Sin tener nada claro

Fin

Esa pequeña reunión se había prolongado por horas enteras, y al final no era ni tan pequeña y precisamente no debería llamarse reunión sino fiesta. Mal contados eran más o menos 8 carros y más de 10 motos en el carril de mi casa, habíamos hecho un “pequeño” asado – por ser modesta la verdad- y sólo podía ver a mi derecha botellas de todo licor que se me imaginara.

Algo me hacia sentir mal, ver a Nati bailando y divirtiéndose mientras que Laura se había ido, había preferido algo más que quedarse aquí conmigo.

  • -Como va todo? Dime si no soy la mejor arregla fiestas de toda la vida?
  • -eh se dice arregla fiestas? – me reí y ella imitó mi expresión
  • -en este momento no estoy para pensar en palabras colosales! Más bien deja de poner esa carita triste, si lo piensas bien; es mejor que se hubiera ido ¿no?
  • -Sofi, Sofi – llegó otro tipo que ni supe bien quien era y la tomó de la mano, le habló cerca y yo no pude aguantar más las ganas. Me subí directamente a mi habitación y como era de esperarse su celular estaría apagado opté primero por llamarla a casa, una sonrisa automática salió de mis labios apenas escuché a su hermana, quien fue mi mejor amiga por algún momento cuando era novia de Lau.

Todo me cuadró, miré a Nat por la ventana, estaba bailando y divirtiéndose, yo me pregunté porque si venia con Laura al menos no la llevaba a casa? No sé, todo me daba vueltas… y si de pronto?...

“no tardes” – miré el mensaje de Estefanía por el celular

Al final solo atiné  a salirme por el lado de la cocina, donde nadie pudiera verme, tomé un taxi que relativamente tardó escasos 8 minutos a su casa, estando en tan solo 5 pasos de tocar su puerta y respirar hondo para que todo me saliera bien, la duda me entró. No tanto porque Laura fuera a rechazarme o a echarme de su casa, sino sentir miedo de que Nati pudiera darse cuenta, pero antes de poder arrepentirme, allí estaba su hermana con una sonrisa avisándome que estaba arriba, en su cuarto.

El corazón me latió fuerte, tenia un vacio gigante en la mitad de mi estomago y ciertas cosquillas innecesarias haciéndome sonreír estúpidamente del susto. Toqué su puerta y escuché que habló

  • -¿Qué pasó estefa? – abrí la puerta despacio y la sorprendí leyendo un libro, de repente se alarmó, se levantó y se miró al espejo, se soltó su cabello y con discreción se lo arregló, se puso nerviosa, pude notarlo.. sonrió confundida, dejó el libro sobre la cama y luego ya no supo que más hacer -¿Qué estás haciendo aquí?

No le pude contestar, no tenia nada claro y no sabia bien que decirle. Sólo di tres pasos hacia a ella y la besé, tomé su carita entre mis manos y la miré a los ojos, se humedecieron y me abrazó con fuerza, volví a besarla y me sentí segura de que a pesar de todo, eso me dictaba algo desde adentro.

  • -No debem… - intentó decir pero las palabras fueron del aire, la tomé de la cintura y caminé con ella por su habitación, hasta que encontré algo plano y seguro donde apoyar su cuerpo, un suspiro salió de mis labios al sentir su mano en mi espalda, toqué su abdomen despacio y ella me dio la vuelta para quedar en mi posición – Eres mía – susurró – no quiero verte con Sofi ni con ninguna otra – y mordí su labio sutilmente
  • -no, con nadie más - -repetí después de dejarla hablar, subí su blusa y la miré sonriente, definitivamente esta mujer tenia algo en ella que lograba cautivarme de principio a fin, rosé de nuevo sus labios de la manera más sutil que pude hacerlo, nos besamos por minutos enteros olvidando el mundo externo y por primera vez preocupándonos por esto… sus manos llegaron a mi abdomen, me acarició levemente y me miró de una manera que logró hacerme excitar. Bajó por mi cuello humedeciéndolo con su lengua, otro suspiró que dejé salir, cerré mis ojos y sentí como m i cremallera se iba bajando y luego el botón de mi pantalón.

La acosté sobre su cama, la miré a los ojos y busqué en su rostro algún defecto, alguna cosa que pudiera encontrar y que no me gustara, me di cuenta que era la única mujer de la que nunca había hablado en algo que me molestara, para mi; todo lo tenia perfecto. Su pequeño cuerpo, sus ojos claros, sus manitas parecidas a las de un niño, sus labios rojos naturales y esa manera tan encantadora de besar. Ubiqué mi pierna derecha en medio de las suyas y rosé su sexo a propósito, arqueó su espalda y mordió su labio inferior, volví a besarla y jugué entre sus labios hasta que el aire me pidió un descanso, besé su cuello, sus hombros y lentamente fui dejando caer las tiras de su sujetador, se sentó un segundo para quitarle la prenda que estaba de por medio… Entonces la vi tímidamente, miré su abdomen y miré sus senos… le sonreí y la besé, ahí sentada logré acariciar su busto mientras se apoyó con sus manos sobre la cama para equilibrar su cuerpo, algo dentro me hacia sentir mal, por primera vez pregunté al cielo porque Nati estaba de por medio… no encontré respuesta porque simplemente no la había, quizás yo me había enamorado de la persona incorrecta, quizás Nati llegó tarde donde todavía había un amor que no se había acabado… ¿Cuál era en realidad la respuesta? Sus labios buscaron los míos, sus ojos cerrados y esa expresión de ternura confirmándome que lo estaba haciendo todo con amor y no simple como decía Sofi; una atracción sexual.

Tomé un poco mas de fuerza al acariciar sus senos, hice pequeños masajes circulares con mis manos logrando sentir la erección en sus pezones y el cambio que su cuerpo iba adquiriendo conforme lo hacia más seguido. Obtuve una ubicación mejor en cuanto a la posición de mis piernas y sin esperarlo, el primer gemido había salido de sus labios.

Se acostó de nuevo y cambié mis manos por mis labios en esa partecita de su cuerpo en la que era tan vulnerable, bajé mi mano derecha por su cadera y la aferré más a mi, tenia su pantalón suelto, recordé que al llegar se preocupó por organizarse y verse linda ante mi olvidando que desde la distancia en la que estaba pude ver hasta el color de su pantie por causa de que su jean suelto por poco y se le caía… besé su abdomen mientras sentí sus manos ocupadas sobre mi cabello, quité su jean y la vi acostada como la mejor imagen que había visto en mi vida si de esto se tratase.

Laura era de estatura pequeña, podía medir 1.60 o quizás menos, pero tenia una carita perfecta, unos ojos claros, demasiado color miel para mi gusto; donde demostraba lo vulnerable que podía ser, sus labios me atraían, tenían un color fuerte natural que invitaban a mirarlos, llamaban la atención, al menos llamaban la mía un cien por ciento, su cuello era un poco alargado y delgado, sus hombros eran igualmente delgados y sus senos… perfectos a la medida de mis manos, su abdomen plano y curveado y sus piernas, a pesar de ser una mujer con estatura mediana, eran alargadas. Ella era perfecta para mi, se veía sensual así acostada, esperando que yo calmara la excitación que había logrado conseguir en su cuerpo, no la hice esperar mucho tiempo acaricié su abdomen y despacio; bajé mi mano por su pantie, la reacción de su cuerpo me indicó que iba por el mejor camino, rosé su pubis con mis dedos y un poco más abajo me di cuenta que ya había logrado humedecerla por completo. Volví a sus senos como si fueran un imán de atracción para mi, los mojé con mi lengua, lamí sus pezones y sentí un poco la desesperación por sentir aún más, entonces me atreví a tocar más allá, metí mi mano por debajo de su pantie y con sólo sentir eso, pude suspirar de nuevo. Estaba totalmente lubricada, mis dedos se perdieron en medio de su humedad, toqué su clítoris y volvió a gemir, esta vez un poco mas duro, un poco más intenso… la conocía tan perfectamente que sabia la manera exacta de hacerla llegar a su orgasmo en cuestión de pocos minutos… bajé aún más mi manos y toqué toda su intimidad por completo, halé su pezón con mis labios y me dio más presión con las suyas en mi cabeza, entonces me di cuenta que no era el momento de hacer algo rutinario… esto era especial y yo quería demostrárselo como mejor pudiera hacerlo, rosé de nuevo su clítoris, sintiéndolo sensible  e hinchado, besé sus senos con más pasión, con la máxima que pude poner en ese momento, me dediqué a hacerla sentir la mujer especial que era para mi, quería que de alguna manera ella se diera cuenta que yo ya había crecido, que no era la niña indecisa de antes, al menos con ella no… que tenia algo seguro, y era que la amaba.

Sus gemidos fueron aumentando, su respiración comenzó a ser arrítmica, su cuerpo se estaba moviendo más rápido y mis dedos cada vez más, estaban más y más mojados… toqué su clítoris, hice movimientos circulatorios con él, cada vez lo hice más rápido pero con la misma presión, no se trataba de hacer las cosas con fuerza por que eso “iba a traer el orgasmo” sino de hacerlas siempre igual… más rápido pero igual… la vi morder su labio y pude notar que yo estaba sintiendo esa misma necesidad por llegar a ese momento donde dejas todo atrás y esa satisfacción llega… subí a sus labios sin dejar de tocarla, la besé justo en el  momento donde su cuerpo no pudo aguantar más, sentí la fuerza del climax en mi propio cuerpo, se movió debajo de mi con tanta fuerza que tuve que sostener sus manos, a mi me gustaba cuando llegaba… siempre me gustaba ver su rostro en el momento de alcanzar su orgasmo,  me gustaba su expresión, me excitaba, la miré sonriendo y ella sólo cerró sus ojos y alejó su rostro del mío para respirar… besé su cuello mientras alcanzaba su estabilidad, la miré de nuevo completamente… me encantaba… pasaría horas enteras haciéndole el amor una y otra vez… mi celular vibró, lo tomé para apagarlo sin siquiera mirar quien me estaba solicitando.

Laura tomó mi rosto y con una sonrisa me lo dijo todo

  • -tu cumples años y el regalo lo recibo yo? – susurró besando mi oído
  • -a veces dicen que el amor lo entrega todo – la besé – ahora si me crees?
  • -¿Qué?
  • -Te amo – le dije por segunda vez
  • -Joss…
  • -no tienes que decir nada, mir… - y me interrumpió con otro beso más
  • -yo también – expresó y en verdad le creí, lo vi en sus ojos y en esa manera dulce de decirlo
  • -Ese… es el mejor regalo que he recibido hoy
  • -Haha – negó con su cabeza – el regalo estás a punto de recibirlo

Y yo no tuve que negarme a nada más después de ese momento, se sentó sobre mi y me habló de muchas cosas a las que no le presté atención por estar concentrada mirando sus ojos, podía tener miles de amores, más mujeres que me hicieran sentir bien, podía negarme a mi misma que alguien más podría reemplazarla, pero este era el momento de la verdad, donde confirmaba de nuevo que a veces, el primer amor, de verdad no se olvida. Lau fue mi primera vez: con ella me hice mujer y yo la hice mujer conmigo. A veces somos tan idiotas, dejamos ir las mejores cosas de nuestra vida, las que realmente valen la pena, esas personas que dejan huella en tu presente y cuando cierras y vuelves abrir los ojos, te das cuenta de que, ya no están. Yo debía agradecerle a Dios que ella estaba hoy conmigo, sólo él sabia que no era nuestro propósito hacerle mal a Nati, pero había algo acá inconcluso… y es que cuando un amor es tan fuerte, puede resistir cosas inimaginables.

Me di cuenta que estaba en igualdad de condiciones junto a ella, se había dedicado a quitar mi ropa por completo y no pude concentrarme más en lo que pensaba porque la sensación de sentir sus labios en mi cuerpo a las buenas o a las malas me estaba haciendo reaccionar.

Tomé sus manos y ella se apoyó fuerte contra mi cuerpo, me encantaba cuando tomaba esa posición de control, en la que manejaba la situación y me tenia a sus pies, besó mi cuello… pasó lentamente por mis senos al mismo tiempo en que acariciaba mis piernas y muslos… la hice subir, me sentía feliz.

  • -Te amo
  • -Joss – alzó su voz – Yo también te amo mi amor – y me dedicó una sonrisa que logró enamorarme aún más-

Llegamos a un acuerdo, se ubicó sobre mi de la manera más conveniente para quedar exactamente posicionada a mi misma altura, sentí toda su lubricación caer sobre mi sexo, fue en ese momento cuando sentí que no podía resistir mucho más, Laura se inclinó hacia mi para besarme, se movió perfectamente, así como lo necesitaba… sentí su clítoris rosar el mío, me sentía cada vez más mojada, más excitada, más ardiente… y es que mirarla desde acá me volvía loca, sus senos se movían al compás con su cuerpo, yo mantuve mis manos sobre su cadera para impedir que fuera a caerse ó se cansara, estaba haciendo una presión sobre mi incontrolable, pude imaginar que Estefanía estaría riéndose cubriendo sus oídos e imaginando que estaba pasando acá, los gemidos eran más profundos  y más fuertes, y yo en poco tiempo llegué a ese momento… la respiración me costó, sentí un vacio que bajó desde mi garganta hasta mi vientre, e inmediatamente un impulso recorrió mi cuerpo, Laura no dejó de hacer sus movimientos… justo hasta que ella también logró alcanzarme y llegar conmigo, mi cuerpo se movió por segundos involuntariamente, y arrancó toda la fuerza y energía que tenia adentro en ese poco tiempo. Suspiré satisfecha, sintiéndome llena y completamente Feliz. Estaba sudando, tenía calor, abrasé a Laura quien todavía no se recomponía de lo sucedido y luego besé su espalda.

  • -¿en serio me amas? – le pregunté
  • -¿en serio no me crees? – jugó conmigo con esa vocecita agotada, toqué su carita y la acerqué más a mi
  • -me has dado el mejor…
  • -Cumpleaños de tu vida – terminó -  ó pensabas decir otra cosa? – sonrió pícaramente
  • -no te creas! – bromeé – he tenido mejores – mentí
  • -¡Joss!
  • -jaja Ven acá – y ubicó medio cuerpo sobre el mío, nos miramos a los ojos, rosé sus labios con mis dedos, y sentí como el sueño iba llegando levemente. –
  • -y ya que estamos aquí… - puso ese tonito diferente que me hizo suspirar e imaginar con que saldría ahora – porque no me explicas ¡que hacías besando a Sofía! – me  reprochó sonriente – es tanta la necesidad para tirarte a tu amiga?
  • -mmmm ¿necesidad? No, de que hablas? ¡Sofi está buena! – reí
  • -eres una…
  • -Shhh – la besé – en serio; ha pasado alguna vez – por no decir “algunas veces” – en la que…
  • -¿te has acostado con Sofi? – asentí – Claro, por eso se puso tan celosa el día que nos encontró
  • -no, no. No eran celos, en realidad le molestó que faltara el respeto a Nati.
  • -Naaahh
  • -Seeee – la imité
  • -y por que? Digo, porque acostarte con ella? Cuando las vi me reproché el ser tan idiota, me sentía mal… mis padres me avisaron hoy que fuera con Nat a donde la familia
  • -¡por eso mismo! Sofi me lo contó… conmigo nunca lo hiciste – y delaté mi sensibilidad – me entiendes?
  • -pero no fue por que quise ¿Cómo decirles que no? Si…
  • -es tu novia; lo sé
  • -ya hermosa, no dañemos el momento
  • -dime amor – le pedí
  • -¿Qué?
  • -que me digas amor, como me lo dijiste ahora
  • -jajajajajaja – e impedí que se siguiera riendo, la tomé entre mis manos y mientras cubrí su cuerpo con mis brazos la besé de la manera más tierna que pude hacerlo, me correspondió como si de el mejor sueño se tratara…. Pasaron los minutos y así nos quedamos dormidas.

Capitulo II

Fue la primera vez que me levanté en mucho tiempo sin que nadie externo me despertara, fue la condición de mi cuerpo la que me pidió abrir los ojos, ella estaba a mi lado boca abajo, visualicé  su espalda y la acaricié levemente, después llegó ese momento de sentar cabeza y poner las cosas claras.

Yo me ubiqué sobre el sillón que había a su lado, la estuve mirando dormir horas enteras, busqué un papel y un bolígrafo para escribirle algo en caso de que el tiempo pasara y ella siguiera sin despertar…

En realidad, no terminé escribiendo nada, sólo pude dibujar su silueta, la imagen que me presentaba mis ojos al verla así, era demasiado hermosa, más de lo que un día imaginé tener una mujer así, recordé que cuando me di cuenta de mis gustos, soñaba con estar con alguien así un día al despertarme, relativamente mi “sueño” se me había hecho realidad, pero no me sentía contenta con ello. No entendí porque habían personas que se enamoraban de una relación sin ser relación… personas que, les gustaba amanecer cada día en camas diferentes, me pregunté si en realidad eso los hacia sentirse más ó menos… a mi me gustaba amanecer al lado de alguien con quien tuviera algo serio o de quien estuviera enamorada. Laura nunca despertó, se me había olvidado que era una amante al sueño, y si nadie la interrumpía podía dormir horas incontables.

Me levanté del sillón, me vestí y me digné aprender el móvil, tenía miles de llamadas de números diferentes y mensajes de texto, adiviné que todos se preguntaron donde estaba la anfitriona que, extrañamente desapareció. Sólo le avisé a mi madre que estaba bien y que en poco tiempo llegaría. Cuando estaba lista, prendí su computadora, miré algunas de sus cosas familiarizándome de nuevo con todo, leí muchos mensajes que me llenaron de ternura porque eran para m i… intentos de confesión por decir lo que sentía conmigo y lo que le sucedía cada vez que estaba con Nati y yo al mismo tiempo. Sonreí al ver que todavía tenia fotos de las dos… pero habían más fotos en sus carpetas… fotos de Nati…  suspiré, devolví mi vista para mirarla de nuevo y preguntarme a donde acabaría todo esto, ella me había dicho que me amaba también… mi pregunta era si del mismo modo amaba a Nati.


Nunca m había sentido igual de inocente, por no decir tonta ó algo más al ver las actualizaciones en su red social, le dije cínica y la ofendí miles de veces, había posteado una foto suya y un mensaje dedicado para Nati me había acabado… tan sólo había pasado un día después de mi cumpleaños y nunca se dignó aparecer… y así pasaron los días… no quise volver a salir con Nat, le debía miles de disculpas, no me sentía capaz de mirarla a los ojos, tampoco me sentía fuerte de verla de mano con la mujer que yo amaba y que no podía tener… a decir verdad, si recibí  tres llamadas de Laura, la primera fue para explicarme lo de su pagina que se lo reproché en un mensaje, la segunda era porque estaba preocupada por mi, y la tercera me pedía que por favor le diera la oportunidad de verla y explicarme las cosas… ¿Qué cosas podía explicarme si seguía con ella? ¿Qué cosas debía reclamarle yo, deseando que le rompiera el corazón a mi amiga?

Fueron días pésimos, no lograba concentrarme en el trabajo ni en la casa, me moría de ganas por escucharla pero siempre mi razón le ganó a mi corazón. De alguna forma, agradecía a mi misma mi orgullo, Laura podía pisotearme como diera su gusto y yo no estaba dispuesta a permitírselo.

