi perro, me asusté con la idea de ello él nunca me había echo cosas así pero las ganas me ganaron y dejé que siguiera, sentía su lengua explorarme mientras yo colocaba mis manos sobre su cabeza que ladeaba de un lado a otro, hundía su lengua y yo gemía y gemía, estaba sola así que me pudé relajar pero con esa lengua penetrandome tan bruscamente y como si lamerme dependiera de él se me hizo imposible , yo ya estaba totalmente mojada, llena de mis fluidos ácidos que al parece a él le gustaban tanto porque cada vez que salían más el lamia rápidamente, lamía y adentraba su lengua, en un momento mordió mi clítoris y no pude creerlo estaba moriendo de goce, me sentía mejor con él que con otro hombre. Comencé a sentir la gran oleada de placer que comenzaba a formarse en mi vientre y cada vez más fuerte se hacían mis gemidos, mis vecinos habrán pensando que un gran negro podría estar azotandome ahí adentro pero..no.. era mi perro, aquel maestro en mover su lengua hambriento de mi, mi espalda estaba doblada y mis caderas se contraían , la excitación era tan grande.. me sentía tan bien que finalmente exploté en un gran orgasmo corriéndome a chorros en su boca, me oriné de tanto placer junto a fluidos en docenas que caian en las cobijas, el movía su lengua con desesperación lamiendo toda mi conchita llena de la exquisítes de mis fluidos..

mi respiración alterada se híba calmando y pude notar que el aun tenía más ganas.. pero debía aguantar aún no podía tener adentro de mi a su gran pollón que se azomaba entre sus escrotos, a pesar de querer yo también sentirlo.. debía dejarlo para otra ocasión.

Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, seguiré escribiendo sobre mis experiencias zoofílicas cuando pueda y cuando mi perro me haga volver loca una vez más.

chau(: