Sin tabús 2: Preparándonos para salir de fiesta

Vuelvo a quedar con Candy y decidimos salir de fiesta al centro de la ciudad. Mientras nos preparamos nos ponemos muy calientes

Después del trío que hice con Candy y su amigo confieso que estuve unos días con un pequeño escozor en mi culito, pero notaba deseos de volver a repetir. Especialmente cuando Candy me escribía mensajes diciendo lo morboso que yo era y contándome sus fantasías.

El sábado siguiente pasé a recogerla y nos fuimos a tomar una copa al centro. Cuando llegué estaba recién salida de la ducha sólo envuelta con una toalla que sólo le cubría desde el culito hasta justo el borde de los pezones. Era preciosa. No pude evitarlo y me lancé a besar esa sensual boca. De la boca bajé hasta sus pechos dejando caer la toalla al suelo y quedando totalmente desnuda ante mi.

Mi boca pasaba de un pecho a otro acariciándolo con la lengua, besándolo y chupándolo con mucho deseo. Me encantaban los pechos de Candy. Pero también quería besar el resto de su cuerpo así que sin despegar mis labios de su cuerpo seguí bajando hasta su ombligo e inmediatamente me encontré con su enorme polla completamente dura. Yo siempre había sido hetero, pero Candy era tan sensual que estaba haciéndome adorar todo su cuerpo, y era tan dominante que estaba consiguiendo que cada vez tuviera más deseos de chupar una polla.

  • Chupala amor, chupala con deseo - me dijo Candy cuando notó mi lengua tocar la puntita de su polla.

Abrí la boca y nuevamente traté de tragármela entera. Ya estaba enorme, caliente, era una polla deliciosa, rica y muy juguetona y me puse a chuparla salvajemente durante un buen rato.

  • Amor, quiero sentirte dentro, me has puesto muy excitada - me dijo Candy mientras se daba la vuelta y abría con sus manitas esas preciosas nalgas - follame Jorge, deseo tu polla dura de maricón dentro de mi.

No le di más vueltas a que me llamara maricón, simplemente le agarré por sus caderas y echándome un poco de crema hidratante que había en un bote la penetré con fuerza, notando como su culito tragaba toda mi polla hasta que me pegué completamente a ella y la oí gemir mientras la agarraba sus enormes pechos. Estuvimos un buen rato follando hasta que los gemidos se convirtieron en gritos y justo cuando yo estaba a punto de correrme Candy se dio la vuelta.

  • No te corras aún amor, ven y chupa otra vez mi polla que está a punto de explotar - me dijo Candy mientras me empujaba mi cabeza para que me agachara hasta meterme entre sus piernas - chupamela con fuerza, estoy a punto de correrme amor, no puedo más, me corrooo.

Hace un segundo yo estaba a punto de correrme y ahora estaba recibiendo toda la leche de Candy en mi boca. Noté como los dos primeros chorros me entraron directamente en la garganta porque la punta de su enorme polla había llegado hasta lo más hondo de mi boca. Eso me hizo atragantarme y toser y al sacar un poco su polla de mi boca para respirar los ultimos chorros cayeron sobre mi cara manchándome entero.

Cuando Candy empezó a relajarse yo seguí chupando su polla limpiando las últimas gotitas que le salían ya poco a poco de su punta, y a la vez me empecé a tocar mi polla porque estaba a puntito de correrme y me moría de ganas.

  • No cielo, tú aún no te corras - me dijo Candy mientras sujetaba mi mano y la retiraba de mi polla completamente tiesa - quiero que hoy vayamos a tomar una copa y tú estés excitadísimo todo el rato. Venga, vamos a vestirnos.

Yo estaba absolutamente excitado, pero la hice caso como en todo y empecé a vestirme pero Candy seguía con su imaginación desbordante.

  • No cariño, no te pongas esos calzoncillos, vamos a hacer un juego hoy, ponte este tanguita sexy debajo de tus pantalones que será muy divertido y te mantendrá excitado.

  • Pero como voy a llevar ropa interior de chica? - dije yo - que vergüenza.

  • No amor, nadie lo sabrá excepto nosotros y puede ser muy sexy, así sentirás tu lado gay que me encanta. Ponte este tanguita y estas medias que con tus pantalones no se notará.

No me dejó otra opción me puso unas medias finas de rejillas hasta el muslo y un tanga que se me metía completamente en mi culito y que no era capaz de cubrir mi polla por lo que se me salía completamente por un lateral, pero confieso que me daba muchísimo morbo. Cuando me puse los pantalones me daba la sensación de que se notaba que llevaba tanga porque justo hoy tenía unos jeans que me quedaban demasiado ajustados y se me pegaban completamente a mi culito.

Salimos a la calle Candy vestida supersexy y yo de chico normal, pero me sentía un poco gay por el tanga que llevaba. Lo que nos ocurrió lo contaré en el siguiente relato.