Fue un 02 de septiembre cuando la puerta sonó, yo terminaba de verme una película cuando  sin pensarlo, la puerta se abrió de prisa, Nati estaba con una botella en sus manos y sus ojos rojos de tanto llorar, me levanté y cuando me acerqué a ella preocupada me empujó sobre la cama

  • -como pudiste hacerme eso Joss ¡yo confiaba en vos!
  • -Nati, Nati!! – lagrimeé al verla así de mal, parecía una mujer de la calle, apestaba alcohol por todas partes, su cabello desordenado y su ropa sucia – Vení – la abrasé, me apretó fuerte y descargó toda su ira  en ese  abrazo, lloró tanto tiempo hasta que sentí que ya ninguna lagrima podía caerle – ella me lo dijo todo – bebió de la botella – yo de idiota dejándolas solas cada vez – seguía llorando – ya nunca quería acostarse conmigo, se negaba para verme y siempre que le pedía que me dijera la verdad se ponía a llorar – me miró llena de sentimientos, su expresión me causaba miedo – porque me hiciste eso loca? – me preguntó triste – como jodes las cosas así? Como no pensaste en mi?
  • -¡si lo hice!
  • -lo hiciste cuando se acostaron? – alzó su voz, debía suponer que atrás de la puerta estaban mis padres escuchándolo todo , pero como le iba a decir que s e callara… - porque supongo que en todas esas veces e n las que de idiota la dejaba en su casa… vos ya la estabas esperando – su saliva logró escupir mi rostro por causa de su embriaguez – me lo dijo recién, estaba viendo tu foto!!
  • -Nat…
  • -Suéltame
  • -Nati
  • -te creía mi amiga – y no pude soportar verla sufrir así por mi – mi hermana …
  • -Nati… - y después de forcejear con ella por muchos minutos, cayó dormida sobre mi cama. Llamé a su casa avisando que todo estaba bien, minutos después fue Laura la que llegó, cuando me vio con ella sentada sólo suspiró
  • -Gracias a Dios – suspiró – que susto me he llevado – me miró – estás bien?
  • -¿Qué le dijiste? – le pregunté molesta, llena de preguntas, de llanto – que carajos le dijiste Laura – la tomé de los brazos y ella dejó entre ver en su mirada algún rastro de miedo y entonces me di cuenta que no podía estar con ella así, me abrazó de prisa y yo me refugié en su abrazo
  • -no pude aguantarlo más, no podía hacerle más daño

Me dio un beso en mi frente – dejemos que las cosas se calmen y luego hablaremos

  • -Lau… ¿Qué va a pasar cuando ella se levante?
  • -ustedes tienen que hablar, yo ya lo hice
  • -y si…
  • -Joss, sólo quiero que todo esté claro, entre ella y tu, entre tu y yo – me miró con ternura, con cierta tristeza, con miedo – haz lo que te indique tu corazón – me dio un beso en mi frente y dio la vuelta caminando despacio.

Me quedé sentada ahí, sobre la mesa de escritorio, mirándola fijamente, intentando encontrar respuestas, intentando pensar…  claramente, no encontraba una solución. Cuando las cosas están lejos de mí; puedo decidir perfectamente, pero cuando me tocan, simplemente soy una cobarde que se queda en blanco.

Pensé en lo que me dijo Laura, me llenó de ternura ese abrazo, que se decidiera por mi, Nati pasaría horas seguidas ahí, bajé hablar con mis padres y a explicarles todo. Ninguno estuvo conmigo o en mi contra, simplemente me hicieron prometerles arreglar las cosas. Por otro lado; Sofi llegó. Me sorprendí al verle su nuevo Look, estaba rubia, y tenía un estilo más de niña fresa. Reí al verla, no me lo podía creer. Crucé mis brazos y ella se sintió apenada.

  • -¿solo causo risa? – sonrió – y yo que pensé que había quedado hermosa
  • -¡pero como haces esos cambios! – me acerqué y toqué su cabello – jajaja aún no lo creo
  • -estaba cansada de ser niña mala, ves? – bromeó – en verdad, quería verme diferente
  • -te ves bien hermosa – le dije, olvidando ese momento y pensando otra vez en que hacer – decime que hago?
  • -Donde está Nati?
  • -en mi cuarto, durmiendo
  • -¿Qué hace acá?
  • -llegó a reclamarme… se quedó dormida
  • -ahh Gracias a Dios, yo si decía que estabas completita y no te veía ningún morado – la miré, se echó a reír; esa era la forma de darme animo según ella
  • -Gracias, Gracias.
  • -En serio, que te dijo?
  • -nada… me preguntó porque le había dicho eso – subimos despacio a mi cuarto, algunos recuerdos vinieron a mi mente, todos los momentos que habíamos pasado como amigas, las salidas cada fin de semana hasta el día siguiente, las comidas familiares aburridoras que, teníamos que tragarnos toda una tarde entera cuando, le tocaba a alguna. Los paseos de la universidad, las tardes de película de terror, las salidas a comer y reírnos de nada, no necesitar hablar para saber que le pasaba a alguna, estar ahí justo en los momentos indicados, el apoyo en esos días donde el alcohol consumido la noche anterior sólo causaba una visita constante al baño y un apoyo por parte de las otras acostadas en  la cama riendo. Todo había sido perfecto… los pocos inconvenientes siempre se habían solucionado hablando… - yo no puedo estar con ella – le dije a  Sofi mientras miraba a Natalia, le quité su jean y la dejé simplemente en ropa interior para que estuviera más cómoda – no puedo salir con ella y tomarla de mano y pensar que me voy a encontrar con Nat y tendré que mirarla a los ojos – Sofi intentó hablar – no puedo hacerle el amor y luego imaginar a Nati llorando
  • -¡Ya! Lo que no puedes es seguir diciendo todas esas idioteces, a ver dime ¿Cuánto llevaban sin hablar?
  • -como dos semanas
  • -bien, dos semanas en las que ambas tuvieron tiempo para pensar, yo estuve con Nat porque vos nunca contestaste el teléfono. Nati la quiere, pero no está enamorada. Yo vi a Laura, lo vi en sus ojos… Nati siempre quiere tomar, siempre quiere salir, siempre quiere terminar en la cama, y Laura es de otro ambiente.  Vamos Joss, ella fue capaz de decírselo, sabia lo que estaba arriesgando; una amistad. .ella sabe lo que se quieren ustedes – me miró a los ojos – no pienses a la ligera, espera a que despierte y hablamos, después de ahí tomas la decisión ¿te parece?
  • -no estabas en contra?
  • -en contra de que la siguieran engañando – me dijo claramente – pero yo se lo que hubo entre ustedes, sé esa cara tonta que pones cada vez que suena el teléfono y deseas que sea ella, se de las veces en las que has llegado con una sonrisa que no se te pasa, se de los rechazos a las demás porque “no eres capaz” – sonrió – eso hace todo tonto enamorado

Y sentimos en ese momento, la reacción de Nati, apenas estaba moviéndose, abrió sus ojos y tocó su cabeza

  • -levántate que ya te pedí la cita – le dijo Sofi y Natalia hizo mi mismo gesto de no entender nada– vamos que en alcohólicos no están esperando – y sonreí, Nati no hizo lo mismo porque estaba yo. Se levantó, se vio así casi desnuda y se cubrió con sus manos
  • -mis cosas ¿Dónde están Sofi? – y me ignoró por completo

Capitulo II

Parte II

La tomé del brazo, ella estaba decidida a no hablar conmigo – Joss, déjame – me pidió por quinta vez –

  • -Nati…
  • -vos no tenes que explicarme nada, ya ella me lo dijo. Te ama. – intentó sonreír sincera pero sus ojos se aguaron, se adelantó a mi movimiento y bajó con Sofi, ésta ultima me miró impotente queriendo hacer más pero solo me dijo que le diéramos tiempo. Me acosté en mi cama sintiendo demasiado mal, causarle esa tristeza y pensar que había arruinado todo con lo que soñé siempre, me ponía mi mundo de cabezas. Porque, a comparación de las que sueñan con su  “príncipe azul” porque es obvio que no lo existe y princesa tampoco… yo pedí toda mi vida una verdadera amistad. Es muy fácil enamorarse y hacer linda una relación, pero encontrar a alguien sincero para todo, eso si era difícil. Yo lo había encontrado y por dos veces… ahí estaban mis mejores amigas… Sofi tenía que estar con ella, había sido yo la que faltara a la promesa.

No pude hacer más que llorar de la impotencia, y como suele pasar en los momentos en los que te sientes mal, y haces cosas para profundizar ese dolor.

Conecté uno de los videos que tenia guardados, miré el primero que se me atravesó; estábamos en la casa de un profesor que, curiosamente era casi que igual de joven que nosotros. Había mucha gente, mi grupo era bastante grande… Sofi estaba bailando como siempre, moviendo su cabecita de un lado a otro con ritmos descoordinados al de la canción. Todos nos reíamos al verla, ella actuaba seria y seguía en lo suyo mientras que los demás sólo podía divertirse viéndola. Y Nati, estaba a mi lado, me comentaba algo de Sofi y ambas nos reíamos, más lagrimas salieron… adelanté el video y vi casi a punto de terminar que, las tres estábamos tomadas. Sofi ganaba, Nati a un extremo y yo al otro para sacarla de esa casa, Guillermo nos grabó porque según Sofía era importante guardar esos momentos para reírnos al otro día. También recordé que después de eso, en la casa de Sofi nos fuimos a verlo y con la lluvia que cayó, ese día no se pudo hacer otra cosa diferente que dormir juntas en su cama.

Una amistad como esa no volvería jamás, y yo estaba segura que era de esas amistades que llegarían hasta el último momento, esa conexión… ese interés… ¿Por qué apareciste Laura en esa circunstancia? – me pregunté.

Al día siguiente, Ella me llamó, pero no obtuve el valor para contestarle porque no sabia que iba a decirle, pasaron casi 20 días en los que sólo sabia de ella por lo que veía en su red social, sabia que todos sus mensajes y dedicatorias iban para mi, me dolía pensar en que estaba sufriendo por mi culpa, a lo mejor arrepentida por acabar con una relación en la que estaba bien por algo que nunca estuvo bien. Y Nati, seguía sin hablarme. Fui a su casa días seguidos, la llamé a su celular todo el tiempo y le dejé miles de mensajes que nunca fueron respondidos. Sofi venia de vez en cuando a mi casa, ella también estaba pagando mi error, Nati no quería salir y yo estaba en las mismas condiciones. Todos estábamos mal, en especial me sentía mal porque no podía estar con Laura, era imposible estar con ella sintiéndome así por Nat.

Era un martes cuando se acercaban las 6 de la tarde,  acababa de llegar de trabajar, miré por el PC que, en la lista de amigos de Laura; había aparecido una mujer. Cada publicación que hacia ella, la niña se la comentaba con indirectas… algo se aceleró, me di cuenta que hace una semana había dejado de buscarme, ya no me llamaba y tampoco me dejaba mensajes, leí un poco más abajo y vi ese mensaje que le había dejado.

“Todos merecen una segunda oportunidad, pero hay personas que esperan la primera”

Ella tenia razón… me salí de ahí porque no quería ver más, me llené de impotencia y pensé egoístamente en que ese era todo el amor que me tenia… reflexioné y me di cuenta que no se podía quedar esperando a una cobarde indecisa que no de decidía por ella.

Estefanía me llamó dos días después avisándome lo que ya me suponía, había una mujer que iba a buscar a Laura y la invitaba a salir, me dijo que Laura se negó al principio pero que el fin de  semana pasado había aceptado ir a comer… definitivamente, había perdido a mi amiga y estaba perdiendo a la mujer que amaba.

  • -Sofi – contesté mi celular
  • -que pasa amor?
  • -estoy cansada – mentí
  • -ya viste que…
  • -Si es de Laura no me digas nada
  • -Ohh te diste cuenta
  • -ajá
  • -vamos a salir mañana, hay una fiesta en la discoteca de siempre – me había negado muchas veces,  llevaba casi dos meses sin hacerlo y si tener vida social, y más con lo que Estefanía me había dicho, lo único que deseaba era distraerme
  • -y Nati? – le pregunté nostálgica – como está?

Se quedó en silencio un momento – Sofi? Estás ahí?

  • -Si, si.
  • -que pasa? Tienes sexo ahí o que? – bromeé y sentí que alguien más se rió con ella – no jodas! – me molesté
  • -espera, espera
  • -nada, pasa mañana por mi – y le colgué.

Me acosté en mi cama, y escuché a lo lejos que Mariana estaba discutiendo con Leo, pensé seriamente en presentarle a Peter, mi compañero de trabajo que se había notado interesado en ella en las fotos que le mostré antes, ella no debía perder su tiempo e un hombre que sólo le interesaba mandar en la relación y manipularla a su gusto. Mariana era hermosa y se merecía sin duda, algo mucho mejor. Él de nuevo había salido molesto y podía escuchar sus llantos… definitivamente un aplauso por mis padres que si tuvieron un mejor repaso amoroso que nosotras dos.

No pude aguantar más mis ganas, todas las noches le pedía a Dios que me diera las fuerzas para enfrentar el nuevo día que llegaría sin poder hablar ni verla a ella… imaginarme que estaba saliendo con alguien más me descoordinada, nunca fui una mujer celosa pero… imaginar esa sonrisita dedicada a alguien más, sus labios suaves y sutiles besando otros que no fueran los míos, sus manos entretenidas en otro cuerpo.. su tiempo dedicado a otra persona… al final me decidí y la llamé, estaba temblando, me gustaba que Laura era la primera mujer por la que me  volvía una niña en muchas situaciones y mi seguridad se iba corriendo y sólo me sentía nerviosa… timbró 3 veces hasta que sentí que contestaron; pero Era Estefanía.

  • -Joss, no me jodas! Como te atreves a llamarla la única vez que no sale con su celular – me reprochó
  • -ah… viste… las cosas no se dan…
  • -no, espera que no tarda, apenas llegue yo le…
  • -tu te vas a quedar calladita y no le vas a decir que la llamé, si?
  • -pero…
  • -vamos Hermosa… por favor

Asintió sin mucho ánimo. Sólo deseaba que estuviera bien.

Capitulo II

Parte III

Había programado todo con Peter, estaba decidida hacer algo bueno por Mariana, ya sentía que ni siquiera estaba enamorada de leo sino acostumbrada. La invité a la fiesta que había hoy, Sofi llegó 20 minutos después en el taxi, me había arreglado lo suficiente para no pasar desapercibida hoy pero en realidad, no tenia ganas de ligar o de llegar a más de un beso con alguien.

Sofía en cambio, estaba arreglada como para un concurso de modelaje, le estampé un beso en la comisura de sus labios y sonreí

  • -me arruinaste el labial – y puso una carita de puchero que me conmovió
  • -Estás preciosa
  • -Siempre cariño – y la noté nerviosa – me colgaste anoche
  • -pero que querías?
  • -eres una mal pensada Joss!
  • -con quien estabas?
  • -no seas metiche

Y la conversación se prolongó a demás temas sin mucha importancia, cuando llegamos no lo podía creer, el lugar estaba repleto de personas. Demasiadas personas conocidas, se me olvidaba que Facebook une gente, tuve que imaginar que Sofi simplemente habría puesto “ganas de salir” y todos se habían auto invitado…

Entramos después de saludar por varios minutos a los demás, me gustaba la música que ponían en este lugar, y fue cuando vi a la entrada a Peter, descomplicado y sin su traje elegante que tenia que usar en la empresa, se acercó seguro a nosotras y Sofía y Mariana me miraron curiosas. Fue entonces cuando se los presenté y nos ubicamos en una mesa que le tenían reservada a Sofi por ser la cliente más potencial, pero habían dos personas allí. Hablaba entusiasmada con Peter, era el tipo de hombre que le  gustaba a mi hermana y sabia que era un buen muchacho, le pedí que me prestara su celular pero sólo se lo escondí para que una pesadilla llamada Leo no arruinara todo.

Cuando llegamos a la mesa, vi a Nati. Todo se me movió, Sofía cubrió sus labios y sentí sus ojitos lagrimeando, igual que a mi, igual que a Nati… había otra niña sentada a su lado, no dejé que me dijera nada y la abrasé con fuerza, no me importaba si me iba a empujar o no correspondía a mi abrazo, me hacia falta y quería demostrarle de nuevo con ello, que lo sentía. Para mi sorpresa, sus manos se apoyaron en mi espalda, su voz la sentí en mi cabello y me tomó de esa manera como siempre lo hacia. Lloré sin poder ocultarlo, era demasiado frágil para estas cosas, ese abrazo duró minutos enteros. Ninguna habló, al menos mientras me decidí a separarme.

La vi a los ojos, limpié mis lagrimas y me sentí emocionada, entonces vi que sus manos limpiaron mi rostro y tocó mi rostro con ternura – ven acá – volvió abrazarme – tengo que pedirte perdón – me dijo y la callé, deposité mi dedo índice sobre su labio y la miré

  • -Shh, que soy yo la única que debe hacerlo
  • -Joss, fui egoísta.
  • -Shh – y la abrasé de nuevo – yo te amo Nati – y miré como la niña con la que estaba sentada abrió sus ojitos sorprendida, me pregunté quien era y Nati volvió hablar
  • -Joss… dejemos todo atrás, si? Yo no quiero que esto se acabe. Yo no quiero perder a mis dos hermanas – y de nuevo las lagrimas bajaban por mis mejillas – pero no seas chillona que vas a poner a llorar a toda la discoteca con esa carita – y sonrió – tu tienes todo el derecho de ser Feliz, si yo soy tu amiga de verdad, eso es lo que quiero. – y le di un beso en su frente con fuerza
  • -te amo! – y Sofi se unió a las dos y nos dimos un abrazo conmovedor.
  • -vamos a opacar el lugar – dijo Sofía separándose – Nati, no le vas a presentar a Karla?

Y miré a Nati sorprendida, una sonrisa se armó en sus labios y se dio la vuelta para estirar su mano y acercarla – Joss, ella es mi novia hace 5 días – dijo contenta – amor, ella es Joss, de la que no he dejado de hablarte – y me presenté con ella

  • -Tenes mucho que explicarme vos –

Y  tomé un poco de la cerveza que Sofi tenía, miré a mi lado y Peter estaba con Mariana viéndonos también, Sofi se fue por la primera ronda de cervezas y, un poco más allá; la vi a ella.

Sus ojos chocaron con los míos, estaba preciosa. Me pregunté como había soportado tantos días sin verla, Nati me empujó a que fuera a  hablarle, pero su compañera llegó, halándola del brazo para bailar con ella.

Me senté, tragué saliva y no supe que hacer – Ve – me dijo de nuevo Nati – mírame – señaló a Karla – yo estoy bien, Faltas tú.

  • -¿Segura?
  • -Que vayas Joss – y me regaló una sonrisa

Entonces me levanté, Sofi recién había llegado, robó un beso ligero de mis labios – es el ultimo que te voy a dar – fingió tristeza – ahora si puedes ir – me soltó – ah, no se te olvide agradecerme después por esto, no es por que no sea modesta, pero yo arreglé esta doble reconciliación

Y me acerqué a donde estaban, al verle la cara a Laura cuando me vio, supe que aún estaba presente en su vida, en la posición en la que estaba; me daba la espalda. Pasé por el lado de muchas personas, y cuando la iba a tomar de la mano se fue casi que corriendo al baño sin poder verme. Miré a la niña con la que bailaba, ignoró quien era yo. Terminó bailando con alguien más, y yo me fui directo al baño también.

Había tres mujeres nada más, miré por debajo y reconocí sus zapatos, toqué su puerta y no respondió, volví hacerlo y abrió la puerta

  • -Pilar, dejam… - alcanzó a decir cuando me vio
  • -no soy Pilar, no puedo dejarte – y no supo reaccionar, no le di tiempo tampoco, no aguanté los deseos que tenía por besarla, me fui a sus labios, la besé con tantas ganas que me parecía poquito eso… rosé sus labios con delicadeza y le pedí perdón, me gustaba esa manera de abrazarme, de enredar sus manos entre mi cuello y no dejar salirme de allí
  • -Te amo – me dijo de repente – te amo – me besó – te amo cómo no he llegado amar a nadie – me abrazó – te amo Joss – y se alejó para mirarme – y si vuelves hacerme esto – la besé, interrumpiéndola de repente
  • -Shh, no vuelve a pasar. –

PD:

Gracias por los comentarios en el relato anterior.

espero les  guste.

Un beso y miles de bendiciones

:) Danii2